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Capitulo 01. Supergirl Go!, Parte 1

NOTAS DEL AUTOR:

¿Cómo están? Bueno, me presento, me pueden llamar Wingzemon X, y éste es el primer fanfic que escribo basado en la serie animada de Teen Titans, y de hecho es la primera historia que escribo sin estar basado en algún Anime o Manga japonés. Igual espero que les guste y me den sus opiniones. Antes de entrar a la historia, deseo mencionar algunas notas aclaratorias:

1.       Esta historia se encuentra completamente basada en la serie animada de Teen Titans, creado por Glen Murakami y producida por Warner Bros. Animation. La trama se encuentra sobre la línea temporal de dicha serie, ubicada unos meses después del capítulo final.

2.       En este Fanfic se omite lo ocurrido en la película Teen Titans: Trouble in Tokyo.

3.       En algunos capítulos se hace referencias a acontecimientos ocurridos exclusivamente en los comics de Teen Titans Go!, o a personajes que aparecieron en estos. A su vez, puede llegarse también a hacer referencia a algunos datos de los personajes, propios de los cómics originales y que no se mencionaron en la serie. Cuando se haga tal referencia, se explicara en las notas al final del dicho capitulo.

4.       En este fanfic se puede hacer también referencias o incluso suceder apariciones de personajes pertenecientes a los comics de DC, y que nunca aparecieron o se mencionaron en la serie animada. En este caso, los personajes presentados estarán ligeramente basados en la versión que más conozca de dicho personaje (ya sea provenientes del cómic original o de alguna otra serie animada), pero en general sus apariencias y personalidades se basaran en mi propia interpretación de dicho personaje. Es decir, podrían no encajar al 100% en la versión original del personaje, pues serían adaptados a lo que es la trama de Teen Titans, y más específicamente a la historia en sí.

5.       Pese a que hay mucho dilema sobre si la serie animada de Teen Titans se encuentra en la misma cronología que las series de DCAU (DC Animated Universe) como Batman: The Animated Series, Superman: The Animated Series, Justice League y Justice League Unlimited, he decidido considerarlos como dos realidades separadas, sin ningún tipo de relación una con la otra. En otras palabras, he decidido considerar que el "universo" donde ocurre la serie de Teen Titans, es totalmente ajena a las series del DCAU.

6.       La historia es recomendada para mayores de 15 años. En general mantiene la misma esencia y humor de la serie original, con la diferencia de puede llegar a tratar en ocasiones temas más maduros y complejos, desde referencias sexuales, hasta situación de violencia. Pero en general, sigue manejando la misma mecánica de la serie original.

7.       Pese a no ser un Fanfic meramente romántico, a lo largo de sus capítulos se exploran las parejas de: Raven y Robin (la principal),  Starfire y Robin, Raven y Chico Bestia, Terra y Chico Bestia... En otras palabras, un poco de todo realmente.

Básicamente eso es todo, sólo quería dejar claros estos puntos antes de entrar a la historia. Como digo, esta es mi primer Fanfic de Teen Titans, pero si les agrada puede que no sea el único. Espero que lo disfruten, y espero sus comentarios.

Atte.

Wingzemon X

TEEN TITANS
THE SINNERS

Por
Wingzemon X
 

CAPITULO 01
"Supergirl Go!, Parte 1"

Era una templada mañana de inicios del año, esas mañanas que te hacen sentir que la primavera está cerca, aunque en realidad el invierno apenas estaba comenzando. Era muy temprano, tal vez alrededor de las siete o siete pasadas; el sol apenas y se asomaba por el horizonte de Jump City, por detrás del largo puente de la ciudad, y a su vez enmarcando la curiosa forma "T" de la Torre Titán, en dónde sus amigos y ella habitaban; los eternos cuidadores de ese lugar: Los Jóvenes Titanes.

¿Cuánto tiempo había pasado desde su última gran aventura? Dos o tres meses quizás, desde que volvieron a Jumpo City luego de reunir a todos esos aliados y lograr derrotar a Cerebro y su Hermandad del Mal. Esa sí había sido una gran odisea, en donde no sólo vencieron nuevamente a su adversario, pudieron conocer gran cantidad de sitios, y lo más importante, a una gran cantidad de amigos. Luego de pasar por aquello, los siguientes meses habían sido tranquilos, si tranquilos era la manera correcta de describirlos. En efecto, el mal no tomaba vacaciones, y por lo tanto los Héroes tampoco. Cada cierto tiempo tenían que entrar en acción y detener a algún ladrón, asaltante o busca pleitos causando problemas en la ciudad, pero nada fuera de lo común o de la escala de detener a una organización criminal que busca la dominación del mundo, o a un demonio interdimensional que desea la destrucción de todo. Luego de eso, salir de vez en cuando a enfrentarse a un villano recurrente, no era precisamente tan malo.

De hecho, esas intervenciones también se habían vuelto menos frecuentes. Desde que la mayoría de sus enemigos se unieron a la Hermandad del Mal para luego terminar siendo derrotados igual, parecen haberse tranquilizado un poco. Aunque de seguro nunca llegaría a la situación de nunca volver a necesitar de los Titanes, se podía decir que Jump City estaba mejor que nunca.

Esa mañana, la hechicera oscura del equipo se encontraba en la terraza de la torre, levitando a aproximadamente medio metro del suelo, con sus ojos cerrados y sus piernas cruzadas en su posición de meditación. Se había levantado desde muy temprano, como acostumbraba hacerlo en ocasiones para empezar el día de buena manera: Una buena noche de sueño, una meditación profunda y tranquila, y un buen desayuno la ayudaban a mantener el control y centro. Era una rutina que había aprendido desde sus primeros años de vida en las tierras de Azarath. Pero cada vez, sobre todo en esos últimos meses, comenzaba a pensar que era una rutina no del todo obligatoria para estar en paz consigo misma, pues, luego de tanto tiempo de sufrir con su supuesto "destino" marcado, por primera vez sentía que era realmente feliz. Feliz de estar viva, feliz de estar ahí en esa tierra, en esa torre, con sus entrañables amigos. Jamás pensó que llegaría el día que se sintiera así, y tal vez era por eso que no podía evitar sentir un poco de miedo, miedo de que todo eso que poseía ahora se esfumara el día de mañana, o perderse así misma en la felicidad que sentía. Tal vez por eso seguía meditando, y seguiría.

Una vez que terminó, colocó de nuevo sus pies el suelo y se dirigió de regreso al interior de la torre. ¿Ya se habrían despertado los demás? Lo más seguro era que no. Ninguno de sus compañeros era precisamente bueno para levantarse temprano, en especial en domingo, a excepción de uno de ellos. Últimamente, él siempre se levantaba casi al mismo tiempo que ella, pero rara vez se cruzaban. De vez en cuando lo veía en la sala de entrenamiento, donde muy seguramente se encontraba en ese momento también, pero nunca había querido interrumpirlo. Sin embargo, siempre llegaba a preguntarse mientras bajaba las escaleras y se acercaba a aquella habitación, si era buena idea o no ir y darle los buenos días.

La Torre Titán tenía de hecho dos salas de entrenamiento. Una era el gimnasio, con el equipamiento necesario para que los Jóvenes Titanes se mantuvieran en forma, y el otro era una sala se simulación, con diferentes obstáculos y en dónde podían entrenar más específicamente sus habilidades de combate y movimientos. Esa mañana, el ajetreo parecía provenir del gimnasio. Robin, el líder del equipo, se encontraba tan concentrado en lo que hacía que ni siquiera notó su presencia en la puerta. En ese momento lo único que traía puesto de su atraje habitual, era ese eterno antifaz negro sobre los ojos. Por lo demás, usaba su traje de Karate color blanco. Para cuando Raven llegó, el chico estaba pateando y golpeando con fuerza el saco de entrenamiento, y cada ataque era acompañado de un fuerte grito. Se le veía algo exhausto; de seguro ya llevaba buen tiempo ahí, pero ni así disminuía su ritmo.

Robin era realmente muy disciplinado en su rutina de entrenamiento, casi como Raven lo era con su rutina de meditación. Un pensamiento inusual surgió en la mente de la joven al estar viendo al chico de cabellos negros y peinado de pico: "¿Él también sentirá que debe de seguir entrenando tanto para no perderse?" Era un pensamiento un poco tonto, pues no podía comparar una cosa con la otra. Aún así, pareció concentrarse de más en ello sin darse cuenta, pues gracias a eso se había quedado de pie en la puerta más que en otra ocasión, lo que hizo que esa mañana fuera ligeramente diferente a las anteriores.

- Oh, Raven. – Escuchó como la voz de Robin pronunciaba, haciéndola sobresaltarse al salir de sus pensamientos.

El chico estaba secándose el sudor de su cara con una toalla, y mirando hacia la puerta con una sonrisa; Raven, por su lado, se sentía como un niño que había sido atrapado haciendo algún tipo de travesura.

- Lo siento, ¿te desperté acaso? – Preguntó con tranquilidad mientras colocaba la toalla alrededor de su cuello.

La pregunta le indicó a Raven que su líder no se había dado cuenta de que estaba despierta. La hechicera intentó tranquilizarse y recuperar la calma que su sesión le había dado.

- No, no te preocupes. – Le contestó con su típico tono de voz tranquilo y casi frío. – He notado que últimamente te despiertas más temprano que antes para entrenar.

- ¿Enserio? – Cuestionó él a su vez con algo de inocencia. – Puede que tengas razón. Supongo que desde que detuvimos a la Hermandad del Mal, no ha surgido ningún nuevo enemigo a gran escala, y no quisiera atrofiarme cuando ocurriese.

Parecía que la suposición de la hechicera era ligeramente cierta: entrenaba por lo mismo que ella seguía meditando. Claro que ambos lo miraban de manera diferente: Raven no quería perder quien era, y él no quería perder sus habilidades. Al cabo, era casi lo mismo.

- Lo dices muy seguro de que surgirá algo más. – Comentó un poco divertida la joven de la capa azul, siguiendo con la vista al chico, que se dirigía a una banca en donde tenía una botella de agua. – Ya hemos luchado contra súper villanos, organizaciones de dominación mundial y demonios omnipotentes.  ¿Qué puede seguir luego de eso?

Ese tipo de preguntas siempre parecen atraer a la mala suerte. Justo un segundo después de que Raven dijera eso, la alarma general comenzó a sonar con fuerza en toda la Torre. Esa alarma sólo podía significarse una cosa: había problemas en Jump City.

- Creo que lo averiguaremos. – Comentó con seriedad el petirrojo, y entonces comenzó a correr a la salida. – ¡Andando!

Raven asintió con su cabeza cuando al chico pasó a su lado, y rápidamente se elevó un poco del suelo, volando detrás de él por el pasillo.

La alarma había sido oída por todos los Titanes por igual. Unos minutos después, los cinco se reunieron en la sala principal. La primera en llegar fue Raven, seguida luego por Robin, quien con la mayor rapidez posible se había ido a cambiar su atuendo, volviendo a su uniforme de capa negra, camiseta roja, pantalones verdes y botas negras. Los siguientes fueron unos adormilados Cyborg y Chico Bestia, que entraron a la sala tallándose los ojos y arrastrando los pies; Robin les había advertido que no se desvelaran la noche anterior jugando, pero al parecer no le hicieron caso.

- ¿Qué ocurre? – Preguntó con desgano el joven mitad máquina, antes de soltar un fuerte bostezo. – ¿Quién me despierta tan temprano en domingo?

- Todavía no duerme mis diez horas. – Agregó el chico de piel verde, en el mismo estado que su amigo.

En ese momento, la silueta del quinto miembro del equipo pasó volando por encima de ellos, deteniéndose más adelante, y bajando para posicionarse justo a al lado izquierdo de Robin, quien estaba en la consola para enfocar en la pantalla de la sala el origen de la emergencia.

- Buenos días, queridos compañeros. – Saludó Starfire con una amplia sonrisa; parecía más animada que los otros dos. – ¿Qué es esta vez?

La mirada de todos se centró en la gran pantalla de la sala, que enfocaba a una de las cámaras de seguridad de tránsito de Jump City, y enfocaba al causante de tanto alboroto: una persona de aparente enorme tamaño, fornido, de hombros anchos, brazos gruesos, usando un traje de apariencia robótica de color rojo con partes metálicas, que le cubría todo su cuerpo a excepción de su rostro. Esa persona, caminaba por la calle, ahuyentando a la gente que corría despavorida, mientras pateaba, golpeaba y arrojaba automóviles por el aire contra las vitrinas y edificios. Era notable también como tenía en su pecho un escudo que claramente tenía una "A" en él.

- Adonis de nuevo. – Murmuró Robin al reconocer con facilidad a quien se mostraba en el monitor.

- '¡Jóvenes Titanes!' – Gritaba con fuerza Adonis, al tiempo que pateaba con fuerza un carro, haciendo que volara por los aires hasta chocar contra un poste de luz y tirarlo al suelo. –  'Vengan pronto, ¡que los estoy esperando!'

- A veces pienso que debimos haber dejado a todos estos tipos congelados. – Comentó Cyborg con molestia, cruzándose de brazos.

- Parece estar haciendo todo ese ruido para llamar nuestra la atención. – Señaló Raven sin mutarse.

- Pues la ha obtenido. – Agregó con fuerza el líder del equipo, chocando su puño derecho contra su palma izquierda. –  Jóvenes Titanes, ¡al ataque!

Ante el grito de batalla de su líder, todos los Titanes emprendieron la marcha sin espera.


Adonis seguía avanzando por una de las calles principales, causando cuanto destrozo podía a su paso. Las personas rápidamente se amotinaban intentando huir de él,  mientras los policías intentaban detenerlo, mas las balas de sus armas parecían rebotar en su armadura sin hacerle ni un sólo rasguño; era obvio que ese tipo de amenazas no eran para ellos. Como respuesta a su ataque, Adonis tomó un vehículo rojo, alzándolo por encima de sus hombros y luego arrojándolo con fuerza contra una de las patrullas, provocando que los policías huyeran también.

- ¿Cuántos autos tengo que romper para llamar la atención? – Exclamó con fuerza el villano, alzando sus brazos al aire.

- Uno es más que suficiente. – Escuchó como alguien pronunciaba a sus espaldas.

Rápidamente se dio media vuelta, sólo para ver al recién mejorado Carro T estacionado justo a la mitad de la calle, y a sus ocupantes ya afuera, listos para el combate: los Jóvenes Titanes, con su líder Robin al frente, Chico Bestia y Cyborg a sus lados, Raven y Starfire flotando en el aire sobre ellos un poco más atrás, todos preparados para el combate.

La gente que aún quedaba en el sitio pareció sonreír feliz y aliviada al verlos al fin. No era difícil reconocer a sus eternos protectores.

- Ya era hora que aparecieran flacuchos. – Exclamó divertido, girándose hacia ellos.

Cyborg suspiró en ese momento con algo de aburrimiento, acto que pareció sorprender al hombre de la armadura roja.

- Adonis, ¿no pasamos ya por esto unas cinco veces? – Comentó el joven mitad robot, colocando sus manos atrás de su cabeza.

- Sí amigo. – Agregó Chico Bestia con energía. – De nuevo tú llegas con tu armadura, rompes cosas, te rompes tu traje, te quedas llorando como bebé y terminas en la cárcel. ¿No te cansas de hacer siempre es lo mismo?

Sus comentarios no hicieron más que aumentar el enojo del villano, y esto se notaba en cómo sus puños  se cerraban con fuerza, su ceño se fruncía, sus dientes se apretaban entre sí y sus venas se marcaban en su frente.

- ¡Cállense tontos! – Gritó con fuerza. – Esta vez será diferente, ¡Pues mi traje de batalla se encuentra súper mejorado!

Como respondiendo a su grito, la parte de su cara que quedaba expuesta fue remplazada por una máscara con ojos brillantes. Su armadura al mismo tiempo pareció aumentar de tamaño, sus músculos se inflaron más, y varias de las partes metálicas comenzaron a brillar con una luz azulosa. Los cinco Titanes alzaron sus miradas, algo sorprendidos al ver esa transformación, quedándose ligeramente atónitos.

- En definitiva se ve más grande y brillante. – Comentó Starfire sin salir del asombro.

Robin agitó su cabeza, intentando calmarse.

- Da lo mismo. ¡Rodéenlo!

Los Titanes se lanzaron rápidamente a la acción. Cyborg se dirigió rápidamente al flanco derecho de Adonis, mientas Robin al izquierdo y Raven y Starfire se colocaron sobre él. El ataque frontal fue por parte de Chico Bestia, que tras convertirse en un rinoceronte, se dirigió con velocidad a su enemigo para embestirlo. Adonis alzó sus manos para detenerlo, siendo empujando ligeramente hacia atrás hasta poder lograrlo y luego arrojarlo con fuerza hacia un lado contra unas vitrinas.

Raven y Starfire comenzaron el ataque desde el aire contra el traje de batalla de Adonis. La hechicera utilizaba su energía oscura  al tiempo que la Tamaraniana hacía lo mismo con sus esferas de energía. Sin embargo, ninguna de las dos parecía causar un efecto en él. El tercer ataque fue por parte de Cyborg, que rápidamente convirtió su brazo derecho en su arma láser, apuntando directo a la espalda de Adonis. Su rayo fue directo contra él, chocando contra su armadura roja y empujando al villano un poco al frente. Sin embargo, no sólo no pudo derribarlo, encima de todo una vez más su traje no sufrió rasguño alguno.

- Rayos, su armadura realmente es más resistente. – Comentó el joven mitad robot. – Parece que en esta ocasión no será tan fácil.

- ¿Y qué te hizo pensar que lo sería tonto? – Contestó Adonis casi gritando; su voz ahora parecía algo electrónica, posiblemente a causa de la máscara que ahora usaba.

Rápidamente se giró hacia Cyborg, lanzándolo un golpe directo con su puño derecho. El Titán se lanzó hacia un lado para esquivarlo y el puño de Adonis chocó contra el pavimento, abriéndolo de la fuera de su golpe.

Aprovechando ese segundo de distracción, Robin se dirigió a su lado derecho, arrojando hacia Adonis alrededor de cinco bombas implantadas con imanes, que se pegaron en el traje metálico, las cuales unos segundos después explotaron con fuerza, cubriendo a Adonis de una densa cortina de humo.

- ¿Funcionó? – Preguntó el recién levantado Chico Bestia, estando de pie a lado de Cyborg, viendo fijamente hacia el enemigo.

Apenas acababa de hacer esa pregunta, cuando el largo brazo de Adonis se dirigió directo a donde estaba Robin, quien de inmediato se quitó de su camino y fue el poste de luz detrás de él el que sufrió el daño del golpe que iba hacia él.

- ¡Tendrán que intentar algo mejor eso, Jóvenes Tarados! – Exclamó con fuerza el hombre de la armadura una vez que el humo se disipara, y de nuevo, ileso.

Los cinco Titanes se quedaron atónitos. La situación parecía más seria de la que se veía a simple vista, pues la amenaza de Adonis era más que cierta: su armadura estaba mejorada, más de lo que habían predicho.

- ¿Cuál es el plan ahora? – Comentó Raven desde los aires.

- Se los diré en cuanto lo piense. – Fue la respuesta rápida de Robin, la cual no animó mucho a sus compañeros.

- Ahora es mi tuno al bate. – Pronunció divertido el villano, y entonces comenzó a caminar hacia ellos, y luego a correr.

Todos reaccionaron de golpe intentando quitarse de su camino.

Raven se elevó, mirando en todas direcciones algo que pudiera usar. Vio  un camión urbano que había quedado vacío, pues sus ocupantes habían escapado luego de que Adonis empezara a hacer de las suyas. Miró de nuevo hacia el adversario, viendo como Chico Bestia, convertido en Gorila, de nuevo lo enfrentaba de frente, intentando detenerlo con su fuerza. Luego de forcejear un poco, Adonis se soltó del agarre del gorila verdoso y luego le dio un golpe con fuerza en la cara, haciendo volar hacia atrás, cayendo de espaldas en la calle y volviendo a la normalidad al no poder mantener la transformación. La hechicera oscura aprovecho la oportunidad.

- Azarath, Metrion... ¡Zinthos! – Gritó con fuerza y sus ojos brillaron con fuerza.

Usando su magia cubrió al autobús con su energía, y lo alzó unos centímetros del suelo, para luego arrojarlo contra Adonis. Éste, que estaba de espaldas al camión, se dio rápidamente media vuelta sólo para recibir el golpe de frente. Adonis y el camión fueron arrojados hacia atrás, hasta chocar contra un edificio.

- Si no lo detenemos rápido, destruiremos toda la ciudad. – Señaló Cyborg.

- Y mi nariz. – Agregó el Chico Bestia, tambaleándose y frotándose su cara.

En ese momento, Starfire pasó volando a toda velocidad sobre ellos, en dirección a donde Adonis había chocado, con sus ojos y manos resplandeciendo por su energía.

- ¡Starfire! – Gritó Robin sorprendido. – ¡Espera!

Starfire no se detuvo; iba a aprovechar antes de que se recuperara. Adonis hizo a un lado el camión y se puso de pie, sólo para recibir de frente una holeada de esferas de energías arrojadas por la extraterrestre. Luego, Starfire se detuvo en el aire, juntó sus manos al frente reuniendo toda su energía para liberarlo al final con un fuerte rayo contra Adonis. Éste, cruzó sus brazos frente a él recibiendo el rayo de frente, y comenzando a avanzar lentamente, aunque la energía de su atacante lo empujaba ligeramente hacia atrás.

- No... Puedo... Detenerlo... - Murmuraba la pelirroja mientras seguía arrojándole su energía sin parar, pero poco a poco comenzaba a ceder.

- ¡Débiles! – Pronunció con fuerza Adonis, mientras avanzaba hacia Starfire, hasta que pudo abalanzar sus manos al frente y tomarla prisionera entre ellas. – ¡Te tengo chiquilla!

- ¡Starfire! – Exclamó Robin al ver esto y de inmediato se lanzó al frente corriendo.

- ¡Robin!, ¡espera! – Raven se sorprendió al ver como su líder se lanzaba de esa forma al ataque sin pensarlo. Ella y los otros titanes rápidamente lo siguieron desde atrás.

Starfire forcejeaba en las manos de su enemigo, pero éste la apretó con más fuerza, provocando que de sus labios surgiera un quejido de dolor.

- ¿Ya no eres tan valiente? Anda, ¿qué vas  a hacer ahora? ¿Algún rayo?, ¿algún tru...? – Las palabras de Adonis se callaron al ver como los ojos de la chica comenzaron a brillar con fuerza, enfocados totalmente en él. – ¿Qué es eso...?

Dos rayos de energía surgieron de sus ojos, directos contra la cara de Adonis, o más bien a su máscara. El villano tuvo que soltarla al ser empujado hacia atrás por los rayos, tambaleándose un poco. Pero igual que antes, su armadura pudo protegerlo bien.

- ¡No te hagas la lista conmigo! – Exclamó con fuerza, y ligeramente molesto, lanzando un golpe casi a ciegas al frente que Starfire esquivó, pero no así el segundo.

El puño izquierdo de Adonis la golpeó directo en el torso, mandándola a volar hacia atrás, y haciéndola chocar contra Raven en el aire. Como resultado de este choque, ambas terminaron el suelo.

- ¡Cúbranme! – Les indicó el líder de los titanes a sus otros dos compañeros, y sacando su vara se lanzó contra Adonis.

Rápidamente se elevó de un salto, dándole varias patadas en el torso, pero era obvio que no le afectaría. Adonis intentó golpearlo, pero de nuevo el chico maravilla logró escurrirse rodando en el suelo hacia su franco derecho para esquivarlo. Luego, se volvió a elevar de un salto, parándose sobre los hombres de Adonis. Rápidamente, antes de que éste pudiera tumbarlo, sacó de su cinturón un dispositivo pequeño que colocó sobre su cabeza. Luego, bajó rápidamente hacia atrás, segundos antes de que un choque eléctrico proveniente del dispositivo cubriera el cuerpo de su enemigo.

- ¡¡Aaaaaah!! – Gritó Adonis con fuerza, tabaleándose hacia un lado y hacia el otro.

Una vez que los rayos eléctricos se esfumaron, cayó de rodillas y lo que brillaba de su traje pareció apagarse. ¿Se había apagado?

- ¡Lo logró! – Exclamó Chico Bestia rápidamente con entusiasmo. – ¡Robin lo logró!

Sin embargo, el festejo del Titán había sido demasiado apresurado. El traje de Adonis volvió a brillar en un segundo y se levantó de nuevo como si nada hubiera pasado.

- O... creo que no... - Agregó incrédulo el chico verde.

- ¡Buen intento chico maravilla! – Rió divertido Adonis mientras se volvía hacia él.

- Maldición. – Exclamó frustrado al ver que su movimiento no había funcionado.

Adonis comenzó a atacarlo una y otra vez con sus puños. La agilidad de Robin le ayudó a evitar los primeros siente golpes, mientras retrocedía, pero el número ocho lo golpeó directo en el abdomen. Robin, como humano, no poseía la misma fuerza y resistencia que su compañera Starfire, por lo que era evidente que ese golpe lo afectaría muchísimo más. El chico de antifaz voló por los aires con fuerza hacia un lado, prácticamente girando en su trayecto. Sus compañeros vieron atónitos como su líder era arrojado de esa forma hasta chocar contra un faro con su hombro, abollándolo y luego cayendo como roca a la acerca.

- ¡Robin! – Exclamó Raven, levantando su mirada como podía y volteando a ver a su líder caído; sus amigos la acompañaron de la misma forma.

El chico de capa se intentó sentar, pero el dolor del impacto no se lo permitía por completo. Miró al frente de manera borrosa, intentando enfocarse en Adonis, y lo primero que pudo ver es al hombre de la armadura, alzando sobre su cabeza un vehículo de gran tamaño; posiblemente el mismo camión urbano que Raven le había arrojado.

- Ya no eres tan fuerte, chico maravilla. – Exclamó riendo y entonces, sin el menor pudor, arrojó el autobús al frente con todas sus fuerzas, prácticamente como un proyectil – ¡A ver cómo me esquivas esto!

Todo lo siguiente sucedió en cámara lenta. Los ojos de Robin se aclararon al momento de ver como eso se acercaba de golpe contra él, poco a poco, centímetro a centímetro. El resto de sus compañeros apenas y pudieron reaccionar y entender lo que ocurría, y todos ellos se encontraban justo al lado contrario, prácticamente con Adonis entre él y ellos. Aún así, Cyborg intentó reaccionar lo más rápido que pudo, alzando su brazo derecho, con la esperanza de que un fuerte rayo de su brazo hiciera a un lado el camión lejos de Robin. Al mismo tiempo, Raven intentó concentrarse, usar su magia y detener la amenaza, y alejarlo del petirrojo. Sin embargo, ninguno fue lo suficientemente rápido; parecía que ninguno lograría hacerlo. Ni siquiera Robin con sus agudos reflejos fue lo suficientemente rápido para reaccionar antes de éste ya se encontraba prácticamente contra él. ¿Podría ese ser el final del Robin?

Algo inesperado sucedió de pronto. Una silueta veloz descendió a una velocidad inimaginable desde el cielo, en línea recta hacia donde Robin estaba parado, o más específicamente a enfrente de él. Fue tan rápido que absolutamente ninguno lo vio, ninguno de los Titanes y tampoco Adonis. Lo único que vieron, fue como prácticamente por arte de magia, y no por la de la hechicera gótica del equipo, el camión se detenía de la nada, quedándose flotando en el aire por ninguna razón, al menos no visible por los demás Titanes, pero claro para Robin, aunque se encontraba tan sorprendido que no era capaz de entenderlo por completo. Dos segundos después de haberse detenido, el camión se dirigió ahora en reversa a su origen. En otras palabras, directo hacia Adonis, incluso con más fuerza que como él lo había arrojado. Adonis se sobresaltó sorprendido, pero rápidamente reaccionó usando su fuerza para desviarlo y arrojarlo hacia su zurda, casi aplastando al Chico Bestia si no fuera porque este se hizo a un lado para evitarlo.

¿Qué había ocurrido? En un principio todos pensaron que había sido Raven, pero el autobús no había sido cubierto con la misma energía oscura de siempre. ¿Entonces qué había sido? ¿Quién había salvado a Robin? Las miradas de todos se giraron de inmediato en dirección a donde el líder se encontraba, pero ya no estaba solo: su salvador estaba de pie frente a él, con sus brazos alzados al frente luego de haber detenido el camión y empujarlo de regreso. Su salvador, era de hecho salvadora, una chica de cabello rubio claro, largo hasta la mitad de la espalda, suelto por detrás, pero con dos pequeñas colas, una a cada lado de su cabeza. Ojos azules y piel blanca en su rostro, un hermoso rostro joven, con una mirada decidida y una amplia sonrisa. Traía puesto un traje azul de mangas largas, con un escudo rojo y amarillo en el pecho con una clara "S" en él, unos shorts cortos rojos y botas altas por debajo de las rodillas del mismo color. Además, usaba una larga capa roja en su espalda que ondeaba hacia un lado por el viento. Esa chica, le había salvado a la vida a Robin. Pero, ¿quién era? Algunos de ellos creían reconocerla, incluyendo a Robin, pero no podían creer lo que veían.

- ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño, grandote? – Pronunció con fuerza la extraña, recuperando la compostura luego de su acto, y volteando a ver al atacante con determinación.  – O en su defecto conmigo.

Nadie pronunció palabra por los segundos siguientes; incluso Adonis parecía estupefacto.

- Es... - Pronunció en voz baja Chico Bestia, pero no fue capaz de terminar su oración de la impresión.

- Es... - Dijo inmediatamente después Cyborg, pero con el mismo resultado.

Quién terminaría lo que ellos querían decir, y revelaría la identidad de la extraña, fue justamente el joven que había sido salvado.

- ¿Súper... Chica...? – Murmuró en voz baja Robin, aunque igual que sus compañeros parecía no poder salir de la sorpresa.

Las palabras de Robin confirmaron lo que los demás, incluso Adonis, habían supuesto: la salvadora era ni más ni menos que Súper Chica, la heroína de Metrópolis. El villano en turno se sobresaltó, más que sorprendido, asustado, dando un par de pasos hacia atrás.

- ¡¿Qué?!, ¡¿Súper Chica?! – Pronunció sorprendido. – Pero, ¿cómo...?

Todos estaban sorprendidos por esa presencia tan inesperada. Sin embargo, la menos afectada parecía ser Starfire, que si bien le parecía sorprendente que esa chica hubiera realizado tal acto, aunque tal vez ella también lo hubiera podido hacer aunque no a esa increíble velocidad, no tenía idea de quién era "Súper Chica", aunque por las expresiones del resto intuía que era alguien conocida por todos.

- ¡Hey!, sólo pasaba por aquí y decidí caerles. – Comentó con un tono divertido la rubia, dando un par de saltos, para luego separar sus pies del suelo y elevarse levemente. – Yo también quiero jugar, así que muéstrame tu mejor movimiento.

Rápidamente se lanzó hacía Adonis, volando con sus puños alzados hacia él. El villano de la armadura parecía algo nervioso al ver como se le acercaba de esa forma, pero sin espera lanzó su puño con fuerza contra ella, esperando alcanzarla, pero falló. Súper Chica se detuvo en seco, justo para quedar lejos del alcance de su puño. Adonis siguió intentando golpearla, una y otra vez, pero ella se movía a una gran velocidad hacia su izquierda, luego a la derecha, atrás y adelante, incluso encima y entre sus piernas; los golpes de Adonis ni siquiera se le acercaban.

- Eres lento, por aquí. – Murmuró a modo de burla, estando flotando justo frente a él, y luego desapareciendo y reapareciendo detrás de él en un abrir y cerrar de ojos. – Atrás de ti. –Adonis se giró a toda velocidad, arrojándole otro puñetazo sin espera, pero una vez más lo esquivó, elevándose y colocándose flotando sobre su cabeza. – No, por acá. ¿Qué no me ves?

Adonis parecía estar impacientando cada vez más, y al mismo tiempo enojándose, lo que hacía que sus golpes fueran cada vez más inexactos y al azar, lo cual obviamente facilitaba a Súper Chica para esquivarlos.

Todos los Titanes miraban asombrados tal escena, y como ella tenía total control de la "pelea", a excepción de Robin; de todos ellos, él era el único que ya había visto con anterioridad las habilidades de Súper Chica. A su vez, la más asombrada ahora era Starfire, que miraba todo con una amplia sonrisa y sus ojos totalmente abiertos.

- ¡Es grandiosa! – Exclamó sorprendida, juntando sus manos frente ella; se veía tan ilusionada que sus ojos casi brillaban. – ¡Miren su velocidad!

Adonis se giró rápidamente hacia su izquierda tirando un golpe contundente, mismo que Súper Chica detuvo sin problema con una mano.

- ¡Miren su fuerza!

El hombre del traje de batalla se quedó atónito al ver como detenía su golpe más fuerte con tanta facilidad. Rápidamente se alejó de ella, dando varios pasos hacia atrás totalmente petrificado; no necesitaba más pruebas que esa para saber cuál sería su suerte, y ella se dio cuenta de ello.

- ¿Eso es todo? – Comentó divertida mientras se elevaba un poco más, se tronaba los dedos de sus manos y luego su cuello, moviendo su cabeza hacia un lado y hacia el otro. – Bien, ahora es mi turno supongo...

Dicho eso, se apretó sus puños con fuerza, y se lanzó de nuevo contra él, pero ahora con la obvia disposición de no esquivar más.

- ¡No!, ¡no!, ¡no!, ¡Espera! – Exclamó exaltado el villano, agitando sus mansos frente a él, pero su oponente hizo caso omiso de sus palabras.

Súper Chica arremetió primero con un golpe directo en la cabeza, que prácticamente le arrancó el casco de la armadura, haciéndolo volar hacia atrás, revelando su cabeza ovalada de cabello negro y corto. Luego, golpeó de nuevo, ahora directo en el pecho, abollando el traje. Luego otro, y otro, y otro más, varios golpes consecutivos con rapidez y fuerza, y cada uno dañaba, rompía o abollaba el traje de combate de Adonis con gran facilidad. Por último, jaló por completo su brazo derecho hacia atrás, apretó con fuerza su puño y entonces lanzó un golpe contundente directo al pecho de la armadura, mandando a volar a su objetivo. Adonis dio vueltas sin control en el aire, mientras su armadura se deshacía en el camino, dejando restos por todo el suelo, hasta que su cuerpo descubierto chocó contra la pared de otro edificio, quedándose estampado en ésta y aparentemente inconsciente; había sido totalmente derrotado.

- Pan comido. – Comentó relajada la chica rubia, sacudiéndose las manos una con la otra y descendiendo hasta colocar sus pies de nuevo en el suelo.

Con una amplia sonrisa, se giró hacia Raven, Starfire, Cyborg y Chico Bestia, que la miraban fijamente desde lejos sin salir para nada de su asombro y emoción; Starfire estaba a punto de explotar.

- Hola chicos. – Saludó ella agitando su mano. – ¿Cómo están?

- ¡¡Eso estuvo grandioso!! – Gritó a todo pulmón la Tamaraniana, asustando al resto de sus compañeros. Sin espera, se lanzó hacia Súper Chica, abrazándola con fuerza y dando varias vueltas en el aire con ella.  – ¡Eres increíble!, ¡grandiosa!, tus movimientos, tus golpes, tu velocidad, ¡tu hermoso cabello rubio natural!

Súper Chica sólo parpadeaba confundida ante la reacción de Starfire, aunque no parecía imponer mucha resistencia a como ella la abrazaba y hacia que giraran de esa forma. Normalmente un abrazo eufórico por parte de Starfire sería suficiente para dejar adolorido a cualquier por días, pero evidentemente la fuerza de Súper Chica le permitía resistirlo.

- Ah, gracias. – Murmuró un poco confundida la chica de azul una vez que la soltó; parecía un poco mareada por las vueltas.

Tomándose su cabeza y quedándose quieta para recuperarse, volteó hacia un lado, sólo para encontrarse de frente a Chico Bestia, que la veía fijamente con una sonrisa de oreja a oreja, ojos tintineando como estrellas, y expresión embobada.

- ¿En verdad eres la gran Súper Chica...? – Murmuró en voz baja.

- Ah, eso creo, al menos de que haya otra... - Intentó explicar, pero fue interrumpida por un grito de emoción del chico verde.

- ¡Es increíble! ¡Yo soy Chico Bestia y soy tú más grande fan en este mundo! – Mencionó emocionado, acercándosele rápidamente, y haciendo que ella se hiciera un poco hacia atrás.

- Ah, ya veo. Bueno, mucho gusto en conocerte, Chico Bestia...

- Súper Chica sabe mi nombre....

Chico Bestia se sentía flotar entre nubes en ese momento, tanto que de seguro no sintió mucho el empujón que luego le dio Cyborg con fuerza, haciéndolo a un lado para colocarse frente a Súper Chica; ésta parecía un poco extrañada de las reacciones de todos. Cyborg también se veía emocionado, sonriendo ampliamente, e incluso se veía un poco sonrojado.

- Mucho gusto, yo soy Victor, pero puedes llamarme Cyborg. – Balbuceó tímidamente. Luego se aclaró un poco la garganta, intentando recuperar la compostura. – Yo soy, el más grande de aquí...

- Sí, puedo verlo. – Murmura divertida, viéndolo hacia arriba; en definitiva era el más alto de todos.

Súper Chica se elevó lentamente, suspendiéndose hasta tener su cara a la altura de él, y acariciarle un poco su cabeza rapada.

- Eres un grandote, fortachón.

Cyborg se puso totalmente rojo ante esto, provocando que una pequeña risita surgiera de los labios de Súper Chica. Starfire volvió a acercársele, tomándola de los hombros y girándola hacia ella en ese momento.

- ¡Yo soy Starfire! – Le dijo con fuerza, casi gritando. – ¡¿Quieres ser mi amiga?!

- Ah, claro. – Respondió ella con normalidad.

La pelirroja sonrió ampliamente con ilusión y volvió a abrazarla, volviendo a dar varias vueltas con rapidez.

Era obvio que los tres estaban realmente emocionados por la presencia de Súper Chica, más que si vieran a cualquier otro tipo de celebridad. Raven, por otro lado, no compartía del todo su entusiasmo. La hechicera permanecía alejada, parada en el mismo sitio, prefiriendo ver todo desde lejos. No era que no supiera quién era; ya había tenido oportunidad de escuchar de ella. Tampoco era que no le sorprendiera su presencia; de hecho, le intrigaba mucho. Simplemente, no sentía la necesidad de reaccionar al igual que sus compañeros, y rara vez lo hacía realmente.

Sin embargo, algo que parecía molestar un poco a la chica de piel gris, era el hecho de que, al parecer, todo el mundo se había olvidado de Robin por la emoción. En otras circunstancias de seguro hubieran corrido directo hacia él. Pero, nadie, a excepción de ella, notaba que el chico también se mantenía alejado del ajetreo. De hecho, seguía sentado en la banqueta, en el mismo sitio que había caído luego de ser golpeado pro Adonis, mirando fijamente en dirección a donde estaban Súper Chica y los otros, notándose cierta desconfianza en su mirada. Sin tener que leer su mente, pera ella era obvio que no estaba del todo contento de haber sido salvado. De hecho, más bien algo parecía molestarlo. ¿Sería posible que la presencia de la recién llegada no le causara la misma felicidad que a los demás?

FIN DEL CAPITULO 01

NOTAS DEL AUTOR:

- En este capítulo apareció el personaje de Súper Chica (Supergirl), personaje de los DC Comics, prima y compañera del súper Héroe Superman. Esta versión de Súper Chica está ligeramente basada en la que aparece en la serie de Superman: the Animated Series y Justice League Unlimited, pero en esencia es una versión totalmente nueva, creada especialmente para Teen Titans, y más específicamente para este fanfic. Su apariencia (incluyendo la de su uniforme) está también basada en la Súper Chica de los cómics originales, con mis agregados personales. En lo que respecta a su personalidad, ésta es casi una interpretación propia del personaje y puede con concordar por completo con la original. En otras palabras, pese a ser el personaje de Súper Chica que todos conocen, es más una versión propia para este fanfic. Si alguien tiene dudas sobre éste tema, no dude en preguntarme y lo explicaré con más detalle.


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