Yo iba caminando en el pasillo cuando tropecé con algo y caí al suelo.

Al levantar la vista pude ver que alguien extendía su mano hacia mi.

Ese alguien eras tú, Leslie.

Te pregunte que era lo que estabas haciendo y me respondiste con una sonrisa.—El hecho de que no sea tú esclava no significa que no pueda ayudarte.

¿Por qué sonreías? Ese gesto extraño me hace sentir raro.

—El chico que causa tus lágrimas.