El futuro

[...]

-Mira... Está saliendo del cascarón!- exclamó con alegría.

-No toques el huevo cuando está haciendo eclosión, el pollito necesitará ayuda solo si las cosas se dificultan-

-Si, ya se- la pequeña rodó los ojos, a veces los adultos eran demasiado detallistas acerca de cosas en las que ya tenía conocimiento.

El primer huevo de Priscila, la gallinita que su tío le había regalado, finalmente estaba rompiéndose, al principio, el como los huevos eran aterradoramente parecidos al embarazo humano le causó cierto recelo.
¿Porque su gallina simplemente no tenía a su bebé dentro de su estómago como lo hizo su madre?, prontamente se arrepintió de preguntar en ese entonces.

Ya que poco después, tanto su padre como su tío le estaban explicando de la forma más horriblemente detallada, como el huevo era separado de la madre para que ella lo empollará.

Después de un tiempo de llorar por el triste hecho de la separación durante la incubación, su madre la calmo explicándole la necesidad del desarrollo del polluelo.
Fue entonces cuando decidió que le daría la bienvenida a el primer polluelo con el nido decorado en moños y listones.

La mala noticia?, sus padres no estaban allí, en el momento más importante (según ella) para su amada Priscila.
A veces odiaba la doble vida de sus padres.
¿Porque no se retiraban del negocio de héroes como lo hizo el padre de su tío Jon?, inclusive tendrían más tiempo de calidad en familia.

No es que no le demostrarán su amor incondicional, pero a pensar ello, un pequeño atisbo de tristeza llegó a su pequeño corazón inexperto, rompiendo a unos metros el foco de su granero, asustando (nuevamente en el mes) a la vaca de su padre, quien soltó un mugido inquieta.
Para la suerte de Batcow, Jonathan sabía que hacer y como calmarla, y tras unas palabras y shuseos, finalmente estaba relajada.

-Nathali... ¡Por todos los santos!, si algo le pasa a esta vieja vaca me van a matar- reprochó volteando a verla, arrepintiendo se al instante. Pues tan solo con ver cómo sus mejillas adquirían color rojo y sus ojos vidriosos le anunciaron las primeras lágrimas se sintió el mayor idiota en el mundo.
-Quiero decir, yo...-

-No me grites!... Fue un accidente, no quería que se rompiera!, solo fue...!-

-hey hey... Tranquila, no era enserio, solo me asusté un poco y exagere, no tienes... Porque llorar- trato de abrazarla, llevándose por sorpresa de que la espalda de la niña se sentía filosa.
-Nath... Que es eso?-
Pregunto tratando de ver detrás de ella.

La niña se separó de inmediato, frunciendo el seño, molesta con el.
-No es nada!- casi le gruño, volviendo su atención al huevo de su gallina.

-Nath... Porfavor, si te pasa algo estando bajo mi cuidado... Tus padres van a clavarme una daga de kriptonita en las manos- "por no decir en la cabeza o el corazón" pensó sintiendo un escalofrío.
-Que te sucede?-

La niña bajo la mirada, jugando con sus pequeñas manitas tratando de buscar como decir lo que estaba pasando, ¿Pero como?, ni siquiera ella le encontraba una razón lógica.

-Cuando... Mis primas se enferman, van al doctor, cuando mi mamá se enferma, su magia la cura... Pero yo soy más humana que demonio, a dónde debería ir?-

-Estás enferma?- preguntó agachándose a su altura con una expresión de verdadera preocupación.

-No... Bueno, si, no lo sé-
La pequeña soltó un suspiro cansada de pensar.

Jonathan al verla, contempló sus opciones, la primera y la menos favorecedora para él, decirle a Damián que su hija enfermo bajo su cuidado.
Y la segunda, buscar ayuda de Alfred, o alguien que supiera que hacer.

-Bueno... Si no sabes que enfermedad tienes, está bien, mi madre siempre decía, un paso a la vez- desordeno el cabello de la niña y sonrió -Así que primero, identifiquemos los síntomas, de acuerdo?-

La pequeña suspiro, y con una sonrisa idéntica a la de su madre, asintió.

-Muy bien, que es lo que sientes?-

La vio contemplar un momento el suelo como si allí encontraría la respuesta a su pregunta.

-Creo... Que no son síntomas de enfermedades, si fuera así mi magia se saldría de control como cuando me resfrío-

-Entonces...-

-Sucesos como... Hace dos días, me salieron cristales en la espalda, eran pequeños, pero ayer... Empezaron a crecer cada vez más, y hoy, cuando me midieron la estatura... baje cuatro centímetros-

Jon abrió la boca para decirle algo, pero nada salió. El tema de la magia siempre era algo tabú en su familia, nadie sabía cómo hacerse cargo de ella básicamente por el hecho de que no se llevaban bien con ese aspecto, y preferían la kriptoniana diez veces antes de lidiar con magia.

-De acuerdo, yo... Puedo llevarte con tu madre o Zatana y...-

-No!-

-Nathali, si tan solo me escuchas...-

-No!... No le digas a mis padres-

-Pero...-

-Por favor, tampoco quiero ir con esa señora, me odia!-

Jon hizo una mueca, claro que Zatana la odiaba, no era un secreto, tenía la opción de acudir a Constantine, pero el hombre querría algo a cambio, y el no tenía la mejor de las relaciones con la economía.
Por un par de segundos contempló alguna otra idea.
Y en su cabeza resonó una sola.

-Puedes hacer portales verdad?-

-Practico en ellos... aún no se controlar a dónde me llevan-

-Bien... supongo que le pediremos un favor a Conner-

-No quiero que nadie más se entere de esto tío Jon!-

-Si no podemos ir a través de un portal, solo queda ir volando, la fortaleza tiene su sistema de autodefensa, Conner puede cuidarte mientras yo neutralizó la seguridad para que no te tomen como intrusa -

-La fortaleza?... Qué es eso?-

-Es increíble que Damián no hable de ella contigo... La Fortaleza de la soledad es una especie de súper base en el ártico, allí podremos hacerte un chequeo y saber más o menos qué es lo que pasa contigo... Así que ve a abrigarte, llamaré a Conner-

[...]

-Llevo años con ustedes... Y son contadas las veces en las que he estado allí-

-Concentrate Conner, si algo le pasa a Nat me van a matar-

-Cierto, sujetate bien mocosa, volveremos a saltar-

La niña frunció el ceño, pero aún así acato la orden, desde la espalda de Conner se aferró con fuerza a su cuello.

-Los veo adelante, desactivarse la seguridad-
Anunció- Jon, volando a toda velocidad, perdiéndose entre las frías nubes del Ártico.

-Si me dieran esa clave yo podría entrar sin problemas- Conner entrecerró los ojos, con algo de recelo.

-Tío Conner... Por favor!... Vámonos ya!-

-Educada para pedir, y un gremlin para exigir...- rodo los ojos, era una combinación exacta de las actitudes de sus padres - Bien, andando-

Con uno de sus super saltos la niña se aferró con fuerza nuevamente ante el repentino movimiento, a veces odiaba el hecho de no haber heredado el poder del vuelo que si madre poseía, haber nacido como producto del amor de una semi demonio mitad humana y un humano letal sin poderes la dejaba más humana que semi demonio.

Tenía sus ventajas y desventajas, una de las ventajas, no tenía una voz en la cabeza gritándole que era un monstruo, no como su madre, sus emociones al ser tan nuevas y descontroladas no hacían un desastre tan grande como lo hacía su madre al perder el control.
Sin embargo, en este momento le hubiera encantado poder volar, abrir un portal  y evitar ése incidente de involucrar más personas o acelerar su proceso de curación para que nadie hubiera botado los cristales en su espalda.

-No te sueltes niña... Vamos a aterrizar!- le anunció Conner al estar cerca del piso.

Una vez aterrizaron, Conner tomo a la niña en sus brazos caminando de manera normal a dónde Jon aparentemente había desactivado el sistema de seguridad.

-Vengan- dijo Jon al estar en el aire, abriendo con algo de esfuerzo la puerta gigante de la fortaleza.

Al estar adentro, Nathali y Conner miraban todo con bastante curiosidad y entusiasmo (el más entusiasta fue Conner, admirando todo como si fuera la primera vez).

-Bien... Es aquí, Nath, párate en ese lugar- apuntó un círculo hecho de cristal.

Conner dejó a la niña en el lugar se alejó para estar al lado de Jon, notando como este tocaba algunos cristales como si fuera una computadora.
Al poco tiempo, el lugar donde dejaron a la niña se iluminó debajo de ella en un tono blanco bastante fuerte.

Cuando la intensidad bajo, el holograma gigante de Jor-El apareció ante sus nietos y la niña.

-Hola abuelo- hablaron los supers, recibiendo de él un asentimiento a modo de saludo.

-Conner, Jon, es un gusto volver a verlos queridos nietos-

-También me alegra verte, aunque debo de admitir desearía que fuera más una visita familiar o diferentes circunstancias-

-Tenemos un problema con la mocosa, queríamos saber si podrías ayudarla-

- Acaban de escanearla, los resultados no son nada positivos- les advirtió.

-Quiero saber que tengo- dijo la pequeña llamando la atención. -Por favor dígamelo ahora-

El silencio reinó unos segundos, Jonathan suspiró y asintió para que el holograma de Jor-El continuará.

-los cristales en tu espalda,  son de parte de una prisión que se dejó de usar hace un tiempo, la zona fantasma-

Si la pequeña estaba confundida, los kryptonianos estaban realmente asustados, y como no estarlo, ¿Cómo una niña como ella tenía zonas fantasma incrustados en su espalda?

-¿Cómo llegaron allí?- preguntó Conner, saliendo primero de su impresión.

- Aparentemente siempre han estado allí, lamentablemente para ella... Están creciendo de manera rápida, si esto sigue así podría llegar a lastimar sus órganos vitales y costarle la vida-

-Yo...-

-Eso no es todo, pequeña- interrumpió Jor-El, haciendo que Jonathan sudara en frío, ¿No era todo? -Estas perdiendo tu fuerza vital, algo no quiere que existas, y estás muriendo no solo por los cristales en tu cuerpo, tu existencia está desaparecido de forma literal-

-Como es eso posible?- hablo Conner aún sin poder creerlo.

-Conner- Le llamo Jonathan, con la mirada perdida en un punto vacío, ahora que lo reflexionaba, antes de entrar a los Titanes escucho algo sobre una mala experiencia con su prima Kara, lo cual no tendría mucha relevancia de no haber sido por la relación tan difícil que tuvo con Damián y Raven en el pasado.

¿Acaso el pasado tenía algo que ver con el futuro o el presente de en ese entonces?.

-Tenemos que llevarla a la mansión... Y hablar con la esposa de Tim-

-¿Que?, ¿pero porque?, ya les dije que no quiero que nadie más lo sepa!!-

-Jony, quizás quieras golpearme pero... Esta vez estoy de acuerdo con la niña, sin ofender mocosa pero tu tia esta  loca- la niña se cruzó de brazos ante las palabras dichas por Conner, quien levantó las manos en un gesto inocente.

-No es que su familia sea la más normal del mundo, pero esta vez debemos confiar, se de buena fuente que ella es buena guardando secretos-

-No como ustedes aparentemente-

Los kryptonianos hicieron muecas, uno de aburrimiento y el otro de vergüenza, Conner tomo a la niña en brazos, y con una mirada severa habló con la pequeña.

-Se que esto no te gusta nada, pero a como veo la situación contigo no esta nada bien, podrías morir y lo peor, estando bajo el cuidado de dos idiotas-

-Oye!-

-¿Que?, es la verdad, a excepción de que yo soy más apuesto que tu, y en el mejor de los casos mientras más ayuda tengamos más rápido resolveremos esto, así que poco importa que alguien más lo sepa-

La niña atino a cruzarse de brazos y asentir a regaña dientes, tal vez era una tontería y todo podría terminar mejor de lo que ella creía, eso era todo lo que esperaba.

-BIen-

-Excelente!, siempre es gusto venir abuelo, nos vemos!- Su expresión seria paso a una de alegría en un santiamén, dejando estupefactos a los presentes al verlo salir con tanta normalidad y alegría.

Jon pedía paciencia.

[...]

Presente

-Por cuánto tiempo han estado así?- Preguntó Kara al entrar nuevamente en la sala.

-No mucho- Dijo Gar, llevando un puñado de palomitas a la boca -Ella todavía no quiere prestarle su motocicleta-

-Cómo terminó Raven en medio de esos dos?- Preguntó la rubia sentándose al lado de Gar.

-Les dijo buenos días cuando llego, y ambos la vieron como una voz sensata para el dilema, ahora intentan que esté del lado de alguno de los dos- Atino a decir Kaldur

-Yo aposté a que le dara la razon a Rose- Anuncio Gar a sus compañeros -Dick dijo que Jason era convincente, y si pierde tendré limpieza gratis en mi habitación por dos semanas-

-Tenia mas sentido pedirle dinero Chico bestia, porque no hiciste eso?-

-El tipo es millonario al igual que el gremlin de su hermano, no tenía sentido, además me pagan  la próxima semana, era más divertido hacerlo limpiar mi habitación y...-

-TE LO DIJE!!- El grito de Rose se hizo escuchar interrumpiendo al chico de piel verde.

-No digo que sea incorrecto sólo dije que no le veía el sentido- Dijo Raven tratando de zafarse del abrazo de la mercenaria.

-Es solo un favor!- replicó Jason.

-No me puedes pedir favores, y no tengo porque escucharte- finalmente soltó a Raven y se abrió paso completamente molesta en la sala.

Kara arqueo una ceja totalmente confundida. -Ellos fueron algo?-

-Esos dos?- habló Gar con la boca llena, negando un par de veces -Nunca-

-Pero tuvieron problemas hace un año- HAblo Kory entrando a la sala -Jason la culpo sobre un ataque que casi acabó con Dick y Damian, gracias a su padre, desde entonces viven peleándose cada que se ven-

-El problema de esos dos se ve más como tensión sexual- Kara hizo una mueca de aburrimiento. 

Vieron a Jason dedicarle una mirada de reproche a Raven antes de ir a el pasillo de las habitaciones, Quizás era ella, pero noto dolor en él, no era igual al que Damián cargaba consigo mismo, pero era bastante fuerte.

Un momento, ¿Donde estaba Damián?, normalmente era el primero en estar a tan tempranas horas de la mañana entrenando o desayunando.

-Nos vemos después- dijo Raven saliendo de la sala, en la misma dirección que Jason, a las habitaciones.

Su magia empezó a fluir buscando la conocida aura del chico, no le gustaba admitir que estaba preocupada por su repentino cambio de horario, no era para tanto y aun asi le preocupaba, como si algo le estuviera diciendo que debía estar preocupada. Sentía el aura de veinte personas distintas en un rango de 13 metros de distancia alrededor de la torre y dentro de ella, pero no podía sentir la de el. Se le hizo completamente extraño, era cierto que muy pocas veces los miembros de la bati familia tenían sus trucos para ocultar sus auras,pero si ese era el caso Damián sabía que ella lo buscaba, y estaba impidiendo que lo encontrara.

 Si la magia para buscar su aura no la dejaba encontrarlo, debería hacer algo que ella sabía que él odiaba, después pensaría en eso, pero ahora... Lo buscaría con la conexión que compartían. Sus ojos se cerraron y su mente estaba en blanco, en un espacio completamente en silencio en alguna parte de su mente, sus sentidos se agudizaron y el sonido de una respiración calmada la hizo abrir los ojos.

"En la playa" pensó y sin dudarlo abrió un portal para encontrarlo.

[...]

Al despertar, sus manos estaban completamente bañadas en sangre, sus sábanas también lo estaban, revisó sus manos una vez limpias, tenía un extraño símbolo en la mano izquierda que a juzgar por la forma del corte supuso la habían hecho con alguna navaja oxidada, la herida estaba un poco afectada pero no era grave. Aun así no se confió, ¿Quien podría?, su último recuerdo era un callejón, alguien lloraba y un olor extraño, después todo se había vuelto borroso y cayo en la inconciencia.

Ahora despertaba en la Torre Titán, sin saber cómo volvió o que paso en el tiempo que estuvo inconsciente, con símbolos en la muñeca. Nada más despertó se dio una ducha, se puso su uniforme cubriendo así las raras marcas en sangre, y para estar seguro de no tener nada raro en su sistema tomó una muestra de sangre aún fresca de las sabanas. Con cautela de no despertar a nadie fue directo a el cuarto de las computadoras, analizando la muestra, pasando el tiempo que la computadora tardó en analizar la sangre tratando de encontrar qué pasó con él en las cámaras de la ciudad, pero el punto donde él había desaparecido era un punto ciego que las cámaras no lograron grabar.

Intento encontrar algo de alguna manera, una pista o algún indicio de donde estuvo,pasaron algunas horas y finalmente la computadora arrojo sus resultados, pero era extraño, ¿Desde cuando tenía diabetes?.

Tomó una muestra fresca directamente de su brazo, analizó ambas muestras y espero una hora más, se acercó a la pantalla una vez, se alejó, y frunció el ceño levemente

-¿Que mierda?- susurro para si mismo.

La sangre en sus sábanas no era de él, tampoco de alguien a quien conociera con tipo de sangre "O-negativo", de quien era la sangre?