Lunes. El día transcurría como todos los días. La misma rutina del colegio, despertar, desayunar, ir a la escuela, encontrar a los amigos y esperar a que terminara la jornada.

En el caso de Chaeryeong, ella estaba con Dahyun detrás de un arbusto. Su mamá la había dejado a ella y a Seungmin, Chaeyeon estaba con su curso en un paseo por un museo de biología. Seungmin entró y se encontró con Jeongin y Jihyo, en cambio, Chaeryeong y Dahyun esperaron a que no hubiera nadie para escaparse.

-Dios, tengo solo quince minutos para ir antes de perder el turno.- chilló histérica.

-Vámonos, no se darán cuenta. Todos están inmersos en sus charlas o sus teléfonos.- le calmó su amiga, señalando a los estudiantes totalmente concentrados en sus cosas.

Las chicas salieron detrás del arbusto y salieron corriendo. Mala idea, debieron esperar aunque sea dos minutos para no encontrarse a Hyunjin y Yeji en la entrada.

-Jinnie...- murmuró nerviosa.

-Hola mi amor...- saludó con un beso en su frente. Yeji ya se había ido, Chaeryeong jugaba con las correas de su mochila un tanto nerviosa.- ¿Estás bien? Estás algo pálida.

-Se le bajó la presión. Iba a acompañarla al médico.- intervino Lee.

-¿Quieren que las acompañe? Puedo pedir que nos acerquen.

-¡No! Vete, estudia y... no te preocupes mi vida, es algo hormonal... menstruación.- explicó con torpeza. Hwang asintió un poco extrañado, pero no preguntó mas y las dejó.

-Está bien. Avísame cualquier cosa. ¿Nos vemos luego?- le sonrió.

-Yo te llamo. Adiosito.- exclamó mientras se alejaba rápidamente de el. Hwang negó con su cabeza, Kim no estaba enterada de que le habían quitado su teléfono.

Las chicas llegaron hasta una esquina y de puro milagro encontraron un taxi. Kim pidió ir al hospital y las acercó en unos diez minutos. Lee le pagó al señor, Dahyun le agradeció y prometió darle aunque sea la mitad del dinero.

Ingresaron con una rapidez impresionante y Kim habló con la recepcionista en un murmuro. Le explicó que tenía cita con el doctor Song y la amable señora les dijo donde debían ir. En unos minutos, ambas estaban frente al pasillo con la gran puerta que decía cirugías.

Entraron, Kim buscó al doctor como le habían indicado y llegó a otro pasillo con un cartel que decía abortos. Lee colocó una mano sobre su hombro y entraron juntas. Habían aunque sea cuatro mujeres más que iban a abortar, ya tenían su ropa de cirugía puesta y serían atendidas pronto.

-Buenos días, jóvenes. ¿En qué les ayudo?- preguntó el doctor Song.

-Buenos días... soy Kim Dahyun, yo... yo venía a practicarme un aborto...- la voz le tembló.

-Te ves muy joven para hacerlo. ¿Tienes el permiso de tus padres? Ellos deberían acompañarte hoy.- levantó una ceja.

-No tengo mamá y mi papá está en un viaje de negocios. Tengo mi...- sacó el papel de la mochila.- Mi ficha aquí y puede ver que está firmado por mi padre.

-Está bien. Ponte esto y luego te atenderé, primero debo ver en que condiciones estás y si eres apta para abortar. En ese caso, podrías hasta recibir una multa.- le explicó con seriedad.

Kim asintió y tomó la ropa que le dio. Chaeryeong la acompañó hasta el baño y cuidó la puerta. En unos minutos, Dahyun ya estaba lista. Chaeryeong tomó su ropa y su mochila, ambas salieron del baño y se fueron a esperar.

-Estoy muy nerviosa...

-Descuida. Se que todo estará bien.- le animó.

-Dios, Hyunjin luego va a preguntarme como estoy. No quiero que se entere o que le diga algo a alguien...- llevó sus manos a su cara.

-El no se enterará si ambas cerramos la boca. Tu tranquila, el no debe saber esto. Ahora tu estás conmigo, yo guardaré tu secreto.- le sonrió. Kim se abalanzó sobre ella y la abrazó.

-Gracias...

El doctor apareció nuevamente y la llamó para ser revisada. Kim tembló y fue a la sala, se acostó en la camilla y el doctor inició con el control ginecológico. Hizo una mueca al haber visto algo.

-Jm... Dahyun, esto es un pequeño problema.- se levantó del asiento.

-¿Qué ocurre?- se asustó.

-Tranquila, te llevaré a otra sala donde las enfermeras harán una revisión más profunda, pero tengo que sospechar que tu útero no soportaría un embarazo. Te llevaré a hacerte una ecografía y luego te diré si haremos el aborto.- le aseguró. El doctor Song llamó a su compañera y le pidió que la llevara hasta la sala.

Chaeryeong, quien estaba sentada leyendo una revista, vio a Kim yendo en silla de ruedas. Se levantó y la acompañó.

-¿Está todo bien?

-No lo se. Debo hacerme una ecografía ahora. Tengo miedo, Chaer...- hizo una expresión de susto.

-Descuida, no te dejaré sola. Estará todo bien, ¿Si?- le sonrió.

Ambas llegaron a la sala. La joven enfermera le dejó a Lee quedarse y darle apoyo a su amiga. Kim se acostó en la camilla y la enfermera se colocó sus guantes para empezar a revisarla.

Le hizo la ecografía con total éxito. Chaeryeong mordía sus uñas y con su otra mano sujetaba la mano de Dahyun. La enfermera se puso seria.

-Dahyun, debo decirte que tienes una malformación uterina. Tu útero no puede soportar cargar con un bebé, lo que podrías sufrir un aborto espontáneo e incluso ser infértil en el futuro. Lamento decírtelo, pero no eres apta para tener hijos.- le explicó brevemente. Aunque ella tenga diecisiete años, sintió su piel erizarse y un pequeño dolor en su pecho. Asintió, aprentando sus labios y mirando al suelo.- Le diré al doctor Song que prepare todo para hacer el aborto. Con permiso.

Cuando se retiró, Dahyun rompió en llanto.

-De todas formas no iba a nacer... Hyunjin me odiaría por esto.- chilló histérica.

-Hyunnie, no pienses en el ahora. Son jóvenes, no digo que serán pareja toda la vida o que vayan a romper, pero tienen tanto por vivir. Piensa en ti ahora, si tu no te hacías este control, podía ser para peor. Eres adolescente, no puedes cargar con una gran responsabilidad si no te sientes preparada. Si quieres ser madre, deberá ser cuando tu lo elijas.- le tranquilizó, acariciando su cabello.

-Si, pero por otro lado si duele que jamás sea madre. Me duele saber que sea con quien sea que esté un día me case y quiera tener hijos y no pueda por mi útero de mierda y toda esta locura que estoy haciendo. Duele Chaeryeong...- sollozó suavemente. Lee solo asintió y mordió sus labios, pensaba tantas cosas pero se contradecía sola a la vez. No sabía que responderle en ese momento, por lo que solo se quedó ofreciéndole compañía.

El doctor Song preparó la sala y fue a buscar a Kim. La menor tomó con fuerza el brazo de Lee y ella le sonrió para indicarle que todo estaría bien.

Lee le gritó que ella estaría ahí esperándola. Kim entró a la sala y vio a los enfermeros con todos los instrumentos para empezar el aborto. Mientras se lo hacían, Chaeryeong estaba afuera mordiéndose las uñas.

-Es mejor que lo hagas y no seas una mala madre. No puedes cargar con esa responsabilidad con un idiota como el.- murmuró para ella misma.

♡

Felix estaba caminando por los pasillos del colegio totalmente desanimado. Tenían educación física, tuvo que mentirle al profesor que estaba un poco mal y se quedó sentado en una de las gradas. Miraba al suelo y apoyaba su cabeza sobre sus manos, mirando a la nada.
El silbato del profesor y los gritos de sus compañeros más los jadeos eran lo que interrumpían sus pensamientos. Luego volvía a disociar.

Tristemente tenía que volver al colegio. Estaba pasando por una depresión tremenda, algo que jamás en su vida experimentó. Estaba desanimado, desganado, no se concentraba en nada, perdía motivación, no jugaba con su hermana, no salía de su cuarto y mucho más. Su madre tuvo que mandarlo nuevamente al colegio para hacer que saliera y de paso que se bañara, porque si, Felix no se había bañado hace tres días.

Las horas del colegio seguían pasando. La cara larga de depresión no cambiaba. La clase de historia dio un largo repaso sobre el examen del viernes y el no anotó nada en los apuntes, en la de química se fue al fondo a trabajar solo, haciendo todo mal.

Su día fue fatal. Las miradas estaban posadas sobre el, el tono de lástima de la profesora de biología era irritable. Lo único que lo calmó fue encontrarse con Changbin a la salida del colegio. La madre de Lee los llevó a su casa, quedando ambos afuera hablando en privado.

-No preguntaré por esa cara larga, se ve mucho lo que te pasa.- comentó intentando romper el hielo. Lee solo se encogió de hombros.

-Ni se que hacer. Hace poco empecé ir a la psicóloga y no creo mejorar.

-No digas eso. No es fácil pasar por un duelo y más si era alguien importante para ti. Dolerá, creerás no tener motivo para vivir o sonreir, pero luego mirarás atrás y verás que fue un tiempo de dolor. Mira, mi abuela estaría enojada conmigo ahora mismo por fallecer y enterarse que le mentí toda la vida. Yo la extraño mucho, duele cada día porque me cuidó por seis años, siento un gran dolor dentro mío y puedo sentir que no tengo motivo de nada, pero yo se que ella quiere que viva una vida plena porque eso quieren las personas que amamos y nos amaron, que vivamos y no renunciemos por ellos...- le abrazó fuertemente al ver como empezó a llorar desgarradoramente.

-Binnie...- sollozó y secó sus lágrimas al separarse. Seo le limpió apenas su rostro y lo volvió a abrazar una vez más.- Quédate conmigo esta noche, por favor.

Seo asintió y acompañó al menor hasta el interior de la casa. Así estuvieron todo el día, acompañándose mutuamente y dándose consuelo luego de tanto dolor, porque si, dos corazones heridos se terminaron por unir para sanarse mutuamente.

♡

Luego del ajetreo de practicar el aborto, Kim estaba acostada en la camilla. Chaeryeong entró a verla, ella se veía fatal.

-Yeonie...- murmuró apenada.- ¿Crees que hice mal?- preguntó en un tono bajo.

-No... no hiciste mal. ¿Por qué preguntas? ¿Estás arrepentida?

-No... escuché a un enfermero diciendo que hice lo peor del mundo y me hace sentir culpable...

-El no debería opinar, es un hombre. Jamás sabrá lo que es tener un embarazo no deseado y menos siendo tan joven.- frunció el ceño.

-Me siento mal...- empezó a llorar nuevamente.

Kim sentía la presión de la sociedad por haber abortado. Es decir, ¿A quien le interesa que haga ella? Era libre de decidir y de todas formas ese bebé jamás nacería por tener un útero defectuoso y no poder desarrollarse bien, pero la sociedad se encargó de molestarla, en este caso ese enfermero. Si alguien se enteraba de su cometido ¿Qué dirían?.
Normalmente no le prestaba atención a otros comentarios, pero ahora luego de tomar una decisión a la cual no se sentía capaz de afrontar, ese 1% de personas hizo que se sintiera como una bestia destructora.

-Dahyun, tienes diecisiete años. Tu no eres capaz de cuidar a un hijo, menos si es con Hyunjin. Mira en este caso, Ryujin tiene dieciocho, esta sola porque Minho la abandonó a ella con Jiwoo, Lia me contó todo. Ella no tiene trabajo, no se lleva bien con sus padres y apenas está relacionándose con su madre. ¿Y tu? Tu padre es muy exigente, los de Hyunjin peor aun, además de que ambos no están mentalmente estables para esa responsabilidad. No hiciste mal, ¿Qué ibas a hacer? ¿Que Hyunjin te abandonara? ¿Qué tu padre se enojara contigo y te echara de la casa? ¿Le darás una mala vida a un niño? Dahyun, despierta, no estás preparada para esto.- concluyó.

Pudo sonar muy ruda, pero Kim asintió. Ella tenía razón, no estaba preparada para ser madre tan joven. No tenía los recursos y menos una planificación familiar. Hyunjin menos, siendo alguien de poder, sus padres no lo apoyarían tampoco y, siendo sinceros, todos sabían que Hwang no podía siquiera cuidarse solo.

-Lo siento...

-No te disculpes... tu no tienes la culpa. Es mejor que hayas decidido no ser madre que ser una mala madre y darle una mala vida a un hijo.- se acercó para darle un pequeño abrazo. Se sentó a su lado y se quedó brindándole compañía, abrazándola y acariciando su cabello.— Vive tu vida, Dahyun.