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25

Muchos pensarán que la soledad es una forma de escape, para Yoongi era una compañía necesaria para hacerlo reflexionar y sentirse mejor, era como tener el abrazo de alguien, solamente que aquí, Yoongi no recibía el afecto y apoyo de alguien, sino que se apoyaba más a él mismo, y con eso se sentía más que conforme, por el momento, Jungkook se había aparecido en el peor de los casos, Yoongi aún no olvidaba por completo lo que había sucedido, apenas habían pasado algunos días, pero por más que quisiera verse fuerte y feliz sin darle importancia al asunto, ahora mismo no se sentía ni siquiera con el animo suficiente como para querer mostrar una sonrisa.

No había ido lejos, no tenía las energías como para hacerlo, y no es como si quisiera pasar tiempo con sus amigos para hablarles sobre lo que acababa de pasar, después lo haría, pero por el momento, en lo único que pensaba era en estar solo, y lamentablemente, había caído en el mismo lugar a donde Jimin lo llevo la ultima vez, y había pedido un refresco de mandarina y una pequeña botana de nachos preparados con queso, salsa y algo de carne, eso era todo, el lugar estaba casi vacío, así que era perfecto para mantenerse tranquilo y en paz.

Sí, la barra de bebidas Gyul, era perfecto para hacerlo sentir más tranquilo, miro su vaso repleto de la bebida anaranjada y burbujeante, y no pudo evitar soltar un largo suspiro, al menos esperaba que esa dulce bebida carbonatada lo ayudará a subir un poco sus ánimos.

Estaba a punto de tomar su vaso para darle un sorbo a la bebida, cuando alguien lo interrumpió.

—Veo que te ha gustado el lugar —Yoongi dejo su mano colocada cerca del vaso, y giro su rostro de su lado izquierdo, elevo un poco la mirada para así ver a la persona que le hablaba—, es bueno que te haya gustado, este sitio es genial.

Yoongi rodo los ojos antes de apartar la mirada y volver a sus acciones, tomo el vaso y lo acerco a sus labios.

—¿Qué quieres, Park? —pregunto con voz apagada, para después darle un sorbo a su bebida, el sabor levemente amargoso y dulce de la mandarina no tardo en inundar sus papilas, dándole una sensación refrescante.

Jimin al escuchar esa pregunta, fue como darle la invitación a que tomase asiento, y no lo pensó dos veces, de inmediato dejo de estar parado al lado de Yoongi para sentarse justo frente a él, el chico de ojos gatunos decidió ignorar las acciones del otro mientras se deleitaba del sabor de la bebida.

—Te vi salir con prisa de la escuela —dijo Jimin, haciendo que Yoongi elevase la mirada hacia él—, ¿te paso algo?

—¿Cómo porque te importaría? —Yoongi dejo el vaso sobre la mesa—. Mis asuntos no deben de incumbirte.

—Lo sé —relamió levemente sus labios—, pero —miro a los ojos a Yoongi—, no parecías querer estar allí, parecía como si estuvieras escapando de algo —Yoongi aparto la mirada—, escucha, sé que no te caigo bien.

—¡Que bueno que te das cuenta! —respondió Yoongi con ironía.

—Yoongi —el mencionado no lo miro, se limito a volver a tomar el vaso con la bebida—, puede que no tengamos una buena relación como amigos, pero puedes contar conmigo para lo que quieras.

—¿Contar contigo? —Yoongi soltó un resoplido—. No gracias, preferiría que un buldog me lamiera el rostro por dos horas en lugar de hablar contigo.

Jimin soltó una suave risa al escucharlo.

—Hablo en serio, Yoongi.

—Y yo también —volvió a dejar el vaso sobre la mesa—, no sé ni porque estás aquí, y esta claro que me seguiste, pero por si no lo sabes, quiero estar solo.

—No voy a dejarte solo —Yoongi elevo ambas cejas al escucharlo—, y menos cuando sé que seguramente algo te paso, puedes decírmelo sin problemas, somos amigos.

—No somos amigos —mascullo Yoongi por lo bajo—, y no tengo porque hablarte de mis problemas, mis problemas son para mí y mis verdaderos amigos, no tengo porque decírtelos a ti, playboy barato.

Bueno, quizás era un mal comienzo, pero Jimin no se molestaría por ese apodo, no ahora, inhalo profundamente antes de soltar un suspiro, al parecer Yoongi no sería tan fácil de convencer para que pudieran ser un poco más cercanos, pero esperaba que poco a poco, fuera cayendo ante él y bajando la guardia, por el momento, Yoongi se trataba de una fiera sin domar.

—En ese caso —Jimin se acomodo en su sitio, sentándose derecho y cruzando sus brazos sobre su pecho—, no me moveré de aquí hasta que me digas todo.

—Eres un maldito terco —dijo Yoongi y Jimin le regalo una nueva risa—, sólo lárgate.

—No —negó con la cabeza, mientras sonreía—, no lo haré.

Yoongi rodo los ojos.

Confiar en Jimin no estaba en sus planes, Yoongi sabe que ese chico sentado frente a él tiene la palabra peligroso escrita en su frente, así que no debía de confiarse para nada en él, ni un poco, y aunque tuviera las ganas de sacarse el peso sobre sus hombros, no le diría nada, seguramente terminaría por burlarse de él y es lo que menos quería, ya tenía suficiente con Jungkook.

—¿No tienes algo mejor que hacer? —pregunto Yoongi.

—A decir verdad, sí —dijo Jimin dando un asentimiento—, pero prefiero quedarme aquí contigo.

—Es lo más cursi que he escuchado en mi vida... —Yoongi se encogió de hombros—, de todas formas, no pienso decirte nada.

—¿Por qué no?

—Porque no quiero hacerlo, Park, debes entender, que no te tengo nada de confianza, y seguramente terminarás riéndote de mí si acaso te digo lo que me paso.

—¿Estás tan seguro de eso? —Jimin elevo una ceja.

—¡Sí, joder! —soltó un bufido—. Ahora déjame comer tranquilo, ¿quieres?

Jimin volvió a soltar una risa corta, haciendo que Yoongi rodase los ojos en el proceso, al parecer su preciada tarde de tranquilidad se había ido por completo por la borda, pero al menos tenía la deliciosa comida de ese lugar, y eso recompensaba todo lo demás, Jimin no dejaba de mirar a Yoongi, cada una de sus acciones, le divertía el hecho de que intentase aparatar la mirada cada que conectaban sin querer, también le divertía el hecho de verlo masticar con fuerza y rapidez cada uno de los nachos que metía a su boca, además de beber un poco más rápido aquel refresco de mandarina, mientras que Yoongi solamente sentía las enormes ganas de derramar su bebida en la cara de Jimin para que lo dejase de mirar con tanta intensidad.

—¡Por el maldito cielo, Park!! —dijo Yoongi ya harto de tener su mirada encima—. Deja de mirarme.

—¿Sabes algo, Yoongi? —el mencionado solamente fruncia el ceño mientras lo miraba—. Te dará indigestión si sigues comiendo así.

—Me importa un pepino —Jimin soltó un suspiro corto.

—¿Ya me dirás lo que te paso?

—¿Por qué demonios te interesa tanto lo que me paso? —Yoongi en verdad se estaba poniendo furioso—. No debería de importarte, no te metas en mis asuntos, deberías de interesarte más por los tuyos, seguramente tienes a alguien esperando porque se la metas en este instante, y solamente estás aquí sentado frente a mí, fingiendo que te importan mis estúpidos problemas, ¿por qué no mejor te largas y me dejas tranquilo? Deberías hacerlo de una maldita vez, no te diré lo que paso con Jungk...

Yoongi detuvo sus palabras, abrió sus ojos en grande, definitivamente estar enojado no era uno de sus fuertes, Jimin no evito ensanchar su sonrisa al escuchar aquello, ahora sabía la razón por el enfado y el desánimo en Yoongi.

—Así que, Jungkook ¿eh?

—C-cállate —Jimin volvió a reírse al escuchar el tartamudeo de Yoongi—, sólo olvida lo que dije, ¿bien?

—Vamos Yoongi, sea lo que sea que él te haya dicho, sólo tómalo como algo sin valor, ¿bien? —Jimin le regalo una sonrisa, pero Yoongi no la correspondió—. Bueno, me iré, dejaré de molestarte, pero en serio, Yoongi, no deberías de hacerle caso a Jeon, es un idiota.

—Al igual que tú.

—Pero él es aún más idiota —sin más Jimin se incorporó—, te veré después, gatito.

Yoongi no pudo evitar mirar a Jimin alejarse de él y comenzar su camino hacia la salida del restaurante, parpadeo un par de veces antes de soltar un largo suspiro, bueno, al menos ya tenía paz y tranquilidad.

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