Capítulo 53
Tal y como lo prometió Minyoung, a la salida del colegio había llegado un poco más temprano para hablar con la madre de los Hwang.
Chaeyeon tenía que irse con unas compañeras a hacer un proyecto, Chaeryeong iba a salir con Dahyun para pasar tiempo juntas, por lo que Seungmin se quedaría solo pasando vergüenza y miedo por lo que podría decirle su madre a los Hwang.
Seungmin se despidió de los chicos y se quedó quieto mientras su mamá fijaba la vista entre los alumnos. Se golpeó la frente internamente y rogó para que no discutiera como lo había hecho con la madre de Yuna, cuando Minyoung se enojaba lo hacía enserio.
—Seungmin... ven.— le llamó firme una vez lo vio. Lee menor fue hasta ella cabizbajo.— Dime quienes son.
Seungmin se puso a ver si salían. Divisó a Hyunjin saludando a Changbin mientras que Yeji se acomodaba el cabello y enganchaba su bolso en su antebrazo.
—Son ellos...— murmuró señalando apenas a los mellizos. Su madre se acercó a ellos mientras los detenía.
—Disculpen... ¿Puedo hablar con ustedes?
En ese segundo, los mellizos se quedaron confundidos ante la desconocida frente a ellos. De la nada, el auto de los hermanos había parado y de allí Sejeong bajaba la ventanilla, viendo como sus hijos eran interrogados por la mujer.
—No quiero discutir... Solo quiero que me sean sinceros.— le dijo tranquila.— ¿Ustedes son los que molestaron a algunos alumnos aquí?
Sejeong se vio confundida al ver la expresión de disgusto de su hija. Bajó del auto y se acercó a ellos para saber que pasaba.
—Buenos días... Disculpe, ¿Está todo bien?— preguntó tranquila y confundida.
—¿Usted es la madre de los chicos?— preguntó directa sin siquiera molestarse en responder su pregunta o saludarla.
—Si lo soy.- dijo firme.— ¿Puede decirme que ocurre?
Minyoung buscaba la manera de explicarle sin discutir. Miró unos segundos a la delicada mujer que vestía con prendas caras y de telas claras, al verla supo que sus hijos eran unos malcriados con poca atencion. Aclaró su garganta y comenzó a hablar.
—Sus hijos junto a sus amigos han estado molestando a algunos estudiantes aquí. La mayoría son menores.— le dijo directamente.
Sejeong se le quedó viendo y soltó una pequeña risa.
—Señora... ¿Me lo dice enserio?
—Muy enserio, y si le pregunta a mi hijo y a sus amigos obtendrá la misma respuesta.
A diferencia de la madre de Yuna, Sejeong se vio aun más confundida.
—¿Lo que dice es enserio?— preguntó con voz dura hacia sus hijos. Los hermanos no tuvieron expresión alguna. Ella se dirigió nuevamente a Minyoung.— ¿Qué clase de molestia?
—Vea a esos niños allá, tienen catorce años. Catorce.— le recalcó.— Según mi hijo, su hija y su amiga acosaron a la niña por su peso y ahora sufre anorexia. Su hijo junto a sus amigos acosaron a un chico que abandonó el colegio, también al amigo de mi hijo por rumores falsos. ¿Necesita más casos?
Sejeong miró con furia a sus hijos. Hyunjin miró hacia atrás donde sus amigos y novia estaban viendo todo lo que ocurría.
—Si no quiere creerme, pregúnteselo a ellos.— señaló a los menores.— Pueden explicarle con detalle las torturas que vivieron por la diversión de sus hijos y sus amigos. Ayer Yuna salió llorando del colegio, mi hijo me contó que su hija anduvo molestándola y difundiendo cosas sobre ella, pegando dibujos en el baño o poniendo escritos en cualquier lado.— exclamó furiosa.— Su hijo, él jugó con mi hija hace unos años y la lastimó. Ahora anda de novio con su mejor amiga. ¿Usted se da cuenta de la gravedad de los casos?
Tomó aire y miró hacia un costado. Volvió a hablar segundos luego de que Sejeong agregara algo, cortando a sus palabras.
—Suban al auto.— mandó con enojo a sus hijos.
—Estamos hablando de chicos cuatro años mayores que ellos. Sus hijos y sus amigos pasan molestando a varios alumnos, ¿Cuándo se supone que le pondrán límites a sus hijos?
—Escuche, no quiero discutir con usted.— le dijo tranquila haciendo gestos con sus manos.— Yo no sabía nada de esto. De saberlo, la institución me lo habría dicho.
—Lee Minho, es el amigo de su hijo. El fue suspendido por el acoso a un chico menor, ¿Deja que su hijo se junte con jóvenes así?
Con esa pregunta, Minyoung terminó de explicar la situación. Sejeong miró hacia el suelo suspirando.
—Le agradezco por comentármelo, lo hablaré con mi esposo y la escuela.
—Por favor, no deje que pase a mayores.
Minyoung se fue a su auto donde Seungmin lo esperaba. Sejeong se dio media vuelta y caminó con furia hasta su auto, adentrándose y viendo a los menores allí sentados.
—Mamá...— dijo Hyunjin.
—¡Cállate!— gritó enojada. Suspiró y comenzó a analizar las palabras de la otra mujer.— ¿Es cierto lo que ella me dijo?— frunció el ceño esperando una respuesta por parte de los chicos. El silencio fue cómplice de la respuesta.— ¡Respondan!
—Si...— murmuró Hyunjin. Yeji se cruzó de brazos mientras miraba al suelo.
—No... no puede ser...— murmuró negando con la cabeza. Volvió su vista al volante, encendió el auto y comenzó a conducir en pleno silencio sin cruzar miradas con sus hijos.
En media hora llegaron a la casa. Kim entró enojada tirando las llaves a la cómoda. Detrás de ella, ingresaron sus hijos con lentitud.
Yeji fue a su cuarto a dejar su bolso y buscarse algo de ropa cómoda. Hyunjin se quedó un momento en la sala sintiendo su sangre hervir y teniendo ganas de golpear a Seungmin por hablar.
Sejeong se fue a cocinar. Minutos luego, llegó Minhyun a la casa.
—Buenos días bonita...— intentó besar a su esposa pero ella lo apartó para buscar una olla.
—Buenos para ti.
—Oye, oye... ¿Qué ocurre?— preguntó confundido ante el enojo de su esposa. Por un segundo sintió terror porque asustaba cuando estaba enojada.
—¿Por qué no le preguntas a esos dos allá arriba?— señaló con un cuchillo en su mano.
Minhyun se veía confundido.
—¿De qué estás hablando? ¿Qué hicieron?
Sejeong no pudo más. Apagó el fuego de la hornalla y fue hasta el living, subiendo un escalón y llamando a sus hijos para que bajen. El señor Hwang le siguió por detrás sin entender nada.
—¡Hyunjin! ¡Yeji! ¡Bajen ya!— gritó enojada.
Con lentitud y molestia, ambos bajaron unos segundos después.
—Siéntense.— le ordenó. Los menores se tumbaron contra el sillón.— Explíquenle a su padre que hicieron.
Y como era de esperarse, ninguno dijo nada. La molestia los carcomía, pero ¿Por qué estaban molestos? Como a cualquier persona que hace algo malo, odian un regaño o una llamada de atención. Así mismo era ahora, los regañarían, todo el día o semana sería el mismo tema y con solo pensarlo era agotador y molesto.
No tenían de que quejarse, ellos se la buscaron, ahora pagaban las consecuencias. Admitían que les molestaba el tener que explicar algo tan difícil para ellos y admitir el grave error que cometieron, más si era a su padre, pero también sentían miedo y en vez de demostrarlo como tal, lo disfrazaban con el enojo.
—¿No van a hablar?— exclamó irritada.
—Chicos, ¿Qué ocurrió?— preguntó más tranquilo Minhyun.
De nuevo ninguno tuvo el coraje de hablar.
—Resulta que nuestros hijos acosaron a algunos alumnos en la escuela.— terminó por hablar Kim, quien se cansó de esperar a que hablaran.
—¿Qué?
—Yeji y Ryujin molestaron a una niña de catorce años y ahora sufre anorexia.— Minhyun abrió la boca sorprendido.— Hyunjin y sus amigos acosaron a un chico y abandonó el colegio. ¿Puedes creerlo?
El señor Hwang se quedó sin habla. De verdad no podía creer lo que escuchaba. Tampoco podía imaginar que otras cosas pasaban allí y que nadie más que los hermanos sabían.
—¿De verdad lo hicieron?.— a diferencia que con su madre, ambos asintieron lentamente.— Dios mío... ¡¿Se dan cuenta de lo grave que es esto?!— gritó furioso mientras hacía gestos con sus brazos y se inclinaba.— ¡¿Cual era la maldita necesidad de molestar a alguien así?!
—¡No es eso...!
—¡¿Tienen una excusa para hacer bullying?! ¡¿Qué tienen en la cabeza?!
Yeji quiso hablar nuevamente. De todas formas, ni ella ni su hermano tenían excusa para aquello, por lo que mejor era quedarse callados.
—Quiero sus teléfonos y computadoras aquí.— señaló la mesita del living.— Estarán castigados un mes, sin teléfonos, ni computadoras, ni salidas y sin parejas.
—Olvídense de hacer el babyshower de su amiga en la quinta.— mencionó Sejeong esta vez.— Mañana le dirán que se cancela.
Los chicos con desgano subieron a sus cuartos a buscar sus cosas y entregárselas a sus padres. Minhyun se encargó de quitar las pilas al control remoto y se iba a asegurar que los chicos cumplieran el castigo, por lo que acordaron que Hyunjin iría a la oficina a trabajar con su padre y Yeji a hacer algo nuevo evitando las salidas y la tecnología.
El karma les había llegado y ahora tendrían un mes de castigo que cumplir.
♡
Minho tenía que irse a trabajar en unas horas. Hace unos días él tomó la decisión de dejar el colegio y enfocarse en trabajar. Ya había adquirido un trabajo más, eran tres en el día, y también se le sumaba tener que cuidar a su papá un par de horas en el hospital o minutos a que llegara su mamá o enfermera de cabecera.
Sus ojeras cada día eran más grandes, sus fuerzas se gastaban rápidamente y los días cada día se hacían más pesados. Además de esto, ni tenía tiempo de ver a Ryujin o aunque sea llamarla por cinco minutos.
Luego del primer trabajo, a las 14:21 pm, fue al hospital como era de rutina. Tenía el tapabocas colocado, entró, saludó a la amable recepcionista y ella le devolvió el saludo dejándolo pasar. Lee fue hasta el ascensor y subió al tercer piso, yendo a la sala donde su papá estaba internado.
Él debía salir hace mas de dos meses, tristemente luego de la depresión e intentos de suicidio, se enfermó y tuvo que ser internado de urgencia. Ya llevaba un tiempo ahí, iba evolucionando. Por la falta de atención en la casa, debía permanecer en el hospital con alguien quien lo cuide.
Minho abrió la puerta y se encontró a su papá sentado en la camilla con una cánula en su nariz y cuello mientras miraba un poco de la televisión que había allí.
—Heeey...— le saludó como pudo a su hijo. Lee sonrió apenas.— Esas ojeras no las tenía ni tu madre cuando naciste.
—Solo me quedaré un rato, mamá ya viene aquí.— le sonrió apagado.
Su mamá tenía turno de mañana en su hospital y luego de salir de allá tenía que ir al otro hospital a cuidar de su esposo. Por lo tanto, Minho se quedaría allí y a la noche iría su enfermera a terminar de cuidarlo.
—¿Cómo vas con tu novia?
—Bien, el embarazo va mejor que lo esperado.— se sentó en el asiento al lado de su papá.
—Me alegra mucho escuchar eso.— sonrió tomando su mano.— ¿Hablaste con tu mamá? Sonaba preocupada ayer porque sigues sin hablarle.
—Ella no me habla tampoco, no veo la necesidad de hacerlo.— mencionó orgulloso.
—Pero es tu madre.— empezó a recitar las mismas palabras de siempre.— No se porque discutieron edts vez, pero tampoco pueden pasar semanas así... Minho, ¿Me estás escuchando?
Lee estaba mirando los mensajes en el chat grupal con sus amigos, ignorando por completo las palabras de su padre.
Changbin cambió el asunto del grupo a
Hwangs castigados
Ryujin
por que ese título?
que pasó?
13:22 pm
Changbin
los castigaron por
idiotas
13:23 pm
y tu como sabes
13:24 pm
Changbin
la mamá de chaeryeong
habló con su mamá.
13:24 pm
—Minho...
—¿Ah? ¿Qué?— preguntó confundido.
—Deja ese celular y escúchame.— le pidió esforzando su voz.
Minho guardó el celular dejándolo en su bolsillo y miró unos segundos a su papá para escuchar su sermón.
—Aunque sea, háblenlo... Intenten razonar algo...
—¿Razonar que soy un error para ella?— le cortó sus palabras con voz dura. Su padre tosió y luego relamió sus labios para volver a hablar.
—No eres un error, aunque no me creas te buscamos.— rió apenas. Minho sonrió un poco mirando a un costado.— Tu mamá te ama, yo te amo, no hay que discutir así...
—Papá... ya me voy.— dijo frío, levantándose de la silla.
—Min...
—Ya viene mamá.
Dicho y hecho, Lee menor se fue. Volvió a ponerse el tapabocas y se retiró del hospital. Iba a ir a su casa a buscar algo de comer y dejar sus cosas, además de darse un baño. Tristemente debía volver a vivir en aquella casa, aunque era mejor que estar en otra y causar más revuelos.
Mientras caminaba, su madre salía casi corriendo hacia la sala mientras atendía a alguien por teléfono. No cruzaron miradas, ella se distrajo. Él solo se fue y trató de evitar pensamientos que consideraba estúpidos, aunque no quería admitir que no podía evitarlos, se ponía a debatir internamente sobre si hablar con su madre o no.
♡
una cosita que es media obvia pero nunca esta de mas: no se tomen nada de esto literal. es solo un fanfic, disfrutenlo como una historia ficticia.
no viene por nada de aca, solo queria recordarlo.
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