Capítulo Único
"Please, don't make me beg
Tease, with your glance
Like this, wishing for everything
Please, until the daybreak
Tight, hold me close
I'm in a dream-like state from your lips before this point"
—Choosey Lover, TVXQ
Técnicamente, no es incorrecto
BaekHyun odia los lugares muy ruidosos, a menos que se tratase del Arcade que frecuentaba con su amigo SeHun. La verdad, si tiene que ser honesto, odia salir de su casa en general. Es feliz estando encerrado en su habitación, sumido en la oscuridad del cuarto, mirando fijamente la pantalla de su laptop mientras juega PUBG.
Su hermano suele decirle que eso no puede ser sano, que tiene que dejar de vivir a base de Ramen instantáneo y Coca-Cola y comenzar comportarse como el hombre de 28 años que se supone que es. Pero BaekHyun opina que su hermano mayor le puede comer el pene. Sí, tiene casi treinta años, está titulado, trabaja como profesor de música en una universidad prestigiosa además de hacer clases particulares a hijos de familias millonarias que creen que es regla que los pobrecitos aprendan a tocar piano, y tiene una vida social que consta de un par de amigos y su hermano (porque lo obliga a pasar tiempo de calidad en familia). En resumen, se gana la vida por su propio esfuerzo, así que si quiere pasar encerrado en su casa jugando videojuegos en vez de salir de fiesta puede hacerlo y nadie le va a decir que no, joder.
Bueno, salvo hoy.
—Cambia esa cara, por Dios, BaekHyun.
—No tengo otra, bastardo.
Rodó los ojos y volvió su atención al vodka con jugo de piña que se había pedido unos minutos atrás, evitando la mirada del tipo detrás de la barra, que limpiaba unas copas de vidrio mientras lo recriminaba.
—Por lo menos trata de fingir que te diviertes, le arruinarás la noche a BaekBeom si te ve así.
—Para que me invita si sabe cómo me pongo. – Se quejó dando un largo trago a su bebida.
—Es tu hermano mayor, se supone que debes estar en su despedida de soltero.
—Ni siquiera notará si me marcho, sólo necesita alguien que llame un taxi por el cuándo esté lo suficientemente borracho como para olvidar la dirección de su casa nueva.- Volvió a toma de su vaso, esta vez acabándose el contenido. — Estúpida tradición, estúpido BaekBeom. No entiendo el chiste de celebrar tu última noche de soltero en un Club, como si estar casado te impidiera salir con tus amigos y tomar hasta vomitar.
—Si te sigues quejando no te rellenaré el vaso, es el dinero del tu hermano el que está pagando tus tragos gratis.
—MinSeok-hyung, no seas gilipollas conmigo y sírveme otro. Lo necesito si quieres que al menos finja que no quiero salir huyendo.
—Te lo serviré sólo porque recordaste los honoríficos, pequeño maleducado.
BaekHyun sonrió, extendiéndole su vaso vacío y viendo como el mayor se daba media vuelta para ir a por la botella de vodka
Kim MinSeok era el dueño del Club, siendo sólo tres años mayor que él, y había sido compañero de BaekBeom en secundaria. No fueron a la misma universidad, pues el pelirrojo de ojos felinos optó por estudiar diseño de interiores en una escuela privada, mientras que le mayor de los Byun siguió los pasos de su padre y terminó la carrera de administración de empresas en Yonsei. Se volvieron a cruzar sus caminos luego de que la menor de los Kim, MinHee, decidiera que también quería seguir una carrera más tradicional y acabara en la ayudantía de BaekBeom.
Eran algo así como amigos, a pesar de la diferencia de edades. El pelirrojo era serio, leal y bastante bueno dando consejos, además de que compartía con él su gusto por estar en casa y no en algún centro comercial, pese a que administraba un local nocturno. MinHee, era todo lo contrario. Ruidosa, coqueta y divertida, la mejor amiga que todo el mundo desea y por supuesto, la dama de honor y organizadora del matrimonio.
—¡Buenas, Hyung! – Dijo una voz tras ellos, al mismo tiempo que BaekHyun sentía un peso sobre sus hombros— Whisky con Coca cola para mí, y un vaso de agua para el amargado de mi amigo.
—SeHun...- Resopló el hermano del novio, su el cabello negro que caía sobre su frente moviéndose con el gesto.
— BaekBeom hyung está bailando el caño, lo cual es señal de que tu no puede seguir bebiendo si pretendemos que el novio llegue vivo a su departamento.
—No puede haber matrimonio sin novio, tiene sentido.- Dijo MinSeok entregándoles su pedido, y retirando a su vez el vaso de alcohol que acababa de servirle a su amigo, antes que llegara compañía.
— Me vale la estúpida boda.
— ¿De qué hablas? Es comida gratis y gente vestida de traje, básicamente el paraíso.
— Bien, SeHunnie tiene un punto.
El recién llegado sonrió triunfante, sentándose a un lado del pelinegro. Oh SeHun era su mejor amigo, a pesar de ser dos años menor que él, el idiota no le tenía más respeto que a su perro mascota, pero ya después de años de amistad, la verdad es que le daba un poco lo mismo (y de todos modos, el hijo de puta trababa su perro Vivi como si fuera su hijo biológico, así que no era tan terrible estar por debajo de él). El chico era alto, guapo, modelo y actor emergente, y pese a que eran muy diferentes en muchos aspectos, de alguna extraña forma lograban congeniar, no por nada llevaban más de diez años de amistad.
— ¿Viniste solo?- Preguntó el moreno tomando un sorbo de su vaso de agua recién servido.
—JunMyeon tenía un caso importante que cerrar, así que no tuve más remedio. Ya me lo compensará.
—Te tienen demasiado mimado.- Añadió el mayor de los tres. JunMyeon era el novio de SeHun desde hacía tres años, y se desempeñaba como abogado de una firma importante. —Tu nunca lo acompañas a él, pequeño malcriado.
—Sus amigos son aburridos y estirados.- Respondió SeHun, también tomando un sorbo de su bebida.
— JunMyeon es aburrido y estirado, idiota.
— Tú no sabes apreciar su sentido del humor, BaekHyun.- Lo defendió el hombre tras la barra.
— Me vale la opinión de alguien que deja que un crío le ponga gaseosa al Whisky. Sus chistes son malos.
— Bueno, ¿dejemos de hablar de mí? Hay temas mucho más importantes que discutir esta noche, queridos.- Los cortó el modelo, su cabello naranja perfectamente peinado. — Adivinen a quien he visto cuando venía para esta zona del local.
Un escalofrío recorrió la espalda de BaekHyun, sabiendo inmediatamente que todo esto se trataría sobre él, porque su amigo llevaba todo un mes molestándolo con el temita, joder. Por eso, soltó un bufido y frunció el ceño, tratando de fingir desinterés y negándose rotundamente a seguirle la conversación al bastardo a su lado, que obviamente buscaba divertirse a costa suya.
— ChanYeol estaba en la zona de las mesas, creo que te estaba buscando.
Ahí estaba, lo que temía. El bendito tema de Park ChanYeol.
— Voy al baño.- Dijo el bajito, tomándose toda el agua que le quedaba de un trago y azotando el vaso demasiado fuerte contra la barra.
Escuchó como su mejor amigo se carcajeaba de lo lindo, pero no iba a darle la satisfacción de hablar de ello.
Park ChanYeol era el hermano menor de la novia de BaekBeom. Lo conoció hace cuatro años, la primera vez que se juntaron ambas familias para conocerse mejor. Y no debería haber nada de rato en la relación entre ambos, después de todo pronto serían familia, pero la vida apesta y Dios lo odia; porque el tipo era un jodido adonis.
Alto, de piel ligeramente bronceada, brazos trabajados, tatuajes, y el pelo rojo fuego. Sus ojos negros eran grandes, y bonitos, labios llenos se le antojaban suaves y adictivos, su voz grave le erizaba cada vello del cuerpo, mierda, lo hacía. Lo calentaba como el mismísimo infierno, y no habría nada de malo en ello si no fuera porque el hijo de puta era un crío 9 años menor. La primera vez que lo vio acababa de cumplir 16 años y jura por lo más sagrado que tuvo que darse una ducha de agua fría antes de dormirse porque todos los pensamientos que se le venían a la mente sobre el tipo eran inmorales y condenadamente ilegales. Y con los años, se puso peor, porque ahora era más alto, más sexy, y lo sabía, joder.
Suspiró pesadamente al llegar al baño, agradeciendo que estuviese vacío , y cerró sus ojos un momento para tratar de dejar de pensar en el chico. Llevaba años reprimiendo las ganas de besarlo, y honestamente estaba hasta la coronilla y con muchas ganas de mandar todo al carajo, porque ChanYeol seguía siendo un crío, pero uno muy mal portado que no dejaba de flirtear con él, insinuársele y básicamente poner a prueba todo su maldito autocontrol cada vez que se veían.
SeHun solía decirle que le diera una oportunidad, porque él chico sabe lo que hace y ya cumplió la mayoría de edad, Baek. Pero aquello no lo convencía. Lo conocía desde que era un chiquillo, lo vio crecer, llorar por estupideces, lo vio tener su primera novia, su primer novio, lo vio graduarse de la secundaria e incluso le regaló un reloj de marca el día de su fiesta de graduación (fiesta a la cual lo invitó como pareja, invitación que obviamente rechazó).
Se lavó el rostro para borrar de su mente el puchero triste que había hecho ChanYeol ese día viernes, hace poco más de un año, luego de decirle que no pensaba ir a una fiesta de críos con él. Lamentablemente el contraste el agua fría con sus mejillas coloradas no fue suficiente para quitarle el calor que sentía, ni tampoco para borrar sus tontos recuerdos, sobretodo porque lo que siguió de aquel rechazo fue despertar a la mañana siguiente con una llamada de su hermano pidiéndole que por favor fuera a buscar al chico a un motel, porque YooRa y él estaban fuera de la ciudad y la señora Park estaba con licencia médica luego de lesionarse la muñeca trabajando en el restaurante italiano que administraba.
Y no, lo peor no fue levantarse temprano un día sábado, vestirse rápidamente e ir a buscar al pequeño diablillo. Nada de eso, lo que realmente se sintió como una patada en las pelotas fue saber que el chico menudo y tímido que estaba junto con ChanYeol, y al que tuvo que ir a dejar a su jodida casa, había sido el primer chico que el menor de los Park se había follado. Una mierda, si le preguntaban, sobretodo porque el malestar en la boca del estómago lo siguió incomodando todo el resto del día.
— ¡Pero mira quién viene ahí! – El grito de SeHun lo alertó. Saliendo del baño, tuvo la sensación de que algo no estaba bien. Desde su posición, a sólo unos pasos de la barra, podía ver claramente a su mejor amigo haciéndole señas, y a su nuevo acompañante, de espaldas a él. — Llegó por quién llorabas, Yeollie.
Y no tuvo que esperar a que el pelinaranja terminara la frase para saber de quién se trataba. Lo supo desde el momento en que sus ojos se posaron en su ancha espalda, cubierta con una cazadora de cuero negra. Su cabello rojo fue sólo la confirmación.
— Buenas noches, Baekhyun hyung.
Le dijo el chico dándose media vuelta en el taburete para saludarle, dedicándole esa sonrisa de bastardo sexy que tantos estragos causaba en él.
— ¿Qué haces aquí, ChanYeol? Hasta donde sé sólo los mayores de 21 son permitidos en este tipo de locales.- No se molestó en saludar devuelta, sentándose al lado del chico únicamente porque el asiento al lado de SeHun había sido ocupado por una rubia que en su vida había visto.
— Que amargado, BaekHyun.- Su mejor amigo intervino, como siempre, a favor del menor. — YooRa le ha pedido que venga a vigilar a su prometido, además, es amigo del novio y del dueño, mientras no beba alcohol no hay ningún problema.
— Por supuesto que hay un problema.
— ¿Te preocupa que el pequeño se porte mal, BaekHyunnie?
— Deja de hablarme sin honoríficos, bastardo.- Se quejó, sus mejillas sonrojándose al instante.
Siempre era lo mismo con el estúpido de SeHun. Y es que el tipo no quería entender su problema, carajo. No era tan fácil como tirarse al chiquillo. No lo era, porque no quería eso. No quería ser como el niño menudo de la fiesta de graduación.
— Me preocupo porque es mi familiar, y soy un adulto responsable.
— No somos familia, hyung.- Le respondió severo el pelirrojo, sus ojos negros buscando los suyos. — Nuestros hermanos se casan, nosotros no tenemos nada que ver con eso. No soy tu hermano menor.
Y ahí estaba ChanYeol, recordándole como siempre que eran sólo dos chicos con mucha tensión sexual entre ellos.
— Bueno, ya que su conversación está intensa, creo que me retiraré.
El modelo se levantó, pero ninguno de los dos le prestó real atención. Estaban ocupados mirándose intensamente, probándose, esperando que el otro diera un paso atrás. Y BaekHyun no quería ser el que cediera. No quería caer, no quería ser el tipo mayor con el que se acostaba el chico, no quería ser una fantasía sexual cumplida o un fetiche por satisfacer. No quería ser el patético hombre de casi treinta años que acaba con el corazón roto por culpa de un crío que sólo estaba jugando a ser adulto.
— Y dime, hyung, ¿ya tienes pareja para la boda? YooRa noona me dijo que aún no le confirmabas si llevarías a alguien más.
— ¿Y eso a ti qué? – Le devolvió hosco. Hacía meses que el chico insistía en recalcarle que estaba solo, y que ni ligues tenía ya, joder.
— Podríamos ir juntos.- Le sonrió encantador, esa estúpida sonrisa que lo derretía y lo hacía sentir débil a la altura de las rodillas.
— Tenemos que estar ahí, genio. Somos los que entregan las putas sortijas.
— Sabes a lo que me refiero.- Dijo el pelirrojo, su tono sugerente. Poco a poco acomodándose para acercarse un poco más, sus rostros muy cerca, su perfume nublándole un poco el juicio.
— Y tú sabes cuál es mi respuesta, ChanYeol. .- Esquivó su mirada y corrió su rostro, no gustándole la cercanía con el chico.
— ¿Cuándo vas a dejar de rechazarme?
— Cuando dejes de insistir, es una tontería. Olvídalo.
— Dame una buena razón, BaekHyun.- Le pidió, su mano grande tomando su muñeca, obligándolo a girarse en su asiento y volver a encontrar sus miradas. — Sabes tan bien como yo que lo quieres. Veo como me miras, y yo sé que notas como te miro, si es que todo lo que digo no es suficiente.
— Eres un chiquillo, y yo soy tu hyung. Que no se te olvide.
Y Diosa sabe cuánto le costó a BaekHyun responder aquello sin que le temblara la voz. Su pulso estaba acelerado, su corazón palpitando como nunca, sentía calor, mucho calor, y no debería afectarle tanto un simple toque pero lo hacía. Era así, cada vez.
Desde la primera vez que lo vio, supo que causaría estragos en su vida. Porque era guapo, inteligente, varonil y muy condenadamente interesante. Lo vio crecer, volverse un hombre, lo vio sacar músculo y lucirlo en la playa, lo vio aprobar con honores la secundaria. Lo vio ganar un premio con su banda, y lo vio celebrar en familia su primer empleo de verano.
Y era incorrecto sentirse como se sentía, pero no podía evitarlo. Su piel era suave, de un color bonito, cada musculo de su cuerpo estaba marcado, cada centímetro del metro ochenta que media era un deleite a la vista. Y ChanYeol lo sabía, y por eso desde que lo descubrió hace un par de años mirándolo demasiado fijamente, se empeñaba en acercarse demás. Se paseaba sin camisa por la casa cuando estaba de visita, procuraba cantar y tocar guitarra con su musculosa en las juntas familiares, insistía en hacer paseos a la playa o la alberca, hacía chistes con doble sentido, lo tocaba más de lo debido en el auto cuando salían en la sub de YooRa, le decía cosas obscenas al oído para despertarlo si se dejaba dormir durante los viajes en coche y cada vez que se despedían sus abrazos eran los más largos y apretados.
— ¿Cómo olvidarlo? Si es lo único que siempre repites.
— No voy a seguir tu juego. Hay muchos chicos y chicas de tu edad que morirían por salir contigo, búscate alguien así.
— No quiero eso, te quiero a ti, Hyung.- Posó su mano sobre su muslo para hacer énfasis en aquello y el moreno jura que sintió que de pronto el pantalón le apretaba. Le jodía que el chico fuera más alto que él, más ancho que él, y que de alguna retorcida forma se viera mayor que él.
— Deja de insistir en esto y madura ¿quieres? Si tanto quieres tener sexo, búscate a alguien que esté dispuesto a cumplir tu fetiche.
— ¿Eso es lo que quieres?- Preguntó, y Dios, BaekHyun jura que sintió un nudo en la garganta al escucharlo. El pelirrojo buscó su mano, y la tomó entre las grandes suyas, sus dedos ásperos debido a la cantidad absurda de instrumentos que tocaba acariciando los dinos y delgados suyos. —Dime, BaekHyun. ¿Eso es lo que quieres?
— Eso es lo que quiero, ChanYeol.
El chico no le respondió, simplemente dejó ir su mano en lo que le pareció una eternidad. Dejó de sentir el calor del otro, la mirada del tipo ya no buscaba la suya.
Lo había herido.
Eso fue lo que concluyó luego de unos buenos diez minutos de estar sentado en la barra mirando un vaso vacío de Coca cola que probablemente le pertenecía al hermano de la novia. Y quizás era sólo su imaginación, pero está seguro que sintió la voz grave de ChanYeol temblar al hacerle la pregunta. Era tonto, porque él le había dicho que se fuera, pero lo extrañaba ahí con él, demonios. Sí, no quería que se fueran a la cama – o talvez si- pero eso no significaba que disfrutara o no le importara si el menor se enojaba con él. No quería pelearse, no quería eso.
Bien, era un amargado, una rata de casa, un friki de los videojuegos y a veces un hijo de puta integral pero en el fondo, no era una mala persona o un desalmado y tal vez, el otro necesitaba una disculpa o algo. Porque si había sido un poco hosco, poco claro e inflexible. Porque es verdad que jamás le dio un motivo válido para rechazarlo, siempre era su edad, la relación entre sus hermanos o cualquier cosa estúpida que en el fondo no eran lo que le preocupaba en absoluto.
Por eso se levantó de su asiento (y oh, ojalá haberle podido echar la culpa al alcohol pero a pena sy bebió) y partió hasta el otra ala del local para buscar al alto.
Y nop, no le gustó lo que encontró.
— ¡Park ChanYeol!
Nunca, en la historia de su vida, había montado una escena como aquella.
Sucedió todo demasiado rápido, y estaba plenamente consciente de lo que estaba haciendo. Y es que frente a sus ojos estaba el estúpido niñato de metro ochenta y seis, flirteando con un rubio bonito que se veía asquerosamente ilegal metido en un Club. El bajito batía sus pestañas obviamente falsas y se reían cubriendo sus dientes de conejo, como si eso lo hiciera ver tierno o quien sabe, mientras el alto apoyaba su cuerpo esbelto contra la pared y baja hasta su oído para susurrarle alguna chorrada que SeHun le enseñó para ligar porque ChanYeollie, soy todo un experto y con estas líneas caerán rendidos a tus pies y te bajarán los pantalones.
— ¿Qué mierda, BaekHyun?
Fue lo primero que salió de la boca del chico una vez que llegaron a la puerta trasera del local.
— Sólo cállate.
— No.- Le dijo severo, soltándose del fuerte agarre que le mayor tenía sobre su muñeca. —No pienso avanzar un paso más hasta que explique qué demonios fue eso.
Bueno, era esperable ¿no? Ni siquiera BaekHyun mismo podía explicarse que carajos había pasado, sólo sabe que el tipo rubio estaba claramente interesado en su dongsaeng y él no quería que ese adefesio acabara en su cama. Por eso, luego de que presenciar el beso más asqueroso que jamás había visto, gritó como un loco y tomó el brazo a su chico, arrastrándolo hasta la salida trasera del local.
— ¿Es en serio? Te dije que maduraras, ¿y lo primero que haces es buscar a algún tipejo para tirártelo?
Se dio media vuelta, indignado aunque no era su maldita posición, saliendo disparado del local y cruzándose de brazos al notar que hacía un frio de mierda en la calle. Pésima idea haber salido de casa nada más que con un pantalón de jeans rasgado y una camisa de botones color crema.
— Hyung, ¿a dónde crees que vas? – Por supuesto, el chico lo siguió. — Me dijiste que esto era lo que querías, que me buscara otro, que fuera un adulto y madurara. Pues eso estoy haciendo. Estoy haciendo lo que cualquier adulto haría si el tipo con el que quiere estar pasa de su culo.
— ¿Eso crees que es ser un adulto? ¿Follarte el primer culo que se te cruza?
— No, quería tu polla en mi boca, tu culo entre mis manos, pero me dejaste claro que no lo querías. Así que dime, hyung, que mierda se supone que haga para que no me armes un circo.
— ¡Por eso te dije que no, idiota! Porque claramente esto entre nosotros no es más que tensión sexual, un fetiche tuyo y una vez que hayas probado lo que es estar con un vejestorio como yo vas a pasar de mí y yo no pue—
No pudo terminar su oración, y si le preguntan, ya no tenía ganas tampoco. ChanYeol lo estaba besando, duro, fuerte y necesitado. Sus grandes manos sujetándolo por las muñecas, su espalda golpeando duramente contra la pared. Como el chiquillo imprudente que era no le pidió permiso, simplemente mordió su labio inferior e introdujo su lengua caliente para recorrerle la boca, hambriento, desesperado, como si llevara el mismo tiempo que él anhelando aquello.
Sin pensarlo dos veces, se soltó del agarre del chico para pasar sus manos por detrás del cuello del alto, enredando sus delgados dedos entre las hebras tinturadas del chico, agarrándose con fuerza, acercándolo más, no queriendo dejarlo ir.
Sólo se separaron cuando el aire se les hizo necesario. Sus bocas despidiendo vapor, sus respiraciones agitadas, sus frentes sudorosas pegadas.
— No eres un fetiche, Hyung. Me gustas.
BaekHyun ahogó un suspiro, su aliento cortándose ante la confesión repentina, su corazón saltándose un latido y es que en esos lindos ojos negros conectados con castaños suyos había sinceridad.
Sin dejar de mirarlo, el menor comenzó a deslizarse hacia abajo, sus labios, ahora rojos debido al fogoso beso que habían compartido, repartiendo caricias sobre su rostro, sus orejas, su cuello y sus clavículas. Sus manos grades recorriendo sus costados. El ritmo no era lento, era más bien frenético, pero se sentía correcto. Porque estaban desesperados.
— ChanYeol, detente.- Dijo el moreno en un hilo de voz cuando tuvo al joven de rodillas frente a su entrepierna, sus manos jugando con el botón de su pantalón.
— No pienso parar, BaekHyun. —Respondió, terminando la tarea de abrir sus pantalones, bajar sus calzoncillos y sacar su palpitante erección. — Eres un sucio, Hyung. Sólo un beso y ya estas duro.- Sonrió como un bastardo, su aliento caliente chocando contra la polla del mayor, haciéndolo gemir de expectación. El chiquillo sabía lo que estaba haciendo, joder.
— No tengo condón.
— Yo tengo uno, le dijo llevando una de sus manos al bolsillo de su chaqueta.
— ¿Qué mierda?
— Es una despedida de solteros, por supuesto que estaban regalando estas porquerías. Ahora cierra la boca y déjame hacerte la mejor mamada de tu vida, amargado.
Sep. Lo que siguió a continuación fácilmente fue la mejor puta mamada que BaekHyun jamás hubiese recibido.
ChanYeol hizo alarde de todas sus habilidades, llevándose el condón saborizado a la boca con cuidado y atrapándolo entre sus labios, luego lo giró dos veces y lo posicionó con cuidado sobre su erección. Admite que tuvo que morderse el dorso de la mano para no gritar de placer cuando el chico abrió su boca y empujó el látex con sus labios, cubriendo toda su extensión con el jodido plástico sin hacer ninguna arcada. Tuvo que controlarse como nunca antes para no comenzar a mover sus caderas y follar la boca del chico. Y es que lo hacía tan bien.
Con una mano masajeaba sus testículos, mientras que con la otra lo tomaba firmemente por la base, masturbándolo a la vez que su lengua traviesa jugaba con la cabeza de su pene.
— Deja de jugar, ChanYeol.
Le rogó, mordiendo sus labios para evitar gemir muy alto, después de todo estaban en medio de un callejón oscuro en mitad de la noche.
El tipo sonrió, dejando su erección tan solo un instante para mirarlo intensamente. No volvió a desviar la mirada. Se metió toda su extensión a la boca nuevamente y comenzó a mover su cabeza lentamente, de adelante hacia atrás. Sólo aumentó el ritmo cuando el bajito cerró sus ojos, incapaz de seguir manteniendo la mirada.
Se corrió fuerte después de unos segundos, ahogando el nombre del chico en un suspiro y aferrando sus manos fuertemente a su cabello, ahora hecho un desastre.
Lo demás sucedió en silencio y total complicidad. Se deshicieron del condón usado en el basurero más próximo, y caminaron tomados de la mano hasta la calle, subiéndose al primer taxi desocupado que encontraron. Les importó poco o nada la mirada de reprobación que les dio el conductor una vez que BaekHyun le recitó su dirección, jadeante. También ignorar la mueca de asco que hizo una vez que se puso en marcha y comenzaron a besarse. Besos húmedos y ruidosos.
Diez minutos después estaban entrando al departamento del mayor, dejando las sus zapatos regados en el recibidor y las llaves olvidadas en el piso.
—Te necesito, ahora. – Dijo mientras el menor besaba su cuello, acorralándolo contra la pared del pasillo.
— No necesito que me lleves a tu cuarto y me acaricies suavemente, hyung. Sólo fóllame, duro y rápido. No soy un crío.
BaekHyun rio cortamente, pensando en que definitivamente el tipo tenía razón. Pero de todos modos, no iba a tomarlo ahí mismo, en el puto recibidor de su apartamento. Lo tomó del brazo, sacándole de paso la chaqueta y su playera, dejando expuestos esos abdominales marcados que siempre quiso lamer.
Lo llevó al sillón, empujándolo sin delicadeza para luego arrodillarse frente a él y repartir besos por todo su cuello, pecho y abdomen, mientras sus manos trabajaban en deshacerse de los pantalones y los bóxers con diseño de Mickey mouse.
— Todo un adulto.- Se mofó
— Disney no es para niños, y lo sabes.
No siguieron discutiendo, más bien, no pudieron, porque BaekHyun había desnudado al chico y ahora estaba besándole los muslos, volviéndolo loco, haciéndolo gemir y jadear con esa voz ronca que lo llevaba al séptimo cielo.
Le puso rápidamente otro condón que había rescatado de la chaqueta del alto, dándose cuenta entre risas que se había traído un montón.
— ¿Alguna vez has...?
Lo cuestionó, deteniendo un poco el ritmo errático que llevaban cuando tuvo la entrada del pelirrojo expuesta frente a su rostro.
— No, serías el primero.
— Seré gentil.
— No es necesario, no soy un cr—
— Lo sé, pero quiero que lo disfrutes tanto como yo.
No le dijo más, sólo le dedicó una última sonrisa antes de ofrecerle sus dedos para que los metiera en su boca. ChanYeol los lamió como si fueran una piruleta, mientras que él se dedicó a chupar el pene del menor imitando lo que hacía con su boca.
Cuando ya creyó que fue suficiente lubricación, bajó su mano e introdujo el primer digito. El alto siseo de inmediato, su cara haciendo una mueca de clara incomodidad. Estaba apretado, tenso y nervioso. Se tomó su tiempo para prepararlo, dándole besos, mordiscos y lengüetazos al chico. Masajeo su erección, sus testículos y sus muslos, relajándolo lo suficiente como para introducir un segundo dedo. Ese claramente molestó menos, lo supo porque luego de quejarse el tipo soltó un gemido tan obsceno que sintió su propia polla palpitar dentro de sus apretados pantalones.
Probó introduciéndolos y sacándolos a ritmo lento, luego haciendo movimientos de tijera, estirándolo. Para cuando introdujo el tercer dedo el chico ya era un manojo de suspiros y jadeos, el dolor siendo infinitamente inferior al placer que le hacía sentir BaekHyun masturbándolo con su mano libre y lubricado su entrada con la lengua al mismo tiempo que lo follaba con sus lindos dedos.
— Ya métela, ¿quieres?
— ¿Y esos modales?
— Hyung, no pienso rogarte.
— Mmmh, pensé que quizás te iba esa mierda.
— BaekHyun, fóllame de una vez.
No se hizo el desentendido. Retiró sus dedos, se levantó para sacarse los pantalones y se puso un condón mientras el más alto se apoyaba con las rodillas en el asiento de su sillón y las manos apoyadas en el respaldo.
Se introdujo lentamente, esperando que el chico se acostumbrara a la sensación, sabiendo que por mucho que se hiciera el fuerte le estaba doliendo. Puso una mano en su cadera, haciéndole cariño ahí en pequeños movimientos circulares, y con la otra lo abrazo por la cintura, pegando sus cuerpos sudados, besando sus hombros y jugueteando con el lóbulo de su oreja.
ChanYeol fue quien se movió primero, mostrándole de esa forma que ya estaba listo, y desde ahí todo lo que pudo escucharse en el departamento fueron sus gemidos roncos, sus gruñidos y el choque de piel con piel. No fue suave, fue duro, rápido y caliente, la espalda del alto pegada a su pecho, su boca soltando su nombre una y otra vez mientras él gemía ChanYeol, ChanYeol, ChanYeol directamente en su oído.
El primero en correrse fue el mayor, dejándose ir con un fuerte gruñido, apoyando su frente en el hombro de su chico. Masturbó al pelirrojo hasta su orgasmo, sin salir de su interior.
— Eso fue increíble.
— Sí, lo fue ChanYeol.- Le dijo una vez que sus respiraciones se regularizaron, estando sentados uno al lado del otro en el sofá
— ¿Te arrepientes?
Le preguntó, y sintió la inseguridad y la duda en su voz temblorosa.
— Ni un poco.
Sonrió, para luego besarlo tiernamente en los labios.
🌟🌟🌟
Bien, este fue mi intentó de PWP (Porn without Plot) y quizás me quedó más largo de lo que debería, lo que demuestra que soy pésima en lo que respecta a "sin trama".
Espero que les haya gustado. La verdad tenía mucho miedo de subir algo así, porque soy muy insegura con mi escritura y por mucho que no me gusten los estereotipos de género, si los replico en mis fanfics por miedo a que dejen de leerme por tener un BaekHyun activo. (que perdón, es mi BaekHyun favorito). Si tiene errores me perdonan, tengo prueba mañana y no lo revise bien pero necesitaba sacarme la idea de la cabeza !
Nos leeremos pronto, con alguna actualización, y atentas a diciembre porque me inscribí en un Fest de Navidad.
Puede seguir en mi cuenta de Instagram @ exoandaflower donde trataré de estar más activa para conocerles mejor.
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