Y ahí estaba, el cuerpo de Sofía, sentado en una cama, desnuda y de espaldas, aquella hermosa y blanca espalda.

Ella me miró de reojo, con esa curva y pícara sonrisa.

Y de repente yo me desperté. Eh tenido este sueño ya varias veces, desde que sentía cosas por Sofía.

Pero...

Ya no lo tengo.

Yo, ya no sueño con la rubia de ojos púrpura, con esa mirada penetrante y esos labios rosados con su sonrisa curvada, que la caracteriza.

Su rubia cabellera, corta, hasta su cuello, su tez blanca.

La adoro.

Pero, ya no me pasa lo mismo.

Desde que me obsesione con los entrenamientos, ya no siquiera le he respondido los mensajes de whatssap.

Pero hoy saldría ella, bueno, también vendrán sus amigos. !e hubiese gustado que solo fuéramos ella y yo.

Pero bueno, no todo es como uno quiere.

Suspiré.

Me di un baño y me aliste para salir. Con un abrigo de largas mangas y unos pantalones vaqueros blancos, con los zapatos converse negros. Un conjunto.

Me despedí y tome un taxi para ir al cine.

Mientras iba en el taxi, observaba las calles, la oscura calle, miraba los autos, las personas; todo lo que estuviera en el camino.

Me gustaba mirar por la ventana cuando iba en algún automóvil, me distraigo y dejó que mis pensamientos floten por ahí.

Y es mejor cuando tengo mis audífonos y escucho mi música, me siento nostálgico cuando ahí eso.

Llegué a la plaza, pague el taxi y le escribí un mensaje a Sofía, quien me respondió de inmediato.

Estaban en el último piso de arriba en la entrada del cine, esperándome a mí y otros dos.

Fui haya arriba, donde efectivamente ahí estaban ellos.

—¡Bolt!—Sofia me abrazó.—Eres el tercero en llegar, solo estamos yo y Freddy, estamos esperando a Amanda y George.—dijo, mencionando a la castaña de cabello rizado y a su rubio hermano de ojos negros.

—Ya veo.—musite. Me acerque a Freddy.—Hey, viejo, ¿Todo bien?

—Bueno, mientras el que le pateo el culo a Roberto todo estará bien.—sonrio de alegría al verme.

Yo sonríe al oír aquello.

—No fue para tanto.—rasque mi nuca.

—¿Que no? Todos esos pow y blaw,—dio un golpe a la nada, al igual que un patada,—eso estuvo increíble. ¡Debes de enseñarme a hacer eso!

—No lo hagas.—interrumpio Sofía.—Él se recuperó de un brazo roto, si lo entrenas se rompe el otro él solo.—bromeo.

—¡Oye!—exclamo Freddy. Yo rei por lo bajo.—Te recuerdo que fue el horangutan de Roberto.

—Si, ese maldito.—dijo Sofía.—Pero, Bolt, ¿Le mordiste la nariz?

—Si.—respondi.—¿Por?—frunci mi ceño.

—Segun me dijo Katherine,—la chica de cabello blanco y un mechón rosado.—el tiene el hueso de la nariz extirpado.

¿Cómo?

En ese momento recordé lo que me dijo Alan.

“—Casi lo matas.—”

Si la cosa fue así, entonces se le debió dificultar respirar, entonces era eso.

—Hm.

—Pero no te preocupes, él está bien, pero expulsado ya que, yo y Freddy le contamos al director lo que él te hacía y blah, blah.—saco su lengua y rodo los ojos en lo último.—Estamos aquí por una película, no por Roberto.

—Si, no nos arruines el estreno de capitana Marvel. Vete a ver al Grinch entonces.

No pudimos evitar reir ante lo que dijo Freddy.

Al cabo de unos minutos Amanda y George llegaron, no perdimos tiempo y entramos a ver la película.

Al terminar de verla salimos un tonto insatisfechos, no fue tan buena.

—Fue mejor avengers.—dijo Amanda.

—Desperdicie mi dinero.—bufo Freddy.

—Tranquilos, no gastamos mucho. Además, no fue tan mala.—dijo Sofía.

—Tú casi te duermes, Sofía.—dijo la de rizos cabellos señalando a Sofía con una mirada irónica.

—Bueno, no fue tan buena, tampoco.

—A mi me gusto.—comento George.

—Hermano, a ti te gusta todo lo de Marvel.

—Amanda, a ti no te gusta nada de Marvel.

—Hermano fue mala, admitelo.

—No exageren.—dijo el rubio con su boca llena de palomitas.

Yo solo observaba como discutían y criticaban la película y etc.

Caminaba atrás de ellos, oyendo cada cosa que decían, claro, hasta que me aburrida de oír sus tonterías por una película y con mi mirada buscaba algo interesante que ver.

Ugh, tengo ganas de orinar.

—Chicos, iré al baño.—dije.

Me marché sin más.

Al entrar al baño, descargue lo que tenía que descargar en los orinales, y me dirigí al lava manos.

Mientras lavaba mis manos me miraba al espejo, recordé a Roberto y lo que me llegó a hacer en el baño de la escuela, el daño que me hizo.

Todos esos meses, ese hijo de puta.

“—Su nariz está abierta.—” “—casi lo matas.—”

Como si me importará.

—¡Maldición! ¡Si como sea! ¡¿No ves que el hijo de perra me mojo todo?!

Una persona histérica entro al baño. Yo, ya estaba saliendo, habiendo acabado de lavarme las manos y sin darme cuenta lo choque.

—Perd-

—¡¿Porque no te fija por dónde vas?!—me vocifero en la cara.

Y yo, en ese momento, instintivamente lo golpeó en la cara y comenzamos a pelear.

Él me tomo de mi ropa y intento tirarme al suelo, yo solo tome su cinturón y lo empuje hacia el lava manos, lo golpee una y otra vez en la cara.

Él me empujó y me golpeó en la cara, yo respondí con otro golpe y él con otro.

Le di una patada en el abdomen para pegarlo al lava manos, él me golpeaba de manera forzada, pero estábamos muy apegados el uno al otro como para hacer un daño.

Un tipo entro al baño, era su amigo.

—¡Chicos rápido, Keith está peleando!

Tome al chico, cuyo nombre era Keith, por su cabello negro lacio, estampé su rostro contra el lava manos, luego su frente.

—¡Alto vas a matarlo!

Su amigo nos separó. Al cabo de unos minutos, sus demás amigos vinieron a separarnos y los de seguridad también vinieron, mis amigos; Freddy, Amanda, George y Sofía, estaban entre la pequeña multitud tratando de buscarme.

Los guardias solo me regalaron, y nos dieron una advertencia, bueno, a mi.

No fue nada especial.

—¿Porque pelearon?—pregunto Sofía.

—Fue su culpa.

—Solo quiero saber, ¿Porque?—replico.

—Porque si.—respondi de mala gana.—Ya no importa, solo vámonos.

Solo pude escuchar como Sofía suspiro y los demás estaban en silencio, pedí un taxi y me fui por mi cuenta; se supone que nos iríamos juntos, pero no estoy de humor para estar en un ambiente agradable o divertido.

—Oye, ¿Estabas en el baño cuando ocurrió la pelea?

—Si.

—Ese es el niño del vídeo, en donde él le muerde la nariz al tipo ese y se la arranca.

—Ese mismo es.—dijo el otro.—¿Que? ¿Quieres meterlo en el torneo clandestino?

—No se, estaba no es igual a Félix, este más bien es más alocado, como un perro salvaje o rabioso.

El otro sonrió.

—Olvidate de él. No importa cuánto muerda, no tiene el nivel para pelear con hijos de puta como los de ese torneo.

El otro sonrió siniestramente.

—Si se vuelve fuerte, lo invitaré al torneo a ver qué tal.

—Esto se empieza a volver una infantería. Primero Félix y ahora este.

—Tranquilo, dije: solo si se vuelve fuerte.

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Otro capítulo xd

Aún !as interesante xd

Espero que les haya gustado.