XII
— Tienes una bonita casa— Karl dijo cuando se sentó en el sofá de la sala.
— Gracias capo, mi papá la diseñó— Spreen respondió y con esfuerzo, se sentó en el sofá.
— ¿Es muy pesado el embarazo?— Preguntó Karl.
— Mucho, nunca te embaraces antes de los 18— Spreen dijo, mirando a su compañero.
— No planeaba hacerlo— Karl soltó una pequeña risa.
— ¡Ya me voy!— Gritó Roier cuando bajó las escaleras, sosteniendo su mochila— ¿Y mis suegros?—
— Mis viejos no están, llegan tarde hoy— Spreen dijo.
— Bueno, yo debo irme a casa de Wilbur, ¡Ay, hola Karl!— Roier saludó.
— Hola, Roier— Karl sonrió.
— Bueno, ya me voy— Roier sonrió bastante— Vuelvo para la cena—
Roier se acercó al sofá, besando a Spreen en los labios rápidamente, para después caminar rápidamente hacia la salida.
— ¡Y recuerda que no golpear a un omega es más discriminatorio que golpearlo!— Gritó Spreen.
— ¡No voy a golpearlo!— Gritó Roier desde la puerta y luego salió.
Tras un momento de silencio, Karl habló.
— Sí que odias a Wilbur— Dijo Karl, empezando a sacar sus cosas de su mochila.
— Bastante— Spreen asintió— Ese pelotudo quiere ligarse a mi esposo—
— Sí, Wilbur es bastante...— Karl se quedó pensando bastante aunque se encogió en hombros— No encuentro un término que suene correcto. Wilbur es una zorra—
— No tiene respeto por él mismo ni por las relaciones ajenas— Spreen asintió bastante.
— Aunque... He oído rumores sobre su antigua escuela— Karl empezó a hablar y luego se encogió en hombros— No sé, a veces me da lástima—
— A mí no me dará lástima a menos que mantenga sus ojos lejos de mi alfa— El de ojos morados habló— Como sea, ¿Quién es esa Serisa?—
— Eris— Karl corrigió— Leí un poco, según la mitología griega, ella causó la guerra de Troya—
Tras esa corta plática, Spreen empezó a hacer un boceto de una manzana en su cuaderno, tratando de simular la manzana dorada del mito mientras que Karl se encargaba de recopilar información.
— ¿Ya le han hablado a los bebés?— Karl preguntó cuando estaban en un descanso corto.
— Roier insiste en leerles cuentos todas las noches— Spreen respondió mientras se apoyaba mejor en el sofá para aliviar el dolor en su espalda— Se supone que a partir de este mes ya pueden oírnos, pero no estoy seguro de que entiendan lo que decimos—
— Mi mamá dice que hablarle a los bebés en el vientre sirve para que puedan acostumbrarse a las voces de su entorno— Karl comentó— Y también es bueno para estímulos sensoriales, por eso muchos omegas escuchan música clásica durante el embarazo—
— Odio la música clásica...— Spreen se quejó— A menos que sea música de los 90's—
— Entonces tus bebés saldrán del vientre bailando como Vanilla Ice— Karl dijo y tanto él como Spreen empezaron a reírse.
— Boludo, sos re buena onda, ¿Por qué no hablamos antes?— Preguntó el de ojos morados— Siempre te veo hablando con alguno de mis conocidos—
— Supongo que simplemente nunca nos interesamos en hablar el otro incluso cuando tenemos muchos amigos en común— El otro respondió, mostrando una sonrisa cálida en el rostro.
Spreen sonrió también.
— En un mes mis viejos me harán un baby shower, ¿Querés venir?— Preguntó Spreen.
— Oh, ¿En serio?— Karl preguntó— Wow, no esperaba está invitación, pero sí, me encantaría ir—
— Este es el comienzo de una buena amistad— Spreen asintió— Boludo necesito más amigos omegas que no sean el Mariana y Carre—
— Alguna vez dije que las amistades grandes empiezan por proyectos escolares— Dijo el otro omega sonriendo.
— Sí...— Spreen dijo y suspiró— Espero que con Roier y Wilbur no sea así—
Continuará...
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