(AVISO: continuación del one shot número 7.)

Alyssa dejó de caminar al darse cuenta de que había llegado. Se agachó y acarició las letras allí grabadas, como si estuviera tocándola de verdad. Eso era lo que más deseaba.

Habían pasado unos meses desde que había ocurrido y en los que la joven no se había atrevido a ir a ese lugar. No se había sentido capaz de salir de las cuatro paredes de su habitación, que eran su propioo ataúd, porque no quería que nadie la consolara. No había consuelo posible para una joven que sentía que le habían arrancado parte de su ser.

Dejó las flores a un lado, rosas blancas, y se sentó, mirando la foto que recientemente habían decidido poner de su hermana.

Su hermana...

A quien no había sido capaz de proteger ni salvar.

Y ahora que lo recordaba todo, ese recuerdo ardía.

*Flashback*

Allison cayó hacia atrás, contra el pecho de Scott. El joven trataba, desesperado, de quitarle el dolor, aunque no pudo.

—No puedo quitarte el dolor

La joven tosió. —Es porque no duele

Scott comenzó a murmurar infinidad de "no" mientras hacía presión contra la herida del estómago. Alyssa llegó corriendo y se tiró al lado de su hermana, tratando de ayudar al lobo McCall.

—Estoy bien. Es perfecto—murmuró Allison, mientras Scott volvía decir "no"—Estoy en los brazos de mi primer amor, a quien siempre amaré. Y mi otra mitad también está aqui. Es perfecto

—No te despidas, Alli, no lo hagas—murmuró Alyssa entre dientes

Cruzó una mirada angustiada con Scott, quien negó con la cabeza, siendo consciente de lo que pensaba. Pero si algo caracterizaba a la pequeña de los Argent era hacer lo que viera necesario.

Scott quiso gruñir cuando vio como las motas de magia salían de las manos de Alyssa hacia Allison, mientras la primera seguia apretando los dientes.

—Aly, hermana, sabes que te quiero y que siempre estaremos juntas

—No te despidas, por favor. Siempre juntas, hermana, siempre juntas—la pequeña estaba al borde de echarse a llorar.

La pequeña Argent notó como empezaba a marearse y como sangre salía de su nariz. Lo ignoró, como hizo con la mirada que el lobo le dio, concentrada en su hermana.

—Te amo, Scott. Scott McCall

La mano de Allison cayó al suelo cuando ella dio su último aliento, a la vez que su hermana perdía el conocimiento.

*Fin del flashback*

Al recordarlo, como cada vez, Alyssa no pudo retener varias lágrimas que cayeron por sus mejillas, mientras miraba la foto de su hermana sonriendo.

—Me lo prometiste, Alli—balbuceó la joven—Me prometiste que siempre estaríamos juntas y no es verdad. Ahora estoy sola y tú ya no estás.

—No estás sola.

Alyssa se giró al oír otra voz. Lydia se acercó a ella con pequeños pausos cautelosos, ya que la joven llevaba meses esquivando a la manada. Se agachó al lado de la joven Argent y le sonrió dulcemente.

—Tienes a la manada, a mi—le recordó—Nunca te dejaremos sola. Nunca.

La pelinegra dejó que la joven Martin la abrazara, sintiéndose querida y protegida.

Un breve resplandor hizo que ambas se separaran. Lydia abrió los ojos como platos mientras Alyssa sentía que le habían cortado las cuerdas vocales.

Estaba allí.

Sonriendo.

Allison.

—¿Puedes verla?—titubeó la joven Martin, pestañeando varias veces

—S-si—murmuró Alyssa, totalmente asombrada

Allison o loquepareciaqueeraella se acercó a ambas jóvenes, que se habían quedado completamente quietas, como si alguien les hubiera lanzado un hechizo de congelación.

—Nunca vas a estar sola, Aly—habló, con tono dulce—Te lo prometí y jamás rompo una promesa.

Ambas jóvenes compartieron una mirada, completamente alucinadas. No podían creer lo que veían sus ojos, lo que tenían delante de ellas.

—¿Pero...Como..?—balbuceó Alyssa, incapaz de articular una frase coherente

—Por vuestras naturalezas—Allison sonrió—Lydia es una banshee, por lo que no solo puede predecir la muerte, sino también puede hablar con aquellos que la han pasado. Y tú, Alyssa, eres una bruja, no creo que haya nada que se pueda resistir a tu magia—marcó sus hoyuelos, mientras su hermana pensaba que no había sido capaz de salvarla—Sólo vosotras dos podéis verme.

Lydia miró a la pequeña Argent, aún con los ojos como platos, recibiendo una mirada parecida de esta.

—¿Todo este tiempo....—comenzó la rubiofresa

—-......has estado viéndonos?—terminó Alyssa

Allison asintió. —Si, aunque todavía no sabía como comunicarme con vosotras—hizo una pausa—Después de esto será mucho más fácil

—¿Mucho más fácil?—murmuró Lydia, medio ida

—Así es—asintió la mayor—Podré hablar con vosotras mentalmente, o aparecer sin todo este rollo—hizo un gesto, señalando el resplandor a su alrededor—Es un poco cantoso

Alyssa no pudo retener las lágrimas que salían de sus ojos. De alguna forma, tenía a su hermana mayor delante, aunque no fuera exactamente como ella quería. Allison miró a ambas chicas, con una sonrisa pintada en los labios.

—Las tres juntas, como prometimos

Y por fin, tras un largo tiempo, una sonrisa cubrió los rostros de las tres jóvenes.

N/A: Puede que llorara un poco al escribir esto 🤧💔

PRÓXIMO SHOT: SCOTT MCCALL