—¡Grace! Me alegro de verte, ¿cómo estás? —dijo Jasmine y la dejo pasar.

Estaba nerviosa y, honestamente, no quería tener esta conversación con los padres de Thiago, pero se lo debía a él. Eso no significaba que hiciera que fuera más fácil. ¿Por dónde empezar? Ella llevaba todo el día preparando algo para decir y no pudo pasar más de: "La verdad es que no soy la novia de Thiago, soy una telépata, y la historia es bastante larga, pero Thiago me salvo la vida y sacrifico la suya. Les prometo que lo voy a encontrar". O algo parecido a eso.

—Hola —dijo David—. Es un gusto verte querida. ¿Viniste con Thiago?

"No". Dijo mentalmente y no pudo evitar comenzar a sollozar. Primero, unas pequeñas lágrimas y después ya no lo podía controlar. Los padres de Thiago la miraron extrañados y la fueron a consolar, aunque no tenía idea el porqué lloraba.

Ella se había dicho que no lloraría, que sería fuerte para ellos y que ella sería la que los consolaría a ellos. Intentó calmarse. Todo lo que había preparado ya se la había olvidado y no supo qué decir.

—Lo lamento, fue un día muy duro para mí —dije y me sequé las lágrimas con un pañuelo que David me había dado—. No vine con Thiago, señor Silva.

—¿Qué te ha pasado? Y, ¿dónde está Thiago? —la voz de la señora Silva tenía un tono de preocupación que hizo que mi valor de decirles se apaciguara.

Siempre podía pasar a mi plan "B", crear una ilusión de Thiago y actuar como si nada hubiera pasado. En estos momentos me estaba tentando la idea, solo que era demasiado cruel sostener una mentira por tanto tiempo, incluso para mí. Prefería la verdad. ¿Decirles que un grupo de extremistas se llevó a su hijo y que lo van a convertir en un asesino para crear un imperio donde las personas especiales reinaran? Eso le sonaría ilógico a cualquiera, pero tenía que empezar por la verdad.

—La verdad es que Thiago fue capturado por un grupo de extremistas —dije evitando contacto visual.

Después de esto, comencé a contar cómo nos habíamos conocido (realmente) y cómo me había salvado la vida en varias ocasiones, les conté todo. Incluso les conté cuando me había quedado en su casa toda una semana. Que nuestro noviazgo había sido una fachada y la unión que hicimos a través de nuestro don. Finalmente, les conté la misión de la presidenta, el sacrificio que hizo y cómo al final me había dado cuenta de que me enamore de él. La última parte la dije con lágrimas en los ojos, intentando contenerme.

Ellos solo escucharon, nunca me interrumpieron, mi mente estaba cerrada, no quería saber nada de los que estuvieran pensando, aunque tuviera ganas de saber. ¿Me odiaban?

—Son noticias duras de procesar —dijo Jasmine y su mano se dirigió a su vientre.

En cambio, David comenzó a caminar por todo la sala. Dando círculos y su mano en la barba, pensativo.

—Intentamos toda la vida protegerlo de su abuelo que sabíamos que estaba vinculado a esa organización y ahora él lo ha atrapado —dijo David como si eso hiciera sentido.

—¿Qué quieres decir con él? —pregunté intentando comprender lo que estaba diciendo—. Thiago me dijo que su abuelo estaba desaparecido y que las autoridades decían que podía estar muerto.

—Él no sabía la historia completa de su abuelo, la policía dijo que él había desaparecido porque por su edad su mente le estaba fallando y que había decido irse —dijo y espero un momento mientras recopilaba toda la historia—. Pero no fue así, él siempre fue marginado por ser un telépata y su esposa... En fin, él quería vengarse y fue cuando creó esta organización.

—Incluso intento convencernos de que nos uniéramos a la causa, pero nosotros vivimos una vida relativamente normal y queríamos que nuestro hijo la tuviera —intervino Jasmine y suspiro—. Pensé que Thiago había heredado los genes de mi madre que no tenía ninguna habilidad. Nunca se había manifestado, pero parece que mi padre sí sabía que era telépata porque de alguna manera lo entreno.

David se sentó a su lado para consolarla. Quería decirle que todo iba a estar bien, hacerles la promesa que lo iba a encontrar de alguna manera, pero no pude. Realmente, ¿si podía? O, ¿solo era algo que ella decía para no perder la esperanza?

—Su abuelo es el hombre enmascarado —dije a la nada.

Eso podía ser una posibilidad, nada estaba asegurado, pero de alguna manera tenía la sospecha que así era. Ya me iba a ir, tenía que ver como estaba mi mamá y los otros chicos.

—Lamento mucho todo esto, todo esto es mi culpa —dije y me levanté—, pero voy a arreglarlo de alguna manera.

Jasmine la detuvo y la abrazo.

—Gracias por contarnos —le susurró al oído—. Igual sigues siendo parte de esta familia.

Esas palabras hicieron que su corazón se ablandara y se le aguara los ojos. Mantuvo ese abrazo, el tiempo que pudo y cuando creyó que ya había sido suficiente se fue.

"Debía haber habido un espía". Esa era la única opción. Si no, ¿cómo se habían enterado la ubicación del Instituto para realizar el ataque? Era imposible, nadie conocía la ubicación. Nadie. Habían cambiado el tiempo y no fue suficiente.

Podría haber sido Brady, Claire o Lila. También podría ser mi mamá, no la descarto.

Yo voy a encontrar a este espía y le iba a sacar la información para poder saber dónde se podía encontrar Thiago.