One-Short: Universo Alternativo.
Antes que nada, bienvenidos todos a otra nueva parte de ésta cosa que no tiene sentido~.
Bien, como mentró mucho mucho la inspiración por éstos días, decidí crear un AU de Team Hot Wheels, en donde nada más y nada menos, Rev es un humano. Sí, una especie de humanización de Rev, qué loco, ¿No?
Tampoco me llevo bien con eso de los AU's ni nada por estilo, y tal como dice el título, es sólo una parte.
También aclaro que sigue existiendo el motor nube, sin embargo no bajo el nombre de "Rev Rod" hasta un punto del fic. Ya mejor me kyo para que sigan leyendo y dejo de spolear ;_;.
Espero les guste.
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Un día, en la ciudad más aburridamente aburrida del universo, Hilly WoodLands; ocurrió algo que nadie se esperaba... Al pueblo arribó un villano.
Aquél joven antagonista, robó y mostró al mundo entero un auto que podía crear todo lo que el conductor imaginase, bien fuese bueno o malo.
Cambios en la ciudad, destrozos y gente asustada. Era lo único que se decían por los medios de comunicación de la pequeña ciudad.
Aunque, ese enemigo nunca mostró señales de maldad, simplemente nació por cierto sentimiento: Celos.
//Hilly WoodLands, hace muuuuuchos años atrás//.
—Por último, ¿Su nombre es? —Preguntó un hombre de mediana edad, vestido de traje.
—Larry. Soy Larry Johnson. —Contestó con una sonrisa otro de los hombres presentes, de cabello marrón ya comenzando a ponerse blanco.
—Bien. —El de traje anotó unas cosas entre los miles de papeles que tenía en el escritorio. —Los trámites para la adopción están listos, felicidades, señor.
—Muchas gracias. —Dijo al borde de la emoción el peli marrón.
Y si se lo preguntan, sí, ese hombre que acababa de adoptar es el dueño del "Larry's Garage" y del increíble pero secreto "Patio de Juego de los Sueños".
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—E-entonces, ¿Debo de llamarte papá? —Cuestionó temerosamente un niño de cabello tan negro como la noche y particulares ojos color morado oscuro.
Al mecánico le sorprendió la repentina pregunta. —No necesariamente retoñito, puedes llamarme como gustes, bien sea papá o Larry. —Dio por respuesta, brindándole a su -ahora- hijo una gran sonrisa.
—Huh, okey. —Contestó en voz baja el oji violeta.
—Adelante, pasa y no tengas miedo. —Manifestó Larry abriendo la puerta de la casa.
El muchachito hizo caso y entró, posando su vista en todas las cosas que su padre tenía en el lugar, luego se fijó en el montón de herramientas y partes de inventos fallidos que se hallaban regados.
—¿Usted es un inventor? —Indagó con cierto brillo en los ojos.
—Por supuesto, me la paso todo el tiempo construyendo y deshaciendo sin parar. —Contestó Larry igualmente con emoción.
El niño seguía caminando y observaba con asombro lo que veía, hasta que.
—¡¿Eso es un robot?! —Expresó con emoción el pelinegro, dirigiéndose a donde se encontraba el aparato.
—Pues sí, aún no está listo pero no le falta mucho. —Comentó el mecánico. —Su nombre es Jerry.
—Genial. —Susurró para sí mismo el oji violeta.
—Bueno tesoro, ya hay que descansar, mañana será un gran día, porque... —El peli marrón hizo una pausa. —¡Iremos al parque de diversiones!
—E... ¿Enserio?
—Claro mi amigo. —Respondió divertido Larry, mientas ambos se dirigían al cuarto del jovencito. Seguidamente, el más pequeño se acostó con cuidado en la cama que tenía forma de auto de carreras.
—Dulces sueños, mi querido Rev, y bienvenido a tu nuevo hogar. —Finiquitó Larry, para luego abrazarlo.
—Dulces sueños... Papá. —Dijo el niño arropándose, y en un abrir y cerrar de ojos, se durmió.
Rev nunca había sentido tanta felicidad en su corta vida.
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—¡A levantarse a levantarse dormilón, es día de escuela! —Llegó gritando el mecánico al cuarto de su hijo.
—Sí sí profesora, sí hice la tarea~. —Murmuró medio dormido el niño, con un hilo de baba corriendo por su mejilla.
—Rev, ya levántese mijo. —Volvió a insistir Larry. El pelinegro no se inmutaba por aunque sea ver quién le hablaba.
—Yo-yo-yo me encargo Larry. —Definió Jerry, el robot-tartamudo-ayudante-fallas locas que tenía el mecánico. El aparato se fue y volvió a los segundos, trayendo consigo una jarra de agua. —¿Quieres una beb...
—Que no se te ocurra mojar a mi hijo Jerry. —Defendió el peli blanco.
—Hmp... Ah, papá, buenos días. —Habló Rev feliz, al fin despertándose. —¿Qué hora es? —Preguntó abrazándolo
—... 7:45.
Las clases comenzaban a las 8.
—SANTO DIOS. —Exclamó exasperado el jovencito, parándose lo más pronto posible de la cama, y en el ato casi tumbando a Larry.
Aquel muchachito -que ya no era tan niño- había crecido, pues él fue adoptado por el mecánico cuando tenía 7 años, ahora era de 11 años, y estaba a pocos meses de entrar a la secundaria.
—Rápido Rev, llegarás tarde. —Se repetía a sí mismo, tratando de recoger sus pertenencias a la velocidad de la luz.
—Espera, tu desayuno. —Recordó Larry al ver que su hijo casi se iba sin el.
—Cierto. —El pelinegro se devolvió. —Gracias, te quiero pa. —Dijo Rev ya montándose en el autobús escolar.
—Éste niño. —Manifestó el de bata riéndose.
—Oye La-La-La-Larry, ¿Seguirás con tu invento? —Cuestionó el robot parándose a un lado del mencionado.
—Sí Jerry, el motor nube no se construirá solo, así que ¡Manos a la obra! —Articuló el mecánico adentrándose a su taller.
Pasó la mañana, y mientras Rev estaba en la escuela; Larry se dedicaba junto a Jerry a seguir construyendo el posiblemente 'Auto Revolucionario' de la nueva era.
—Hola-a, soy yo. —Llamó el oji violeta al peli blanco desde afuera del taller. Seguidamente, el mencionado arribó. —Wow wow, ¿Hiciste una fiesta sin mí?
El comentario de Rev se debía a que Larry cuando abrió la puerta, se encontraba manchado por todos lados de color naranja, morado, rojo, negro y verde.
—Ven y te contaré lo que pasó. —Dijo el mayor, encaminándose al fondo del lugar, para luego entreabrir la entrada al establecimiento secreto más grande de la ciudad, el Patio de Juego de los Sueños.
Al ya estar en el piso subterráneo, Larry le mostró un auto pintado de blanco a su hijo.
—Eso que ves ahí, Rev, es el motor nube. —Declaró el mecánico, procediendo a darle una idea de qué podía hacer el aparato.
—¿Un auto que puede convertir lo que uno desee en realidad? —Preguntó el jovencito saltando de un lado a otro.
—No, es algo limitado, pero con esfuerzo lograré que eso pase. —Afirmó el de lentes.
—Papá, cada vez me impresionas más. —Admitió Rev con una sonrisa.
—Anda a cambiarte y ven a ayudar a éste viejo a terminarlo.
—Como usted ordene sargento.
Ambos, padre e hijo, pasaron la tarde y mitad de la noche en el lugar escondido arreglando el motor nube.
Pero, esas tardes de esfuerzo para construirlo desaparecieron cuando 4 jóvenes llegaron al taller.
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—Oye Brandon, ¿Ya terminaste la edición número 3 del calendario de mua Wyatt?
—Y sigues con lo de los calendarios, entiende que nadie los quiere.
—Cállate Gage, sólo estás celoso de que yo tengo uno y tu no.
—Oigan ya parenle, aquí es. —Dijo un chico de cabello castaño claro y vestido con un suéter azul.
—¿Qué de interesante podrán tener aquí? —Se preguntó emocionado un joven regordete de cabello naranja.
—Ahora lo averiguaremos, Rhett. —Respondió otro de los presentes, amante de la velocidad, Gage. Así, los 'mejores' amigos entraron al Taller de Larry.
—Hey, hola. —Saludó una persona sentada en la esquina del lugar, quien se encontraba reparando un artefacto.
—Hola, eh. —Parloteaba Wyatt, buscando en la camisa del chico alguna etiqueta con su nombre o algo parecido.
—Llámenme Rev. —Dijo con calma el joven pelinegro.
—Un gusto, Rev. —Contestó Rhett.
—Disculpa pero; tú eres el dueñ... —Brandon estaba a punto de decir algo, sin embargo alguien se le adelantó.
—Buenas buenas. —Expresó el mecánico mayor entrando a la sala, luego, notó la presencia de los 4 chicos. —¿Son tus amigos hijo?
—Nop, son clientes, ah cierto muchachos, yo no soy el dueño. —Manifestó el oji violeta riendo un poco. —Él sí lo es. —Añadió apuntando a su papá.
—Je, gracias. —Admitió Brandon apenado.
—Señor, ¿Nos podría ayudar a mejorar algunas cosas de nuestros Go-Karts? —Preguntó Gage viendo al de bata.
—Claro, síganme. —Ordenó Larry y los chicos hicieron lo mandado. —Rev, ya vuelvo.
—Nos vemos pa, recuerda que más tarde seguiremos con el motor nube. —Agregó el oji violeta con una sonrisa.
—Jamás se me olvidaría. —Finiquitó el de lentes, para luego retirarse de la sala.
Rev continuó con su labor de construir una de las piezas faltantes del majestuoso 'Auto Revolucionario' mientras esperaba al mecánico. Sin embargo, la espera se hizo eterna; pues Larry no llegó sino en la tarde.
Y eso se comenzó a suceder cada vez más frecuente.
Gage, Wyatt, Rhett y Brandon iban al taller y Larry los ayudaba, dejando a Rev completamente solo. El tiempo corrió y aquellos muchachos ya tenían 4 años frecuentando al lugar, 4 años en los que el mecánico se la pasaba más con ellos que con su hijo. Esos chicos tenían 14 -Para mí siempre van a aparentar esa edad, díganle no a la ilegalidad de los Team Hot Wheels- y el oji violeta 19, y seguía sin entender por qué aún a esa edad, cuando su padre estaba con ellos el se sentía... Mal.
Hasta que un día, ese mal, llamado celos; se adueñaron por completo de Rev Johnson.
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—Papá, me voy. —Avisó el pelinegro algo triste, tomando su bolso y caminando a la puerta; sin embargo, paró en seco al oír su nombre desde la sala.
—Oye, amigo; ¿Y qué pasará con Rev?
El mencionado dio la vuelta, dirigiéndose a caminar lento hacía allá.
—Sé lo que hago. —Respondió Larry, el de bata estaba hablando por teléfono con alguien más.
—Peeeero, es tu hijo. —Recordó una persona desde el otro lado de la línea.
—Lo sé lo sé, pero yo quiero formar ese equipo con Gage, Wyatt, Rhett y Brandon. —Dijo severamente el peli blanco, esto hizo que Rev prestase mucha atención. —Puede que sean a veces algo tontos pero sé que juntos harán más.
—Repito, ¿Y Rev?
—Él no estará en el grupo.
Él no estará en el grupo.
Él no estará en el grupo.
Esa pequeña frase tumbó todo el mundo de Rev.
—¿Q-qué? —Se cuestionó para sí el pelinegro, casi que llorando. Después, un aura malvada lo invadió, y salió corriendo directo al Patio de Juego de los Sueños.
—Larry, ¡¿Estás loco?! —Preguntó alterado la otra voz.
—No-o, yo te dije; sé lo que hago. —Declaró el de bata tranquilo. —No lo meto no porque no lo quiera ni nada parecido, lo hago porque sé que no le gusta manejar tanto, sino construir, y por eso lo haré encargado del taller; además, ya que he terminado de estar con los chicos, me pondré a terminar el motor nube y se lo daré, pues Rev fue mi razón para crearlo.
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—¿Dónde estará la llave? —Rev buscaba desesperadamente la llave que abría el Patio de Juego de los Sueños. —Ajá, te encontré. —Dijo tomando en sus manos el objeto.
Seguidamente, el pelinegro abrió la puerta del establecimiento, dejando ver la más grande creación en la cual su padre y él estaban trabajando.
—Es hora de que te termine, Motor Nube. —Habló para sí el oji violeta, prontamente, se dirigió al auto, y en un rato; había acabado con el. No sin antes, pintarlo a su estilo; es decir, negro y morado.
—Lo siento papá, pero yo estuve primero que ellos, y si no se quitan del camino; lo haré yo. —Finiquitó Rev sacando con sumo cuidado el carro ahora conocido como el "Rev Rod".
A medianoche, el pelinegro salió a las afueras de Hilly WoodLands; haciendo y deshaciendo todo a su paso. Sabía perfectamente que aquellos chicos lo iban a tratar detener, pero él no los dejaría.
Y así, nació el villano que cambió con toda la ciudad.
Fin.
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Discúlpenme si hay algún error en la última parte; estoy escribiendo a la rápida, pues voy a salir y no quería dejar sin actualizar (?).
Aquí dibujo de Revsito:
Nos leemos después.
Norisu9
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