Capítulo 12
Domingo 7 AM. Casa de los Silva.
Golpearon a la puerta, de una manera que pareciera que la quisieran derribar. Me caí de la cama, porque me enrede entre las cobijas, cuando fui a abrir. ¿La cama? Anoche había dormido en el tejado, ¿cierto?
—¿Grace? No puedes solamente tocar el timbre —le dije irritado y medio adormilado. La verdad estaba durmiendo de forma espléndida y ella lo había interrumpido-arruinado.
—Esa no es la forma en que le hablas a tu novia, mi amor —bajó mi mamá con una bata de seda. Y lo primero que me decía desde la charla de ayer, ¡era un regaño! —. Pero, ¿qué haces aquí tan temprano, cariño?
—Thiago me invitó a desayunar —le dijo Grace a mi mamá. "¿La había invitado a qué?", dijo mi mente adormilada, no me acordaba—, pero si no es el momento puedo volver después o lo aplazamos.
—Tranquila querida —dijo mi mamá y la dejó pasar—, pero todavía no he preparado nada y se va a demorar.
Grace se ofreció a ayudarle a mi mamá a preparar el desayuno. Yo ya me iba ir de nuevo a la cama, hasta que mi mamá me impido el paso. —No le vas a decir nada a Grace.
Me voltee y la salude para salir del paso, pero mi mamá me volvió a impedir que subiera. Me desperece y abrí bien los ojos. ¡Y quede asombrado! Grace se había puesto un jean azul celeste y una blusa roja sin mangas. Era la ropa más moderna que se había puesto y se veía muy... (todos los adjetivos hermosos que existan). Su cabello estaba suelto y perfectamente ondulado. Y se había maquillado sutilmente.
—Te ves bien... —tartamudee. "¿Bien?" Se veía perfecta. Pero deje de pensar porque por nuestra conexión probablemente ella ya sabía que estaba sintiendo—. Y... creo me voy a ir a bañar para ayudarles con el desayuno.
Me arreglé, alisté mi habitación y baje a ayudar. Charlamos con mi mamá de cosas triviales, mientras preparábamos arepas, agua de panela, huevos pericos y un caldo de costilla.
"Mi madre movió la reunión con la presidenta para el Instituto, dijo que era el lugar más seguro para reunirnos. Y también creo eso, aunque no se lo vayas a decir, a ti te mataron en la Casa de Nariño creo que es suficiente motivo como para no hacerlo ahí." Me dijo Grace de forma telepática. Yo estaba sirviendo y me asuste cuando escuche su voz en mi mente.
"Me parece bien. Pero, ahora que estoy despierto, ¿por qué viniste a desayunar?" Le respondí y le pregunté.
"¿No querías mi compañía?", dijo en un tono juguetón.
Fui a recoger unos cubiertos para ponerlo encima de la mesa y vi que Grace se estaba divirtiendo con mi mamá. Creo que le estaba contando historias de cuando era niño.
—Jasmine, podrías repetir la parte de cuando le toco hacer una obra disfrazado de sol —le dijo Grace a mi mamá, cuando me vio llegar.
Mi mamá se rio y volvió a retomar la historia. —Porque Thiago era mono y ojiazul le asignaron el rol del sol en el sistema solar...
¡Me había tropezado al entrar! Odiaba esa historia e iba impedir que mi mamá la terminara, pero al ver la sonrisa que tenía Grace hubo algo que me lo impidió.
—... Recién entró, se tropezó con el escalón del escenario y empujó a la Tierra. El compañero de Thiago se golpeo y se puso a llorar enfrente a la audiencia.
Ambas se empezaron a reír sin control. Tome los cubiertos y los puse en la mesa. Mi padre bajó por el olor y tenía una cara de que no había dormido ni un poco. Saludó a Grace y le dio un beso en la frente, luego saludo a mi mamá y le dio un beso en la boca. Yo me quede mirando y esperando la reacción de Grace, pero mi mamá le dio gracia y volvió a reírse. Poco después se le unió Grace y por último yo.
—Se nota que no dormiste cariño —dijo mi mamá y comenzó a servir la comida en platos, recién terminaba se lo pasaba a Grace y ella lo llevaba a la mesa—, ¿qué pasó?
—Creo que habían gatos en las tejas —dijo mi papá y dio un gran bostezo. Él se había puesto una bata encima de la pijama. Tomo un asiento y se dejo caer—. Porque escuchaba que alguien golpeaba las tejas una y otra vez, así toda la noche.
Con Grace compartimos una mirada de complicidad, nosotros habíamos sido esos "gatos". Me imagino que esas ondas invisibles que utilizábamos en la telequinesis hicieron mover las tejas toda la noche.
—David siempre ha tenido una audición sensible. —Dijo mi mamá, se sentó al lado de mi padre y le sujeto la mano.
Esa frase siempre la decía mi mamá y eso me hizo caer en cuenta que desde siempre me habían dicho, de forma indirecta, que mi padre tenía habilidades. Bueno, tal vez demasiado indirecto, nadie nunca podría poder conectar la frase con las habilidades de mi padre.
—Todo está delicioso —exclamó mi papá. Felicito a Grace y la elogio por sus habilidades culinarias—, tienes que venir más seguido o deberíamos hacer esto una tradición familiar de todos los domingos. Y tal vez...
Grace afirmó que así sería, mientras mi padres hablaba, cuando comencé a sentir incertidumbre y se me movió toda la comida que había ingerido.
"¿Qué nos deparará el futuro? ¿Qué pasará mañana? ", me preguntó Grace telepáticamente, yo solamente respondí que no lo sabía. Otra vez, sentí que todo mis órganos internos se volvieron a mover y me dio ganas de expulsar lo que había ingerido. Me sentía un fraude como si todo fuera un mentira.
Pareció que el tiempo se detuvo, pero no fue así. Mis padres habían quedado quietos, no había ningún tipo de expresión en su rostro como se hubieran quedado congelados.
—¿Qué has hecho? —le pregunté a Grace. Pero ella estaba hiperventilando y quería salir corriendo de allí. Se levantó y se dirigió a la puerta. Yo fui a impedirle el paso—. Respira... Tranquila, aquí estoy. No hay nada de que preocuparse.
Juntos empezamos a respirar lentamente hasta que ella se calmara y comenzó a llorar.
—No es justo que ellos me traten así —dijo entre lagrimas—, me tratan como si fuera su hija. Como si perteneciera a su familia. Y yo ni siquiera he sido honesta con ellos. Me canse de mentir... Quiero algo en mi vida que se sienta verdadero. Quiero que alguien me ame sin mascaras.
Ella quería algo que no se desplomara por lo que pase el día de hoy. Tal vez mañana, ni siquiera me vuelva a ver, tal vez se iba a ir del país o solamente de la ciudad. O en el peor de los casos, tal vez ni siquiera vivamos mañana.
Cuando termine ese pensamiento ella me miró. —¡No! Haré todo lo posible para que vivamos el día de mañana. Nadie va a morir. Eres lo mejor que me pasó desde que me desperté y te quería decir que...
Mis padres se volvieron a mover y continuaron desde donde habían dejado la conversación.
—...Puedes traer a tus padres —Termino mi padre, pero se dio cuenta de que ya no estábamos en la mesa con ellos—. ¿Qué ha pasado?
—Lamento decirles —dijo Grace, reunió fuerzas y se levantó. Mis padres la miraron con preocupación—, que no soy la novia de Thiago. No nos conocimos en el colegio. Y soy una telépata. Lamento por haberles mentido y agradezco su calidez hacia mí. Pero ya no les puedo mentir más.
La confesión fue como si alguien hubiera lanzado una granada en medio de la sala y todos estaban esperando a que detonara. Pero nada sucedió. Terminamos de desayunar, Grace ayudó a lavar los platos y se despidió.
—Hablamos cuando vuelva, lo prometo —les dije y después salí de la casa. Pero ella ya no estaba.
Instituto. Ubicación desconocida. 1 pm.
Es mejor así, Thiago estará seguro y la única que saldrá herida seré yo. "Esperemos que nadie salga herido, pero en el peor de los casos...". Tuve que esperar a la hora acordada dentro del instituto, sin nada que hacer y sin muebles donde sentarme.
Me senté en las escaleras a imaginarme las posibles formas en la que saldría mal, solamente para perder el tiempo. Hasta que golpearon a la puerta. Habían llegado dos horas antes de la hora señalada.
—¡¿Thiago?! —pregunté cuando vi su rostro y su cabello mono, tenía el uniforme del Instituto al igual que yo. —¡No se supone que estes aquí! ¿Cómo llegaste aquí?
Se suponía que la ubicación era desconocida y él no debería saberla.
—Primero que todo, también me alegra verte. Segundo, traje el almuerzo. Tercero, la ubicación del Instituto seguirá siendo un secreto para todos porque mi mente es impenetrable. Quinto, me debes dinero de la flota que pague por venir hasta aquí. Y sexto, esa cara que pusiste entre preocupada y asombrada es muy tierna —dijo y entró. Dio un largo silbido cuando vio todo vacío—. Parece una casa fantasma.
—¿Te robaste información de mi mente? —dije intenté sonar enojada, pero muy adentro me alegraba de que estuviera aquí. Honestamente ya me estaba deprimiendo pensando en todo lo que iba a salir mal, en muchas terminaba muerta la presidenta o yo terminaba siendo una asesina psicópata. Y terminaba matando a mi novio... mi amigo, DIJE MI AMIGO.
—Robar es una palabra muy fuerte, la preste para que mi —hizo una pausa cuando se dio cuenta de que iba a decir. Se sonrojo cuando lo mire. Aunque no la dijo, su mente sí—... amiga, no cometiera un error.
Fuimos a la barra de la isla de la cocina, puso la comida encima y se sentó. —Sé que tienes todo planeado, pero a veces es mejor tener a alguien que te recuerde de las cosas que se te escapan.
Me senté a lado de él, sacó el pollo asado que había traído con papas a la francesa, un plátano y gaseosa. Me dio unos guantes y empezamos a comer. Charlamos de cosas triviales, como le había ido a Thiago en el viaje y como hizo para llegar hasta el Instituto que estaba camuflado.
—Entonces, ¿por qué Cota? —me preguntó cuando ya habíamos terminado.
Yo solamente encogí mis hombros, yo me había levantado aquí y no me acuerdo casi nada de antes. Solo sabía que era aquí. Es de esa información base que nunca olvidas. Como tu nombre, tu edad o donde vives.
Nos quedamos en silencio, sin saber que hablar.
—Y, ¿qué vas a hacer mañana? Quizás podrías volver a ir al colegio conmigo —dijo Thiago, rompiendo el silencio, pero eligió un tema que honestamente no quería tocar.
"¿Mañana? ¿Vamos a tener un mañana?". No podía planear nada, ¿cómo podía? Pero tenía la certeza de que al menos quería pasarla cerca a Thiago y a su familia. También con mi familia si podía arreglar las pequeñas diferencias que teníamos. Hasta ahí lo tenía medio esbozado, pero no podía imaginarme más allá. ¿Iré a la universidad? ¿Terminare mis estudios en un colegio? O, ¿solamente iré de ciudad en ciudad, país en país, buscando a personas con habilidad como lo hacia mi mamá?
—No te vas a convertir en una asesina —dijo él. Esa era mi otra opción, que no era una opción—. Yo estaré aquí para que eso no suceda, más bien creo que es demasiado prematuro para poder decidir que vas a hacer... Y podemos hablar de otro tema.
Hablamos de cosas triviales del colegio y cosas así, para pasar el tiempo hasta que llego la presidenta.
Instituto. Cota (Ya no importa, no es que la vayan a poder encontrar). 4 Pm
Hubo unos ruidos afuera del instituto, una conversación y después alguien expulsando su almuerzo. ¡Habían llegado!
Sebastián le abrió la puerta y le dio paso para que la presidenta entrara. Ella tenía cabellos castaños, con ojos verdes, una piel muy blanca, era delgada. Se podía decir que ella podría ser una modelo y extranjera.
—Pensé que al menos tendrían muebles, no sabía que estaban tan mal de presupuesto. Les hubiera girado un cheque para sostenerse —observó y comentó la presidenta.
Grace le explicó que estaban dejando descansar a Madre y tuvo que dar una pequeña explicación de quién era Madre. Ambos quedaron sin palabras de la casa que estaba viva.
—No es falta de presupuesto, mi mamá y Madre se encargan de todo. No tenemos necesidad de dinero, solamente queremos ayudar —dijo Grace.
Sebastián obligó a Grace a presentarse y que me presentara a mí.
—Y, ¿usted sería? —le dijo Grace a la presidenta. Sebastián no pudo ocultar su asombro por la ignorancia de Grace. Yo me di cuenta de que le hubiera podido ayudarle en la conversación del almuerzo. Ella realmente era ignorante de quien era la presidenta de su país.
—Michelle, presidenta de la República de Colombia —dijo Michelle.
—¿No tienes apellido? —preguntó Grace. Sebastián la iba a reprender por su pregunta, pero la presidenta lo interrumpió. Pero ahora que ella preguntaba yo tampoco sabía el apellido de la presidenta, en sus campañas políticas nunca había dicho su apellido, solamente su primer nombre.
—Sí tengo. Pero es confidencial —dijo la presidenta e intentó dejar el tema ahí. Pero Grace se río, sin ningún sentido o razón aparente.
Bueno yo sí sabía, pero para ellos era sin razón. Y estaba seguro que la presidenta se iba a enojar si Grace se lo llegaba a decir e intente avanzar con la conversación. Pero la presidenta le preguntó a Grace de qué se estaba riendo.
—Ingalls —Fue lo único que Grace dijo. La presidenta se sorprendió y lanzó una amenaza de que ese apellido no podía salir de ese lugar. A mí me dio ganas de reírme a todo pulmón.
—Pero ese apellido es de una serie toda antigua Estadounidense —dije, recordando que alguna vez la vi en los canales nacionales.
—¿Si quiera eres de Colombia? — preguntó Grace y yo estuve de acuerdo con ella. "¿Quién podría tener un apellido tan extraño, yo no conocía a nadie con ese apellido en Colombia?". Sebastián se irrito con esa pregunta y por toda la situación.
—Yo le podría preguntar a tu novio lo mismo. Mi historia es un misterio para muchos y quisiera dejarlo así —dijo en forma de respuesta. Luego continuo como si estuviera dirigiéndose a todo el país—. He estado desde la Guajira hasta Leticia, he ido hasta las poblaciones más lejanas y olvidadas por este país para llevarles esperanza. Este país está en mis venas y hago todo lo posible para que se dirija hacia un mejor futuro. Creo en Colombia como la utopía que todos quieren que sea, pero toca que todos apoyen esta mirada.
Grace no supo que responder a ese patriotismo tan sorprende que no tenía muchos colombianos, solamente les indico que subieran al segundo piso. Grace me dijo telepáticamente que revisara el perímetro y buscara si alguien estaba cerca.
Cuando entraron al cuarto de Ally estaba hermosamente decorado con flores y un olor demasiado agradable. El peluche estaba con un gran moño, que hacía que fuera aún mas abrazable. Sebastián estaba dando una vuelta por el segundo piso.
—Entonces, ¿cuál es el plan? —preguntó Michelle, admirando la habitación—. Porque estoy agotada de no poder dormir y de esas pesadillas horribles, donde casi siempre termino sudada y me levanto gritando.
—Es súper simple, Thiago y yo entramos sacamos cualquier objeto que permita la conexión con tus atacantes y ponemos protección para que no vuela a pasar. La idea es hacer todo esto antes de que duermas profundamente porque después de este estado es más probable que nos ataquen y créeme que no quieres que exista una pelea dentro de tu mente.
—Espera, ¿atacante? —preguntó. Se toco la cicatriz que ya casi no se veía porque ya se estaba cerrando—. ¿Quién me está atacando?
—Son unos antiguos estudiantes del Instituto, ellos están afiliados con una organización criminal, terrorista o algo parecido; que la quiere a usted fuera del juego. Esa cicatriz se la hicieron con una daga o con un Shuriken, las armas favoritas de los gemelos. Usted debe ser muy hábil para haber sobrevivido un encuentro con ellos, tuvo suerte haber vivido todo este tiempo.
—De alguna manera, no me siento con suerte —dijo ella y sea acostó con delicadeza en la cama. Grace nunca había experimentado un ataque del sueño, solo había escuchado cómo era y sonaba horrible eran tus propios sueños y recuerdos usados contra ti.
—Tengo una pregunta curiosa, ¿por qué te gusta tanto Sebastián? —pregunté. Era para aliviar la conversación, pero igualmente Thiago la hubiera regañado, después de todo era la vida personal de la presidenta y no le concernía. A ella no le importaba que ella fuera la gobernante de todo un país, nunca le importo. Ella siempre trataba a todo el mundo como a ella le parecía, nunca le había gustado ser cortes solamente porque tenían un alto grado o tenían poder.
—No hay nada entre nosotros —dijo y oculto su rostro bajo la almohada. Probablemente ocultando su rostro sonrojado—. ¿Por qué preguntas?
—Pues él es demasiado inteligente para ser solamente tu secretario y tengo una corazonada que algo sucede entre ustedes dos —dijo Grace.
Se enderezó y se puso a caminar. —Le digo que es mi secretario, pero realmente es más como un consejero que tengo porque realmente no es secretario. Mi vicepresidente renunció cuando descubrí que tenía negocios ilegales en el país y se lo iba a decir a la prensa. Y tengo tantos otros proyecto que no he encontrado tiempo para reemplazarlo. Pero Sebastián llego a trabajar conmigo como secretario estaba recién egresado de su maestría y realmente esta sobrecalificado para el cargo. Él es muy inteligente, me ayuda demasiado y me ayuda estar balanceada. Fue un gran descubrimiento cuando lo contrate. Obviamente cambie su contrato cuando me comenzó a aconsejar, pero para casi todos quedo como un secretario.
Grace aprobó con un sonido gutural porque estaba dando vueltas al asunto, indicándole que era verdad y que continuara.
—En fin, él es muy atento y cuida de mí. Bastante. También tenemos muchas cosas en común —dijo la presidenta sorprendida de lo que había dicho. Grace le quedo mirando y le sonrió—. ¡Está bien! Tal vez cuando se acabe mi mandato, le pida una cita.
—Tengo otra corazonada que la respuesta va a ser sí —dijo Grace con una gran sonrisa.
La presidenta se fue a cambiar a una pijama que estaba en el armario de Ally, se le había olvidado empacar cualquier tipo de prenda para dormir porque no sabía el procedimiento que iba a suceder. Grace no se pudo evitar reír al ver a la presidenta de Colombia en una pijama enteriza de gatitos, después de haber llegado tan elegante. Sebastián no hizo ningún comentario porque no sabía que decir.
Thiago llegó a la habitación y ya estaba todo preparado para iniciar el procedimiento. Thiago y Grace se sentían como médicos antes de realizar una operación en un paciente. Thiago indico a Grace que no había nadie cerca al Instituto y que la ilusión que protegía al Instituto estaba puesta. Ella ya le había dado indicaciones a Sebastián en casos de emergencia y a la presidenta le había dicho que se relajara, para esto le dio un té.
La habitación olía delicioso y daba ganas de pasar una tarde en el cuarto leyendo o pintando algo.
Todos se quedaron en silencio y salieron de la habitación para que la presidenta pudiera conciliar el sueño. Paso un largo tiempo, hasta cuando Grace dio la seña para entrar eran las 6 de la tarde. Todos entraron con gran silencio e intentando moverse con el menor ruido posible.
"¿Estás listo?" Le preguntó Grace a Thiago. Él solamente asintió. Nos dimos la mano y nuestra mano libre la pusimos en la cien de la presidenta.
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