Hola, molestoso:

Yo no era una persona ordenada; solía dejar mis cosas regadas por el suelo, sin siquiera importarme su existencia hasta que la necesitara.

Claro, eso cambió cuando nos fuimos a vivir juntos porque tú eras el "señor perfecto", por ende, bastaron dos semanas juntos para que yo empezara a dejar mis cosas en su sitio.

No lo entiendo, Trolli, yo dejé de ser desordenado porque pensé que eso te gustaría. ¿Entonces por qué te fuiste de todos modos?

Si te incomodaba que yo también empezara a ser organizado me hubieras dicho, no tengo ningún problema en dejar de serlo si con eso eres capaz de volver.

¿Ahora podrías regresar ya, por favor?

—Tu Mike.