XIII ⃟ѰAccidente ⃟ Ѱ
Maratón (3/4)
Me sentí decaída los siguientes días, la lluvia no cesaba y hacía un frío tremendo. El miércoles, JungKook había insistido en quedarse conmigo como lo había hecho en los últimos cuatro días (había faltado a parte del viernes y el sábado, dos días más al trabajo, pero LayLa se lo comunicó a los pacientes y al director general, diciendo que me encontraba enferma), pero me negué a que se quedará conmigo en el trabajo y solo accedió cuando le dije «tranquilo, LayLa estará conmigo» y de no ser por eso habría faltado a la universidad el miércoles también y me dijo que en la tarde no lo fuera a recoger ya que tendría que ir a trabajar.
Sentada en mi auto con mis manos sobre el volante y mi cara apoyada en ellas pensé en donde podría ir, pero mi mete vagó por esos recuerdos que me atormentaban y cuando la primera lágrima involuntaria cayó, unos golpecitos en el cristal del copiloto me distrajeron y me alegré pero al mirar a mi costado mi sonrisa se desvaneció, era JiSoo. No quité los seguros del auto para que ella pudiera entrar, sino que solo bajé un poco su cristal del copiloto para que me dijera que mierdas quería.
—No estoy de humor. —ella levantó sus manos en son de paz.
—Solo vengo a hablar. Vayamos a una cafetería OnNi.
—¿De qué quieres hablar JiSoo?
Dije cuando ya estuve sentada en una cafetería que quedaba cerca de la universidad de JungKook, todo el camino estuve pensando en él y en lo que me había dicho sobre JiSoo, no la dejaría pisotearme más, la pondría en su lugar. Nos habíamos sentado en la mesa del final, pegadas al cristal que conformaba el bonito ventanal que daba a una preciosa vista, y el cielo oscuro queriendo opacar el color de las rosas que estaban en el jardín de afuera pegado al cristal. JiSoo había pedido un café y un muchacho joven se lo había traído a los minutos, dió un sorbo y habló.
—Sabes HanA —dejó la taza sobre el platillito—, antes... no entendía por qué razón eras tan cortante cuando te preguntaba por JungKook, o cuando te pedía su número para salir con él —fruncí el cejo—, pero he escuchado "cosas" que creo que no debí haber escuchado. —me miró con inocencia fingida—. ¿Te parece si me organizas una cena con él? Quiero que salga conmigo y tú vas a hacer que él quiera ¿Entiendes? —soltó.
—Eso lo decide él.... —dije con los dientes apretados, no podía creer para lo que me había pedido reunirnos.
—Por supuesto.... pero tú hablarás tan bien de mí que él va a querer salir conmigo y sino oblígalo, y más te vale; por tu ética, honor y orgullo, que no me rechace. —se puso de pie—. Dentro de dos semanas es mi graduación, espero que el chico me acompañe al baile.
—¿Y si no lo hago? —inquirí con rabia.
—Confío en que lo persuadirás. —tomó de su taza de café.
—¿Sabes que JungKook tiene novia? —a este punto, en mis ojos no cabía ni una gota más de lágrimas. ¿Porqué me pasaba todo esto? ¿Qué hice mal?
—No, sabes que JungKook no tiene novia. Y si la tuviera, de igual modo quiero salir con él y hablar sobre eso. —volvió a tomar de su café. Entonces una amarga sonrisa se dibujó en mis labios.
—Te refieres a él como un objeto. ¿crees que JungKook es un títere? ¿Un títere que puedo usar como escudo para que no me jodas la vida? Eres una maldita estúpida de mierda JiSoo, ¿cómo una persona como tú se puede convertir en psicóloga? —sonrió.
—Que casualidad, eso mismo me preguntaba yo. ¿Cómo una persona tan rota se podía convertir en psicóloga? —dijo "pensando" para luego mirarme con odio—. Y si tú lo lograste, ¿Por qué yo no?
Un balde con agua fría.
Eso era exactamente lo que me había caído. ¿Ella sabía algo?
—Bueno querida HanA, no robaré más tu tiempo. Me iré, y espero que cumplas con "eso".
Ella se fue y sin poder contenerlo dejé que mis lágrimas brotaran, bajé la mirada a mis manos. Mi cabello cubría mi cara, pero por el rabillo del ojo pude ver como, un rato después, alguien se paró a un lado mío. No debía mirar, pues sabía que era el chico.
—¿Pedirá algo más, o le dejo la c...? ¿Nuna? —mi respiración se detuvo, era JungKook.
Estaba adaptada a la voz de JungKook en coreano, pero cuando hablaba Alemán su tono cambiaba y no podía distinguirlo con claridad. Por lo general, siempre hablábamos en coreano, porque se nos hacía más cómodo.
Sequé mis lágrimas rápidamente con el dorso de mi mano. Sonreí después de raspar la garganta, lo miré.
—¡JungKook-A! —me hice la sorprendida, aunque en verdad me sorprendía que estuviera aquí, supongo que era aquí donde trabajaba—. Que sorpresa verte aquí. —sentí como una fina lágrima se resbalaba por mi mejilla bajo la atenta mirada de JungKook. La sequé apartando la vista de él.
Lo vi mirar a la derecha, detrás de mí había un reloj colgado en lo alto de la pared, después me miró a mí, se acercó.
—Ya casi termina mi turno. Me llevaré esto, y.... regreso ahora.
Se fue, aguardé unos segundos y de pronto me sentía avergonzada. Tomé mi bolso y mi bata y me dirigí a la salida, iría a buscar mi auto y me perdería por ahí. No sabía que tanto había escuchado JiSoo, no sabía de qué forma degradaría mi "ética, honor y orgullo". Mis lágrimas se las llevaba el viento helado y lo que quedaba, la pequeña hilera salada se secaba en mi rostro si no me lo apartaba.
Escuché mi nombre a lo lejos por lo que apresuré mi paso. Entre lágrimas visualice mi auto en el estacionamiento a una cuadra del café, JungKook seguía gritando mi nombre, miré a ambos lados para cruzar la calle y unos segundos después sentí un pitido en mis oídos, me asusté mucho y un recuerdo llegó a mi cabeza....
✍️(◔◡◔) ѰMemories of HanAѰ (◔◡◔)✍️
DaeGu, Corea del Sur. 2003.
Una noche (días después de lo ocurrido con mi bebé, mi ex y mis padres), me encontraba vagando sola por la calle fría de DaeGu (Corea) sin un rumbo marcado, solo caminaba, pues me había escapado de casa de la abuela. Me había mudado con ella, ya no viviría en Seúl, no con mis padres bajo el mismo techo. Las personas me miraban como si estuviera loca, pero yo los ignoraba, supongo que mi apariencia; vestido de pijama blanco, cabello largo, negro y revuelto cayendo suelto por mis hombros y espalda, labios secos y seguramente blancos y unas ojeras horribles.
Había pasado días sin comer, pues ya no tenía a nadie dentro de mí para alimentar con amor, y ahora solo quería desaparecer.
Había cruzado muchas calles, por desgracia ningún auto se había querido hacer cargo de mi muerte deseada, pero creo que esta vez lo lograría, pues había llegado a la avenida. Me paré lejos, luego del semáforo, donde los autos ya venían veloces y no debían detenerse más.
Ninguna lágrima se atrevió a salir, no, yo no lloraría, si estaba feliz. Miré al cielo...
—No te pude conocer... pero ahora lo haré. —le dije al cielo, luego miré al frente.
Puse mi pie descalzo sobre el pavimento que conformaba la calle, luego el otro y los alterne adentrándome a la avenida, hasta que un fuerte pitido llenó mis oídos con su ruido, autoseguido un halón en mi mano me hizo retroceder y más trade el grito despavorido que identifique como la voz de mi abuela se escuchó. Estaba en el suelo, sobre una persona, su cuerpo era pequeño, mucha gente estaba a mi alrededor cuchicheando.
De bajo de mí, la persona se removió y sollozó, miré; una cabellera brillante oscura y lacia, era una cabeza pequeñita... Me volteé saliendo de encima de la persona, encontrándome con un pequeño niño. Lo ayudé a levantarse, y lo miré a los ojos mientras acariciaba su cabello desordenado por la caída, tenía sangre sobre su mejilla izquierda, se había hecho un corte.
—Nuna... —sollozó—... ¿mamá y papá no le enseñaron... a mirar a los lados antes... de cruzar? —preguntó sobando su ojito lleno de lágrimas con su mano derecha ya que yo sostenía la izquierda. Sonreí a pesar de que mis lágrimas brotaban sin cesar. El pequeño (de al menos 5 años) pasó su manita mojada de lágrimas y mocos por mi cabello, acariciándome y no me molestó o me dio asco, más bien se sintió tierno y cálido, supongo que necesitaba eso y con la abuela no era suficiente, solo supongo. Él habló—. No llores Nuna...
Aparté las lágrimas con mi mano rápidamente y sonreí.—¿Dónde están tus papás?
—Me he perdido porque corrí detrás de un globo y cuando la ví cruzando cuando habían muchos autos quise salvarla como IronMan. —no pude evitar reírme. Acaricié su cabello como había hecho conmigo.
—Eres un buen niño, pero no puedes alejarte de tus padres —lo reprendí, bajó la mirada e hizo un puchero con sus labios como si fuera a llorar otra vez, lo acerqué—. No llores, ¿Cómo te llamas? —me miró—, debo saber el nombre de mi salvador. —entonces sonrió, una sonrisa de dientes pequeños que me iluminó por completo.
—JeongGuk. Jeon JeongGuk. ¿Y usted Nuna? ¿Le puedo decir Nuna, Nuna? —asentí sonriendo.
—Han-A —dije despacio cada sílaba para que entendiera, aunque mi nombre no era tan complicado—... Lee HanA. —completé—. Vamos te llevaré con tus padres. —me dió su pequeña manita y la envolví con la mía, nos pusimos de pie para comenzar a caminar.
—HanA... —dijo mi abuela al borde del llanto. Le hablé con la mirada y ella solo se apartó, con ella, el círculo de personas también se hicieron a un lado para que pudiera salir con el niño.
—Nuna... —me llamó el niño, lo miré.
—Si?
—Estás muy delgada. —la comisuras de sus labios se arquearon hacia abajo, aquel comentario me sorprendió ya que provenía de un niño pequeño, pero le seguí la corriente con una sonrisa.
—¿Y qué debo hacer para engordar? —se detuvo y volvió a sonreír ampliamente.
—Debes comer mucho.
—¿Y qué debo comer?
—Pues... mucho pollo frito...
—¿Si? —asintió moviendo su cabeza de adelante hacia atrás repetidas veces, se detuvo.
—Y también helado.... —dijo pensando—. Y mucha pizza... el ramen también es bueno.
—¿Y no crees que también debo comer vegetales? Son muy buenos para la salud. —continuamos caminando.
—Pero Nuna... —me miró triste—. Los vegetales no son ricos...
—Oh sí lo son, tener una dieta balanceada es muy bueno. Se puede mezclar el pollo frito con... amm...
No terminé de hablar porque habían dos personas, una pareja, que miraba a todos lados y eso llamó mi atención, pues la mujer estaba llorando y el hombre se veía asustado. El pequeño JeongGuk, soltó mi mano y corrió hacia sus padres mientras gritaba "mamá, papá" y esa imagen me hizo sentir más triste. Bajé la mirada, una presión en mi brazo me hizo mirar a un lado, mi abuela ya estaba allí.
—Vamos hija.
Todo sucedió tan de repente. JeongGuk y yo estábamos hablando muy bien y ahora... nuestros caminos se separaron.
Nos subimos al auto pulido de color negro que estaba estacionado a la orilla de la acera y me subí junto a la abuela, por la ventana vi al niño hablar animadamente con sus padres y señalar hacia donde estábamos hacía un momento, pero antes de que el auto arrancara, vi en sus ojitos de ciervo, la tristeza de no verme donde me había dejado hacia segundos. Mi abuela puso su mano sobre las mías y aparté la mirada de la escena para mirar su toque.
—Me alegra que no te haya pasado nada.
Y no respondí, solo bajé la mirada sintiendo mis ojos picar otra vez.
✍️(◔◡◔) ѰEnd of memoriesѰ (◔◡◔)✍️
Múnich Alemania, 2019.
Podía escuchar su corazón. Latía con muchísima fuerza y velocidad, dándole golpes preciosos al interior de su pecho. Aferré mis puños a su chaqueta de cuero negra.
—Nuna.... —su voz salió en un hilo de aliento, como si hubiera corrido sobre una caminadora electrica en su máxima potencia. Y me abrazaba, me abrazaba con fuerza, pero no me asfixiaba al contrario, lo necesitaba. Cuando el llanto me dió tregua, inhalé, para en una exhalación un poco alta, decir su nombre.
—JungKook-A.... —lloré.
Se separó de mí sosteniendo con ambas manos mi rostro mientras se encorvaba para mirame frente a frente, lo ví por unos instantes y estaba llorando.
—Joder Nuna, no sé qué te pasa. Me estás asustado yo... no puedo perderte ¿Entiendes?... ¿Qué pretendías? ¿Ah? ¿Que coño pretendías? —hablaba muy rápido, aparté la mirada—. Vamos, te llevaré al hospital... Lla-llamaré a LayLa, n-no sé qué hacer, mierda. —susurró y luego me abrazó—. ¿Aló? ¿LayLa? L-Lay... LayLa.... Mi Nuna, n-necesito que vayas a casa ahora mismo... casi tiene un accidente y... Por supuesto que estoy nervioso.... ¿Pánico? —se separó un poco para mirame, supongo que vio mi mano temblorosa descansar en su pecho, ya que luego volvió a abrazarme fuerte para decir—. Está temblando... Está bien... Solo... Solo ven rápido. —cortó, guardó su celular y me cargó estilo nupcial, mientras yo solo me escondí en su pecho
No sé qué pasó después, solo sé que cerré mis ojos un momento y cuando los abrí estaba en mi habitación, iluminada tenuemente por las lámparas de los costados de mi cama, cubierta por mis cobijas y el aire estaba en 22. Me senté, miré a mi costado y tomé agua del vaso que estaba tapado sobre mi mesita de noche de la derecha. Me puse de pie ignorando mis pantuflas de cerdito que estaban ordenadas a frente a mi cama, a lado de donde estaban mis pies ahora mismo. Me levanté y caminé hacia la puerta, iba a la habitación de JungKook pero cuando escuché voces abajo supuse que no estaría durmiendo, además de que las luces estaban encendidas.
Bajé y ví en el salón a LayLa junto a su esposo y a JungKook. Este último se veía triste y sus mejillas estaban empapadas en lágrimas, todos estaban tristes. Me sostuve de la pared y llegué hasta ellos. JungKook fue el primero en ponerse de pie y correr junto a mí sosteniéndome, LayLa se puso de pie y me asustó cuando empezó a gritarme como si fuera su hija.
—¿Qué mierda pensabas Lee HanA? ¿Acaso te volviste loca? ¿Porqué no esperaste a JungKook y saliste corriendo? ¿Qué te pasó? ¡Eres más que esto! —su esposo la sostenía mientras me gritaba entre lágrimas, sollocé con mi mirada baja.
—Ya... lo menos que ella necesita ahora es un regaño Lay. —le dijo su esposo en susurros que pude escuchar con claridad.
—Suéltame Kors. —dijo y tras darme una mirada de tristeza extrema se fue de allí.
—Perdona a LayLa, está muy alterada —asentí—. Bueno, me retiro. Muchacho, recuerda lo que te dije. Muy bien, que tengan... una noche tranquila.
Cuando escuché el auto arrancar me sentí débil, mis piernas flaquearon y casi caído de no ser por JungKook. Me cargó hasta la cocina y me dejó sobre la silla donde habitualmente él se sienta para mirarme maniobrar en la cocina. Se puso a hacer algo y unos minutos después dejó delante mía un vaso de cristal lleno de helado de chocolate con bombones y galletas Oreo, mi apetito, el cual hacia segundos estaba cerrado, se abrió por completo. Le di una mirada débil, él solo me sonrió mientras se comía sus galletas con chispas de chocolate y leche de banana.
Comencé a comer y a comer, él me había puesto un pequeño bowl con más galletas y chocolates para terminar mi helado y cuando me lo comí todo lavó los trastes y mientras estaba en silencio haciendo eso me puse de pie y lo abracé por la espalda, detuvo sus que haceres.
—Nuna... —dijo, cuando solté un sollozo cuando pensé en el porqué había sucedido todo esto. Se estiró para tomar un trozo de papel de cocina y secar sus manos, se volvió frente a mí y levantó mi cabeza con sus dedos en mi barbilla—. No llores más, y si lo harás, al menos dime qué es lo que te provoca tanta tristeza. No soporto verte así.
Pensé un segundo observando la tela de su playera y luego lo miré.
—¿Quieres que deje de estar triste?
Asintió sin siquiera pensarlo, dudé de lo que le diría a continuación pero aún así lo hice.
—¿Sí te pido algo... lo harás? —asintió.
—Lo que sea... —hubo un silencio en el que me pelee internamente conmigo misma si decirle o no, hasta que finalmente lo hice. Volví a mirarlo.
—Por.... favor.... —bajé la mirada y me aparté de él—.... sal con JiSoo.... y acompáñala a su baile de graduación.
¡Holius!
¿Les ha gustado como quedó el 13mo capítulo de
TeleioFilia?
Por favor, perdonen mis errores ortográficos.
❖¿Les quedó alguna duda?
❖¿Que piensan sobre los recuerdos de HanA?
❖¿Qué opinan de la situación de nuestra nena?
❖Díganme qué piensan sobre todo lo que está pasando.
✍️(◔◡◔)Déjenmelo saber todo en los comentarios(◔◡◔)✍️
ಠ﹏ಠ No ignoren o lloro (╥﹏╥)
Eso es todo por este capítulo.
Estrellita + Comentarios = Actualización.
💜LXS AMO MUCHÍSIMO MIS SHINGUS💜
Nos leemos en el siguiente capítulo de...
"TeleioFilia"
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TeleioFilia by SenioritaRMDeJeon.
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