—¿Qué fue eso? ¿Un golpe?

Ricardo estaba perdido en sus pensamientos mientras lentamente observaba el panorama de el asfalto acercándose poco a poco. Su cara quedo observando hacia atrás por el fuerte golpe que recibió.

—¿Cuándo? ¿Como?

Su enorme cuerpo se tambaleó en la acera, pero entonces, Ricardo piso fuerte el suelo, deteniendo su tambaleó al instante. Él se rehusaba a caer, pero aún seguía impresionado por lo que había pasado.

—Ah... Ya recuerdo.—suspiro—Estaba en frente de él, lo golpee muchas veces en la cara, entonces lo solté. Él se abalanzó contra mi, yo traté de golpearle con mi derecha, pero él de repente, solo de repente, desapareció.—sus pupilas se dilataron. El enorme chico observó a el menor que estaba a unos metros cerca de él.—Ese golpe, fue bastante fuerte, es como si ya no fuese él.

Bolt se quedó mirando al grandulón, el pelimorado le ofreció una pequeña sonrisa al momento. El menor se acercaba a Ricardo con bastante tranquilidad.

—Ya entiendo.—pensó.—Este mocoso, ha estado entrenando o algo así. Su cuerpo ya no es tan Delgado, sus manos, tienen raspones y cicatrices, sus nudillos se ven gordos. Esta sensación, esta presión. ¡Se ha convertido en un animal!

En ese momento, Ricardo comprendió que Bolt ya no era el mismo. Él cambió, ha algo increíble. Bolt había dejado de ser un pequeño gatito callejero asustado y penoso, ha transformarse en un convertirse en enorme tigre, con enormes garras como piernas, con enormes colmillos como puños, con una increíble fuerza y velocidad.

No era algo del otro mundo, pero aún así, era increíble.

—Es solo un niño. Me tomó por sorpresa, pero no volverá a pasar.

Ricardo fue tras Bolt, el pelimorado esquivó sus ataques, pero el mayor lo golpeó en el abdomen, el menor aún tenía bien puesta su defensa, pero aún así la fuerza de Ricardo fue bestial y lo hizo retroceder.

La pelea continuo, Ricardo espero el movimiento de Bolt con paciencia, ambos se quedaron esperando un primer movimiento.

—¡¿Qué esperas?! ¡¿No qué estas molesto?! ¡Ven y ataca!

Con desesperación, la mente de Ricardo se volvía un lío. Empezó a enojarse, entonces fue tras Bolt.

—¡Eso es!—grito para sus adentros Bolt, agradecido por lo que hizo Ricardo.

Bolt l veía, su golpe venir, pero entonces, el menor le pateo la cara. Aún así, ambos cayeron al suelo.

Ricardo era demasiado robusto, su peso es en un torneo de peleas sería de la categoría de un peso pesado, mientras que lo de Bolt sería el de un peso pluma.

El pequeño cuerpo de Bolt no podía con la bruta fuerza de Ricardo. La diferencia de fuerza era increíble. Bolt es más ágil y rápido, pero Ricardo no es tan lento y estupido, él sabe usar su fuerza y cuerpo. Esto pondría en aprietos al pelimorado.

—¡Mierda...!—se quejó mentalmente el menor.

Bolt estaba tirado en la acera con Ricardo encima, cuando este se incorporó, no dudó y tomó del cuello al pelimorado apretando fuerte con una de sus manos, alzó su enorme puño hacia arriba, y lo abajo con fuerza.

El rostro de Bolt se llenaba de moretones poco a poco. Con doloridas expresiones cada vez que recibía un poderoso golpe de Ricardo.

—Su puño es tan pesado, lo odio. Es fuerte, demasiado. Es una molestia. Si no hago algo, descargara toda su ira en mi y me matará. ¿Cuántas veces me ha golpeado ya?—Bolt por unos segundos examinó al gigantón que lo tenía contra las cuerdas. Entonces lo vio, su voto de salida de aquel apuro.

El pelimorado movía con rudeza sus piernas eh caderas para liberar del mastodonte aunque sea uno de sus pies. Bolt inclino su pie y patio el miembro del mayor.

—¡Agh...!—un abogado quejido salió de su boca.

El menor se levanto con rapidez y golpeó sin compasión al mayor. Lo golpeaba con ira en toda la cabeza. Pero Ricardo de un arranque de histeria una vez más, tomó a Bolt por lo hombros, pero este no lo dejaría hacer lo que quería. Bolt abalanzó sus dedos a los ojos del mayor. Los ojos de Ricardo fueron puyados por Bolt.

—¡Mierda! ¡Maldicion!—maldijo sin más. Su visibilidad era nula, y cada vez que quería ver forzosamente le dolía.

Bolt aprovechó aquella oportunidad para levantarse y patearle sin perder tiempo alguno, lo hizo todas las veces que sean necesarias para ganarle. Los ciudadanos que caminaban a los alrededores, le empezaron a prestar interés en la pelea, hasta algunos estudiantes de la misma escuela que estos dos jóvenes que luchaban hasta sin aliento.

Algunos miraban y graban otros solo eran testigos de los sucedido.

Ricardo tomó una de las piernas de Bolt, entonces el mayor se levanto y tiro al chico al suelo. Con Bolt una vez más en el suelo y Ricardo teniéndolo agarrado por sus piernas eh caderas sin querer soltarlo. Se veía furioso.

El mayor alzó sus dos brazos con sus enormes puños apretados con fuerza, los bajó con brusquedad golpeando el cuerpo del menor. Lo hizo muchas veces, no cesó.

—¿Acaso quiere matarlo?

—Ese niño va a morir ahí.

—¡Hay que detenerlos!

Los ciudadanos daban en susurros sus comentarios.

—Ellos, esos malditos. ¡No quiero que nos detengan! ¡No necesito de su preocupación!—gritaba internamente el menor.

Bolt impulso su cuerpo para apegarse a Ricardo, aprovechando cuando esté una vez más levanto sus dos brazos. Bolt los rodeó con sus brazos impidiéndole al grandon mover sus brazos.

El menor le dio tres cabezazos en la nariz a Ricardo. El mayor no sentía dolor por la adrenalina y ira que sentía, Bolt entonces lo mordió. Le mordió la nariz con fuerza.

Mientras pasaban los segundos Bolt sentía la sangre brotar por su lengua. La sangre se deslizaba entro de su lengua. Bolt no paraba, ni aunque Ricardo estuviese ahora mismo gritando de dolor. Entonces pasó lo que tuvo que pasar; Bolt le arrancó un pedazo de la nariz.

El menor cayó cansado al suelo y el mayor se revolcaba en el asfalto mientras la sangre chorreaba por el hoyo de su nariz. La boca de Bolt estaba llena de sangre, sus dientes manchado por el espeso líquido. El pelimorado estaba plantado en el suelo sin hacer ni un movimiento. Escuchaba los gritos de Ricardo pero aún así no se levantaba del suelo.

Estaba sorprendido de él mismo.

—¡Rápido llamen a una ambulancia!—grito un peatón.

—¡Ya estoy en eso!

Bolt le había roto la nariz a cabezazo le arrancó un pedazo del orificio nasal. Se veía horrible, era profunda la herida.

Bolt se levanto del suelo, observó a su alrededor, miro a algunos conocidos y peatones del lugar. No le tomó importancia. Jadeaba con cansancio, se recargó en la pared de una de las murallas de la enorme escuela a la que él asistía.

—¿Acaso me meterán a la carcel por eso?—se preguntó a sí mismo.

Los ojos rojos del menor observaron entre la multitud una rubia cabellera, una chica igual de tamaño a él y con los ojos púrpura. Bolt suspiro y desvío la mirada, puesto la cara de sorpresa de Sofía le hacía sentir algo de disgusto.

—¿Qué mierda mira?

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Espero que les haya gustado el capítulo.

¿Qué te pareció el episodio?

Los dos últimos capítulos han sido cortos, pero yo considero que fueron interesantes y buenos.

:)