-Es increíble que en el primer día de clases haya ocurrido tal incidente, como una pelea.-decía molesto el profesor de español-Freddy ha sido expulsado por unos días hasta que se le quiten los golpes que tiene en la cara. Pero aún así me pregunto-tomo su ingle-¿Este es el ejemplo que hay que darle a nuestros compañeros?

Realmente no me interesa nada de lo que dice el profesor, lo único que me interesa es Freddy y ya está. Cuando lo vi salir ayer, su cara se veía horrible.

Y como no se va a ver horrible.

Su ojo estaba morado, tenía los nudillos de Roberto marcados en su frente y alrededor de su mejilla, tenía la mejilla derecha hinchada, le hacía falta una muela y su nariz estaba hinchada y roja. Me dio algo de incomodidad al verlo de esa manera, no estoy acostumbrado a este tipo de cosas, además, no me gusta la sangre, me causa incomodidad o algo así. Por eso no apoyo la violencia, a parte de que no me asusta, aunque no quiera admitirlo, ser golpeado y golpear a alguien. Lo de ser golpeado lo comprendo, pero lo de responder es solo por el resultado; un problema mayor.

Además, yo, un chico delgado y bajito, ¿qué podría hacer? ¿Darle una apuñalada? Ni loco, no quiero arruinar mi vida escolar por una tontería. Puedo aguantar el año entero así, no me importa ser humillado por alguien mayor que yo, como sea, ni que alguien me defendiera.

-Te veo muy pensativo, es por tu amigo, ¿no es así?-mire a Sofía al preguntarme aquello.

-Si.-respondí-Debiste ver su cara, si Roberto hubiera durado más golpeándolo, Freddy sería irreconocible por todos los golpes.-me estremecí un poco al imaginarme aquello.

-Uh, ya entiendo,-miro un punto fijo en el suelo para luego mirarme a los ojos con esos lindos ojitos morados que tiene.-ese tipo... Eh, ¿Roberto?-asentí-Es un abusador, ojalá alguien le de una paliza, te apuesto que es el típico pendejo de su clase y se quiere sentir gente molestando a otros.

-Si, seguro.-le seguí la corriente.

-Y tú tienes algo de culpa-me señaló con su dedo.

-¿Yo? Y ¿Porque yo?-me sorprendí cuando dijo eso.

-Bueno, sé que no te gusta pelear ni nada, pero Bolt, eres casi un adolescente, ya serás un hombre, no puedes dejar que otros tomen desiciones por ti o te protejan, tienes que actuar, sino sólo será un perdedor en la sociedad y te llenarás de ansiedad y más disparates.-cuando dijo lo último hizo malabares con sus manos como si estuviese regando algo.

-Uh, ok... ¿Supongo?

-No es que tengas que suponer.-suspiro-Si sigues así, sin poder proteger a aquellos que lo hacen por ti, te quedarás solo.-Si puedo imaginarme eso-Además, nunca conseguirás una novia.

¡¿Qué?!

-No a todas las chicas le gustan los tipos violentos.-me sentí indignado.

-No es que seas violento, es solo que te pongas bien los pantalones y hagas algo al respecto.-cerró su mano en un puño y me dio un golpecito en la frente-Tonto, solo te verán con Pena.

-Ok, ok, ya entendí.-decía para que dejemos de hablar sobre ello.

En realidad, no me gusta la idea de que alguien me sermonee, nunca me ha gustado eso, no lo aguanto. Así que trataré de desviar el tema.

Pero con todo esto me pregunto si... ¿Ella me ve con Pena?

-Como sea. Sofía, en nuestra escuela hay clubs, aún no los han abierto pero siempre lo hacen cada año, ¿Te inscribirás en uno?-En ese momento, los ojos de Sofía brillaron como los de un niño.

-¿Enserio? Bueno, quisiera estar en uno de música, me gusta mucho la música.

-¿Qué tipo?-pregunté curioso, para conocerla un poco mejor por qué ayer no pude, no sólo por lo del problema que ocurrió, sino que también porque ella está la mayor parte con en su celular.

-Rock, pero soy más del pop.

-No me digas que escuchas K-pop.

-¿Qué? No.-negó con la cabeza-Bueno, he escuchado unas pocas canciones de BTS, pero no soy fan ni nada, el K-pop no me atrae. Soy más de Rock y pop, pero el rap tampoco está mal.-dijo.-Y algo de reggaeton no va mal.

-Wow, eso no, no me gusta.

Ella rió por mi reacción.

-Tranquilo, no te alteres, no me gusta el Reggaeton, a mi hermana si.

-Ah, eso pensé.-por un momento me asuste, aunque no importa si ella lo escucha.

-Pero mi hermana me ha enseñado algunas buenas canciones de ese género, no son tan malas, algunas.-Me explico.-¿Tienes Whatssap?

-Si, claro, no traje mi celular por que estaba descargado, así que préstame el tuyo que te lo escribiré.-Ella me dio su celular.

-¿Tú celular estaba descargado? ¿Lo usaste toda la noche?-Asentí-Joder, Bolt, deja de ver porno, la paja es mala.

-¿Qué? ¡N-no yo no...!

-Se te nota en la cara~-Una sonrisa burlesca apareció en sus labios y su dedo toco mi roja nariz.-Tan solo mira tu cara.

-No, y-yo no soy de esos.

Corrección, deje de serlo.

-Ya veo.

Ella jugó con sus dedos, esperando a que yo terminase de escribir mi numero.

-Entonces, ¿Te gustan tetonas? ¿Culonas? ¿Que sea pan moverse? ¿Qué les guste mamar?

-¡Ya suelta ese tema!-No pude evitar ponerme más rojo de lo que estaba.

-Eres un chico, es normal, hasta le pasa a algunas chicas. A mí no, gracias a Dios.-Guardo su celular-Pero no te atrevas a mandarme fotos de tu pene, que no te contesto, eh.

-Esta bien...-Espera un minuto.-¡Hey! ¡Yo no tenía planeado eso!

-Lo sé. Eres serio, eso es bueno, soy solo yo jodiendote.-río.

A decir verdad estaba feliz, aunque Sofía está algo loca, pero soy un adolescente, no debería sonrojarme así por hablar o bromear de estas cosas con una chica.

Para ser sincero, otra parte de mi está feliz.

Coño, ¿Porque a mí?

Después de clases, como siempre toca ir a la cafetería, yo y Sofía nos sentamos en la misma mesa de ayer.

Todo estaba tranquilo, Sofía escuchaba música con sus audífonos puestos mientras jugaba al Candy Crush, yo terminaba de comer y estaba reposando.

Y como dije en un principio, todo "estaba tranquilo", o eso pensé, hasta que llegó Roberto, ese mastodonte.

A Roberto no lo expulsaron por ser los primeros días, a parte de que la directora es un tanto blanda.

Yo mire de reojo que él venía, y mientras más su figura se acercaba, deje de observarlo y mire la mesa, jugué nervioso con mis dedos, por alguna razón, estaba ansioso.

-Que tranquilidad, ¿no es así?

Mierda, se sentó a mi lado.

Mire a mi izquierda y pude ver a Roberto observándome, sus ojos me decían que quería matarme.

-¿Q-qué quieres?-tuve el valor de preguntar.

-Nada, es que ya no puedo comer tranquilo.-respondió con su ronca voz.

Sus amigos se sentaron junto a mí y algunos al lado de Sofía, esto causó que ella se quitase los audífonos.

-¿Ella es tu novia renacuajo?

-No.-le respondí a Roberto sin mirarle a la cara.

Su cuerpo enorme, grandes brazos, labios gruesos, piel morena, gordas mejillas, grandes cejas y sus rasgados y grandes ojos color café, con su negro cabello recogido en gel; este es Roberto.

Pero en lo que me fijé de él fueron en sus manos, grandes, dedos gordos al igual que sus nudillos, ¿cómo no iba a dejar así a Freddy? Con tales manos como esas, hasta yo llegaría a matar a alguien sin necesidad de un arma.

¿En qué coño estoy pensando? Debería de dejar de alagarlo.

-¿Y qué coño haces con una chica si ni siquiera están saliendo?

Este tipo, ¿solo piensa en las mujeres como seres para enamorar o que?

-Bueno, s-somos amigos.-odio tartamudear.

Él se rió de mí, se estaba burlando de mí respuesta.

-¿Eres idiota?-negué con la cabeza-Pareciera que si. Se nota que no sabes aprovechar las oportunidades, mira, ni siquiera te hace caso, está más con su música que otra cosa.

Ok, eso dolió.

-¿Eh? ¿Están hablando de mi?-dijo Sofía quitándose un audífono.

-Oh, despertaste de tu fantasía, ¿qué quieres de comer? Tenemos salchichas grandes y asadas-burlo uno de los amigos de Roberto.

-Ugh, no gracias, seguro están escasa de tamaño y saben mal.

¡¿Cómo coño puede hablar con tal firmeza y claridad ante estos salvajes?!

Roberto empezó a reírse junto a otros. Si, sé porque lo hacían.

-¡Esas salchichas están caducadas!-burlo Roberto.

Aquel chico que había dicho eso al notar que estaba pasando vergüenza ante sus amigos, en un arranque de ira le dijo a Sofía:

-¡¿Quieres verla?! ¡Podría hacer que te la comas aquí!-se veía histérico, hasta me estremecí.

-Es más, ¡Si! ¡Aquí! ¡Delante de todos! ¡Quiero ver si tienes cojones!-Sofía reto a aquel muchacho.

Ella se quitó los audífonos y los dejo junto a su celular en la mesa, se paró del banquillo y espero a que el tipo hiciese lo que dijo.

Él chico sólo miraba sombríamente sus manos cerradas en un puño.

-Hey, ¿vas a golpearla?-preguntó chistoso un chico a mi lado-¿Tienes miedo? Sácatela.

Hm, esto me huele mal.

-Esa chica, tiene valentía para decir eso y armar un escándalo.-dijo Roberto sonriendo.

Pero él me miró al decir aquello, como si fuésemos amigos de hace tiempo o algo así, me había dicho aquello.

Pero es cierto, ella hizo algo que yo no haría.

-¡¿Te vas a dejar pasar vergüenza de una chica?!-dijo uno de los amigos de Roberto.

Los tipos, menos Roberto, empezaron a abuchear y armar un escándalo más grande, llamando la atención de la mayoría de los demás.

Ello se burlaban de él, ese chico nunca me ha hecho algo, así que puedo decir con seguridad que, siento pena por él al pasar este tipo de vergüenza.

-Bolt.-mire a Sofía-Vamonos a otra mesa, estoy harta de estar con estos.

-Ok.

Me levante y me fui junto a ella que ya había tomado su celular e audífonos.

-¡Eh! ¡La pareja!

Gritó uno de ellos y algunos lo apoyaron.

Sofía chasqueo sus labios un tanto molesta.

-Nos quitaron la mesa.-dijo molesta mientras caminaba con prisa-Ojalá y mañana se olviden de esta mierda y nos dejen sentar ahí.

-Cierto.

-Bolt, ¿Ves que son solo unos pendejos?-la mire-Así se controlan a gente como esa, no hay que tenerles ni ir con tan malos rollos.

No dije, nada, más bien, me enoje conmigo mismo, otra vez, me estaba sermoneando, odio eso, y para colmo, ella quedó como la que tiene los cojones sobre la mesa.

Siento vergüenza de mí mismo cada vez que me protegen.

Se supone que yo debo de defenderla a ella, no ella a mí. ¿Así es como pienso hacer que le guste? ¿De esta manera tan absurda?

Tal vez nunca podré salir con ella.

Por estar tan metido en mis pensamientos choque con alguien que ya había botado las sobras de lo que comió; era Félix.

-Lo lamento.-dije.

Mire sus ojos amarillos y él aún seguía con esa fría mirada. Y al parecer tenía razón, él es tan solo un centímetro más grande que yo.

Como si eso importa.

-Esta bien.

Dijo antes de marcharse, realmente no me interesa nada de él, pero no se, cada vez que miro sus ojos, me pasa lo mismo que con Roberto, me asusto o en cualquier momento siento que él me fuera a atacar.

Es como si Feliz estuviera siempre a la defensiva con todos.

Como sea, no es mi problema, ya tengo suficiente con Roberto, que gracias a Dios no está en mi misma clase o si no ahí sí sería un infierno.

Pero tengo que seguir mirando hacia adelante, pero siento que no progreso.

¿Será que lo que dijo Sofía?

¿Es cierto?