Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

Yoongi soltó un largo suspiro, la fiesta seguía en su apogeo, aunque para él ya había terminado definitivamente, no quería saber más de alcohol, cigarrillos, platicas absurdas, y mucho menos de la presencia de Park Jimin en ese lugar, aunque admite que había sido demasiado divertido darle aquel golpe bajo a ese tarado. Pero por el momento, no se sentía con los ánimos suficientes como para seguir estando en ese lugar.

Podrá ser que a veces Yoongi pensase que ir a fiestas sería una grandiosa idea, que lo disfrutaría y que inclusive podría llegar a socializar más, pero no necesitaba más amigos de los que ya tenía, y por el momento estaba cómodo en la cocina de aquella casa tan grande, el ruido de la música casi era imperceptible allí mismo, además de que tenía a su disposición algunas frutas, y bebidas carbonatadas, además de galletas. Yoongi se encontraba sentado en una de las sillas que estaban cerca de la isla de la cocina, y se encontraba comiendo galletas de chocolate, una por una, masticando lentamente y sin prisa alguna, y degustando del sabor de cada galleta.

Todo hubiese estado tranquilo para Yoongi, pero para su fortuna, pudo ver como Jimin, aquel chico presumido y con un carácter espantoso, se acercaba a la cocina, no había intenciones de Jimin en entrar a aquel lugar, pero al ver a aquel idiota de ojos gatunos, no pudo evitar sentirse interesado, debía darle una lección, nadie lo humilla dos veces en poco tiempo.

—Vaya, vaya —menciono Jimin—, parece ser que mi gatito no se ha ido todavía.

—Vete al infierno —dijo Yoongi, no estaba de humor como para seguir soportando la presencia de ese gigolo en potencia—, ¿acaso no sabes en donde están tus amigos?

—No me interesan mis amigos ahora —relamió su labio inferior levemente, Jimin sabía que eso causaba estragos en muchas de sus conquistas, pero al parecer, el rostro indiferente de Yoongi había sido buena señal para él para saber que eso no funcionaría, soltó un resoplido—, vine a verte a ti.

Yoongi sonrió ladino.

¡Que sorpresa! Pensó, Yoongi; sólo espero que un ovni venga y que me abduzca para poder escapar de esto.

—Tenemos mucho de que hablar, mi gatito —Yoongi no sabía si reírse, o ignorarlo.

—Déjame adivinar —menciono Yoongi para después meter otra galleta a su boca—, ¿vas a hablar de todas esas tonterías de ligador que siempre mencionas a todas esas tontas personitas que caen por ti?

—¿Disculpa?

—Park —Yoongi rodo los ojos—, no te hagas él que no sabe nada de nada, sé cómo eres.

Jimin elevo ambas cejas al escuchar eso.

—Y ¿exactamente cómo es que soy, gatito?

—Eres un pedazo de tonto que cree que tiene a todo el mundo a sus pies con solamente chasquear los dedos —Yoongi se levantó de su silla para caminar hacia Jimin, quien comenzó a fruncir el ceño al escuchar las palabras de Yoongi—, te crees un maldito dios en el sexo, cuando estoy seguro que no duras ni dos minutos cuando ya estás a punto de venirte, tienes una mentalidad tan neandertal que estoy seguro que en estos momentos estás a punto de enfurecer por lo que estoy diciendo —Yoongi sonrió al ver como la respiración de Jimin se hacía más agitada, lo estaba haciendo enojar—, y tus métodos de conquista, están pasados de moda.

Eso sí que le había ofendido, Jimin había sentido como de una patada lo habían bajado de su pedestal, y lo peor había sido que ese tonto amigo de Kuyng, lo había logrado, logro herir su orgullo, y ahora a Jimin no le importaba si se tenía una venganza entre manos, si tenía que demostrarle a ese idiota de Yoongi quien mandaba, lo haría.

—¿No dirás nada? —Yoongi sonrió ladino, Jimin le lanzaba una mirada fiera, llena de furia, Yoongi sabía que ese tonto estaba ardiendo de rabia por dentro—. Bueno, en ese caso, veo que este gatito, logró cortarte la lengua —soltó una suave risa y se fue encaminando a un lado de Jimin para alejarse—, si me disculpas, tengo mejores cosas que hacer que estar hablando contigo.

Pero antes de que se fuera, Jimin logró tomarlo por el antebrazo con fuerza para después acercarlo hacia él.

—¿Quién mierda te crees como para hablarme de ese modo? —gruño bajo, esto era el colmo para él, nadie en toda su corta vida, le había insultado y humillado a tal magnitud. Miro a los ojos a Yoongi—. No eres nadie.

—No es como si tu fueras algo, idiota —respondió Yoongi—, suéltame.

—¿O qué? —Jimin no le soltaría—. ¿acaso tienes miedo de caer en mis garras?

—Miedo ­—Yoongi soltó una risa en un resoplido para después negar con la cabeza—, no soy un idiota como para caer por alguien como tú.

—¿Quieres probar? —Jimin sonrió ladino, miro con detalle el rostro de Yoongi, debía admitir que Yoongi tenía unos rasgos sumamente lindos, mucho más lindos que Kuyng y que otros chicos con los que ha estado—. Para ser alguien bonito, no tienes un lindo carácter, ¿verdad, encanto?

—Mi carácter no te incumbe en lo absoluto.

—Eso no importa, me gustan los retos —Yoongi intento zafarse del agarre en que lo tenía Jimin, pero al intentar tirar de su brazo, Jimin lo jalo hacia su cuerpo para que sus rostros quedasen más cerca.

Yoongi soltó un quejido debido al leve dolor que estaba sintiendo sobre su brazo y además de aquel jalón que le había dado Jimin para acercarlo más a su cuerpo, Jimin soltó una suave risa, esto sería más divertido de lo que pensó, inclusive si Yoongi no era fácil, sería un reto, y él no se perdería ese reto.

—Vete a la mierda con tus retos, Park —mascullo Yoongi en voz baja—, yo no soy ningún reto.

—Encanto, ya lo eres —sonrió Jimin—, apuesto a que puedo hacerte caer en mis encantos cuando menos te lo esperes.

—Apuesto a que no podrás hacerlo por más que lo intentes.

Los dos se miraron a los ojos, había determinación en sus miradas, ninguno estaba dispuesto a perder, Jimin sabía que solamente debía concentrarse en hacer que ese tal Min Yoongi fuese quien perdiera de inmediato, pero sabe que sería un reto muy grande, mientras que Yoongi, sabe que se esta metiendo en problemas, pero el simple hecho de querer ver a Park Jimin derrotado por fin, le estaba haciendo tomar decisiones demasiado precipitadas.

No importaba si algo estaba bien o mal, ni siquiera el resultado, pues ambos estaban más que dispuestos a ganar, sea como sea.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro