El rubio se paseaba de un extremo al otro de la habitación, con el ceño fruncido y las manos dentro de los bolsillos, realmente estaba poniendo de mal humor al pelinegro. No había mentido cuando dijo que trabajaba para él, así que estaba revisando el último balance del mes que le habían solicitado.

—Mierda, ya siéntate Andrew, — gruñó Zayn, el rubio suspiró aún con mala cara se sentó frente a él, el pelinegro lo estudio un momento antes de decir.
— ¿Estás tan de mal humor porque está vez no fuiste tú el que se marchó? Él te echo— soltó burlón, —. Bien hecho, me alegro de que él no esperará hasta el final, ¡Qué idiota eres!— añadió moviendo la cabeza.

— Zayn, ¡Basta ya!— soltó Andrew, frustrado.

— ¿Pero qué te faltaba con él?— añadió el pelinegro en tono mordaz —. Bueno, dejando de lado mi rencor hacía él, veo que es un chico maravilloso para tí...

— Sí, lo es— admitió Andrew.

—Entonces— continuó dubitativo—.¿Por qué seguiste buscando a alguien más? Lo tiene todo, guapo, inteligente, quizá un poco mimado pero...— hizo una pausa, está vez un tono serio.— ¿Qué más querías de nosotros?— se atrevió a preguntar.

— Te pido por favor, Zayn, no empieces...—suplico Andrew.

— De verdad Andrew— continuó Zayn —. No lo he pensado antes, pero ahora comienzo a hacerlo...— otra pausa, mientras lo miraba fijamente — Yo también era, atractivo, inteligente y agradable supongo...

— Basta...— repitió Andrew. — Sólo, sólo es mi forma de ser — respondió.

—¡Vaya forma de ser!— rió Zayn, aunque si bien se había acostumbrado a la presencia de Andrew en su vida, en su corazón todavía guardaba rencor, con el tiempo este sentimiento se había apaciguado, sabía que quién lo hirió fué Andrew, sin embargo ver ahí al castaño, simplemente lo había sacado de sus casillas.

— Andrew, ¿Tú... Tú nunca quisiste volver conmigo?— pregunto, sabía que debía haber cerrado ese tema antes pero se sentía muy curioso al respecto, mientras estuvieron juntos Andrew había sido maravilloso, por eso dolió tanto, por eso fue inesperado su divorcio.

— Zayn...— el rubio lo miró con culpabilidad,— yo quise...— soltó.

—¿Y porqué no lo hiciste?— preguntó vulnerable, arrepintiendose al instante, debió haber dejado las cosas cómo estaban, pero Andrew ya estaba respondiendo.

— La verdad lo pensé mucho, a menudo recordaba nuestra divertida vida juntos, — hizo una pausa,— pero ya amaba a Liam. Él es diferente, ya sabés...

— Detalles innecesarios — lo cortó el pelinegro.

— Pero tú me preguntaste — le reprochó Andrew.

— Nunca hables o compares a una de tus parejas enfrente de otra, no lo hagas — respondió Zayn volviendo al trabajo.

[...]

— Liam, aunque sigas respirando sobre mi cuello no leeré más rápido — gruñó Ashton Payne, el padre de Liam.

El castaño se alejó y lo miró impaciente, había estado investigando sobre la atrofia, pensando cómo podía ayudar al pelinegro. Sabía que él tenía razón y que no podía hacer gran cosa, pero aún así quería intentarlo, tal vez con la terapia adecuada Zayn tuviera algún avance.

En un sitio de internet encontró un aparato para hacer ejercicio adecuado para personas con algún tipo de limitación, así que había acudido con su padre en busca de su opinión como médico.

Finalmente Ashton levantó la mirada.
— Creo que es un buen aparato, — asintió, — sólo que sería bueno ver al paciente, no puedo decirlo así cómo así.

—Mira él tiene, unos veintiocho o treinta años, es un chico apuesto, serio, él es...—el castaño comenzó a divagar.

—Eso tiene algo que ver con la columna—lo interrumpió su padre.

— Ya, lo siento — susurró Liam avergonzado, era increíble que alguna vez hubiera sido estudiante de medicina, había olvidado la mayor parte de las cosas.—Ok, esto es importante, él fue atropellado hace aproximadamente tres años...

—¿Cuánto?— cuestionó su padre mirándolo como si el castaño hubiera enloquecido.

— Tres años— añadió tratando de cuadrar las fechas.

— Pero ya es imposible hacer algo Liam — dijó su padre tajante, — Imposible...— repitió.

— Pero papá...— insistió el castaño, — debe haber algo, yo sé que debe haber alguna forma...

— Liam, Liam — su padre movió la cabeza, —...si hubieras terminado tus estudios — al ver la mirada del castaño decidió cambiar el tema. — Me alegro que estés retomando tu vida, al menos ya piensas en algo más que hacer en lugar de sumirte en la depresión, eso es bueno hijo...— sonrio de lado.

— Doctor Payne, lo necesitan para firmar un alta — le informó Shania, una enfermera.

— Tengo que irme, Liam, ¿Cenamos juntos mañana?— preguntó mientras salía del consultorio, el castaño lo siguió.

— Papá, espera, mira que tal si investigo si ha perdido toda la sensibilidad, no creés que si no es así y hace los ejercicios...

— Siempre es bueno hacer los ejercicios, pero igual necesita un chequeo, — pasaron frente a Shania y Ashton se detuvo. — Shania, él es mi hijo Liam, Liam ella es Shania, una maravilla.

La mujer le sonrió a Liam, el la observó brevemente, tenía un lindo cabello rubio y ojos azules.
— Mucho gusto Liam, tu papá habla mucho de ti...— el castaño le devolvió la sonrisa, aunque sintió algo extraño en ella.

— Mira, Shania maneja una técnica especial y secreta de masajes para personas con atrofia, quizá puedas traer a tu amigo y le ayude.

Shania rió. — Ashton, Liam él está bromeando, no hay ningún secreto— sonrió, —pero definitivamente puedo ayudar.

—No creo que él pueda venir—dijó el castaño preocupado. —Pero... ¿Usted podría enseñarme?

La mujer cruzó una mirada con su padre, cuando este pareció asentir ella sonrió.

—Por supuesto, — dijó animada —solo tendremos que buscar un momento que no tenga turno, así puedes venir.

—Le agradezco, ¿Me puede dar su número?—preguntó.

—Yo te lo enviaré más tarde, tenemos trabajo—dijó Ashton.

—De acuerdo, adiós papá, nos vemos Shania—dijó rápidamente. De pronto se sentía algo animado, si lograba convencer a Zayn, quizá algo se podía hacer.

¡Muchas gracias por seguir leyendo! 🥺💙 Espero que aún les esté gustando...