Capítulo 5
Sábado, casa de Thiago. 1:00 pm.
—Puedo preguntar... O solamente asumimos que ella ya sabía que íbamos a venir acá... Y sabía que tú ibas a decir que sí —dije enfrente de la puerta de mi casa. Ally supo primero que yo, que Grace iba a decir que sí. ¿Cómo? ¿Lo intuyó?
—Es su segundo poder —dijo Grace. Ella ya había dejado de pensar en lo que había sucedido en la casa, estaba concentrada en lo que iba a pasar en el almuerzo. Sujetaba la jarra en sus manos, mientras su mente pasaba por los miles de posibles futuros, sus manos comenzaron a temblar cuando quiso timbrar. Timbré, cuando vi que ella, definitivamente, no pudo. Mis padres, ambos, abrieron la puerta; algo que era muy extraño.
—¿Hay almuerzo para otra persona? —pregunté colocando mi brazo alrededor del cuello de Grace.
—¡Claro! —dijo mi madre, mientras que mi padre preguntó—. ¿Quién es ella?
Mi madre le dio un suave codazo, pero no significaba que no tuviera la misma pregunta.
—Ella es Grace, mi — no sabía cómo proceder, me bloqueé. ¿Qué se supone que debía decirle a mis padres? ¿Tenía que empezar de una vez a actuar, que tengo una novia de la cual nunca he hablado? ¿Cómo lo explicaría? Pero, por suerte, Grace intercedió—... Soy su novia.
Lo dijo con tanta seguridad que casi me lo creo yo. Y también me rodeo con su brazo en la cintura. Le dio la jarra con el jugo a mi mamá.
—Mi fruta favorita —dijo mi mamá con una sonrisa. ¿La fruta favorita de mi mamá era la guanábana? Eso no lo sabía. Nos invitaron a pasar, fuimos al comedor para sentarnos; mi papá nos acompañó, mientras que mi mamá cambiaba los platos por unos que eran poco más finos. "Esta es la vajilla para visitas y para hacer una buena impresión", eso me había dicho mi madre cuando yo le preguntaba el porqué no utilizábamos la vajilla de porcelana. También sirvió toda la comida en unos platos hondos que tenían arabescos en los bordes, parecía el plato de sopa de un gigante (si me preguntaban a mí), que era para que los invitados pudieran servirse lo que se les antojaba.
Ayude a sentar a Grace en la mesa, algo que mi madre vio con buenos ojos.
—Y, ¿cómo se conocieron? —preguntó mi mamá intentando sonar casual, después de que todos se habían servido. Ya en ese momento estábamos conectados a la mente de mis papás y podíamos estar más preparados de saber qué responder.
—En el colegio nos habíamos visto —dijo Grace—, y luego en la escuela de ajedrez nos conocimos, un poco más.
—¿Hace cuánto llevan juntos? —preguntó mi padre, antes de tomar un poco de jugo.
—Seis —dije. Pero de una vez, mi madre iba a hacer una mueca, preguntándose por qué no la había llevado antes a conocer a mis padres—... tres meses, quiero decir. Nos conocimos hace seis meses.
—¿3 meses? —dijo mi mamá repitiendo la información, asimilando con un poco de agrado la información—. Eso es mucho tiempo... ¿No les parece?
Esas palabras realmente eran la indirecta de decir: "3 meses y hasta ahora nos enteramos de que nuestro hijo tiene una novia". Pero Grace también lo percato porque dijo:
—Me daba miedo conocerlos, es que, es mi primer noviazgo —dijo tímidamente Grace—. Y no sabía si les iba a agradar —ella volvió a mirarme para continuar con su excusa, pero nuestros ojos quedaron atrapados, nuestras miradas resplandecían—. En verdad, amó a Thiago, no me gustaría verlo partir.
Grace buscó mi mano y la apretó. Creo que nos sonrojamos ambos, antes de volver a mirar a mis padres. Las mentes de mis padres gritaron un largo: "ahhhhhhh ¡Qué lindos!", que se vieron reflejadas en sus caras.
—Cariño, eres bienvenida cuando quieras —dijo mi mamá, sirviéndose otro vaso de jugo de guanábana. Dejo que termináramos nuestros almuerzos para de nuevo volver a indagar información de Grace—. Y, ¿qué trabajan tus padres?
—Ambos son contadores —dijo limpiándose con una servilleta, de una forma que fuera agraciada, para que no se quitara el labial rojo—. Casi toda mi familia es de contadores, entonces se imaginaran lo que no voy a ser.
—¡Qué coincidencia! Nosotros con David también somos contadores... —mi madre dijo y se paró de golpe, obviamente había recordado algo. Y miró a mi padre con los ojos abiertos—. ¡Nuestros modales, amor! Se nos olvidó presentarnos con la jovencita Grace.
—¡Qué grosero de nuestra parte! —dijo mi padre con el mismo tono de angustia que mi madre estaba usando—. Mi nombre es David Silva y el nombre de mi amada esposa es Jasmine Hernández.
—Mucho gusto de conocerlos, Grace Philips —dijo como si no estuvieran almorzando juntos y se acabaran de conocer en la calle, les hizo una pequeña venia con la cabeza en forma de saludo. Pero, a la verdad, ella ya sabia quienes eran dado que estábamos conectados a sus mentes. De pronto, Grace se comenzó a sentir mal, pero intento aparentarlo para no ser grosera con sus huéspedes e irse de repente.
—Thiago podrías pasar el postre —me ordenó mi madre con un tono amable. Fui por la tarta de limón. Mi madre la partió y la sirvió en los platos del postre—. Y, querida, ¿tienes hermanos?
—No, desafortunadamente, soy hija única —mintió Grace.
—Otra coincidencia que tenemos con tus padres —intervino mi padre, emocionado—. Y, crees que los podríamos conocer. Tal vez los podríamos invitarlos a un almuerzo como este.
Nos miramos con preocupación y comenzamos a discutir telepáticamente de que diríamos después. Aunque mi padre todavía estaba esperando una respuesta, mi madre notó que Grace se estaba poniendo pálida.
—Querida, ¿te sientes bien? Te ves un poco pálida y cansada —preguntó mi madre, salvándonos de tener que dar una respuesta.
—La verdad no me siento muy bien —admitió Grace, inmediatamente parándose—, creo que tengo que partir. Obviamente, si ustedes me dan su permiso.
"Una excelente jugada", pedirle la aprobación a mis padres era una forma de aceptarlos y darles seguridad de que no está huyendo de ellos.
—Claro, querida —dijo mi mamá. Acompañándola a la salida—. ¿Dónde vives, si quieres, te podemos llevar en el carro?
—Ella vive cerca a Plaza Imperial —intervine cuando Grace iba a decir que vivía fuera de la ciudad—. Atrás del centro comercial, para ser más exacto. No es lejos, ella se puede ir caminando sin problema.
—Tú la vas a acompañar y te asegurarás que llegue segura a su casa —se despidieron de ella y de mí. Deje salir un respiro cuando cerraron la puerta detrás de nosotros y Grace sonrió.
—Fue un gran almuerzo. Tus padres son buenas personas y creo que creyeron nuestro acto —comenzó a pasear Grace, dirigiéndose para la salida del conjunto—. Creo que podemos dejar de usar esto, —dijo señalando al vestido vintage rojo con puntos blancos que llevaba, que parecía salida de una película antigua, aunque con un peinado un poco más simple; solamente tenía su cabello suelto. Tal vez por los nervios no me había dado cuenta de que estaba tan, tan, tan... hermosa.
—Espera —dije recordando de que algo no estaba bien. Me miré de pies a cabeza, llevaba puesta una chaqueta de cuero con unos jeans, semejante a un atuendo que Grace había utilizado un día. La chaqueta era una talla más de la mía, entonces sentía que estaba flotando—... ¿Cómo no note esto antes?
—Estabas nervioso —dijo Grace, yendo al parque que estaba en medio del conjunto para sentarse en una banca—. No te diste cuenta de que íbamos a entrar con los trajes a la casa de tus padres, entonces puse una ilusión. ¿Te imaginas?
—No sé, qué es peor, que nos vieran con unos trajes que parecen de buzo o que me vieran con una chaqueta que nunca me la había puesto —dije y luego vi mi reflejo en el vidrio de un automóvil que se encontraba ahí parqueado, pero estaba sucio y no me podía ver bien—. ¡Mi cabello tiene gomina! ¿Cómo me debo de ver?
—Si quieres te puedo prestar un espejo o si quieres lo puedes ver por ti mismo —ofreció Grace ya sentada. Me mostró a través de su mente, cómo me veía y tengo que decir que no me veía mal. Pero en la mente de Grace se formó una palabra... apuesto. Corto la conexión y sonrió torpemente. Intento hacer una excusa, pero no pudo.
—¿Cómo te sientes? —pregunté. Nos habíamos acostado en el pasto del parque que estaba en medio del conjunto.
—Necesitaba un poco de aire —respondió Grace y aspiro fuertemente—, no me basto cuanto te robe un poco de energía. —"Cuando nos cogimos de la mano fue para darle energía a Grace", le aclare a mi mente que lo ocurrido era solamente funcional y también para que nuestra actuación fuera creíble. Pero no podía dejar de pensar que tal vez ese momento fue especial—, creo que me excedí. Las ilusiones y estar conectada a la mente de tus padres.
—Creo que la próxima me conecto a ellos y tú solamente a mí para no agotarte. Porque yo ni lo sentí —dije con un tono un poco de superioridad e intentando alardear para molestarla, pero ella no se fijó en eso.
—¿La próxima? —dijo con una sonrisa pícara. Supongo que sentí que ardía más el sol porque subió la temperatura de mi cuerpo, aunque una gran nube lo había tapado. Intenté pensar en algo que decir, no pude. Ella igualmente continuó—. Estaré esperando la invitación con mucha expectativa, si quieres estoy disponible después de nuestra misión.
—Pero será para comer empanada con gaseosa y nada tan fino —dije con una gran sonrisa. Me pareció exagerado tener que comer con una servilleta en las piernas y que fuera tipo buffet. Ella se rio.
Me senté a lado de ella y nos pusimos a ver cómo las nubes se estaban volviendo cada vez más grises.
—Suba tiene su propia nube —exclamé para nadie en realidad y pequeñas gotas comenzaron a caer. Nosotros igualmente decidimos quedarnos acostados, en vez de buscar refugio.
—Creo que ya te puedo comenzar a entender —dijo Grace acercándose un poco más a mí—, aunque mi mente está cerrada, siento millones de susurros de las mentes que están cerca a mí. Es un poco abrumador. Tal vez, también por eso me puse pálida y me dio jaqueca. Es muy diferente tu mundo al mío.
Le ofrecí mi mano y ella la sujetó, le transferí energía. Nuestras manos se pusieron calentitas.
—¿Mejor?
—Sí, —dijo ya con el cabello mojado, mientras que el vestido dejaba pasar las gotitas, pero eso era muy imperceptible—. Si quieres mañana te enseño a hacer ilusiones.
—¿A las 8? —pregunté ya sabiendo la hora elegida.
—Es una cita —dijo y se desvaneció. Yo ya sabía que ella se iba a ir, por eso no me asuste; ella ya se estaba comunicando con TT para que la llevara, pero de igual manera fue inesperado solamente verla desaparecer.
Me quede otro tiempo mirando la lluvia caer, hasta que ya era imprudente quedarse. Ya eran las 4 y no tenía ni tareas ni nada planeado, entonces, me dirigí a dormir. Mis padres ya habían organizado todo de nuevo y volvían a retomar labores de sus trabajos.
Me acosté y sentí una enorme ira, tristeza y decepción; pero todo se cortó de repente, supe inmediatamente que se trataba de las emociones de Grace. Y pensé que, tal vez por la distancia, nuestra conexión no es tan fuerte". Luego mi mente comenzó a evaluar posibles lugares de donde podría ser el Instituto y mientras hacía ese trabajo quede dormido.
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