Capítulo 61
[capítulo largo]
Cualquier persona tendría la idea del cumpleaños como sinónimo de fiesta y tiempo con amigos, ya sea jugando, comiendo, bailando, saliendo o incluso mirando una película.
En el caso de Han Jisung, su cumpleaños implicaba otro año de sufrimiento donde le hacía recordar el por que lo odiaba tanto.
Hasta sus doce años, Jisung solía hacer lindas fiestas con todos sus compañeros de colegio que consideraba sus amigos. Con comida, un enorme pastel, un inflable incluso, entretenimiento y más. Era su día favorito del año. Pero luego a sus trece años vio que ya no sería lo mismo para él, su mamá fue asesinada por su padre semanas antes de su cumpleaños.
Ese día era de terror, los gritos de su madre aumentaban cada vez más con el paso de los días al igual que su odio a si mismo. Además de su primer cumpleaños sin su familia, también era un día donde le tocaba ser el centro de atención de gente que jamás consideró cercana. Por ejemplo sus tíos y abuelos que solo le decían un simple feliz cumpleaños pero nunca se acercaron a ayudarlos cuando pasó aquella atrocidad, otro ejemplo era la manada del colegio que cuando se acercaba el 14 de septiembre lo molestaban ferozmente.
Ahora mismo, Jisung estaba recostado en ese viejo sillón cambiando de canales y comiendo las sobras de anoche, evitando siquiera asomarse por la ventana o mirar su teléfono.
El timbre sonó, lo dejó sonar tres veces. Con desgano se levantó, llevándose una leve sorpresa.
—Feliz, feliz, feliz, feliz, feliz, feliz, feliz cumpleaños a ti.— sonrió Felix con un globo grande en su mano junto a un pequeño cupcake, un gorro de cumpleaños y una nariz de payaso mientras le cantaba sonriente. Jisung rió y se sintió avergonzado.
—Felix...— rió tímido.
—Se que no es tu día favorito pero sentí que debía saludarte aunque sea.— le sonrió un tanto tímido.
Jisung le dejó pasar con una sonrisa incómoda. Felix se adentró y le tendió el pastelito al mayor. Han lo tomó y lo observó un momento, llevándolo a la cocina y guardándolo en la heladera. Felix por otro lado empezó a quitarse el gorro y la nariz falsa, además de desatarse el globo.
—¿Estás solo?— preguntó amable. Han asintió.
—Si, mi hermano pasó toda la noche fuera y ahora le toca trabajar.— rodó sus ojos. Lee asintió lentamente.
Han se acercó a la mesita del living y sacó la película que estaba viendo. Puso Youtube y colocó una playlist de su banda favorita. Mientras tanto, Lee se sentaba en un sillón individual.
—¿Como has estado? Espero que no te haya molestado que viniera...
—Para nada, estaba aburrido... como siempre.— murmuró aquello último haciendo reir al menor.
Los dos ya se encontraban en el living sentados hablando de sus días con la música de fondo. Hablaron un poco de lo que hicieron en la semana, como le iba al pecoso con la escuela, cosas que le pasó a Han en esos días y así.
Sin tener noción del tiempo, estuvieron cinco horas seguidas hablando poniéndose al día, caminando por la casa y comiendo algo de paso.
Jisung no lo sintió tan mal, a decir verdad fue la primera vez en mucho tiempo que sintió que ese día no fue malo. Aun así no quitaba el hecho de que odiaba su cumpleaños pero internamente le agradecía a su amigo por acompañarlo.
Felix era el único que realmente lo estaba ayudando a afrontar ese maldito día.
Pero... ¿Quien iba a prometerle que esa leve felicidad iba a durar?
♡
Ya pasado el 14 de septiembre y un lindo día con Jisung, ahora le tocaba el cumpleaños a Felix.
Su madre lo despertó junto a su hermana. Ambas estaban allí frente a él sonriéndole mientras la señora Lee sujetaba un plato con hotcakes.
—Feliz cumpleaños Lixie...— murmuró un poco alto haciendo que el menor se estirara y sonriera apenas.
—¡Feliz cumpleaños, tonto!— se le tiró encima su hermana.
Felix sonrió y se cubrió con la manta nuevamente.
—Pide un deseo...— acercó el plato su madre. Felix cerró sus ojos y luego sopló las velas.
—Gracias...— murmuró adormilado con una sonrisa.
—Baja a desayunar. No dejaré que llegues tarde hoy.
Felix se levantó con desgano y fue al baño a lavarse la cara. Luego bajó a la primer planta y se sentó a comer un buen desayuno, viendo la cantidad de regalos que su madre había dejado en el sofá. Su curiosidad aumentó y quiso ir a ver los regalos mientras comía un hotcake con leche chocolatada.
—Este es mio. Ábrelo primero.— sonrió Lucy entregándole un paquete un poco grande. Felix lo tomó y lo abrió.
—¡Esto es muy lindo! ¡Lo amo!— exclamó abrazando un peluche de pollito.
—Me alegra que con tus diecisiete años aun te gusten los peluches...
—Solo lo digo para que no se ofendan.— cerró sus ojos abrazando el peluche. Ambas se rieron, sabían que Felix mentía. El amaba los peluches.
Así siguió su mañana de desayuno y regalos. Ahora venía la dulce tortura de ir al colegio.
Dentro de todo no la pasó mal. Sus compañeros le cantaron en el salón, hizo un trabajo con Chaeryeong y Dahyun, además de que en ida y vuelta fue con Changbin, su madre se ofreció a llevarlos a ambos. Y vaya que fue una mala decisión, el pecoso no se calló en ningún momento.
Ya al fin en su casa, luego de un día un tanto cansador en la escuela, se vistió y preparó un poco su cuarto, en unos minutos Han llegaría y tendría que ordenar, además de que por la noche tendría visitas.
Nuevo mensaje: Jisung (1)
Jisung
▶️------------- 0:33
14:45 pm
Felix dejó el teléfono en la cama. Su amigo le había dicho que iría un poco más tarde a su casa.
—¡Felix! ¡Ven a ayudar hijo!— gritó su madre desde la primer planta para que el menor la ayudara con las decoraciones.
Estuvieron casi dos horas decorando, inflando globos y colocando serpentinas. Además fueron al patio trasero, era un día un poco caluroso así que ir afuera no era mala idea.
Llevó un ovillo de hilo, empezó a atar los globos y decoró entre las paredes y las ventanas. También en la mesa puso algunos adornos y colocó los pastelitos junto a unos aperitivos.
A las 16:34 pm, Jisung llegó. Traía con él un pequeño regalo en mano.
—Feliz cumpleaños...— murmuró sonriente. Lee salió corriendo a abrazarlo.
—Gracias por venir...— sonrió pasando su brazo por sus hombros.
Ambos se adentraron a la casa. Han saludó a la madre y a Lucy, ambas encantadas de verlo. Subieron al cuarto del menor y se sentaron en la cama a hablar un rato.
—Veo que te regalaron peluches...— dijo Han tomando el peluche del pollito que aún tenía la etiqueta colgando.
—Si... mi mamá sabe que me gustan mucho.
—De saberlo te regalaría uno.— burló el mayor.— Por cierto, ábrelo.— sonrió apenas señalando la cajita.
Felix desenvolvió el moño y abrió la cajita que contenía un collar con una cruz. Sonrió sin separar sus labios y lo tomó con delicadeza para verlo mejor.
—Es muy lindo...— murmuró encantado.— Muchas gracias Jisung.
El pecoso intentó ponérselo, claro que necesitó ayuda del mayor puesto que sus manos no ayudaban demasiado.
El timbre de la casa sonó. Felix no prestó atención hasta que su madre lo llamó diciéndole que baje a saludar puesto que habían llegado sus tíos.
Poco a poco iban llegando algunos familiares. Estos eran más por la parte de su madre, su familia paterna seguía en Australia aunque ya le habían mandado sus saludos desde allí. Felix y Jisung se pusieron a jugar a la pelota con Lucy, la menor estaba un poco aburrida pero al final terminó jugando con su hermano y su amigo sin problema alguno.
Un buen rato pasó, ya eran las 19:40. Changbin se asomó por la puerta del patio y se adentró al lugar saludando a Lee.
—Feliz cumpleaños Lix.— sonrió salundándolo amablemente. El menor sonrió y agradeció, llevándolo con él.
Seo borró instantáneamente su sonrisa al ver a Han allí. Miró detrás de él rezando internamente para que el resto de los chicos no llegara todavía.
Jisung dejó de jugar con Lucy y se giró, viendo a Seo. Esto le hizo borrar su sonrisa.
—Felix... ¿Qué hace el aquí?— murmuró Han mirando de reojo a Seo. Felix mordió su labio.
—Yo... perdona... quise invitarlos...— mencionó con una expresión de preocupación.
Jisung asintió lentamente. No le diría nada, es decir ¿Qué le iba a decir? Era su fiesta, el invitaría a quien quisiera después de todo. Y si él quería irse podría hacerlo tranquilamente. Pero decidió quedarse por su amigo, después de todo, Felix fue el único que lo saludó en su cumpleaños y convivió con él.
Ahora... ¿Cuanto duraría la paz?
A la media hora llegaron los Hwang con Dahyun. Seguido de ellos, a los minutos, apareció Lia. Chaeryeong no podía ir, tenía ensayo de baile y le era imposible estar aunque le deseó un feliz cumpleaños. Finalmente apareció Chan, quien justo salía del trabajo y por una buena causa quiso sumarse a la fiesta.
Jisung empezó a hiperventilar de los nervios. Miró una vez más la puerta del jardín antes de correr a encerrarse en el baño.
Justo como salió corriendo, llegó Minho con Ryujin.
—Feliz cumpleaños Lix.— saludó Lee mayor. El menor le sonrió y agradeció.
—Gracias por venir.
La fiesta siguió. Todos se dispusieron a hacer sus cosas. Los chicos se pusieron a jugar a la pelota mientras las chicas hablaban un poco estando sentadas y comiendo algo. La música sonaba algo fuerte, aunque de todas formas se escuchaban las carcajadas y las charlas de los adultos.
Por otro lado, en esos largos minutos, Jisung estaba en el baño. De su bolsillo sacó una cajita de cigarrillos y prendió uno. Fumó dos cigarrillos seguidos hasta que tocaron la puerta. Vio por todos lados y encontró un desodorante de ambiente a un costado, por lo que lo tomó y echó un poco. Luego salió del baño encontrándose a un pariente de Lee, le sonrió apagadamente y empezó a titubear por el pasillo.
Felix ingresó al interior de la casa, el resto de los chicos entraron con él y dejaron sus bolsos y pertenencias en el living.
—Dejen sus cosas por aquí. Si quieren podemos quedarnos acá o volver a hacer otra partida de futbol.— ofreció amablemente.
—Aquí se ve bien.— mencionó Hyunjin viendo lo cómodo que se veía el lugar.
Felix salió al patio con Seo y Lia para buscar los vasos y algo de comer. Mientras tanto, el resto se iba acomodando en los sillones para hablar un rato.
—Dios, estoy cansado pero me hacía falta algo como esto...— se quejó Bang, tirándose al sillón.
Justo que iban acomodándose, Han bajó silenciosamente para irse a su casa. Iba bajando con la cabeza gacha, la levantó apenas y no podía creer ver a aquel chico allí parado de espaldas.
Se quedó petrificado a punto de volver a subir. De no ser por el tío de Lee haciendo ruidos al bajar, nunca hubiera llamado la atención en las escaleras.
Minho se dio vuelta y se encontró con los ojos llenos de miedo y rencor de Jisung. Se quedó sorprendido e hipnotizado mirándolo fijamente.
La situación se hizo incómoda. Ryujin vio a Minho mirando hacia él y ella también miró. Uno a uno iba fijando su vista en Han, haciendo que se incomodara y no saber a donde huir.
—Tiempo sin verte...— mencionó Lee en un tono duro. Han hizo una mala mueca.
—Quisiera decir lo mismo... hubiera sido mejor no vernos de nuevo.— murmuró un poco enojado.
Minho soltó una risa sarcástica y se acercó un poco a el. Han no se movió del escalón.
—¿Y qué te traes por aquí? ¿Aun sigues a las andadas como todo imbécil?— mencionó desafiante viendo como Han se aferraba a la baranda de la escalera.
—Minho...— le llamó la atención Ryujin con un tono duro.
—Sabes que si... ¿Y ustedes? ¿Desde cuando son tan amigos de Felix para venir aquí?
Los demás quedaron en silencio. Felix ingresó a la casa de nuevo con las cosas. Al ver a Lee allí parado no entendió la situación, logró entenderla cuando vio a Han en el escalón. Lia y Changbin entraron después de él, dejando los platos y los vasos en la mesita. Levantaron su vista y se quedaron estáticos al ver que iba a formarse una pelea.
—¿Mmm? ¿Puedes responder? ¿O no tienes una maldita excusa?
—Chicos...— intervino Felix, interponiéndose en el medio de ambos.
—Tal como tu te hiciste su amigo, con lástima y llantitos...— su impulso lo dominó y dijo aquello sin pensar.
—Min...— Shin se acercó a tomar su brazo pero él lo quitó bruscamente.
—¡¿Con lástima?! Pff, por favor. Todo el mundo sabe que nadie puede tenerle lástima a unos imbéciles como ustedes.— exclamó furioso. Tomó aire y siguió hablando.— ¡¿Qué mierda hacen aquí realmente?!
—Jisung cálmate.— exclamó Felix alzando una mano e intentando calmarlo.
—¡¿Cómo puedes hacerme esto?!— gritó furioso.— ¡Ser amigo del chico que más daño me hizo en el colegio! ¡Junto a toda esta mierda de personas!— gritó enojado abriendo la puerta con sus ojos llorosos.
—¡Espera! ¡Jisung!— exclamó Lee australiano detrás de él.— Por favor, no te vayas. Solucionemos esto.
Minho salió a la puerta y vio a ambos peleando. Changbin también salió y le tomó el brazo a Lee coreano, sin dejarse soltar y murmurándole un leve quédate aquí en el oído.
—¡Felix! ¡¿Después de contarte como este infeliz me cagó la vida con todos ellos?! ¡¿Por qué no me dijiste?!— sollozó furioso.
Felix empezó a lagrimear. Quiso decírselo y no sabía como. Tampoco sabía como echarlo. Por dentró pensó que podía evitar la discusión, que tal vez no se prestaran atención y entre ellos se dividirían, pero no. Todo salió para mal.
—Jisung... Enserio perdóname...— lloró el pecoso sin saber que decir.
Han se quedó allí sollozando. Minho lo miró con el ceño fruncido y logró soltarse del agarre de Seo. El menor estaba a punto de salir corriendo, de no ser por Lee coreano que logró detenerlo.
—¿A donde mierda te fuiste ese año?— preguntó con un tono enojado. Seo salió detrás de él para agarrarlo nuevamente.—¡Responde!
—¡¿Ahora te importa?! ¡Luego de cuatro años de torturarme me preguntas!— gritó aun con un sollozo en medio. Tomó aire y ahogó el llanto para volver a hablar.— Sabes Minho, cuando tu papá quiso suicidarse yo estuve para ti y te escuché, ¡¿Por qué no quisiste escucharme a mi también?!
—¡Tu te fuiste sin razón! ¡Estuve todo un año solo y preocupado de que no aparecías y...!
—¡¿Preocupado donde?! ¡Apenas volví tu solo me ignoraste y me torturaste!
—¡Entonces dime! ¡Solo dime! ¡¿Por qué de pronto te fuiste y no me dijiste nada?!— exclamó aún mas enojado.
Seo soltó a Lee, el resto de los chicos salieron de la casa y se quedaron en el pórtico. Han tomó aire viendo a sus alrededores. Secó sus lágrimas y habló.
—Dios mío Minho, mi papá mató a mi mamá. Mi hermano me dejó en un maldito internado todo un año y casi nos quedamos en la calle. Ya no tengo nada, ¿Eso querías escuchar?— dijo de repente haciendo que el resto de los invitados se estremecieran.— ¿Crees que eres el único con problemas? No sabes la mierda que viví... Y no te importa como me siento. Gracias a ti y a ustedes quiero morir todos los días...
Minho se quedó shockeado al escuchar aquello. Se quedó allí parado viendo al menor desvanecerse lentamente.
—Jisung...
—No...— murmuró.— Déjame, ya demasiadas cagadas te mandaste...— sollozó nuevamente.— Felix... al final resultaste ser igual que ellos... esto fue un error.
Finalmente salió corriendo en dirección a una parada de bus. Felix lo corrió hasta media calle, no llegó a alcanzarlo.
El menor volvió a su casa y se sentó en las escaleras. Minho subió y vio a Ryujin con el ceño fruncido, alejándose de él.
—¿Qué? ¿Tu también me dejarás?— preguntó sarcásticamente enojado.— No quieras hacerte la santa, tu también hiciste lo mismo.
—No quiero hacerme la santa, Minho.— exclamó en un tono firme.— ¿Por qué mierda no lo escuchaste ese día? ¿Escuchaste toda la mierda que vivió?
—Ya está, no podemos cambiar el tiempo...— exclamó impaciente.
—¡Pero pudiste buscarlo y hablar con él! Minho, por una puta vez deja de ser tan terco.— gritó molesta.
—¡¿Tu justamente me vas a decir eso?! ¡Mira a Yuna! ¡Tu y Yeji la torturaron y la dejaron así!
—A diferencia tuya supimos reconocer nuestros errores.— le recalcó en la cara completamente enojada.— Tal vez no fue de la mejor manera, pero si me disculpé con ella. Supe que estuve mal... ¡Hasta Yeji sabe que estuvo mal! ¡Fueron años de molestias y aunque es algo tarde igual pudimos reconocerlo y pedir perdón! ¡No como tu!— le gritó. Lia le colocó una mano en su hombro para que se calme.
—Seguiremos siendo una mierda y no ser disculpados, pero no está de mas pedir perdón...— intervino la chica Hwang.
—¿Entonces antes de que Yuna se matara te diste cuenta lo mal que estuvieron?— fue el turno de Bang.
La casa Lee se volvió una zona de peleas. Todos discutían con todos acerca de cosas que hicieron en su pasado.
—Chan, no empieces...
—Todos están hablando de esto, ¿No tengo derecho a opinar?— contestó relajado aunque molesto.
—Oye no le hables así a mi hermana.— defendió Hyunjin a Yeji.
—Tu cállate, fuiste otro de los que molestó ahí.— se quejó Changbin.
Así mismo, uno por uno iba hablando encima del otro peleando por cosas del pasado. La casa se volvió un total descontrol. Felix se enojó y gritó que se callaran un momento.
—¡Algo que debes saber Minho es que te seguimos la corriente a ti! Tu eres el principal de todo esto...— tomó aire y volvió a hablar.— Cuando te des cuenta de la mierda que fuiste con tu mejor amigo, llámame...
—¿Y a donde mierda vas ahora?
—A mi casa... con tal de no verte la cara hoy.
Ryujin sacó el teléfono y llamó a su mamá para que la buscara. Poco a poco los demás imitaron su acto.
En menos de media hora, luego de casi dos horas en la fiesta, se fueron la mayoría. Solo quedaban Changbin, Chan y Lia allí.
Los cuatro estaban afuera en el pórtico tomando aire.
—Lamento que haya pasado esto...— se disculpó Seo al ver decaído al menor recostado contra una columna.
—No te preocupes... hubo peores cumpleaños...— hizo una mueca.— En mi fiesta de ocho años mis papás se divorciaron...
Los tres presentes le miraron un poco sorprendidos por la naturalidad del menor.
—Déjame ayudarte a ordenar, ya vienen por mi en un rato.— mencionó Lia, juntando un poco los vasos de plástico en la mesa.
—Yo ya debo irme, le prometí a Jeongin llevarlo a mi casa hoy.— dijo Bang viendo la hora, las 21:34.
Bang se fue, Seo y Choi ayudaron al menor a juntar las cosas. A los quince minutos se fue Lia, dejando solos a los chicos.
La fiesta de Felix siguió como una fiesta familiar. Claro, solo que estaba Changbin con él.
Ambos estaban afuera en las escaleritas sentados mirando el cielo.
—¿Estás bien?— preguntó Seo. El menor asintió pero negó después con su cabeza.
—Me preocupa haberlo arruinado todo...
—Oye... no arruinaste nada.— se acercó más a él.— Hace tiempo que quería decir todo eso de Minho, Hyunjin, Yeji y Ryujin... por suerte ellos mismos lo dijeron.
Felix rió apenas y miró el cielo nuevamente. Seo lo miró detenidamente con una pequeña sonrisa.
—También me preocupa Jisung... me va a odiar de por vida.— escondió su rostro entre sus piernas. Changbin acarició su espalda y se quedó consolándolo.
—No soy bueno dando consejos, pero si no quieres que Jisung te odie... habla con él.— murmuró mirando el suelo. Lee levantó su cabeza y le miró.
—¿Mmm?
—No hagas como Minho. El nunca quiso escucharlo y quiso ser la víctima. Antes de perderlo, háblale.
—Debo hacerlo...— murmuró asintiendo lentamente.
Ambos se levantaron del suelo. Felix le agradeció su compañía y ambos se abrazaron fuertemente.
Se miraron un momento a los ojos y todo se tornó oscuro. Sus labios se rozaron apenas. Felix lo miró un momento sin saber que hacían, haciéndole irse hacia atrás. Changbin creyó haberlo arruinado. Lee le sonrió y volvió a besarlo profundamente.
Su cumpleaños fue terrible, pero Changbin se encargó de hacerlo sentir bien en esa noche. Ahora Lee dejó de sentirse confundido y comprendió que era una persona bisexual.
Se quedó abrazado a Seo mirando hacia el cielo, la fiesta seguía en su patio pero ellos ya la habían terminado en ese momento.
🗒
se viene fuerte la trama
ahora para que se preparen psicologicamente me da pena decir que quedan pocos capitulos para que termine la historia.
solo eso que tengan lindo dia/noche
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro