Capítulo 4
Lunes-viernes
No es importante mencionar todo lo que hice de lunes a viernes, al final, no era algo que yo quisiera y la rutina era arrolladora; sería aburrido decir todo eso. Entonces, como dicen los videos en las plataformas digitales: "te lo resumo así no más".
Alistarme, bañarme, irme en una pequeña caja de sardinas hasta el colegio casi sin oxígeno (realmente lo que uno piensa que es oxígeno, en realidad es la respiración de todos los que te acompañan en el bus).
Intentando parecer una persona normal y cerrando mi mente a todos los pensamientos de "¿por qué me levanté hoy?". No todos, claro está, había personas que en sus pensamientos daban unas charlas motivacionales que a veces daban ganas de irse caminando hasta el colegio o hacer dieta; pero no era la mayoría
Luego, asistir a todas las materias básicas que en cualquier colegio daban, aguantar a los profesores y —más que todo— a los compañeros. Y cuando me refiero aguantar es porque soy el mejor ejemplo del matoneo en mi escuela o en cualquier escuela, para decir verdad. Tal vez, era mi cabello demasiado rubio o también mis ojos azules, mi buen parecer o tal vez era mi cuerpo que parecía de un deportista; ahora que lo pienso, esas serían cualidades para la persona más popular de la escuela, pero igualmente ese no era yo. Yo iba en el último eslabón de la cadena social. ¡Ni siquiera era aceptado por el club de ajedrez o el de lectura! En ningún lugar había visto a alguien caer tan bajo.
Podría decirse que era por ser telépata, aunque ellos no supieran, en mi salón tenían diferentes opiniones del porqué no les agradaba y muchos de esos argumentos se conectaban con mi telepatía. Por ejemplo, que a veces terminaba las frases de las personas (y eso era mi culpa, tenía el hábito de terminar sus frases para intentar hacer amigos. Algo que falle completo, pero igualmente quede con el hábito), otro argumento era que quedaba mirando al infinito por mucho tiempo (como estoy haciendo en este momento) y por último era saber cuando iban a haber exámenes— quizzes sorpresas, tareas complicadas. Además, por la memoria que tenía para no olvidar ningún tema y podía aprender todo solo con darles unas ojeadas al libro. Y tampoco ayudaba que todos los compañeros del salón tuvieran rumores extraños acerca de mí.
En fin, imagínese este escenario todos los días del colegio y ya podría conocer mi día a día. Entonces sigamos.
Viernes 6:00 pm. Suba-Casa
Lo único que podía pensar toda la semana era sobre la misión, aunque no tuviera información de qué iba a hacer, y nadie se había comunicado conmigo para darme un poco más de información. ¡Ni siquiera telepáticamente! Ni siquiera por teléfono y en este caso tenían una justificación, no tenía ningún teléfono donde pudieran comunicarse. Mis padres no eran amantes de la tecnología y no me permitían tener un celular de ninguna clase, supuestamente hasta que tenga dieciocho años puedo adquirir uno; pero todos mis compañeros de clase tenían uno (otro punto para añadir a la lista de razones por la que no tenía amigos).
¡Pero ese no es el punto! Odiaba que me dejaran en blanco.
—Esta habitación es pequeña, ¿no te parece? —salté de mi cama como lince y pegué un grito. La sonrisa de Grace estaba amplia al ver mi reacción era lo que ella estaba esperando. Mis padres preguntaron desde el primer piso si me encontraba bien, les asegure de que había visto una araña y que me había asustado. Grace continuo—. Tal vez mi próxima ilusión va a ser con arañas.
—No le temo a las arañas —dije, intentando volver a armarme—. Pero no les iba a decir a mis padres que una chica viajo desde algún lugar del país a mi habitación por medio de un chico que sabe teletransportar a las personas. Espera un momento, ¿si TT sabe dónde vivo por qué el sábado me dejo debajo de un puente y me toco caminar por dos horas?
—Él no sabía donde vivías, pero ya que tú has entrado en mi mente, sé cómo ubicarte—le abrí mis ojos como lunas llenas, además que ella lo dijo como si fuera una amenaza. Suspiró e intento cambiar su tono y sus palabras—. Puedo ubicar tu mente, pero si no fuera por TT no hubiera podido llegar hasta aquí. No puedo seguirte el rastro por mucho tiempo sin utilizar demasiada energía y TT te va a explicar la forma en que él hace para teletransportar a alguien.
Asentí, satisfecho con la media explicación que hizo. Grace tenía un conjunto que consistía en una chaqueta de cuero, sus pantalones ajustados y unos zapatos de tacón, todo de color negro; lo único con un color era una pañoleta que le recogía el cabello, de color rojo, un rojo intenso que combinaban con el labial que llevaba. Y se veía maravillosa, pero el movimiento en sus manos cómo se las apretaba daba cuenta de su ansiedad y se veía muy doloroso. Ya las tenía de un color rojizo—. ¿Hace cuánto que no sales de tu casa?
—Mucho tiempo —dijo intentando relajarse, colocando las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero—, hace cinco años.
—¿Fue al mismo tiempo que te cerraste? —le pregunté invitándola a sentarse en mi cama, mientras yo buscaba la silla del escritorio donde estudiaba. Ella asintió, coloque la silla enfrente para tener contacto visual—. ¿Por qué te cerraste?
—No sé, pero tampoco me puedo creer que haya podido sobrevivir sin comida por cinco años—dijo y se dejó tumbar en la cama. Haciendo que su cabello acariciara sus mejillas, fue un poco melodramático. Después recordó algo, se enderezó y me enfrentó estando a centímetros de mi cara—. ¡Tú sabes! ¿Por qué no me dices?
Fingí una risa y me alejé un poco, arrastrando mi silla con ruedas. —Primero que todo, no he visto la memoria que te quite y no lo haré para respetar tu privacidad. Segundo, antes de que lo pidas, no te puedo dar esa memoria o te volverás a cerrar y no podrás salvar el Instituto.
—Pero yo no quiero estar con un espacio en blanco en mi memoria, se siente horrible y no me ayuda a concentrarme —dijo en un tono de súplica, no cambie de opinión y cambio su tono—. Algún día te las quitaré. En fin, venía a verte para invitarte el día de mañana a unas onces.
—¿Por la mañana o por la tarde? —dije sin prestar atención a la amenaza.
Grace me miró como si no pudiera creer que estaba haciendo esa pregunta. —De la mañana. Por eso son onces y para ser más específica aún, a las 11 de la mañana. ¿Te puedo pasar a recoger?
—Solo si entras por la puerta como la gente normal —dije lentamente, dando a cada una de mis palabras un tono explicativo para que ella entendiera.
—No soy como la gente normal, —dijo con una gran sonrisa—pero al menos en esto lo haré.
Y se fue como llego.
Cuando volví al Instituto entré directo en mi habitación. Observé el espejo y me vi, estaba diferente a la última vez que me había visto, mi cuerpo se había desarrollado y yo ni siquiera tuve la oportunidad de presenciar dichos cambios. Ya no tenía el aspecto de la niña que una vez había sido. Ahora era una joven mujer y no sabía qué pensar.
Me acosté en la cama y me puse a pensar. A divagar. Me encantaba como la mente generaba nuevos caminos y nuevas perspectivas para proyectarlos en posibles futuros.
Me asombré de cómo las cosas habían cambiado, aunque no lo suficiente, más que todos los chicos del Instituto, Isabella estaba gigante y me alegraba mucho de verla. A los otros no me alegro tanto de verlos.
Comencé a hacer cuentas, me cerré a los 11 años, Isabella tenía 6 años, Brady 15, TT 7, Jim 9. Lila, Iris y los cuatrillizos no estaban. "He perdido bastante tiempo", concluí.
Iris entró en mi habitación sin golpear y se paró al frente mío. No sé como se había enterado de que ya había llegado, pero aquí estaba pidiéndome permiso para decorar mi habitación. Era una velocista y siempre tenía ganas de hacer algo, además que se aburría con facilidad.
Acepté su oferta y fui a dar una vuelta al pueblo cercano, que por obvios motivos no se puede decir. Intentando seguir pensando tranquilamente. Mientras caminaba quería ordenar mis recuerdos porque desde que me había levantado sentía que estaban desorganizados o que una parte de mí no encajaba. Además, no sabía en qué época de mi vida habían acontecido.
Lo que acontecía cuando intentaba recordar mi infancia en el Instituto o cuando pasaba tiempo con los gemelos era que en el momento de acceder a estos recuerdos no podía y sentía que se me escapaban. ¿Por qué? No tenía la respuesta.
Es muy probable que era porque estaba recién levantada de un sueño de cinco años, igual se me hacía raro.
En mi regreso al Instituto me sentí un poco perdida, no en el camino, sino en mi vida. ¿Quién era yo antes de cerrarme? ¿Sigo siendo ella o soy alguien diferente? ¿En qué me convertiré el día de mañana? Me sentía como una extraña en un cuerpo ajeno, (después de todo ya no tenía el cuerpo que yo recordaba) con la Grace de antes y la Grace de ahora, peleando para encontrar su rumbo. ¿Acaso no eran la misma? La verdad no tenía respuesta.
Sábado 8:00 AM, Suba
Sonará extraño, dado que son las 8 de la mañana y yo nunca madrugo. ¡NUNCA! Pero no puedo parar de pensar en que podemos comenzar a planear la misión de salvar a Colombia. Ya había terminado de alistarme y me encontraba desayunando, hasta que tocaron a la puerta con tres golpes.
—Knock, knock, knock —llamó alguien al mismo tiempo que golpeaban, fui abrir antes de que volviera a tocar porque no quería despertar a mis padres. Grace estaba con un traje enterizo, una moña y el labial del mismo color azul oscuro.
—¿Vamos a ir al mar? —pregunté por qué el enterizo parecía como los que utilizaban los buzos. Y, además, nunca había ido al mar.
—Cámbiate y vamos —ordenó, me dio un traje como el de ella y se fue a sentar en la sala.
—¿Qué hay de malo de mi traje? —dije. Llevaba un jean con una camisa leñera y unas botas. Realmente parecía fuera un Leñero, solo me faltaba cuerpo y masa muscular—Y, ¿qué vamos a hacer hoy?
—No quieres saber y es mejor así.
La miré fijamente, —¿Somos amigos?
La pregunta la cogió con la guardia abajo y no supo qué responder.
—Exacto. Si vamos a tener algún tipo de relacionamiento, debemos hablar y si no, esto no va a durar. No me puedes estar mandando y yo estar ciegamente de lo que vayamos a hacer. Para tener una amistad debe haber confianza, pero para que exista confianza debemos comunicarnos y no pueden existir secretos que comprometan nuestra seguridad en el presente —tomé una pausa, después de mi discurso de amistad y continúe—. Entonces, ¿qué vamos a hacer hoy?
—Vamos a recibir al secretario de la Presidenta, —hizo una pausa, mostró que su enterizo tenía un pequeño logo con una "I"—y se podría decir que este es el uniforme del instituto.
Hizo una pausa solemne, mientras con su índice acariciaba su logo. Sujete el enterizo que me había dado y vi que el mío no tenía un logo, pero eso no me quitaba la emoción de que me estuvieren aceptando.
—Bienvenido al Instituto —dijo Grace.
Me fui a cambiar a mi cuarto con toda la velocidad, el traje me entraba perfectamente y la tela se sentía como una segunda piel. Cuando me mire en el espejo del baño el logo había aparecido de un color naranja que daba la impresión de ser lava, era semejante al de Grace, pero el de ella era de un color rosado o morado.
—El logo índica tu estado de ánimo y tus signos vitales, si llega a desaparecer significa que estás muerto —dijo Grace, dirigiéndose a la salida cuando me vio que ya estaba listo—. El traje en algún sentido está vivo, es igual que la casa.
—Pensé que en la casa era una ilusión —le interrumpí.
—No, se modifica con el estado de los que habitan en ella o puede llegar a hacer cosas que te volaran la mente y que son mucho más poderosas que cualquier ilusión que yo pueda hacer. Nadie sabe cómo lo hace.
Sábado 8:30 AM, lugar desconocido
—¿Efectos secundarios? —preguntó Grace.
—Ninguno —dije sujetándome el estómago, que argumentaba con mi respuesta—, pero tal vez sea mejor que me avises la próxima vez.
—Le quitaría la diversión. ¿No te parece Grace? —preguntó Ally, que por cierto salió de la nada. Grace no respondió nada y desvió la mirada, hubo un momento de silencio hasta que Ally volvió a hablar—. Deberíamos entrar a esperar al secretario, ¿les parece?
El tapete de la casa, no nos daba la bienvenida, sino que, en cambio, decía, "Grace, sé más amable con tu mamá."
—¡No, tú también!—le dijo Grace al tapete o a la casa, depende de cómo se quisiera ver. Y me parecía muy extraño que se le hablara al tapete.
—No crees que es tecnología, no sé, tal vez inteligencia artificial —le susurre a Grace. Ella negó con la cabeza y señalo a un cuadro. Era un cuadro de una montaña, pero en un instante cambio por unas letras que decían: "No, estoy viva y no soy una IA.". Eso era escalofriante, parecía que un fantasma controlara la casa.
—Madre, no es un fantasma —dijo Ally mientras los llamaba desde la cocina.
—¿Cómo sabías...? —pero no pude terminar porque Grace me interrumpió y le preguntó a Ally de una forma un poco ruda—. ¿Lo tocaste?
—No —dijimos en unísono con Ally. Grace se relajó y se fue a sentar en la isla de la cocina.
—Entonces, ¿cómo sabías? —terminé de preguntar.
—Todos siempre piensan que es un fantasma o que la casa está embrujada, pero no es así, de alguna manera la casa está viva y tiene voluntad. Por eso, la llamamos Madre. Fue una de las razones que elegí este sitio.
Eso era muy extraño, pero de que me sorprendía si sus ocupantes eran extraordinarios igualmente debería ser la casa. Todos los chicos entraron y quedaron todos en silencio cuando me vieron como si un alienígena estuviera en su cocina, de nuevo, y fue muy incómodo. No sabía qué decir y más cuando todos me examinaban con sus miradas de arriba hacia abajo.
—¿Pueden dejarlo en paz? —preguntó Grace sin ni siquiera voltearse, parecía que estaba concentrada en un salero de porcelana—. Él también los va a salvar de que tengan que ir a deambular por las calles. Además de que él puede escuchar lo que están pensando.
Con la última parte, sus miradas fueron peores y sus pensamientos fueron gritos.
—Pensé que teníamos un acuerdo —empezó a decir Brady, pero Grace le volvió a interrumpir.
—Realmente no fue un acuerdo, tú le dijiste que cerrara sus pensamientos en ese momento, pero nada más. Y él tampoco puede evitarlo, sus pensamientos fueron como un huracán cuando entraron a la cocina —pero ella me miró sabiendo que ella había descubierto algo más—. Él fue aceptado por el Instituto, entonces es familia —y debajo de su aliento, dijo—. No es que realmente importe.
—Llego el Secretario —informo Claire y todos se dirigieron a la salida, para sorpresa de todos Ally ya estaba allí. Todos se alinearon como si estuvieran prestando servicio militar.
—El secretario ya está en el punto rendezvous —dijo TT y chasqueo los dedos. Un señor que debía estar en sus 30 años, que era apuesto y además de que con el esmoquin puesto mostraba mejor su figura atlética, apareció de la nada. Sus ojos se abrieron de sorpresa al vernos, se dio la vuelta y vomito—. Efectos secundarios del viaje, me imagino que se siente como si hubiera estado en una montaña rusa.
El señor secretario solo asintió, Ally intercedió y le ofreció una taza de té para calmar los nervios. Todos entraron y mientras el secretario se tomaba su taza, me di cuenta de que faltaba alguien. Cuatro alguienes.
"¿Dónde están los cuatrillizos?" Le pregunté a Grace telepáticamente.
"El Instituto no debería tener bebes," Comenzó a explicar Grace. "Se supondría que todos los que están en el Instituto son personas que ya tienen conocimientos de la habilidad y están perfeccionando su manejo. Obviamente, esto sería lo ideal, pero los cuatrillizos los abandonaron y están con nosotros porque podemos manejarlos."
—Niña, y tú, ¿cómo te llamas? —le preguntó el secretario a Isabella, pero ella no le decía nada, solamente lo observaba con curiosidad. Se puso de cuclillas para estar frente a ella—¿Te comió la lengua el gato?
Grace se le hizo al frente con los brazos cruzados, —Ella no habla con desconocidos y en este momento eso es lo que es usted.
Se enderezó el secretario, le dio una sonrisa molesta y se presentó como Sebastián. Se intentó dirigir a Isabella, que estaba escondida detrás de Grace. —Ahora no somos desconocidos. Y, tú, señorita, ¿quién eres?
—Soy Grace, seré la que ayude a la presidenta con sus sueños, —el secretario abrió los ojos al ver que eso era para lo que venía. Me aclaré la voz—, con Thiago.
—¿Tú y tu novio? —preguntó Sebastián, pero no espero a que respondiera y se rio—. Como sabes que tú eres la que vas a hacer elegida para esta misión, tal vez, necesite la velocidad de Iris o la teletransportación de Toby.
"¿Cómo sabe las habilidades de todos, excepto la tuya?" Le pregunté a Grace.
"No estamos en su registro porque mi mamá nunca quiso que estuviera formalmente en el Instituto, mientras que todos ellos están registrados ante la nación". Explicó a Grace. "Por eso, también piensa que eres mi novio, no deberíamos estar aquí"
"¡Qué romántico! Las palabras más bonitas que me han dicho hoy". Le dije irónicamente, aunque ella me ignoró.
—Además, de que este Instituto se va a cerrar en un mes y la oferta que traigo puede salvar este lugar. Yo de ti, jovencita, tengo más cuidado con esa lengua —Grace sostuvo la mirada con el secretario, retándolo. Hasta que sintió que Isabella le estaba sujetando la pierna y en ese momento desvió la mirada —. En fin, necesito una persona que ingrese a los sueños de la presidenta y mire qué o quién la está lastimando. Nunca hubiera creído que alguien se pudiese lastimar en un sueño, pero me mostró una cicatriz que no tenía del día anterior y mi deber está en protegerla a ella.
—Estamos felices en ayudar a nuestra presidenta —dijo Ally—. Aunque no este en los registros, mi hija, es telépata, esto significa que puede ingresar a la mente de las personas y también su novio.
"Yo no soy su...", iba a decir en voz alta, pero nadie me escucharía.
La sonrisa de Grace se hizo grande cuando Sebastián se volteó para verla. Se escuchó debajo del aliento del secretario cuando dijo, "que todo sea por el bien de la presidenta". —Entonces no vemos en 15 días porque la presidenta tiene que hacer un tour por Colombia y no estará disponible antes.
Dio la explicación que nadie necesitaba y se salió, hasta que recordó que no se podía ir. —¿Podrían, por favor, llevarme de vuelta? Tengo que decirles que mi visita sorpresa fue todo un éxito, hasta podría decirse que estaban preparados pa...
TT chasqueo los dedos y Sebastián se fue antes de terminar.
—Las onces están listas —dijo Ally y en vez de que todos se sentarán en un gran comedor que estaba a lado de la cocina, se fueron cada uno a su habitación—. Espero que tengas hambre, Thiago.
Nunca iba a decir que no tenía hambre, entonces fui a tomar un puesto. En unos momentos, me acompaño Ally y se sentó al frente mío.
—¿No nos vas a acompañar, Grace? —preguntó Ally, yo no vi a Grace por ningún lado y pensé que le estaba hablando a la nada. Pero ella estaba detrás de una pared en la cocina y parecía que se estaba escondiendo; cuando la invitaron, ella salió de su escondite, asintió y se fue sentar al lado mío. El silencio llenó toda la habitación y nadie se atrevía a comer lo que tenían enfrente.
—¿Cómo sabían que el secretario de la presidenta iba a llegar? —pregunté para romper el silencio. Mis palabras eran iguales a cuando pasaban unas garras en un vidrio, un chirrido horrible. Tuve que aclararme la garganta.
—Claire nos lo dijo, ella puede ver algunas cosas del futuro sin tener que viajar por el tiempo —explicó Ally y le dio un sorbo a su taza de té. Para mí era un tinto que estaba bien cargado, como me gustaba, en tazas de "Café de Colombia".
—¿Cómo sabías que me encanta el tinto sin azúcar y bien negro? —le pregunté dándole otro sorbo y saboreando el sabor del café.
—Es mi habilidad —dijo con una sonrisa.
—Su otra habilidad. —dijo Grace entre dientes, concentrada en su chocolate. La sonrisa de Ally se desvaneció.
—¿Te llenó la taza, mientras contestas? —me preguntó Ally y obviamente dije sí, aunque no sabía a qué se refería la segunda parte. Pero, al mismo instante, sonó el teléfono. Grace me indico que estaba en la pared de la cocina, era uno de esos modelos viejos donde tenía el dial giratorio y sonaba como un clásico.
Rin, rin, rin.
—¿Aló? —La voz de mi madre retumbo por el teléfono, me preguntó si todavía estaba en la escuela de ajedrez—. Sí, claro. Todavía estoy aquí... en la escuela de ajedrez—me dijo que estuviera en la casa antes de la 1 en la casa para almorzar juntos —Claro, mamá, allí estaré.
Colgué confundido por la conversación que acababa de tener. Ally sonreía detrás de su taza.
—¿Tú le dijiste a mis padres que estaba tomando clases de ajedrez? —le pregunté, todavía intentando comprender.
—No lo sé, dímelo tú. ¿Acaso no eres telépata? —seguía más confundido aún y ella por fin me explico—. Ellos se iban a preocupar si te ibas todos los fines de semana, entonces llame a tu mamá y le dije que éramos una escuela de ajedrez. Que tu talento era inimaginable y que te queríamos en nuestra escuela.
—Y, ¿ella accedió? —pregunté todavía intentando creer.
—Le dije que harías amigos —y en ese momento, comprendí. Mi madre quería que socializara y eso no iba tan bien como ella pensaba, dado que casi todos me odian por ser un telépata. Pero hermosa la intención.
—Tienen tres horas para practicar, yo de ustedes empiezo a entrenar para salvar a la presidenta.
Ally dejó un pequeño pastel de chocolate cuadrado al frente de Grace y se fue. "¿Tu favorito?". Le pregunté al ver la cara de emoción, aunque reviso que Ally ya se hubiera ido para darle un pequeño mordisco al ponqué.
—Vamos a mi habitación, para entrenar y poder hablar con tranquilidad —dijo cuando acabo el ponquecito. La seguí hasta el tercer piso, ella podía ingresar su pie en el escalón, mientras que a mí me tocaba de medio lado. Me invito a seguir y vi que el cuarto estaba un poco diferente a la primera vez había ido, como si alguien hubiera sacado todo y lo hubiera cambiado.
—Todo esto lo hizo Iris, —explicó Grace, —ella le gusta aprovechar el tiempo. Y más que ella siente que el tiempo se le pasa muy lento. Todo esto lo hizo en un día.
"Todo esto" era pintar la habitación, cambiar los muebles, organizar, etc. En otras palabras, era darle vida al lugar polvoroso que yo antes conocía.
—Madre, nos podrías por favor trasladar al salón de entrenamiento —continuo Grace, aunque en esta vez le hablo a la casa. Y no hubo respuesta alguna por parte de la casa, sino que de una vez nos llevó a algún tipo de dōjō.
—¿Esto es una ilusión, cierto? —dije maravillado, todos los detalles eran tan vivos y la textura del suelo se sentía tan real.
—No, esta es una habitación. No sé como, pero ella lo hace y la única forma de volver es pedírselo a Madre —explicó Grace. Eso estaba GENIAL, era como viajar a una habitación en otra dimensión o algo así. Pero de la nada aparecieron todos los chicos del Instituto y se sorprendieron al vernos.
"Compórtense, en unos momentos los separaré para que puedan tener sus espacios para entrenar". Una voz lleno el lugar, definitivamente era la voz de Madre. Se sentía tan real y natural que descarte una vez por todas que Madre fuera una IA.
Grace, al ver la cara de asombro que tenía, me clarifico. —Ella puede hablar e interactuar cuando estamos en habitaciones creadas por ella.
—¿Por qué no podemos entrenar con ustedes? —preguntó Jim. —Se creen mejores que nosotros, ¿cierto?
Yo negué con la cabeza con fuerza, mientras que Grace no hizo ningún tipo de gesto que indicara que estuviera en desacuerdo. Si no que, en cambio, dijo, —No te agradan los telépatas, Jim, todo lo que vamos a hacer es cosa de telépatas. Entonces, al menos de que quieras ser nuestro conejillo de Indias en nuestros ejercicios, podemos compartir la sala de entrenamiento. Incluso tal vez mirar el porqué eres un pequeño genio.
Recién dijo eso, Jim negó con la cabeza y aceptó que era mejor tener la división. Pasaron unos minutos y nada sucedió, no hubo ningún tipo de cambio en la sala de entrenamiento. Ya algunos se sentaron porque se cansaron de estar de pie.
Cuando todo se puso incómodo por el silencio, pregunté. —¿Dónde está Isabella?
—Está cuidando a los cuatrillizos con Ally —me respondió Iris, que estaba moviendo la pierna con demasiada velocidad para poder siquiera distinguirla. Si nosotros ya nos habíamos aburrido, ella más. Claire se sentó a su lado e hizo que el tiempo para ella se le pasará más rápido. Iris le dio una sonrisa porque al parecer sí le estaba ayudando.
—Tal vez podamos trabajar en un ejercicio de combate con el novato —sugirió Brady.
—Tal vez, tengas razón y él lo pueda necesitar en la misión —aceptó Grace, sin mi consentimiento. Luego se dirigió a mí y me advirtió—. Si te dejas golpear, Brady te romperá cualquier hueso que toque. Entonces te recomiendo que no te dejes golpear.
¡ESTO NO ME GUSTA!, grité mentalmente para nadie en específico. Todos se alejaron, dejándome a mí con Brady en el centro del dōjō. Me reí nerviosamente.
—Tal vez, podríamos posponer este ejercicio...
Pero no me dejo terminar y se lanzó al ataque, pude esquivar su puño por milímetros, incluso pude sentir el aire que desplazaba el movimiento de Brady.
—La idea es anticipar sus movimientos —me gritó Grace, desde un lado de la habitación. Pero no pude digerir sus palabras porque Brady me lanzó una patada directo a mi cabeza. Me obligo a agacharme y rodar para esquivarla.
"Tienes que usar la ventaja que tú tienes y él no". La voz de Grace resonó dentro de mi mente.
"Sabes sería bueno, si me hubieras avisado". Pero ya había comprendido lo que me decía, me conecte a la mente de Brady, donde los pensamientos se estaban formando. Estos eran los que me iban a decir, que iba a realizar antes de que él los hiciera. Si Brady hubiese sido un telépata hubiera sido muy complicado, pero como no, fue más bien fácil.
"Le quitaría la diversión, ¿no te parece?". Fue lo único que me dijo Grace, cuando vio que ya los golpes de Brady no pasaban tan cerca como antes. Dure unos minutos, peleando con Brady y en vez de una pelea parecía que era un baile donde la sincronía era notable. Brady se cansó, mientras que yo todavía estaba a mitad de la energía y con mi sonrisa en cara, veía que Brady se estaba molestando.
—¿Terminamos? —le pregunté a Brady cuando vi que paró, él solamente asintió. "Sala creada", dijo Madre y su voz retumbo en el salón.
—También querías ver la pelea, ¿cierto, Madre? —le dijo Grace, cuando aparecimos en el mismo dōjō, pero sin los otros chicos. La habitación tuvo unos sonidos alegres que parecían decir que sí.
Grace se sentó con las piernas cruzadas y empezó a agarrarse las manos con fuerza. Parecía que era su hábito nervioso, ella me invitó a sentarme al frente.
—Entonces... —dijo ella.
—Entonces... —dije yo.
Quedamos unos segundos en silencio, mirando en todas las direcciones, excepto a nosotros mismos.
—No hay forma sencilla de decir esto porque apenas nos conocemos y ahora tenemos que trabajar juntos para salvar al Instituto. Y sobre todo eso, nos enfrentamos a dos telépatas que son poderosos.
—¿Los gemelos? —pregunté, interrumpiendo. Ella solo asintió—, pensé que era el único que pensaba que era demasiada coincidencia que nos encontraran esos soldados y después te atacaran los gemelos.
Ella giró un poco la cabeza, frunciendo el ceño. Entonces yo era el único que supuse eso y nadie más lo había visto.
—Tienes un punto —se rascó delicadamente el mentón—. Parecía que sabían que el Instituto estaba en estas áreas y cuando vieron que yo estaba por ahí, entraron a mi mente, tal vez algunos de los soldados tenían la conciencia de los gemelos, algo así como un virus y cuando sintieron mi presencia saltaron a mi mente. Esto también significa que esa "comunidad" donde entraron, parece más una rebelión, están intentando derrocar al gobierno.
—¿Por medio de sueños? Suena ilógico. ¿Cómo van a derrocar a un gobierno? Dándole pesadillas a la presidenta de Colombia —dije todavía intentando creer las palabras del secretario.
—Igual que las ilusiones, el que pueda manejar los sueños tiene un arma poderosa. Es inclusive mejor porque no tienen que interactuar con el sujeto, sino que sus propios sueños son el que atacan a las personas —explicó Grace, pero igualmente no había entendido y gire un poco la cabeza, como ella había hecho antes—. Digamos que estás soñando y te encuentras dentro un centro comercial, que casualmente, lo van a robar. La persona que lo roba te golpea. Ese golpe va a ser real y si te lastiman, pues te están lastimando de verdad.
—Eso. Es. Genial —dije emocionado, luego recapacité—. ¡Es horrible! Pero sigue siendo genial.
—Si se usa para lo bueno, es genial. Ellos hacían que mis sueños fueran buenos y pudiera dormir, cuando no podía —dijo Grace, ella comenzó a mirar hacia el vacío. Luego, volvió en sí y me dio una media sonrisa—. Pero eso no era lo que te iba a decir.
—Ok —alargue mis palabras.
Se volvió a agarrar las manos, antes de decir. —Entonces ya que sabemos que ellos son muy tesos para los sueños y son gemelos, entonces eso hace que sus poderes sean más fuertes cuando están juntos —volvió a dejar un silencio—. Hay una forma de telepatía que es especial, donde se comparten las fortalezas del uno y del otro. En nuestro caso sería que tú podrías hacer ilusiones y yo tendría una mente impenetrable, además del secreto que no nos habías dicho.
—¿Pero? —le pregunté, anticipándome a lo que iba a decir.
— Pero nos toca estar de las manos todo el tiempo y sé que nos conocemos desde hace poco tiempo, tal vez parezca raro. Y comprendo si no lo quieras hacer, además de que nos toca estar cerca del otro por mucho tiempo; también sé que soy un poco complicada.
"Un poco", me dijo sarcásticamente mi mente.
—Pareciera que no fuera lo único —su mente estaba moviéndose a una velocidad increíble, todavía pensando en sus próximas palabras.
Sus manos se ponían rojas, por tanto, que apretaba y luego se mordió el labio. —Es una idea de Ally, pero sé que tiene razón, aunque no lo vea yo. Pero parece que todo el mundo lo piensa —se apresura a aclarar—, solo es una idea, igualmente no tienes que aceptarla, si quieres puedes rechazarla y no habría ningún problema. No cambiaria nada de la misión y eso, tampoco la amistad que estamos intentando de formar, pero sería una buena coartada para los ojos curiosos. No tienes que decidir ahora, si quieres puedes pensarlo y después me confirmas. Vuelvo a aclarar que no pasaría nada si dijeras que no.
Hablaba velozmente, pero andaba en círculos sin decirme cuál era la idea. —Tranquila, solo dilo y yo lo pensaré. Prometo no asustarme.
—Que seamos novios.—dijo las palabras rápidamente. "Eso no lo vi venir", me dije todavía en shock. Intenté ocultar mi sorpresa, pero me imagino que no fue convincente porque ella dijo—Sabía que era una mala idea y esto se puso incómodo. Madre, ¿podrías...?
—No, ¿quién dijo que era una mala idea? —la interrumpí, antes de que se pudiera ir, ya se había levantado y estaba lista para marcharse. "Esto se va a poner raro", me dije antes de proseguir—. Todos piensan que ya somos novios, aunque no tenga idea por qué, además no tenemos que "serlo" podemos seguir construyendo nuestra amistad.
—Porque se ven lindos juntos, no sé, hay algo cuando uno los mira que pareciera que son el uno para el otro. Son tan diferentes, pero encajan tan bien y cuando se miran son tan tiernos —resonó una voz femenina en el dōjō. "¿Madre?". No parecía la voz de la casa, sin embargo, sabía que la había escuchado y no podía conectarla—. ¡Hasta se sonrojan al mismo tiempo!
Intenté no mirar a Grace por no avergonzarla más, pero tenía curiosidad de que sí fuera verdad.
Y sí.
Mis mejillas se acolaron aún más de lo que estaba. "¿Ally?". No, su voz era diferente, esta era como de una chica, pero estaba distorsionada. Busque por todo el lugar por alguna señal de la persona que me estaban hablando.
—Lila, sal de donde quieras que estés —dijo Grace de la nada, buscando todavía el lugar—. No me obligues a utilizar la carta que tengo.
"¿La carta?". Le transmití a Grace, pero ella no me respondió. De la nada, una mariposa de color lila paso volando al frente de nosotros.
—No te atreverías —dijo la pequeña mariposa, lentamente fue cambiando a una chica y después era... ¿Lila? Aunque no sabía de qué me sorprendía si ya Grace me lo había dicho. ¡ESO ESTUVO GENIAL! No había visto a un shapeshifter cambiar enfrente de mis ojos—. No serías tan cruel... ¿Verdad?
Puso unos ojitos muy tiernos, eran los ojos, que nadie le iba a decir que no. Grace suspiró con fuerza, obviamente los ojitos la había convencido de lo contrario.
—Además —continuo con una tierna voz, Lila—, al parecer tengo más cartas yo, con su noviazgo, la unión de su telepatía y el secreto de Thiago.
—¡Yo no tengo ningún secreto! —dije rápidamente.
—Creo que mi carta te supera —dijo de Grace lanzándome una mirada que decía, ya hablamos—. Igualmente, no la iba a utilizar, tienes razón, eliminamos esa memoria por un propósito y no quisiera que pasaras vergüenza.
Lila se lanzó a abrazarla, Grace recibió el abrazo, aunque incómoda como si el contacto físico le diera algún tipo de alergia. Lila dijo que quería presenciar la unión de nuestra telepatía.
—¿Te quieres quedar? —le pregunté sorprendido. Pensé que todos nos odiaban, pensé intentado no decirlo.
—Las personas cambian y quién sabe tal vez podamos unirnos más como familia. Además, podríamos poner algunas reglas a su telepatía para una mejor convivencia —sugirió Lila.
—Esto no tiene nada que ver con mi hermano, ¿verdad? Para que le diga algo a tu favor o algo por el estilo —dijo Grace con los brazos cruzados y levanto una ceja. Pero Lila negó con la cabeza, tan fuerte que parecía que fuera a salir volando. Grace suspiró, dándose por vencida—. Te puedes quedar, pero puede que te puedas aburrir... Y acerca de las reglas, no te va a gustar lo que voy a decir acerca de Thiago.
Inclinamos con Lila la cabeza en duda. Agradecía que no fuera el único que no estuviera comprendiendo lo que Grace estaba tratando.
—¡¿En serio?! ¿No lo sabes tú? —levanto la voz y me señalo. Invito a que Lila se sentara al lado de nosotros—. Thiago puede escuchar los pensamientos de todas las personas sin esfuerzo alguno, aunque tenga su mente cerrada. Eso pude dificultar las reglas que quieren poner.
—¿Todos? —preguntó en asombro, aunque parecía un poco asustada. Luego se dirigió a Grace—. Ni siquiera tú puedes hacer eso.
—No es lo que parece —le dije a Lila, antes que se asustara con el torbellino de pensamientos que tenía y miles de preocupaciones que se le estaban formando—, con mi mente cerrada puedo estar pendiente de los pensamientos de los demás, si un pensamiento es peligroso puedo concentrarme en él y actuar. Digamos en este momento Grace me quiere golpear a ver si funciona, pero todavía no se ha decidido. No le estoy leyendo los pensamientos, ni siquiera estoy en su mente, pero son susurros que mi mente capta por si estoy en peligro.
—Pero pensé que la "mente cerrada" —dijo Lila haciendo comillas invisibles a las palabras—, era que no se podía escuchar nada. ¡Estaba cerrada!
—No le puedes decir esto a los demás, —advirtió Grace, haciendo en claro que de lo contrario estaría rompiendo ese lazo que Lila estaba intentando construir—. Casi no confían en Thiago y ellos no van a entender. Pero Thiago no los está espiando a todo momento, al menos, de que él se una a las mentes de ellos.
Lila asintió, dijo que eso no iba a afectar las reglas que iban a charlas más tarde. —Y, ¿cuándo van a comenzar su unión matrimonial de telépatas?
Grace rápidamente contradijo que eso no era así, ni siquiera se llamaba así. Pero ninguno de los dos pudo evitar ponerse rojos de vergüenza. —Se llama dualidad de mente, es un proceso reversible y por nada de este mundo es un matrimonio. Solo tenemos que unir nuestras energías y listo. Puede pasar que no seamos compatibles y no nos permita la dualidad.
—Eso no va a pasar —interrumpió Lila. Formo con sus manos un corazón—. Son el uno para el otro.
—Si no paras, le diré a Brady que estás enamorada de él —amenazó Grace. Lila quedó en silencio, no refutando que ella no estaba enamorada de Brady. Y comenzó a ponerse roja hasta más no poder. Eso significaba que sí.
Succione aire, por la revelación. —¡Entonces es verdad! Pensé que estaba interpretando mal sus cambios de mirada y sus sonrisas extrañas.
Cambio de forma a un pequeño cachorro labrador, los ojos del perrito eran de color lila (así como los de Ally eran de color morado).
—No sé de lo que están hablando —y dejó salir un ladrido. Se fue a acurrucar en las piernas de Grace para que la acariciara. Grace le rasco el hocico y la cabeza—. Pero continúen con su unión.
Grace levantó una de sus manos (la izquierda, pero no es relevante) y yo hice lo mismo como si fuéramos a pronunciar algún tipo de juramento. Luego, me indicó que canalizara mi energía y la colocara en mi mano. Un poco parecido a la transferencia que habíamos hecho para ayudar a Claire.
—Puede pasar que salgamos disparados para el otro lado de la habitación —advirtió Grace. Mientras lo decía sucedió todo lo contrario, porque cuando acercamos más la mano, se atrajo con fuerza como si estuviéramos chocando la mano.
Pero fue extraño, me van a decir que me volví loco, pero en ese momento me vi a mí mismo a través de los ojos de Grace (tengo que admitir que me veía bien). Sin embargo, hubo algo más, sentí como la energía de ella se mezclaba con la mía; como si me estuvieran haciendo una transfusión de sangre y esta se estuviere combinando.
—Whoa —dijimos ambos al tiempo—. Eso estuvo de otro mundo.
En nuestras mentes se formó una palabra, "irreversible", pero no se sentía como si fuera un pensamiento mío y por eso me vi forzado a preguntar. —¿Qué es irreversible?
Hubo sorpresa en ambos, pero sabía que solamente Grace era la que se había sorprendido y aun así, sentía que algo me había sorprendido.
—No debería haber pasado de ese modo. Se suponía que nuestras manos se tocaran y se calentaran —se rascó la barbilla—. Y ya.
Dejo que el silencio reinara en la habitación, yo ya no podía sentir los pensamientos de Grace, los susurros que siempre escuchaba se callaron. Los pensamientos de Lila no los podía escuchar, porque era un cachorro, si estuviera como una persona sería diferente. Pero por primera vez en mi corta vida, existía el silencio. El sonido del silencio era encantador. Era silencio.
—Entonces... —dije yo.
—Entonces... —dijo ella.
—Entonces... —añadió Lila, mientras se estiraba y bostezaba en las piernas de Grace. Grace volvió a acariciarla. Nuestras preocupaciones se intensificaron y nuestras mentes saltaron a una palabra... ¿Matrimonio?
—¡No! —exclamamos al mismo tiempo. Pero el vínculo del matrimonio es eterno (o al menos así se había diseñado) y aunque no tenía idea del porqué, se sentía que fuera algo permanente como si ella se hubiese ido a vivir a mi mente. A un pequeño rinconcito de mi mente. Luego volví a sentir algo que nunca había sentido... Alguien estaba intentando ingresar a mi mente.
—¡Detente! —le grité a Grace. Ella se detuvo inmediatamente lo que sea que estuviera haciendo, tal vez sintió mi miedo que iba creciendo e invadiendo todo el lugar o solo fue el grito que la detuvo. ¿Mi mente ya no es impenetrable? ¿Cómo es esto posible? Me sentía vulnerable como si alguien me pudiera atacar en cualquier segundo y todo se iba a venir abajo.
—Solo puedo yo —dijo Grace, mientras buscaba mi mano para sujetarla. Me tranquilicé. Y me repetí, "Solo pueda ella", varias veces—, pero eso significaba que nuestras mentes para cualquiera otro telépata es impenetrable, excepto entre nosotros. Sé que se va a sentirse extraño que alguien esté en tu mente.
—No lo hagas, por favor —le dije casi desesperadamente—. No lo hagas. Al menos no por ahora.
Ella asintió y supe que lo iba a cumplir.
—Son las 12:55, creo que el joven Thiago, necesita irse para almorzar con sus padres. —avisó Madre. Le agradecí, casi se me olvidaba.
Lila se despertó, dio otro gran bostezo y cambio a la forma humana. Luego sugirió. —Grace debería ir a este almuerzo familiar, así pueden probar su nueva unión.
—No creo que sea una buena idea —dijimos al mismo tiempo con Grace.
Lila suspiro debajo de su aliento algo como, "el uno para el otro" y nos dio una sonrisa. —Si no pueden convencer a los padres de Thiago que son novios, entonces ese plan va a fallar épicamente y es mejor que lo abandonen. Igualmente, son telépatas, ¿qué podría salir mal?
—Madre, por favor, nos podrías sacar —dijo Grace sopesando la idea. Una gran parte de ella quería gritar que no y la otra decía que era obvio. Lo extraño era que yo sabía eso. ¿Por qué puedo sentir lo que ella está sintiendo? Volvimos a estar en el cuarto de Grace, nos separamos de Lila porque ella se fue a practicar con los otros, mientras que, nosotros nos dirigíamos al primer piso.
—Aquí hay un jugo de guanábana en agua —dijo Ally cuando nos vio y le dio a Grace una jarra de vidrio—. No se demoren e intenten llegar antes de las 6.
¿Cómo sabía Ally que mi papá no podía tomar leche? No pude preguntarle porque TT apareció atrás de nosotros y chasqueo sus dedos.
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