Hola, amor:

Perdóname, sé que no debo llamarte así, pero no puedo evitarlo, Trolli.

También perdona la caligrafía, los nervios no me dejan escribir correctamente.

A lo que iba. Los chicos han venido a hablar conmigo hoy. De hecho, ahora mismo están a mi lado, viendo como te escribo esta carta... esta última carta.

Ellos me han ayudado a tomar una decisión que espero no te moleste: voy a ir con un psicológico.

Al principio me negué, pero comprendí que no tiene caso que siga huyendo. Porque eso es lo que hago; siento que si ignoro el problema no existe. Pero no, sigue allí, creciendo. Y si no hago nada, en algún momento atentará contra mí.

Así que acepté.

Hoy es mi primera sesión, en una hora debo estar ahí y los chicos propusieron acompañarme. Estoy nervioso, ¿para qué mentir? Pero también estoy ansioso.

Esta vez no te pido que regreses, sólo que seas feliz.

—Mike.