Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28

Caminaba con desgano y tristeza en su cuerpo. Tenía las flores en su mano derecha, mientras que secaba las lágrimas con la izquierda. Sus pies se arrastraban por el áspero suelo del cementerio, yendo al único lugar donde podía hablar con ella.

Se sentó frente a la tumba, mirando a la nada. Colocó las flores en agua y comenzó a hablarle.

-Mamá, te prometo que en poco nos volveremos a ver.- sollozó- No falta mucho mamá, no importa lo que hagan los demás, iré contigo.

Se le hizo un nudo en la garganta. Se sentía pésimo y solo, muy triste, sin compañía y no había nadie quien lo entendiera. Tenía una fuerte depresión hace años que jamás pudo tratarla.

-Mamá aguárdame un poco más, Jisunggie pronto irá contigo.- sollozó aun más fuerte- Pronto iré.

Estuvo toda la madrugada en el cementerio, con la compañía de su madre. Seungwoo lo había vuelto a traicionar, luego de jurarle no más psicólogos, llevó a una a su casa.

Quería despejar su mente por un momento, por lo que salió por la ventana de su cuarto para ir a caminar en la fresca noche, hasta que una idea cruzó en su mente.

Caminó alrededor de cuarenta minutos por la madrugada. Sus piernas dolían pero no le importaba, después de todo, el dolor se lo tenía merecido.

Llegado a su destino, tuvo que hacer maniobras para entrar.
Se hizo varios cortes en las piernas por la cerca puntiaguda, pero logró pasar al otro lado. Estuvo un largo rato allí, puesto que no quería soltar a la única persona que podía entender lo que se sentía la depresión.

No se percató de la hora. Eran las 7:50 am, el seguía allí sentado, haciéndole compañía a su madre. Se levantó y comenzó a caminar sin ganas, yéndose de ese lugar, no sin antes dejar un beso con su mano a la lápida.


En el resto del día, solo caminaba sin rumbo alguno por las afueras de Seul. Llegó a una ruta despoblada, desconocía aquel lugar, no tenía idea por donde estaba. Solo sabía que estaba perdido.

Un auto que pasaba por allí vio a aquel joven con su ropa sucia y rota. Paró a su lado y el conductor bajó la ventanilla.

-¿Te encuentras bien?- dijo, con un tono preocupado por el estado del menor.

Jisung solo asintió, nada convencido. Estaba más que claro que no lo estaba.

-¿Quieres que te lleve?- se ofreció. Al ver que el chico no daba respuesta, le insistió subirse -Sube.

Han solo subió. Ya no tenía interés si el auto lo llevaba a cualquier lugar y lo mataba, le daba igual si moría o no. Solo quería dejar de existir, o ser castigado con el dolor.
Aceptaría cualquier destino con tal de castigarse.

El señor lo llevó hasta un hospital para corroborar el estado del menor. Una enfermera salió para llevarse al chico a revisiones y limpiar los cortes en sus piernas producidos por la cerca del cementerio.

Estuvo ahí alrededor de cinco horas, donde Han fue internado para ser hidratado y limpiado, además de comprobar que no tenga otras lesiones u otras cosas.

A las 18:44, Jisung solo quitó el suero de forma feroz y salió casi corriendo del lugar. Tenía que esperar a que un adulto lo recogiera, pero Han no dio nombres y solo se escapó.
Algunos enfermeros notaron al menor escaparse y comenzaron a seguirlo, pero éste solo huyó.


Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

-Dígamelo de nuevo joven, por favor, no llore- decía pacientemente el policía, viendo como el mayor se desmoronaba.

-Se...se es...capó... anoche- sorbió su nariz- A la madrugada... y... y aún no vuelve- sollozó.

Algunos vecinos se asomaron a ver el porque de los policías esta vez. Desde hace cuatro años atrás lo único que veían en esa casa eran policías y patrullas.

Seungwoo lloraba desconsoladamente, pensando que su hermanito podía estar en la peor de las condiciones. Quería tirarse a llorar, ya no tenía fe en que Jisung estuviera vivo.


Alrededor de las 19:15, un Jisung encapuchado caminaba hasta llegar a su casa. Seungwoo pudo reconocerlo en segundos. Su complexión pequeña, su altura y la forma en que vestía, todo indicaba a que era Jisung.

Salió corriendo para abrazar al menor, pero este solo lo evadió por completo.

-¡Jisung!- gritó, pero no obtuvo respuesta.

Los policías que se encontraban allí comenzaron a subir a su camioneta. Seungwoo se encargó de agradecerles y pedir perdón por lo sucedido.

-Discúlpeme joven Han, pero es mejor que lo mantenga más vigilado la próxima vez.- mencionó de mala forma uno de los policías.

Seungwoo asintió y se adentró a la casa, donde su hermano al parecer había subido a su cuarto.

El mayor subió las escaleras mientras gritaba el nombre de su hermano. Una vez arriba, se adentró al cuarto de Jisung donde lo pudo ver en su armario buscando alguna que otra cosa para darse un baño.

-¿Me puedes decir donde estuviste?- dijo, con lágrimas en sus ojos.

Jisung no respondió. Seguía enojado por la traición de su hermano. En parte no quería saber nada con nadie, esto indicaba a que no quería hablar con nadie.

Se metió en el baño para darse una ducha. El agua le rozaba por la piel cortada, haciendo al pelinegro estremecerse por el dolor. Aunque al final sonrió apenas, puesto que era lo que quería sentir para castigarse.

Seungwoo esperaba impaciente detrás de la puerta del baño. Su hermano no salía y había pasado un largo rato. Quiso abrir la puerta para ver si estaba bien, pero el menor se le adelantó.

-Jisunggie- llamó de nuevo, sin obtener respuestas- No podrás quedarte callado por siempre. Hablemos.

El menor se dio vuelta lentamente y lo vio fijo a los ojos.

-¿De qué quieres hablar?- su voz denotaba tristeza y odio.- ¿De cómo me traicionaste otra vez? ¿Qué dijiste que no más psicólogos y traes a una a tu casa?- decía cada vez más alto.

-Jisung solo necesito saber a donde te fuiste y por que.- dijo frustrado.

Lo meditó unos segundos antes de hablar.

-Fui a hablar con mamá, porque es la única que aun logra entenderme.- dijo sincero, cerrando la puerta de su cuarto para poder dormir.

Seungwoo se sentía como un idiota y un egoísta. Veía a Jisung cada vez peor, pero no quería que se fuera para que no lo dejara solo. Seguía con las esperanzas de que iba a poder mejorar en un futuro, al final de todo, seguía en la etapa más difícil de su vida: la adolescencia. Y gracias a esto solo se hacía más complicada la tarea.

Pensaba que toda esa depresión no era solo por la situación en su familia, pensaba que podía haber sido la adolescencia lo que lo afectó, como cuando quiso dañarse al perder a Minho, o cuando Felix salió con Changbin.

Habían pequeñas cosas que Seungwoo notaba en su hermano, quien para él eran cosas muy duras y más grandes cuando otros pensaban que eran estupideces.


Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

-I feel good, it is true, life in colorful- cantaba completamente desafinado, Chan, pasado de copas.

Esa noche, Bang había tomado como nunca tomó en su vida, tanto que ni siquiera recordaba que la fiesta fue en su casa.

-Channie, son las siete de la mañana y aturdes mucho amigo- dijo suavemente Yugyeom, mientras acariciaba la espalda del menor.

-I'm sorry boy- reía escandalosamente.

Chan estaba acostado panza abajo en tres asientos pequeños mientras cantaba a todo pulmón. La casa era un completo desastre, mucho peor que la vez anterior. Mientras, Kim estaba en otro asiento a su lado, calmando al menor antes de recibir otra denuncia de sus vecinos.

Yugyeom vio como los tres menores dormían en una misma cama. Jeongin casi cayéndose, Seungmin en posición fetal, mientras que Yuna dormía con su cuerpo estirado en el final de la cama.
Sonrió. Se veían adorables.

Se levantó a buscar un vaso de agua a su amigo, quien ya tenía su estómago chillando. Le tendió el vaso y éste solo se lo volcó encima.

-Es como cuidar de un bebé...- se quejó mientras sacaba su teléfono.

+82923458627

Si tu no me prestas atención
juro que me cortaré

[foto]

07:30 am

Yugyeom estuvo recibiendo amenazas de Hwang hace semanas. Si antes ella lo acosaba y lo esperaba al final de sus clases, ahora lo amenazaba con matarse.

No podía dejar que ella se hiciera daño. Si se lastimaba, sentiría un cargo de culpa.
Le dolería ver a su mejor amigo llorar por su novia infiel. No quería que él sufriera por una loca enfermiza como lo era Hwang Yeji.

+82923458627

Te vas a arrepentir

07:32

[foto]

Yugyeom solo se quedó con la boca abierta. Giró su vista hacia Chan, quien jugaba con el vaso de plástico a que era un avión mientras hacía ruidos extraños. Yeji estaba mandando fotos de sus brazos y piernas lastimadas. No podía mostrarle esas fotos a Chan y menos en ese estado.

Quería ir hacia la casa de ella y arreglar las cosas, pero tampoco podía dejar a los niños solos con el mayor.
Lo tomó por los hombros y lo mandó a darse un baño para calmar su borrachera y quitar el mal olor que tenía.

En lo que Bang se bañaba, Kim llamó a la chica para aclarar algunas cosas.

-Oye, estás yendo demasiado lejos. ¡Ya para con tus actos tontos porque nos meterás en un enorme problema Yeji!- gritó completamente furioso.

Mientras gritaba a la chica por el teléfono, no se percató de un pequeño detrás suyo.

-Esto no quedará así.- colgó la llamada.

Cuando giró, pudo notar que Seungmin lo estaba viendo fijamente. Se quedó callado sin saber que decir o preguntar.

-Hyung, ¿Estás teniendo problemas con esa loca?- dijo el pequeño Lee.

-Seungmin, por favor, promete que no le dirás a ninguna persona, especialmente a Chan y Jeongin- suplicó.

-Por la garrita- levantó su dedo meñique para jurarle a su futuro cuñado no abrir la boca.

-Muchas gracias minnie- sonrió débilmente.

A Yugyeom le agradaba mucho Seungmin. Sabía que él estaba completa y perdidamente enamorado de Yuna, pero podía notar que, lejos de su enamoramiento, él era de más atento con ella. Le agradaba la buena actitud y como se comportaba con sus mayores, Seungmin era buen niño.

-¿Qué haces despierto?- dijo casi riendo.

-Chan canta muy fuerte y tengo el sueño liviano- se encogió de hombros.

Kim hizo una mueca ante lo dicho. Bang enserio cantaba muy fuerte y desafinado.

Pasaron unos sesenta y cinco minutos en donde Kim pudo hacer que Chan durmiera. Seungmin seguía despierto puesto que ya no podía dormir más.

Kim le dijo que dejará a Yuna en la casa del rubio con él para que puedan hablar hasta que sea la hora en que lo busque su mamá. La sonrisa de Lee hizo sonreír al mayor.

Fue a despertar a Yuna para avisarle que debía hacer algo y luego la recogería. Ella asintió adormilada, acomodándose un poco mejor en la cama.

Yugyeom tomó sus llaves de su mochila y se fue en su auto, rumbo a la casa Hwang.


Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

-Buen día- saludaba el joven Hwang mientras se adentraba a la cocina mientras bostezaba y se estiraba.

-Buenos días Hyunjin- sonrió la empleada -¿Qué desayunarás?

-Por favor Nayoung, vaya a descansar, yo podré prepararlo.- le sonrió.

Pudo ver como en la cara de la joven nueva empleada había mucho cansancio, pues limpiar una casa enorme donde existía el desorden no iba a ser nada fácil para una sola chica.

-Muchas gracias- le sonrió. Ella se dirigió a limpiar en la sala de estar.

Hyunjin sacó una taza de la alacena para prepararse una leche con chocolate. Iba a ser su primera vez en muchos meses donde podía desayunar aquello. Casi todas las mañanas era un café junto a su padre y él odiaba el café.

Buscó la leche, el chocolate en polvo y el azúcar. Colocó la taza en el microondas y esperó a que se calentara, mientras tanto, se haría unas tostadas con mermelada.

Estaba tarareando una canción en lo que su desayuno se preparaba. Cuando iba a colocar el plato con tostadas en la mesa, la figura de Jackson lo asustó apenas.

-¡Jackson!- corrió a saludarlo- ¿Te gustaría desayunar conmigo?- le sonrió.

-Me gustaría, pero tengo que irme a casa con mi señora y los niños.- hizo una mueca de pena. Hyunjin hizo un puchero- Pero, con gusto tomaré una- sacó una de las tostadas de Hyunjin.

-Saludos a Hani de mi parte y a tus niños- sonrió.

Jackson rió ante lo dicho y se despidió, prometiendo que pronto saldrían los dos juntos.

Hyunjin adoraba la presencia de Jackson, era como su hermano mayor, le tenía un cierto cariño. Wang lo conocía desde que nacieron los mellizos, pero Hyunjin siempre fue el más apegado a él. Muchas veces salían a pasear o hablaban de cosas de hombres.

Wang era su fuente de secretos. Siempre hablaba con él sobre lo horrible que se sentía trabajar para mantener el linaje de la familia. En parte, era una de las únicas personas que siempre aprobaba todo de él y siempre lo escuchaba, le daba consejos y era un super amigo.

Se sentó en su silla para desayunar tranquilo, quería ir a su cuarto, pero imaginaba que Nayoung iba a estar limpiando allí.

Tomó su teléfono y revisó sus redes sociales. Vio una foto de Ryujin y Minho, donde ambos estaban tocando el pequeño vientre de Shin. Hyunjin sonrió con sus mejillas llenas de comida. Esa noche cuando los vio juntos sintió una agradable sensación.

Eso lo hizo pensar de nuevo en Jeongin. En la fiesta, sintió un revuelo de emociones por el menor de los Bang, pero en este instante ya no sentía nada. Estaba dudando mucho si él enserio era gay, o si al menos le interesaba un poco Jeongin.

El timbre de la casa lo sacó de sus pensamientos. Fue caminando hasta la puerta, donde se encontró con Yugyeom.

-¿Yugyeom hyung? ¿Qué hace aquí?- dijo completamente confundido.

-Perdón por aparecerme de la nada, pero necesitaría hablar con Yeji, por favor.- dijo con delicadeza para no sonar sospechoso.

-Lo siento, mi hermana está en el psicólogo...- decía extrañado, mientras rascaba su nuca- ¿Para que la quieres? Si quieres puedo hablar con ella.

-Es algo personal- suspiró apretando sus dientes.

Hyunjin entendió que no iba a contarle. No tuvo opción que invitarlo a entrar, puesto a que él tampoco sabía cuanto tardarían en el psicólogo.

-Pasa.- sonrió. Se fue a un lado, dejando entrar a Kim.

-Con permiso.- pasó, quitando sus zapatos en la puerta.

Kim veía lo lujosa que se veía esa casa. Era completamente inmensa y llena de pasillos. Veía los muebles viejos y delicados, las luces con cristales colgando del techo. Realmente eran una familia de la alta clase.

-Que hermosa casa.- dijo, admirando aquel lugar.

-Muchas gracias.- le sonrió.

Toda su vida le incomodó que sus amigos vayan a su casa, puesto que se sentía como presumido al comparar su casa lujosa con las de los demás.

Ambos entraron a la cocina, donde anteriormente estaba Hwang queriendo desayunar.

-¿Quieres algo de desayunar? Tengo café y té, o si quieres leche, lo que tu pidas- ofreció.

-Solo té, muchas gracias.- dijo, tomando asiento en la esquina.

Hyunjin se dispuso a calentar el agua para el té.

-Hyunjin... yo

-¿Algún sabor en especial? Tenemos negro, de menta, de frutilla, manzanilla, de hierbas...- leía todos los sabores de té que se encontraban en la alacena.

-Solo negro- lo cortó antes que siguiera.

Hyunjin asintió. Unos minutos luego, el agua ya estaba caliente y le sirvió el té. Colocó más tostadas en el plato y ambos se pusieron a desayunar un poco incómodos.

-¿Para qué querías hablar?- dijo, dando un sorbo a su leche.

-Mmm- tragó su infusión- Sobre eso, necesito hablar con ella por una urgencia- decía nervioso- Pero, tal vez pueda decirte a ti o esperar a tus padres.

A Hyunjin se le erizó la piel. Si quería hablar con sus padres, era algo realmente malo.

-¿Por qué quieres hablar con mis padres?- dijo, un poco asustado.

Kim suspiró.

-Hyunjin, esto no es algo fácil. Pero necesito explicarte algo.

Estaba demasiado nervioso, sus manos comenzaron a sudar y las palabras se le trababan. Con toda la paciencia que tenía, le explicó como Yeji lo empezó a amenazar con suicidarse si no estaban juntos. Mostró su chat con ella, donde podía ver claramente las marcas que Hwang se hizo.

Hyunjin escuchaba atentamente. No se veía sorprendido para nada, su expresión era tan neutral que a Yugyeom ya le dio miedo hablar.

-Y luego, ella comenzó a esperarme en la escuela. Luego de no prestarle atención, solo comenzó a amenazarme, mandando fotos como esas.- concluyó su explicación.

Hyunjin asintió y suspiró.

-Mira Yugyeom, no te diré que me sorprende porque no me sorprende. Por algo la están llevando al psicólogo, está muy loca- dijo con un poco de vergüenza- Antes de salir con Chan, hizo exactamente lo mismo con otro chico. Imagínate, tenía quince años y amenazaba a un chico de dieciocho.

Yugyeom se decepcionó por aquello. Pensaba que nadie lo sabía, pero al parecer en la familia Hwang era normal que la hija amenazara a todos los chicos que le gusta y no hicieran mucho.

- Tranquilo, le diré a mis padres sobre esto y le pediré que le pongan más límites- le sonrió con sus labios cerrados.

-Gracias Hyunjin, por favor, necesito ayuda. No puedo hacerle esto a Chan- suplicó.

-Lo haré lo más rápido que pueda.

La conversación se vio interrumpida cuando la melliza de Hyunjin se apareció por la puerta de la cocina.

-¿Yugyeom?- dijo con un tono de miedo. Estaba aterrada por la conversación que ambos pudieron haber tenido hace unos segundos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro