Spreen terminó de cepillarse el cabello, luego se miró al espejo, viendo sus pestañas naturalmente largas y rizadas. Se arregló la ropa y sonrió al verse en el espejo.
 
—Bueno, bebés, a ir con los abuelos —Spreen habló, mirando que Bobby y Ramón jugaban en la cuna.
 
Spreen se acercó, mirando a sus dos hijos, quienes sonrieron al verlo tan cerca; incluso Ramón saludó con su manita derecha.
 
—Son tan bonitos —Spreen sonrió al verlos—, a veces quisiera llevarlos a la escuela, pero no sé si sea buena idea.
 
Ambos niños lo miraron con curiosidad, ladeando sus cabezas hasta que Bobby cayó de lado y Ramón parecía burlarse de él.
 
—Bueno, a avisarle a mis viejos. —Spreen se enderezó, pero oyó varios ruidos fuera del cuarto.
 
Hubo varios ruidos más antes de que la puerta se abriera y Roier entrara algo alarmado.
 
—Spreen, tenemos una emergencia —Roier habló.
 
—¿Qué pasó? —Spreen le preguntó igual de alarmado.
 
—Pues tus papás dijeron que Missa estaba ardiendo en fiebre y lo iban a llevarse de emergencia al doctor —Roier informó—.  Pero me dijeron que nos iban a mantener informados sobre él, pero también significa que no hay quien cuide a los bodoques mientras estamos en la escuela.
 
Spreen se quedó pensando, mirando a Roier, luego a sus hijos y de nueva cuenta a Roier.
 
—Ya sabes que estoy pensando, ¿no? —Spreen preguntó y Roier suspiró.
 
Y un par de minutos después...
 
—¿Mochilas? —Preguntó Spreen.
 
—Listas —Respondió Roier.
 
—¿Pañaleras de los bebés?
 
—Listas.
 
—¿Fórmula para bebés, pañales, ropa extra, chupones?
 
—Listo, listo, listo y listo —Roier dijo al contar todo lo necesario—. Y antes de que preguntes, las cangureras ya están listas.
 
Spreen miró a Roier, poniéndose a Bobby en la cangurera mientras el bebé jugaba con una sonaja.
 
Spreen se acabó de acomodar la suya y luego también puso a Ramón ahí dentro.
 
Ambos se colgaron sus mochilas en sus espaldas y cargaron las pañaleras.
 
—¿Estás seguro que es un buen plan? —Preguntó Roier.
 
—Sí —Spreen sonrió—. ¿Qué tan difícil será un día en la escuela con nuestros hijos?