En la comodidad de su hogar, Harry apoyó la espalda en la cabecera de la cama, mientras Louis descansaba entre sus piernas, con la espalda apoyada en su pecho y con sus brazos que lo envolvían amorosamente.

De vez en cuando, Harry se inclinaba y besaba su nuca y Louis giraba la cabeza frunciendo los labios y se besaban.

El momento era brillante. Siempre. Nunca hubo un momento aburrido cuando se trataba de su relación.

Eran un equilibrio perfecto el uno para el otro. Cuando Louis estaba enojado, Harry se encontraba tranquilo. Cuando Harry se enojaba, Louis lo consolaba. Cuando Louis se ponía celoso, Harry lo cortejaba. Cuando Harry era posesivo, Louis sonreía. Rara vez había un momento en que los dos estaban enojados al mismo tiempo. No lo decían, pero en el fondo no querían. Entonces, cuando uno estaba enojado, el otro iniciaba la calma y la racionalidad.

Fue lo que los llevó a donde están ahora: casados, felices y muy enamorados. Su comienzo no había sido suave ni bueno, pero sabían que por eso tenían lo mejor ahora. En los brazos del otro, podían conquistar los que les fuera arrojado.

Harry era el alma gemela de Louis y Louis era la posibilidad infinita de Harry. Su mundo era interminable. Ambos eran la poesía del otro.

Louis giró la cabeza y lo miró, Harry le correspondió con una sonrisa y un beso. Sus movimientos eran lentos y sin prisas. Después de todo, sabían que eran dueños de su tiempo. Podían marcar su propio ritmo, finalmente continuar su propia historia y establecer su futuro juntos.

"Harry." Susurró Louis amorosamente mientras se separaban y Harry sonrió aún más, rozando su nariz contra la suya y besando sus labios antes de separarlos por completo.

Las manos de Harry acariciaron la pancita redondeada de Louis donde pudieron crear y dar vida a lo que antes no estaba allí. Una bendición por los desafíos y problemas que tuvieron que enfrentar.

Louis envolvió sus brazos alrededor de los bíceps de Harry y apoyó la cabeza allí, donde su corazón rebosaba de absoluta adoración y amor. Solo Louis era capaz de hacerle sentir algo que no era.

"Cuéntame más." Volvió a susurrar. Louis se había encariñado con sus frases, palabras de brillante verdad y frases de valor desenfrenado de su ternura.

Harry comenzó a hablar, su voz dulce y un tono calmado mientras Louis escuchaba con una pequeña sonrisa y entusiasta felicidad.

"Te amo." Comenzó. "Te vivo toda la vida y te amo por siempre." Agregó.

Louis se mordió los labios. Se sentía tan afortunado, tan feliz y amado. Una y otra vez agradecía todo lo que le dio fuerzas para luchar por su relación.

"Amo el brillo de tus ojos, las palabras de tus labios y el rubor de tus mejillas. También amo tu cabello, tu nariz, tu todo."

Este era el tipo de poesía que amaba Louis, no importaba si pertenecía o no a alguna categoría.

Para él, este era su propio tipo de poesía que valoraba en su interior.

"Veo tu constelación, pienso en ti. Veo la noche, te imagino. Veo la luz del sol, te veo. Veo el mundo, quiero estar contigo."

Louis se sintió tan apreciado. Estar en los brazos de Harry, amarlo y mimarlo era asombroso. Nunca supo que podía tener a alguien a quien pudiera llamar suyo, su eternidad, su más allá.

"Admiro tu coraje, tu valentía, tu fuerza, tu sabiduría. Admiro tus principios, tu mente, tu corazón, tu alma y, sobretodo, te admiro a ti."

Te amo, Harry.

"Pienso en la hora del día y quiero estar contigo. Pienso en siempre y te nombro. Pienso en posibilidades y te llamo."

Yo también, Harry. Yo también.

"Me despierto a tu lado, sonrío. Me despierto a tu lado, lloro. Me despierto a tu lado, nunca tuve tanta suerte."

Louis sonrió cuando sintió a Harry besar la parte de atrás de su cabeza y, a cambio, le dio un beso en los brazos.

"No hay preguntas, pero siempre serás mi respuesta. No hay problemas, pero siempre serás mi solución."

Tú también lo eres, Harry.

"Construimos un hogar, una familia. Creamos vida."

Ciertamente lo hicimos, Harry.

"Veo un bolígrafo, escribo tu nombre. Veo un papel en blanco, escribo tu nombre. Me siento junto a la luna en la noche, admiro su luz y pienso que yo soy la luna y tú mi luz."

Louis sintió una lágrima deslizarse por su rostro y viajó a los brazos de Harry. Lo sintió sonreír a un lado de su cabeza mientras mordisqueaba sus orejas.

"Conocí el amor porque te conocí. Conocí las penas porque sufrí contigo. Conocí el pasado porque lo experimenté contigo. Supe lo que realmente es la vida porque te tengo a ti."

Yo también sé lo mismo, Harry.

"Hoy en adelante, nuestro futuro espero, en este refugio vivimos, en este presente hablo, mi amor por ti está en su punto máximo."

Louis suspiró felizmente. No eran solo las palabras que amaba, sino también el hombre que las pronunciaba, el significado que les daba y la verdad sincera que reflejaba a través de sus frases.

Era poesía en el corazón y el alma de Louis. Harry era su propio poeta. Su propia frase. Su propia rima. Su propio fluir. Su propio sustantivo vívido.

"Te amo, Lou." Susurró Harry y Louis sonrió mientras lloraba un poco más.

"Yo también te amo, Harry."

El más alto levantó con cuidado la cabeza de sus brazos y lo giró, secando sus lágrimas y besando los restos.

"Vamos a dormir, amor, y para mañana te cuento más."

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