¡¿Félix?!

Mi mente explotó.

Mi crush y mi suegro, ¿Peleando?

Pude notar como el pelirrojo me miró por un instante, pero él recibió un puñetazo de lleno en su ensangrentada cara, luego otro y otro y así.

Sin capacidad de defenderse, yo, pude notar que su padre estaba tan metido en la pelea que, él simplemente ni se dió cuenta de mi presencia.

¡Pero va a matar a su hijo a golpes!

No me quedé ahí sin hacer nada, mire a mi alrededor, observe la mesa del comedor rota por la mitad y las sillas regadas, tome una silla y lo golpee en la espalda. Hice esto varias veces hasta que la silla se hizo pedazos en su espalda.

—¡¿Vas a matar a tu propio hijo?! ¡¿Estas loco?!—Vocifere.

Mi cara estaba roja del enojo, mis nudillos por igual, ya que sostuve con fuerza la silla.

Tome una pata de la silla dispuesto a golpearlo con ella en la cabeza.

Pero el padre de Félix se tiró hacia mi, me tacleo con su hombro, con su enorme hombro.

Salí a arrastras y trate de detenerme con mis pies. Mire hacia adelante y el hombre ya estaba en frente mía, me golpeó; fue tan fuerte que mi débil cuerpo se doblo, y fue tan rápido que apenas lo ví venir.

Fuerte, pesado, rápido... Este es el tipo de gente, con los que Foix está acostumbrado a pelear.

Pensé en ese momento aquello, pero no había tiempo para ello, tengo que defenderme. Tengo que ayudar a Félix.

El gigante lanzó otro golpe, apenas lo esquivé, los demás los recibí en mi cuerpo. Él es demasiado rápido y fuerte, sus golpes rompen mi cuerpo. No puedo hacer nada contra alguien así.

Entonces, en un momento ví como Félix se levantó del suelo y salto como un demonio encima de su padre.

El pelirrojo enredo sus piernas en su cuello, y puso todo su peso en su lado derecho.

Esa técnica, es para quebrarle el cuello. Entonces, ¿Ambos se intentan matar?

“—Estos moretones no son del torneo clandestino.—“

Ya entiendo.

Mierda Félix, ¿Hay algo más que deba saber de ti?

El pelirrojo no pudo ejecutar bien la técnica, así que salto avía abajo y tomó del cuello a su padre, enredo sus piernas en su torso.

El gigantesco pelirrojo intentaba quitarse de encima a su hijo, forcejeando y chocando contra las paredes. Entonces, aquel hombre miró los fragmentos de un tazón roto, y se lanzó de espaldas hacía ellos.

Todos los fragmentos se clavaron en la espalda de Félix, este grito de dolor por un instante, para luego morder su labio inferior al punto de dejar una marca.

Yo quise ir a ayudar a Félix, pero entonces este me miró y me grito:

—¡Quédate ahí donde estas!—vocifero a todo pulmón.

Yo me estremecí, ese grito realmente me asusto.

En ese momento me di cuenta de que esto era algo personal, este problema, yo no tengo cabida en el.

El padre Félix se arrastraba en el suelo y su hijo intentaba no gritar del dolor, los fragmentos del tazón se enterraban más y más en su cuerpo.

Hasta que Félix perdió las fuerzas de seguir ahorcando a su padre.

Con una fiera mirada, el padre miró a su hijo, y decidido a acabar con él, salto encima suya para aplastarlo como una cucaracha.

Félix se defendió con sus brazos, que también estaban cortados.

La sangre de Félix se volvía un charco, los profundos cortés en su espalda dejaban la sangre drenarse en el suelo de madera. Mientras que su padre saltaba encima suya una y otra vez.

¡Mierda se que me dijiste que no hiciera nada pero...!

No pude evitarlo y fui a la cocina para tomar un cuchillo, el más grande, tome otra para de una silla.

—¡Oye!—vocifere para que me escuchará.

Aquí tipo, que hace llamar el padre de Félix, me miró, yo le lance el palo como distracción. Este lo esquivo y yo me desabroché mi camisa y se la lance a la cara también, todo para distraerlo. El con su mano la apartó en el aire, yo fui por debajo suya y apuñale su pierna izquierda.

—¡Ugh!—se quejó.

Yo retire el cuchillo rápidamente. Le mire, estaba jadeando y cansado, como un animal salvaje habiendo sido perseguido todo el día por unos cazadores.

Félix se levantó del suelo, y se me acercó con dificultad.

—Félix, espera, te ayudaré.

Cuando me acerque para ayudarlo el me dió una bofetada, aquello me impactó un poco.

—T-te dije, que no te metas.—decia adolorido y jadeando.

Yo tomé sus hombros.

—No te comportes como un niño y llama a la policía ahora.—le ordene.

—No me des órdenes.—se quejó.—Yo tengo que acabar con él, así que apartarte.

Suspiré y le di una bofetada.

—¿Ahora me escuchas?—dije con dulzura. Él bufo.—Bien, siéntate.

En ese instante, Félix rápidamente se libro de mi. Cuando mire atrás, su padre intento golpearme y Félix lo golpeó en el mentón. El hombre cayó al suelo.

—Te dije que esto no se arreglará llamando a la policía.—dijo el pelirrojo.

Pero yo ya estaba llamado a la policía desde mi teléfono. Les conté que sucedía y ellos vendrían de inmediato.

—Demasiado tarde, ya los llamé.

—¡¿Eres idiota?!—vocifero.

—¡No dejaré que tu padre te mate!—vocifere también, ya no podía aguantar el hecho de controlar mis emociones en un momento así.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y mire a Félix este me miraba con pena.

—Bolt, salgamos.

Inmediatamente cuando dijo eso, me tomo de la mano y salimos, oh bueno, íbamos, pero su padre me tomo del brazo y me jalo con todas sus fuerzas, él me estampó contra el suelo.

Sentí un dolor inmenso en mi hombro, hasta creí que estaba roto.

Félix pateó a su padre en la pierna que apuñale, aquel hombre se hecho para atrás. Félix lo iba a patear de nuevo en la pierna, pero él grándulon la tomo.

—Eso es.—susurro Félix.

Él salto con su otro pie, y con este mismo lo pateó en la cara, lo hizo varias veces, pero su padre no cedía. Lo agarro con más fuerzas el talón del pie, Félix se quejó por lo bajo. Su padre lo jalo y lo estampó contra la suelo.

Esta vez Félix recibió un fuerte golpe en la parte posterior de su cabeza, y cayó semi inconsciente en el suelo.

—...—Su padre se quedó mirando a su hijo, como si lo contemplará.—Lo hiciste bien, hijo.

Entonces él abrazo con cuidado a Félix, cómo si nunca le hubiese dado un afecto de cariño. Luego de ello lo soltó y dejó caer.

El hombre cerro con fuerza su puño, yo en ese momento me levanten y tome el cuchillo, todo pasó en un fugaz momento, ya que al momento de yo apuñalar su abdomen, la policía llegó.

—¡Arriba las manos!—se escucho.

Ellos salieron de la patrulla y me esposaron a mí y iban a hacer lo mismo con el padre de Félix, pero este cayó al suelo sin capacidad de hacer nada.

—¿Tu fuiste el que reporto el incidente?—me preguntaron.

—Si.—respóndi.

—Acompañame.—ordeno.—Y lleven al niño que está en el suelo a atención médica y rápido.

Los otros dos oficiales obedecieron.

En ese momento solo pude pensar en una cosa:

Mi madre me va a matar.

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Lo dejaré hasta aqui :p por hoy

Mañana continuo :p

A ver cómo me inspiro otra vez. :'v

En el próximo capítulo se sabrá que pasará con Nicolás, Félix y Bolt xd bueno, obviamente :v

Pero ya obvio se sabe que pasará con el Nico. :B

Bueno. Bai bai.