[...]

Con su dedo índice puyo en repetidas ocasiones la mejilla de la peli plateada, quien dormía en uno de los sillones de la sala en una posición incómoda y con la boca abierta, siendo que de la misma salía un hilo de saliva y un horrible olor matutino a alcohol.

-Despierta- susurró puyandola con más insistencia, recibiendo de ella un suspiro y que se diera la vuelta, dándole la espalda e ignorandolo por completo.
-Por favor!- termino por gritar, pero ni ese grito despertó a la chica.

Damián iba entrando a la sala, siendo a Raven a la primera a la que vio desde la barra de la cocina, dónde lo esperaba como todas las mañanas para tomar el desayuno, algo que se habia normalizado en ellos desde hace mas de dos años.
Lo extraño, era ver allí a su "hermano" levantado tan temprano y tratando de despertar a una chica muy ebria desde la sala.

Al sentarse frente a Raven, y darle un "buenos días" que ella correspondió, examinó la escena con aburrimiento desde su lugar, algo que Raven ya había hecho desde hace unos minutos.

-Son las cinco de la mañana- menciono el joven Robin, a lo cual Raven solo pudo asentir.
-Que está haciendo levantado?-

-Jason lo despertó- respondió bebiendo de su taza de te habitual.

-Asi que también se quedo- dijo con cierto todo de molestia.

-Si, dijo que necesitaba que Rose le prestará su motocicleta, la suya tiene algo que no la deja arrancar, y no quizo revisar, asi que lo mando a el para despertarla, llevan asi veinte minutos-

-Y no se a rendido?-

-No, pero tienen tiempo, se quedarán hoy para descansar, y se irán mañana según Red Robin-

-Y ella?- pregunto señalando a su hermano y a la chica, refiriéndose a la última al ver que se volvía a voltear frustrando más a Tim.

- No lo sé, deberías preguntar- dijo con burla al ver un nuevo intento fallido de Tim por intentar despertar a la chica.

Damián entre cerro los ojos, y con fastidio busco en los compartimientos de su cinturón un pequeño aparato, Raven al verlo frunció el ceño, señalandolo con su taza de té.
-Yo que tú no lo haría-
Damián la volteo a ver unos segundos, y volvió a ver a su aparato, dispuesto a apretar el botón ignorando la advertencia de la maga.

Ella, al verlo, simplemente se levantó creando a su alrededor una esfera de magia, levitando en posición de flor de loto, esperando lo peor.

Y así fue.

En el momento que Damián apretó el botón de su aparato, este emitió un sonido chillante que activo las alarmas de la sala, logrando que, Tim saltará del susto cuando Rose saco de debajo de su almohada un cuchillo y lo lanzará en dirección a la esfera de magia donde estaba Raven, dónde quedo incrustado.
Al momento en que la mercenaria intento levantarse, sus piernas se enredaron entre la sabana que la cubría, y al intentar dar un paso fuera, cayó de bruses al suelo boca abajo.

Damián rodo los ojos, se levantó y se dirigió a la esfera de Raven, quitando el cuchillo incrustado con algo de dificultad.
En segundos, Garfield estaba corriendo desde el pasillo de las habitaciones en forma de gato, totalmente asustado por el ruido que lo despertó maullando y rasguñando todo a su paso, a los segundos aparecieron Jason, Kory,Dick, Kaldur, Wallace y Kara.

Todos aparentemente en pijamas.

-Alerta de crimen, yo, Listo!- apenas hablo Jason con un arma en la mano.

El ambiente se relajo en cuanto camptaron la escena, claramente esto tendría un castigo a quien activo la alarma, pues el mapa que normalmente aparecía en el ventanal cuando había alerta de crimen no mostraba nada.
Kory suspiró cansada y soñolienta, dirigiéndose a la pared más cercana donde había un pequeño panel de control, al ingresar el codigo las alarmas de la torre se apagaron, dando paso a que todos comenzarán a quejarse y buscar culpables.

Damián y Raven compartieron miradas, decidiendo callar ante los constantes gritos que comenzaban en aumento.

Kory intervino antes de que los insultos subieran de tono.

-Muy bien, todos cálmense, comenzar el día unas horas antes es una buena oportunidad de aprovechar el día, y acomodar mejor a nuestros nuevos miembros- Todos la vieron con cara de aburrimiento, exeptuando a Raven y Damián, que estaban muy acostumbrados a levantarse temprano, el reloj apenas y marcaba cinco quince de la mañana.

-Estas loca mujer?- pregunto finalmente Rose, aún desenredando sus piernas de las sábanas -Yo duermo hasta las diez, hoy no tuve mucho sueño reparador-

-Te dieron una habitación, que decidieras dormir en el sofá fue tu decisión, nadie te obligo- menciono Jasón.

- Exigo que me cambien de habitación- finalmente se levantó.

-Terca como niña pequeña-

-Rose, puedo saber tu inconformidad con tu habitación asignada?- pregunto Kory.

La mercenaria iba a gritar, pero la mirada entre cerrada de Damián y el ceño ligeramente fruncido de Raven la detuvieron de soltar cualquier insulto.

-Yo...- se aclaro la garganta y tras una corta respiración continuo -Es fría- soltó finalmente.

-Podrias poner la calefacci...- Tim aclaro la garganta, deteniendo el argumento de Jason.

-Podemos cambiar habitaciones... De igual manera, no me quedaré mucho tiempo- Tim le dedicó una sonrisa amable, a lo que Rose le devolvió la sonrisa.

-Una lastima, pero te tomo la palabra, gracias- Tim le ofreció una mano, Rose la tomó y se levantó, todo bajo la atenta y casi furica mirada de Jason.

-Muy bien, ahora que todos estamos levantados... Vamos a entrenar-

-Que?... Ahora?- casi chillo Rose.

-Pueden cambiar sus pijamas, y luego nos encontramos en la sala de entrenamiento para una demostración previa-

-Nosotros nos adelantamos- hablo Damián caminando al lado de Raven.

[...]

-Abajo!- grito con antelación antes de lanzar una patada en su dirección.

Ella, con el movimiento previo que el había tomado la tarea de enseñarle, puso en práctica el dar una vuelta de pie y aterrizar en el piso sosteniendose con sus manos e impulsarse para dar una sertera patada en el hueco trasero de su rodilla, desequilibrando lo brevemente, dándole la ventaja de ponerse de pie y correr a el para intentar darle un puñetazo.

El la detuvo, tomándola del brazo para someterla en una llave que la hizo caer al suelo de frente, con el encima.

-Cual fue tu error está vez?- pregunto en su oído.

-Me confíe?-

-No...-

-...-

Ella miro sobre su hombro, sus fracciones serías la reprendían, pero si mirada... No estaba en sus ojos, aunque la miraba, veían algo que ella aún no sabría deducir.

-Dejaste que un reflejo actuará antes que un pensamiento logico-

-Dijiste mente en blanco-

-Jamas dije que bajes la guardia-

Finalmente, la soltó con suavidad,dejando que se reincorporará.
Ante la lejanía de su cuerpo, Raven sintió frío, uno realmente horrible.

-Raven?- pregunto él.

Ella levantó la mirada a él, saliendo de sus pensamientos.
-Mmm?- murmuro.

-Que ocurre?- Pregunto con sinceridad, a lo que ella bajo la mirada.

Mentirle era una estupidez, pero decirle que estaba preocupada porque lo vio... Morir... Prefería arriesgarse a mentir.

-No, nada- le dió la espalda dirigiéndose a las bancas, tomando una botella de agua

-Raven- le llamo de nuevo.

-Son, pesadillas- hablo finalmente.

Claro que no le creyó, Damián sentía su preocupación, y ella su inconformidad con las vagas respuestas que ella le daba.

-Sabes?... Después de lo que pasó hace dos años, no quiero pensar que debemos dudar de tu credibilidad-

-...-

Ella se quedó quieta, sin poder devolverle la mirada, logrando que Damián suspirara de manera silenciosa.

-Patruyare solo está noche- anuncio el, aún sin recibir respuesta alguna de ella. -Te dejaré pensar-

Sin más que decir, abandono la habitación.

[...]

Normalmente, le agradaba San Francisco, los delincuentes siempre intentaban cosas nuevas por lo que arruinar sus planes era siempre, de alguna manera,  divertido.

Pero Gotham... Era más constante el movimiento, la adrenalina y el peligro siempre eran algo que llenaba un hueco en su alma.

Gotham, era todo lo que necesitaba, peligro, cambió constante, adrenalina al máximo, un aire de misterio y belleza oscura que mezclaba la luz tenue de la luna con un reflejo púrpura en sus bellos ojos...

Suspiro cansado,
Si Raven no le quería hablar con la verdad no era su problema, y debía dejar de pensar en ello, en ese mismo instante.

Muy constantemente se preguntaba, ¿Porque se preocupaba más por ella que por el resto sus compañeros?... O inclusive que sus más allegados?.

La confianza para con ella no flaqueo ni un momento cuando Terra los traicionó, cuando le mencionó la posibilidad de dudar acerca de ella... ¡Por todos los cielos!, Pondría su vida en sus manos sin pensarlo.

Talvez debería asustarle el hecho de tenerla en una especie de altar imaginario.

Corría, cada vez más rápido entre los edificios de San Francisco y no podía parar, los criminales llevaban golpes, pero más fracturas que cualquier otra cosa, el viento se sentia como al viajar en sus esferas de pisos solidos cuando ella usaba su magia para transportarlos.

Un pensamiento agrio le arruinó el recuerdo de esa bella brisa, y es que Terra también llegó a llevarlos por rocas voladoras, y aunque no era lo mismo, se sintió similar en su momento.
Considerar a Terra como una amistad... Fue un error.

Considerar a Raven como su confidente y amiga... También lo sería?.

Sus pasos se detuvieron, y casi grito en voz alta, se sentó al borde de un edificio dejando que su rodilla fuera el apoyo de brazo, el cual sostenia su cabeza mientras su otra pierna colgaba.

Era un idiota.

Ella le salvó la vida en el infierno, confío y lo protegió sin siquiera tener una amistad, fue ella quien vio la bondad en el, y quién le dió el pie de quedarse y compartir el hogar que ellos y el resto de los Titanes tenían en la torre.

Sinceramente, no entendía que estaba molestando lo con exactitud, Raven era distante con todos.

"Menos contigo"

Era amable con todos en la torre.

"Tiene preferencias"

No podía ser una de esas preferencias.

"Claro que sí, y es recíproco"

Se estaba volviendo loco acaso?, o de verdad peleaba con su subconsciente?.

Cerro los ojos, tenía que dejar esos sentimientos tan confusos de lado, como lo hacía antes.
Y es que antes de conocer a la semi demonio... Era fácil ignorar lo que estos intentaban decirle.

Sus oídos sintieron entonces el sonido de alguien llorar, hizo una mueca, eso no era su especialidad, normalmente Starfire o Nigthtwing se encargaban de las emociones de las personas a las que rescataban día a día.

Al diablo!… Sería rápido, un vistazo nada más, y si estaba en peligro real, intervendria, pero si estaba llorando por alguna estupidez le dejaría solo o sola, era mejor que se desahogara en privado o no?.

[...]

Raven noto la torre en completo silencio con el pasar de las horas, silencio que uso para buscar entre sus libros de hechizos alguna manera de ampliar sus horizontes en la magia de las premoniciones, controlar sus viciones.

No había mucho, y si padre no ayudaba tratando de entrometerse en sus decisiones, trato de hacer un ritual pequeño para una mejor concentración, pero se sentía débil, quizás la falta de sueño por sus pesadillas de un futuro horrible querían pasarle factura en ese momento.

Suspiro agotada, quizás después de un merecido descanso tendría más energías para continuar el ritual.

Llamaron a su puerta segundos antes intentar acostarse, cerro sus ojos con fuerza y trato de relajarse, "Que es lo que querran?"  Se pregunto a su misma tras abrir la puerta, llevándose la sorpresa de que las integrantes femeninas más recientes del equipo de encontraban allí, una aparentemente mas alegre que la otra.

-Hola Raven- hablo Kara, la prima de Superman, dedicándole una sonrisa.

-hola- repitió Rose las palabras de la kriptoniana, cruzada de brazos.

Las observo un par de segundos y finalmente correspondió el saludo.
-Hola-

-Perdina molestar a estas horas, apenas termine de desempacar, y no quería que pasará de hoy-

-Que cosa no debe pasar de hoy?-

Kara sonrió de nuevo, sus manos estaban detrás de su espalda, por lo que, al ponerlas enfrente de Raven, se pudo admirar un pequeño paquete de regalo, que inmediatamente extraños a sus compañeras.

-Que es eso?- Pregunto Rose con curiosidad, tratando de alcanzar la caja, pero Supergirl la aparto, ofreciendocelo a Raven.

-Los Damvers me mostraron a siempre ser servicial, se enojaran mucho si saben que no estoy siguiendo su empalagoso ejemplo- dijo a modo de broma.

Raven parpadeo un par de veces confundida, cuando Kara vió su indecisión su sonrisa disminuyó un poco.

-Yo... Te aseguro que no es veneno o algo así, y... Bueno... No muerdo, puedes tomarlo, sin miedo, anda- insistió.

Raven se recuperó de la impresión inicial, tomando la cajita.
-Gracias Supergirl- murmuró.

Rose hizo una mueca y todo los ojos.
-Nadie me dijo que debía traer regalos- dijo molesta al sentirse excluida.

-No hace falta, no te preocupes, con el hecho de venir ya es suficiente-

-Ah si?-

-Si, demuestra tu interés en querer conocer a tus compañeros, así que... Gracias, a ambas-

-Si se te ofrece algo o quieres hablar con una amiga... Pues, estaremos aquí en la torre- dijo Kara, despidiéndose.

-Puedes fingir que el obsequio que ella te dió yo también te lo di?-

Raven sonrió, y asintió desatando el lacito de la caja que parecía obsequio de cumpleaños, encontrando el el interior, un labial, un rimel y una bolsita de galletas, además de un brazalete de la amistad.

Rose miro esto con mucha confusión.

-Sabes?, mejor olvídalo, te conseguiré un libro y olvídare que ví ese "regalo fresa"-

-Las galletas se ven bien-

-Seran lo único que vas a considerar... Comer-

-Rose... El detalle es lindo, y la intención cuenta más que...-

-Mira!… Tiene la etiqueta de rebajas todavia- dijo quitando un tricito de papel con un número de el labial.
-75% de descuento- leyó en voz alta. -Lo rebajaron a dos dólares...-

-Fue un gusto saludarte Rose- dijo finalmente tratando de entrar nuevamente a su habitación.

-ah si... Bueno, oye!… Podemos patruyar mañana?-

-Patruyar... Juntas tu y yo?-

-Hay alguien más aquí?-

Raven lo pensó, normalmente patruyaba sola en el día, y aveces en la noche en compañía de Damián.
Pero... Hoy... Simples se fue, y lo entendía, su silencio lo está alejando de ella.

-Umm... Yo, no me encargo de los patruyajes, los horarios los tiene Kory, puedes pedirle a ella el tiempo matutino que comparto está semana-

-oh... Claro, si, bueno... Nos vemos brujita- hizo un ademan de soldado con dos de sus dedos en su frente, y la dejo sola, a lo que ella volvió a su habitación.

Sintiendo un libero dolor de cabeza y sus párpados más pesados, que le estaba pasando últimamente?

[...]

Era de mañana, y el apenas lo notaba, su cabeza daba vueltas y de sus manos escurría sangre, pero... Porque?, que paso anoche?.

...

¿Cómo regreso a la torre la noche anterior?