Era una mañana normal y tranquila en Jump City, eran las 10:30 de la mañana y la gente estaba trabajando para ganarse honradamente su dinero, los niños estaban estudiando en la escuela, los más pequeños jugando y riendo y los más mayores estudiando duro...bha, para que mentiros, los adolescentes estaban quejándose del próximo examen y haciéndoles la vida imposible a los profesores como cualquier adolescente normal.

Pero casualmente en esta bella ciudad vivían un grupo de ahora 6 superhéroes que no eran normales, aunque tendrían que estar tranquilos, pues hace una semana habían ido a una iglesia y conseguido un pergamino que podría ayudar a Raven a controlar sus poderes de Banshee...pero era por culpa de ese pergamino por lo que veíamos a Starfire, Robin, Cyborg y Chico Bestia sentados en el sofá mientras miraban entre sorprendidos y divertidos a Crow y a Raven, que aunque estaban discutiendo era inevitable para los demás Titanes pensar que se veían algo graciosos, pues ver a Crow corriendo y saltando por toda la sala común persiguiendo a Raven que huía de el con el pergamino firmemente agarrado tenía su gracia, pero lo mejor sería acabar con la pelea de ambos medio demonios, pues como acabo de decir eran dos medio demonios con poderes lo suficiente poderosos como para destruir el planeta con un simple movimiento.

- ¡¡¡DAME ESE MALDITO PERGAMINO!!! – Le grito Crow a Raven mientras saltaba detrás de ella, pero no pudo cogerla ya que lo esquivo en el último momento.

- ¡¡¡NO!!! – Respondió Raven mientras seguía corriendo con la esperanza de llegar a la salida y encerrarse en su habitación, pero no tuvo esa suerte pues antes de llegar a la puerta Crow se teletransportó delante de ella y la tiro al suelo.

- ¡¡¡NO AS DORMIDO EN UNA MALDITA SEMANA POR CULPA DE ESA COSA!!! ¡¡¡NO PUEDO DEJAR QUE TE OBSESIONES CON EL MALDITO PERGAMINO!!! – Le grito de manera preocupada mientras intentaba quitarse-lo de las manos, pero Raven aún se resistía a dárselo.

- ¡¡¡ETOY BIEN, NO ME VOY A MORIR POR NO DORMIR DURANTE UNAS POCAS NOCHES!!! – Le siguió insistiendo.

- Chicos... - Empezó Starfire, pero los dos semi demonios la ignoraron y siguieron a lo suyo.

- ¡¡¡DAMELO!!! – Grito Crow mientras seguía peleando con su hermana.

- Chicos – Dijo Cyborg, pero también fue ignorado.

- ¡¡¡NO!!! – Y Raven seguía firme a no soltar el pergamino.

- ¡Chicos! – Dijo Robin, pero él fue ignorado casi dramáticamente por los dos hermanos, si, definitivamente no le harían caso al pelo pincho, solo para molestarlo un poco.

- ¡¡¡MIRA QUE ERES TESTARUDA!!! – Le grito Crow.

- ¡¡¡MAS QUE TU SEGURO!!! – Siguió Raven.

- ¡¡¡BASTA!!! – Grito Chico Bestia ganándose la atención de Raven y Crow, lo que sorprendió a todos – Calmaos, hablemos de esto con calma, ¿Vale? – Dijo tranquilo haciendo que los Titanes dudaran sobre quien es el líder del equipo.

- Lo sentimos – Dijeron los dos como dos cachorros regañados lo que causo que todos se enternecieran.

- Bien – Dijo Robin retomando el puesto de líder y cogió el pergamino, aunque Raven se lo dio a regañadientes – Yo me quedare con esto, te lo daré siempre que me lo pidas, a menos claro que sea muy entrada la noche o no estés en condiciones de estudiarlo – Declaro Robin a lo que Raven respondió con solo un bostezo mientras se sentaba en el sofá con aspecto cansado.

- Ya te dijeron que no lo controlarías de la noche a la mañana así que tranquila – Le dijo Chico Bestia sentándose a su lado.

-Lo sé, lo sé – Dijo Raven cerrando los ojos y apoyando su cabeza en el hombro de su hermano – Supongo que me deje llevar, y supongo que sí que debería descansar un poco – Admitió en voz baja, pero todos la escucharon.

- Bien, ves a descansar a tu habitación, ya te avisaremos para la hora de... - Pero el sonido de la alarma y la luz roja les puso en alerta a todos.

- Ya descansare luego, vamos, es Cinderblock – Dijo Raven mientras miraba la pantalla y el sonido de un trueno la obligo a mirar por la ventana – Y espero que no os moleste mojaros – Dijo mientras se acercaba de nuevo al equipo.

- Ok... - Dijo Chico Bestia no muy convencido en que Raven no estuviera tan agotada como para luchar, y al parecer Raven lo noto porque se giró y le dijo.

- Estoy bien, no os preocupéis por mí, acabamos esto rápido y luego te prometo que descansare todo el día – Le dijo Raven dedicándole una suave y sincera sonrisa.

- TITANES AL ATAQUE – Declaro Robin saliendo por la puerta con los demás detrás.

Los Titanes llegaron al centro de la ciudad donde Cinderblock destrozaba un edificio y comenzaron a luchar, pero los movimientos de los Titanes eran lentos y cansados por causa del frio y la lluvia, y encima sumamos que Raven estaba muy cansada por lo que no se movía tan rápido y ágil como solía lo que causo que Cinderblock consiguiera golpearla lo que también causo que quedara inconsciente y cayera al suelo.

- ¡¡¡RAVEN!!! – El grito de Crow alerto a los demás, pero por desgracia Crow estaba acorralado por Cinderblock y no podía llegar hasta Raven, gracias a Azar, Chico Bestia actuó rápido y consiguió atraparla en sus brazos antes de que tocara el suelo, Crow suspiro con alivio para volver a enfocarse en la lucha.

- ...eso ha dolido... - Dijo Raven abriendo los ojos mientras se acariciaba la cabeza y se levantaba con un poco de dificultad.

- Con que estabas bien ¿He? – Dijo Chico Bestia – Estas agotada y aun así te empeñas a luchar como si nada – Dijo Chico Bestia para estornudar al segundo después de acabar de hablar.

- Y tú ya te estas resfriando – Dijo Raven monótonamente – Mejor acabamos con esto y nos vamos a casa – Dijo para elevarse de nuevo y ayudar a su hermano que mantenía quieto a Cinderblock, pero no duraría mucho sin ayuda.

Después de una larga pelea los Titanes estaban más empapados que nunca, Raven estaba que casi no se aguantaba de pie pero claro...una semana entera sin dormir y una pelea con un monstruo echo de piedra te dejan bastante hecho polvo, y Chico Bestia estaba más resfriado que nunca, claro pero eso es algo que Cyborg no entiende...

- ¡¿Bien, que os parece si lo celebramos con pizza y una película?! – Dijo Cyborg quien no parecía darse cuenta del aspecto agotado de Raven y el terrible resfriado que tenía encima Chico Bestia.

- Yo me llevo a Chico Bestia a casa – Dio Raven mientras se quitaba la capa y se la colocaba a Chico Bestia y su ser-ama cubría a los dos con sus alas (Recordamos que su ser-alma suele tener siempre la forma de un cuervo) – Puedo curar su respirado y de paso duermo un poco – Les dijo a los demás.

- Esta bien, volveremos en unas cuantas horas – Dijo Robin estando de acuerdo con Raven.

- Si necesitáis algo solo llamadnos – Dijo Crow mirando a Raven que solo asintió y empezó a irse de vuelta a casa con Chico Bestia.

Raven y Chico Bestia llegaron a la Torre T y Raven guio a Chico Bestia hasta su habitación lo que sorprendió mucho a Chico Bestia pues en la Torre habían dos reglas de oro, la primera era no tocar el pelo de Robin y la segunda era no entrar en la habitación de Raven.

- ¿Me estas dejando entrar a tu habitación? – Pregunto sorprendido.

- Si, pero te aviso desde ahora...quizás no te lo creas, pero te tengo cariño y en mi habitación ay cosas que tú no puedes manejar, por lo que si vas a tocar algo, por favor te pido que me pidas si es seguro que lo cojas – Dijo Raven abriendo a puerta y haciéndose a un lado para que Chico Bestia pudiera pasar.

- Wow, nunca pensé que me tuvieras...cariño, pensé que...me odiabas – Dijo Chico Bestia sentándose en la cama de la hechicera y observaba como la bella hechicera cogía plantas medicinales y comenzaba a preparar un té para curarle el resfriado.

- No seas idiota, claro que no te odio, es más...tenemos más en común de lo que crees – Dijo Raven mientras le daba el té – Bébelo y luego recuéstate en la cama, te sentirás mejor al momento y el resfriado se ira en 10 minutos como si no hubiera estado ahí, pero es mejor que duermas un rato para que funcione bien – Dijo mientras Chico Bestia se acababa el té y se recostaba y ella cogía un bloc de dibujo que tenía encima del escritorio y observaba el ultimo dibujo que había hecho con cansancio que no pasó desapercibido por Chico Bestia.

- Y tú también debes descansar, ven, es hora de echar una siesta – Dijo Chico Bestia echándose a un lado para que Raven pudiera tumbarse a su lado, en condiciones normales los dos estarían muertos de vergüenza, pero estando tan cansados todo les daba igual, Raven soltó una risa sarcástica y se sentó en su cama.

- No creo que pueda dormir, últimamente no puedo pensar en nada mas aparte que esto es el principio, que algo malo va a pasar, no sé si es verdad o si estoy siendo paranoica, ahora me da un poco de miedo quedarme sola, es como si algo o alguien quiera hacer algo malo, algo relacionado con el infierno, y los tratos con demonios siempre salen mal...je, ni siquiera sé por qué te estoy diciendo esto a ti – Dijo Raven mientras se recostaba al lado de Chico Bestia cerrando los ojos.

- Me gusta que seas sincera conmigo, pero no estás sola, al menos ahora no lo estas así que duérmete un rato – Dijo tranquilamente e hizo algo por lo que creía que Raven lo mandaría contra la ventana y lo tiraría al mar, se acercó un poco más a ella y empezó a acariciarle la cabeza, esperó a que ella le gritara y le apartara, pero para su sorpresa se tranquilizó y se quedó dormida – Te amo. Espero que en poco tiempo tenga el valor de decírtelo cuando estés despierta, te amo Rae – Dijo antes de caer dormido el también.

Chico Bestia se despertó 5 horas después y se asustó al no ver a Raven a su lado, pero entonces vio una nota, que igual a la anterior era de una hermosa caligrafía, Chico Bestia sonrió al pensar que le había vuelto a dejar una nota para que no se preocupara, la cogió y la leyó.

Buenos días Gar (O buenas tardes ya que son las 6 de la tarde)

Cuando me desperté tenía las ideas un poco más claras, así que decidí que podría entrar en mi mente para encontrar alguna pista.

Te diría que no te acercaras al espejo y que ni se te ocurra tocarlo, pero no me harías caso ¿Verdad?, en fin... si entras a mi mente te aviso que no solo ay las tres emociones con las que te encontraste la primera vez y son un dolor de cabeza.

Sé que entraras a mi mente así que nos vemos pronto

Rachel Roth

Chico Bestia no pudo evitar reírse, lo conocía muy bien (y le había llamado Gar) Y tal como había dicho Raven, se acercó a su espejo y se miró en él, al momento la garra de la última vez apareció, pero en vez de agarrarlo y arrastrarlo violentamente como la última vez, lo agarro con cuidado y gentileza y en un momento estaba delante de una Raven de capa rosa que le sonreía: Alegría

- ¡Hola Bestita! ¿Cómo estás? – Dijo Alegría felizmente.

- Muy bien, vaya ahora no eres igual del todo a la Raven que conozco – Dijo Chico Bestia, y era verdad, alegría tenia aun el pelo corto a diferencia de la Raven real que se lo había dejado largo.

- Si, antes la capa y ahora la capa y el pelo jejeje – Rio Alegría – Tu lo que quieres es encontrar a la verdadera Raven ¿Verdad? – Le dijo sin borrar esa alegre sonrisa.

- Si, ¿sabes dónde está? – Pregunto Chico Bestia devolviéndole la sonrisa.

- Si, está hablando con Esperanza, as de pasar por el territorio de Tímida para seguir – Le dijo señalando la puerta prohibida que tenía detrás.

- Gracias – Dijo Chico Bestia y con un abrazo cruzo la puerta para encontrarse con una Raven sentada en el suelo llorando lo más silenciosamente posible – Hey... ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? – Dijo suavemente mientras se sentaba a su lado y le acariciaba la espalda.

- No...todo está mal...yo estoy mal... - Sollozo mientras se giraba lentamente para verlo.

- No es verdad, tu estas bien, ya te lo dije no estás sola, yo estoy contigo...sé que suena insensible...pero he de encontrarme con Raven, la verdadera Raven... ¿con quién me encontrare si cruzo la siguiente puerta? – Pregunto Chico Bestia lo más dulce y suave que pudo.

- Con Valiente – Dijo dejando de llorar y antes de que cruzara volvió a hablar – Gracias Chico Bestia, por todo – Dijo mientras Chico Bestia decía un "De nada" y cruzaba la puerta para ver ahora a una Raven que se divertía peleando con dos pequeños demonios que derroto en un par de minutos.

- Valiente, he de encontrar a mi Raven – Dijo acercándose a ella.

- Pareces con prisas para pelear así que ya sabes cómo llegar campeón, cruza y encuéntrate con Pereza – Le sonrió Valiente mientras volvía a luchar contra un demonio pequeño.

- Gracias – Dijo para volver a cruzar – Vaya, ay unas cuantas emociones... - Dijo Chico Bestia pensativo.

- Somos las centrales por así decirlo – Dijo una Raven recostada en el suelo mirando al cielo – Ahora que he respondido a tu duda se un buen chico déjame descansar, al otro lado esta Amor – Dijo cerrando los ojos.

- Ok gracias, que descanses – Dijo Chico Bestia cruzando la puerta y de golpe alguien salto a sus brazos abrazándolo y el al saber que era Amor devolvió el abrazo.

- Hola Gar, me encantaría quedarme contigo pero a la que debes abrazar así de tierno es a Raven así que solo debo advertirte que al otro lado esta Rage, o en otras palabras Ira, la parte demoniaca...no la molestes – Le dijo con una sonrisa.

- Gracias linda – Le dijo para volver a cruzar y al ver a una Raven meditando trato de hablar lo más tranquilo posible pero antes de abrir la boca Rage abrió sus cuatro ojos y lo miro con mala cara.

- Conocimiento está del otro lado...ahora déjame en paz – Dijo cortante para volver a cerrar los ojos.

Chico Bestia cruzo la puerta preguntándose cuantas más emociones le quedaban para llegar hasta su Raven.

- Quedo yo, Raven y Esperanza están del otro lado – Contesto a su duda una Raven con gafas que leía un libro con interés.

- Gracias – Dijo Chico Bestia al saber que ya había llegado a su destino.

- No ay de que – Dijo Conocimiento mientas levantaba la vista del libro y lo veía irse

Chico Bestia por fin vio a su querida Raven junto a una Raven de también pelo largo y su capa era de un blanco angelical, las dos miraban un dibujo y hablaban sobre él, hasta que ambas se dieron cuenta de la presencia de Chico Bestia.

- Hola – Dijo Esperanza mientras ella y Raven se acercaban a él.

- ¿Qué pasa Raven? – Pregunto Chico Bestia mientras veía como Raven y Esperanza se miraban un poco nerviosas, pero al final Esperanza miro a Raven con una mirada que pedía que le dijera a Chico Bestia lo que sucedía.

- Vámonos a casa y te lo explico – Dijo Raven mientras se Transformaba en un enorme y majestuoso cuervo y empezaba a volar seguido de Chico Bestia que se había transformado en un cuervo igual a ella. (Chico Bestia también pude convertirse en criaturas mitológicas y sobrenaturales)

En un momento estuvieron de nuevo en la habitación y ambos se sentaron en la cama, Chico Bestia la tomo de las manos y la miro a los ojos con una sonrisa comprensiva.

- Muy bien, he conocido a un montón de emociones, ahora... ¿De qué hablabas con Esperanza? – Pregunto Chico Bestia con una sonrisa.

- Tengo una teoría, han matado a una humana...si mi teoría es cierta aún falta un sobrenatural, hechicera de magia blanca, druida y la pluma de un ángel, lo malo de todo es que si es así...significaría que alguien está jugando al señor satánico y quiere traer algo... pero es pronto para decirlo... - Dijo bajando la mirada.

- Y... - Dijo Chico Bestia que tenía el presentimiento de que faltaba algo.

- Hace dos días empecé a dibujar sin darme cuenta, no era consciente de que cogía el bloc y el lápiz y comenzaba a dibujar, y eso siempre suele estar relacionado con el tema Banshee – Dijo Raven abrazando el bloc.

- ¿Puedo...puedo ver el dibujo? – Pregunto mientras le acariciaba el brazo.

Raven asintió y le mostro un dibujo de un hermoso lobo.

- Hombre lobo, un sobrenatural, el siguiente... espero por Azar que este equivocada...por favor que este equivocada – Dijo mientras observaba el dibujo.

- Los demás ya deben haber llegado, vamos a hablar con ellos, todo va a estar bien y si te sirve de consuelo es un dibujo hermoso – Dijo tratando de reconfortarla – Venga vamos – Dijo levantándose y dándole la mano para ayudarla a levantarse.

- Si, vamos – Dijo Raven aceptando la mano y ambos salieron hacia la sala común sabiendo que los demás estaría ay.

CONRINUARA...

SIENTO HABER TARDADO TANTO PERO YA ESTA AQUÍ, VOTAD Y COMNTAD Y ASTA LA SEMANA QUE VIENE