Capítulo 75
El día del colegio estaba bastante tranquilo. Los estudiantes no hacían tanto escándalo, no habían típicos grupos de gritones o molestos. Podría ser porque era muy temprano y estaban cerca de las vacaciones de verano, como podía ser que todos coincidían en estar tranquilos ese día.
La única que no estaba tranquila era Dahyun.
Chaeryeong estaba en su casillero buscando su libro de inglés y guardando sus cosas de gimnasia. Detrás de ella, una destruida Dahyun se acercaba.
—¡Dahyun! ¡¿Qué te ocurre?!— preguntó alarmada al verla llorar.
—¡Tengo un enorme problema! No quiero que Hyunjin me vea así.— tomó su brazo y la llevó hasta el baño. Cabe destacar que Hwang jamás le confesó que fue expulsado del colegio.
Estando en el baño, Dahyun miró fijamente a Lee. Ella esperó a que hablara.
—Estoy embarazada.— confesó dolida y asustada. Chaeryeong dejó caer sus libros al suelo y abrió enormemente sus ojos.
—Dahyun...— no supo como responder.— Y... ¿Qué harás? ¿Cómo...?
—Escucha, apenas me hice el test. Hace menos de un mes lo hice por última vez y...— sorbió su nariz.— Y... agh ¡No se! Siento que Hyunjin me va a dejar y mi papá me va a matar.— se arrodilló y comenzó a llorar. Chaeryeong se sentó a su lado y la abrazó fuerte.— Sacaré un turno para abortar.
—¿Estás segura de eso? ¿No necesitas un permiso?— murmuró preocupada ante tal decisión.
—Mi papá se va a un viaje de negocios y como yo debo terminar las clases, no puedo irme con mi mamá a la otra ciudad.— tomó aire y se limpió la nariz.— Estaré sola una semana, necesito hacerlo ahí sin que se entere.
No era algo fácil. Era una chica de diecisiete años recién cumplidos, que aun era menor y que necesitaba un adulto que la acompañara. Aunque falsificara una firma, como era su plan, ella necesitaba una compañía. Además, el cuidado luego de la cirugía, la compañía ante tal decisión y todo lo que llevara un aborto podía ser algo complicado.
Dahyun no estaba preparada para ser madre. Era una adolescente, ni siquiera había terminado la escuela secundaria. Su padre le había dejado muy en claro que si le pasaba algo, la echaría de su casa. Podía irse con su madre, pero no tenía mucha relación con ella y estaba con su actual pareja. Era una opción, pero no la mejor.
—Necesito una excusa para hacerlo. No puedo ir como si nada, le dirán a mi padre o tal vez no me dejen abortar...— mencionó preocupada.
—Descuida, encontraremos la mejor forma de que puedas hacerlo. ¿Quieres que vaya a tu casa hoy? Puedo ayudarte.— le tranquilizó, acariciando su espalda. Kim asintió repetidas veces.
Chaeryeong sacó su teléfono y le mandó un mensaje a su mamá para avisar que se iría con su amiga.
Unas horas luego
Apenas llegaron a la casa de Kim, ella tiró su mochila al sillón y subió las escaleras para buscar su computadora. Lee por otro lado caminaba despacio y dejó su mochila recostada en una esquina.
—Mi papá no viene hasta las cuatro. Tenemos tiempo de hablar y poder sacar un turno.— mencionó, bajando de las escaleras con el dispositivo.
—Solo quiero saber como harás para que no se entere nadie.— mordió sus uñas.
—Lo averiguaremos ahora.— abrió la computadora portátil.
Kim escribió en el buscador aborto y le aparecieron cientos de páginas que hablaban del tema. En ese año habían despenalizado el aborto, por lo que Kim podía ir tranquila a hacérselo con una cita previa.
Leyó los requisitos, que podía hacérselo si era violada, con problemas congénitos o incesto. También mostraba el asesoramiento y cuidados que tendría si ella elegía abortar. Lastimosamente, no decía nada de hacerlo por hacerlo, solo contaba con aquellos requisitos o podría ser multada.
Dio un largo suspiro y tomó aire, apretando en el botón que decía sacar turno en la página del hospital. Llenó un formulario con sus datos y debía imprimirlo. Más abajo había una línea que pedía la firma del adulto responsable o el acompañante, en caso de que fuera menor, tal y como era su caso.
—Ya lo hice. Lo voy a imprimir y falsificar la firma de mi papá.— murmuró nerviosa.
Fue hasta la pequeña oficina que tenía su padre e imprimió la hoja. Sus manos temblaban al momento de conectar su computadora a la impresora. Luego de tener la copia, usó uno de los tantos documentos del señor Kim y lo puso contra una luz, apoyando la hoja y escribiendo la firma con sumo cuidado.
Estuvo así por unos minutos. Salió de la oficina, corroborando de no olvidarse nada que la delatara, y se fue con su amiga.
—¿Todo bien?— preguntó preocupada.
—Si... ya lo tengo. Debo hacerme un chequeo el lunes a la mañana temprano paraa ver si soy apta.— arqueó sus cejas— Espero que pueda hacérmelo. No puedo ser madre y no quiero ser una mala madre.— lloriqueó
—¿Tu papá no estará?— Kim meneó su cabeza en negación.— Ve al hospital y yo iré luego de clases. Diré que voy a tu casa para una tarea.
—¿No puedes faltar e ir conmigo?— tomó su mano.
Chaeryeong lo pensó unos segundos. Jamás se escapó del colegio, tampoco le mintió así a su mamá. Ambas irían al colegio pero no entrarían, solo esperarían que no haya nadie y se escaparían al hospital. Era un riesgo y ambas podrían tener serios problemas, pero ¿Cómo dejaría a su mejor amiga sola en esa situación?
—Está bien.
Dahyun le dio un abrazo fuerte mientras cerraba sus ojos, intentando no llorar otra vez.
♡
Yeji estaba en su cuarto pintándose las uñas. Al volver a estar castigada, no podía usar su teléfono ni computadora o juntarse con amigos, por lo que estaba en su cuarto encerrada todo el día.
Al terminar, escuchó a sus padres hablar en el pasillo. Se asomó por la puerta y escuchó un poco.
—Pero tienes que hacer algo. No podremos pagar tus deudas con la tienda de ropa. Llama a tu contador, despide gente, no lo se. ¡Haz algo!— escandalizó Sejeong.
—¡Cálmate! No puedo despedir a mi gente. Tendremos una forma de salir adelante. No seremos pobres, cariño.— exclamó un poco irritado.
—No seremos pobres pero querido, ¡Quebró tu empresa!— gritó molesta.— ¡Si tan solo dejaran de implementar tantas sucursales en diferentes países, no tendríamos estas deudas y dificultades!
La pareja discutía y Yeji volvió a su cuarto. ¿La empresa de su padre quebró? ¿Tenía que cerrar la gran empresa que llevaba todo un linaje detrás? Era increíble. Es decir, su bisabuelo fundó la empresa, su abuelo la levantó, su padre la mantuvo por años, ¿Y ahora iban mal? Más de cincuenta años de historia y habían llegado a la bancarrota.
Hwang estaba preocupada. Ver a sus padres así de alterados no era común y, por lo que escuchaba, la situación era difícil.
Yeji salió de su cuarto, encontrando a sus padres en su cuarto discutiendo. Ella se les quedó viendo y su madre cerró la puerta frente a ella. Bajó las escaleras y se encontró a su hermano en la sala, leyendo una revista.
—¿Cómo que la empresa de papá quebró?— preguntó directamente.
—Ni yo lo entiendo. Hoy me mandó a trabajar allí como castigo y no entendía el alboroto.— apretó sus labios.
—¿Crees que sea algo muy malo?— se sentó a su lado, con un rostro preocupado.— No me importa el dinero, odio ver a papá tan nervioso.
—A mi tampoco me gusta. Y la histeria de mamá no ayuda mucho. Espero que todo salga bien, papá tendrá una reunión con su abogado y contador mañana temprano y espero que puedan resolver todo.— suspiró llevando sus manos a su rostro.
Mientras ambos hermanos estaban sentados en silencio, por las escaleras se la oía a Sejeong quejándose.
—¡Resuélvelo tu solo! ¡Ya ni se como mierda ayudarte!— gritó, bajando de las escaleras. Ella se fue hacia la cocina.
Hyunjin y Yeji se miraron a los ojos e hicieron el mismo gesto. Dieron un largo suspiro y se quedaron en silencio sentados.
Al día siguiente
—Prepara todo que la reunión es en una hora.— mencionó Minhyun, guardando sus cosas en un portafolio.
—¿Van a cerrar la empresa?— preguntó preocupado. Su padre suspiró y cerró su portafolio.
—No lo se. Eso lo averiguaremos hoy.— contestó frustrado.
Padre e hijo se terminaron de arreglar. Hyunjin tenía su cabello bien peinado hacia atrás, una camisa blanca y un traje negro, con una corbata negra. Se miró al espejo y se sintió indiferente. Verse ante una situación muy complicada y que no entendía, además de verse tan formal vestido, lo hacía sentirse raro y estresado.
Se dio una última mirada y se fue a esperar a su padre afuera para irse.
Una vez llegados a la oficina, Hwang padre entró a la sala de juntas y empezaron a llegar todos. Los abogados, contadores y algunos empleados que ayudaban en la empresa, llegaron a la sala.
Se les venía una larga charla y Hyunjin ya sentía el dolor de cabeza desde las siete de la mañana. No entendía nada, solo pensaba que era el karma que le pegó duro y tenía que afrontar la situación sin un mínimo de conocimiento.
♡
Changbin mecía sus pies colgando del sillón, esperando a que su primo llegara con su abuela o al menos con novedades.
Hace un par de horas, la señora había tenido un pequeño dolor en su pecho. Al ver sus gestos, y considerando que es una señora muy grande, Seo llamó a su primo y se la llevó para un chequeo.
El joven no era un chico creyente, mucho menos religioso, pero por dentro pedía al cielo que su abuela estuviera bien. Si algo le pasaba, no sabría que hacer de su vida.
La abuela de Changbin lo crió como un rey. Jamás le hizo faltar nada, le dio todo, lo ayudó y le dio un techo cuando fue echado de su casa con solo doce años de edad. Claro, jamás supo la verdadera razón por la cual pasó eso y el menor no quería que su abuela muriera sin saber la verdad. Solo es que era muy difícil decirlo.
Le mandó a su primo como cinco mensajes y no respondió ninguno. Por suerte pasaron solo quince minutos hasta que llegó, pero por desgracia, su primo llegó solo.
—¿Cómo está? ¿Qué le pasó?— preguntó el menor preocupado.
—Tuvimos suerte de verla a tiempo. Tuvo un infarto, parece que su corazón no está funcionando bien.— murmuró apenado.
Changbin bajó la cabeza y relamió sus labios.
—¿Va a estar bien?— preguntó apenado.
—Solo Dios sabrá.— secundó.
Seo se levantó del sillón y se fue a su cuarto lentamente. Se encerró allí y se tiró a llorar en su cama.
Su abuela ya venía con estos problemas hace tiempo. Solía sentirse débil o a veces sentía alguna molestia en su pecho. Se hacía exámenes, salían todos bien. Tristemente, esta vez no fue así.
Si le pasaba algo, Seo no sabría que hacer. Ella lo cuidaba, lo amaba, le dio el doble del amor que una vez sus padres le dieron. Siempre se preocupaba por el, no lo presionaba con sus notas y aun así era uno de los mejores de su clase y todo el colegio.
¿Por qué a la gente tan buena siempre le pasaban cosas horribles?
La pregunta del millón. Fuera de la religión, de la nacionalidad y los actos, la gente buena era la gente buena y la gente mala era la gente mala. Los buenos siempre sufren por naturaleza de la vida. A decir verdad, esa pregunta jamás tenía respuesta, lo único que quedaba claro es que el mal siempre triunfa entre los mortales y siempre disfrazado acapara con la vida de los buenos, incluso con la enfermedad.
—Bin, voy al hospital a cuidar a la abuela. Llámame cualquier cosa.— gritó Youngho desde fuera del cuarto.
Changbin escuchó la puerta de entrada cerrarse y se largó a llorar aun más fuerte. Escondió su cara en una almohada, ahogando los sollozos.
—No te vayas...— sollozó.— Debo decirte la verdad...— escondió nuevamente su rostro en la almohada.
♡
volvi de mi muerte. esto es en honor al cb de skz y el cumple de chaeryeong.
me puse a investigar sobre el aborto y resulta que esta despenalizado desde 2020 pero tiene sus causas para hacerlo, si lo hacen ilegalmente pueden tener multas o ir a la carcel.
bueno espero que lo disfruten
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