Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXV

Segunda noche en el desierto. La caravana había avanzado bastante después de su primera noche, y tras estar en el día caminando en el desierto, fue entonces que todos declararon que ir en el desierto de día era la peor idea que podían tener. Lamentablemente, tras un par de horas caminando, los chicos y todos los a Digimons tuvieron que regresar al refugio donde estaban para pasar el día, completamente cansados y agotados. 

Pero, ahora que la noche finalmente había llegado, todos podrían estar listos para continuar avanzando hacia las montañas.

Pero, Lúmina decidió no despertar a todos tan deprisa. Ella también estaba muy cansada, y suponía que todos lo estarían con mucha razón,  por lo que decidió dejar a los demás dormir un poco más. 

Ella por su parte, estaba montando guardia, con Sistermon Blanc y Luminamon dormidas cada una a un lado suyo. A pesar de que ambas habían declarado que la acompañarían en la guardia nocturna, ambas rápidamente cayeron en sueño.

Lu entonces se quedó sola, observando el paisaje nocturno en silencio mientras le prestaba atención todo lo que ocurría a su alrededor con mirada fija especialmente en el bosque.

Miraba tan fijamente, como si estuviera esperando a que los árboles de repente comenzarán a moverse, y que de ahí saliera ZeekGreymon Burst Mode, con sus mandíbulas listas para aplastar a quien sea que estuviera en su camino, y que entonces comenzará su trayecto desde el bosque hasta la posición de los chicos, y que, a pesar de la gran cantidad de kilómetros que los separaban, el Digimon llegará hasta ellos y comenzará su ataque masivo. Al pesar en eso, sus manos de manera involuntaria apretaron más el Digivice en sus manos.

Pero, también pensó en la posibilidad de que del bosque no saliera ese monstruo, sino que apareciera Beelzebumon, junto a un ejército de miles de demonios, y que juntos marcharán por el desierto para buscar a la caravana. O que aparecieran nuevamente los Elegidos oscuros que atacaron el Castillo y quienes dañaron a May y Noir; y que, junto a sus Digimons, cruzarán el campamento en búsqueda de ella misma.

Los posibles escenarios comenzaron a fluir dentro de su cabeza, por lo que solo sacudió la misma levemente y volvió a dirigir su mirada al bosque. Impaciente, esperaba que algo ocurriera. Por más mínimo que fuera, esperaba que algo saliera del bosque para poder gritar a toda la caravana que se pusiera en marcha para escapar. Pero, el bosque e permaneció en total silencio, como si estuviera retando a la chica.

Volvió a respirar pesadamente, y a dirigir su mirada al bosque. Los pensamientos en su cabeza a veces se callaban, y a veces fluían como ríos y cascadas, y en esos momentos guardaron silencio, dejando a la chica solamente con sus ojos y perdiendo total consciencia de su alrededor.

Volvió a la realidad de golpe, cuando un viento frío corrió por su cuerpo y levantó un poco sus ropas. Entonces, dirigió su mirada hacia sí misma y pudo verse con detalle: aun traía puesta la ropa que uso el día que fue a la escuela, y a pesar de haber estado con ella por tanto tiempo, la misma solo presentaba unos rasguños, algunos mayores a otros; pero lo que si marcaba con mucha visibilidad era que estaba completamente llena de tierra, lodo seco, hierba embarrada, y un poco de arena. Alcanzó a ver unas manchas oscuras, que no reflejaban ningún color por la oscuridad de la noche pero visibles gracias a la luz lunar, y ella sospechó... que la misma podría tratarse de sangre. De su propia sangre.

También pudo ver algunas características en su propio cuerpo que no estaban cuando llegó al Digital World: su pecho había crecido un poco, lo cual había sentido desde que despertó de su "coma" en el Castillo de JunoKazemon, y también había crecido de estatura alrededor de 2 centímetros y medio. Estaba muy sorprendida por ambas cosas, además de que también su cabello había crecido alrededor de 4 centímetros, y se sentía... por algún motivo, se sentía más vieja de lo que "debería"...

Entonces, algo llegó a su cabeza... ¿Cuánto tiempo llevaba en el Digital World?

- Veamos... - susurró para si misma - Según Blanco Noir, estuve como un mes en "coma"... 3 días después salimos del castillo... más o menos un par de semanas... - suspiró pesadamente - Fueron como 2 meses, o mes y medio... Ha pasado algo de tiempo, pero me siento tan diferente a cuando llegue... Apenas y me acuerdo de mi apariencia antes de venir aquí...

Movió un poco su brazo derecho.

- Desde que llegue aquí... el dolor leve ha persistido. Supongo que como ya me acostumbre, deje de sentirlo mucho, pero... Aun sigue ahí...

Otro pensamiento cruzó su cabeza, y suspiró.

- Si llevo aquí como 2 meses... quiere decir que hace tiempo fue mi cumpleaños... ¿O no? Ni siquiera sé en que día estamos...

Volvió a mirar en dirección del bosque, y entonces un recuerdo le llegó a su cabeza.

- … ¿?

[ Hermana… ]

- Oh no…

[ ¡Hermana! ¡Ven y leenos el cuento que tanto nos gusta! ]

- No… esto no.

[ ¡Por favor! ¡No podemos dormir bien si no nos cuentas el cuento! ]

- ¡No, por favor esto no!

[ Ya es muy tarde. Es hora de un ambas se vayan a dormir. ]

- … Para...

[ - ¡Por favor! ¡No podemos dormir bien!

- Por favor hermana. Solo esta noche. ]

- Por favor, para...

[ - ¡Mañana nos quedamos en silencio!

- ... De acuerdo... ¡Ustedes ganan!

- ¡Yes! ¡Gracias, onee-sama! ]

- ¡Detente!

- Tamashi ijekutaa...

- ¿¡Qué!?

Su corazón se aceleró en gran manera, mientras se levantaba abruptamente y miraba a todos lados y un gran miedo se llenaba dentro de sí.

- ¿¡Quien eres!? - su cuerpo estaba en alerta. Había sentido a alguien muy cerca de ella - ¡Muéstrate!

Un fuerte golpe le amartilló en la cabeza. Pero, no un golpe físico. Sino como si le hubieran sacado de un sueño bastante profundo, de manera muy drástica. Sentía que acaban de golpear su mente con una bofetada.

Y entonces, comenzó un sonido aun más desesperante que el golpe que sintió. Una pequeña campana, que corría al ritmo del golpe. Cada vez que sonaba ese pequeño tintineo, de un único movimiento, ocurría un segundo. Como si fuera el pequeño sonido que emiten las manecillas de un reloj.

El sonido se apoderó de su cabeza rápidamente. Al principio eran leves martilleos, pero después de volvió un sonido incesante, que ahogaba todo lo que había a su alrededor. La visión se le nubló, su nariz dejó de percibir olores, y ya no sentía en frío de la noche.

Se llenó de miedo, trató de abrazarse a si misma pero ni siquiera fue capaz de sentir sus propios brazos encerrándola, y quiso gritar, pero tampoco sentía su propia voz.

Lo único que podía percibir... era aquel infernal tintineo del tiempo.

- ¡Lu!

- ¡Señorita Lúmina!

Pudo escuchar las voces de Blanc y Luminamon, que fueron como un balde de agua fría que la sacaron de aquella prisión. Su visión fue recuperada de inmediato, sus oídos volvieron a percibir a su alrededor, sintió como se estaba abrazando a si misma, y su nariz se llenó nuevamente con el olor de arena desértica. Pero, hubo algo que permaneció de manera permanente en su cabeza: el tintineo.

Pero, y no como lo había escuchado al principio, sino ahora como un leve sonido apenas perceptible que retumba dentro de su cabeza muy levemente. Pero, seguía ahí, y ella lo sabía. Y, al darse cuenta que probablemente nunca terminaría, Lu regresó a la realidad.

- ¿Qué ocurre?

- Es que...

- Señorita Lúmina, ¿Se encuentra bien?

- ¿A qué te refieres Luminamon?

- Es que... nos despertó muy de repente - explicó la pequeña - Estábamos dormidas a sus costados, y entonces se levantó de golpe y nos despertamos.

- Y luego, te vimos dar muchas vueltas ahí mismo... ¿Te ocurre algo, Lúmina?

Las voces femeninas que habían invadido su cabeza antes del tintineo volvieron a resonar en su cabeza, pero decidió dejar esos pensamientos de lado.

- No es nada... - exhaló profundamente, con algo de miedo en sus movimientos - Es solo que... Tuve una pesadilla, y me desperté muy de golpe.

- … ¿Quieres contarnos?

- No - declaró con tanta rapidez que sorprendió a las Digimon - Fue algo... muy personal...

- Esta bien - declararon ambas. Y continuó Blanc - Yo me encargaré de la guardia. Tú duerme un poco.

- No, no podría|

- Has estado trabajando muy duro para dirigir y cuidar de la caravana, y también de nosotras. Pero, es momento de que tu también tengas tu propio descanso.

- No, en serio estoy|

- ¡Nada de peros, señorita Lúmina! - exclamó la pequeña Digimon, pero en su intento de voz firme solamente se dejó ver su nerviosismo - U-Usted tiene que descansar... p-porq-que... ¿Q-Qué pasaría s-si le pa-pasa algo a u-usted?... N-Nosotras t-tendríamos la culpa y-y usted no podría... No podría... No podría ayudarnos a-a ll-llegar a la Ciu-Ciudad S-Sagrada... Eh... - Luminamon comenzó a trabarse con sus palabras, y rápidamente se sonrojó la cara.

« Creo que... no he prestado atención a ese detalle en estos días... » pensó Lúmina, mientras veía como Luminamon se sonrojaban y miraba a los lados « Pero, una cosa ha sido bastante cierta desde el primer momento que la vi… ¡Es una Digimon bastante tierna y adorable! »

Rápidamente, Lúmina abrazo de forma amable a Luminamon, mientras emitía una sonrisa al sentir la suavidad de la Digimon.

- Jeje, supongo que tienen razón - comentó se manera risueña - Creo que dormiré un poco.

- ¡S-Señorita Lúmina! - Luminamon se sonrojó tanto que comenzó a salir humo de su cabeza - ¡M-M-M-M-M-M-M-M-M-Me e-e-e-e-e-e-e-es-es-es-es-es-es-es-est-t-t-t-t-t-t-t-t-t-t-t-t-tá a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-a-abr-br-br-br-braz-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-z-zan-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-n-nd-d-d-d-d-d-d-d-do!

- Entonces, yo me quedaré aquí a hacer guardia mientras tu duermes.

- De acuerdo, Blanc... - Luego se dirigió a Luminamon - ¿Te gustaría quedarte conmigo un rato?

- ¡! ¡C-C-C-C-C-C-C-C-C-C-C-C-Claro que s-s-s-s-s-s-s-si! ¡M-Much-ch-chas g-gr-gra-gracias!

- No, gracias a ti - se aferró con un sentimiento de nostalgia a la Digimon, lo cual ella rápidamente pudo percibir. 

- ¿? - « ¿Señorita Lúmina? »

« Tener a Luminamon abrazada así en mis brazos... me recuerda mucho a Lia... » Una lágrima corrió por su mejilla, pero era tan pequeña que apenas era vista.

...

- Descansaremos bajo estas rocas. Ya falta poco para que amanezca.

Ante la declaración de Yuine, todos en la caravana se alegraro en gran manera. A pesar de que comenzaban a acostumbrarse a avanzar por el desierto en la noche, era una tarea, que cada vez se hacia más pesada, el hallar algún refugio en el desierto donde poder hallar descanso antes de continuar la noche siguiente. Cada vez, tenían que caminar más extensiones de tierra para hallar un sitio. Y, a pesar de que el bosque desaparecía rápidamente detrás de ellos, las konstañas frente suyo apenas se acercaban, lo cual les indicaba que aun faltaba mucho para llegar hasta allá.

Y, eso era considerando que ya llevaban días caminando de esa forma en el desierto. Más o menos una semana que se estuvieron moviendo así. Muchos en la caravana ya estaban cansados y aburridos de seguir con esa forma, y lamentablemente, muy pocos pero si algunos, decidieron separarse del grupo y continuar su propio camino en el desierto.

Los demás comenzaban a molestarse por no tener un "resultado real" de que realmente estuvieran yendo hacia la Ciudad Sagrada. Y, a pesar de que Lúmina y Yuine les habían mostrado a todos el mapa del Digivice de la primera que les afirmaba que se estaban moviendo hacia la Ciudad, no era prueba suficiente para los demás Digimons.

Después de continuar con aquella caminata, finalmente llegaron a la formación rocosa y de inmediato se pusieron a descansar después de aquellas horas de movimiento.

- Te diría que buscáramos el siguiente sitio para reposar - le dijo Yuine a Lúmina - Pero, ya va a amanecer, y además estoy terriblemente cansada.

- No te sientas mal... Yo también estaba pensando en no salir y quedarnos aquí hasta la siguiente noche...

- De acuerdo - Yuine se acostó en la espalda de su Digimon,  y casi de inmediato se quedó dormida.

Lu, Sistermon Blanc y Luminamon se bajaron de la espalda de Sleipmon al momento en que este se acostó en el suelo para descansar.

- Nosotras también debemos descansar... - comentó pesadamente Lúmina - Está vez nos excedimos con nuestra caminata.

Los BAN-TYO también estaban muy agotados, pero ellos se quedaron en la entrada para hacer la guardia aquel día.

- Nosotros nos quedaremos con la guardia. Ustedes pueden dormir - habló BanchouLillymon a las 3 chicas.

- De acuerdo... Gracias... - sonrió sinceramente Lu, y entonces buscó un sitio donde pasar la noche.

- Usted, la dama que escogió nuestra señora JunoKazemon... - se dirigieron un grupo de Digimons hacia Lúmina - Queremos hablar con usted...

- No, otra vez no - susurró para si misma, con un sentimiento de molestia; pero, finalmente, decidió levantarse y caminar hacia los Digimons - ¿Qué ocurre, Angemon?

- Queremos llegar a la Ciudad Sagrada lo más rápido que podamos. Nuestra señora JunoKazemon le ha dejado esta tarea, pero no hemos progresado en ella... ¡Al contrario, nos está haciendo caminar en el desierto!

- Si, sé que estamos en el desierto, Angemon - respondió la chica - Pero si estamos avanzando...

- ¿Y cómo podemos saberlo?

- El mapa de mi Digivice nos dice que estamos|

- ¿Y quién le dio ese Digivice? O, peor aun, ¿Cómo consiguió ese mapa?

- Angewomon, ya hemos discutido esto muchas veces - Lu estaba muy cansada, tanto por la caminata como por hablar con aquel grupo por enésima ocasión - el Digivice me lo dio JunoKazemon en persona...

- ¿Y cómo lo aseguramos nosotros?

- No pueden asegurarlo... - concluyó Lu - Mientras ella los mandó a la azotea para cuidarse del ataque de Murmukusmon cuando estaban en el Castillo, ella me dio el Digivice...

- Esa es otra duda que hemos tenido... Usted dice que fue Murmukusmon quien acabó con nuestra señora JunoKazemon... ¿Cómo sabemos que realmente no fuiste tu?

- Espera, ¿Qué?

- Yo diría que es mucha coincidencia que el día que usted llegó, nuestra señora perdió la vida, y que después de eso tuviéramos que salir de nuestro refugio por alguien que llegó a destruir el Castillo...

- Además, es muy curioso que 3 días exactos después de que usted se despertara fue cuando tuvimos que irnos de ahí... Y que, cuando la señorita May y Sistermon Noir, nuestra señora, se tuvieran que quedar en el Castillo...

- Creo que perdieron la memoria - dijo de mala gana la chica - May y Sistermon Noir se quedaron para pelear contra los... los que estaban en el Castillo, mientras nosotros huíamos...

- ¿Contra quienes pelearon ambas? Díganos el nombre que le dieron a esos invasores...

Lúmina suspiró pesadamente, y respondió la pregunta.

- Elegidos oscuros...

- Y, también es una coincidencia que desde entonces usted se ha llamado a si misma una "Elegida de nuestra señora JunoKazemon"...

- Por qué ella|

- Queremos la verdad - declaró el llamado Angemon - Queremos la verdad de quien es usted, y sobre lo que ha estado haciendo con todos nosotros...

- ¿De qué verdad hablan?

- ¿Tienen algún problema con Lúmina?

Sistermon Blanc, junto a Luminamon, llegaron con los Digimons al ver la situación que se estaba presentando, y de inmediato Angemon, Angewomon, y los demás Digimons que eran iguales o parecidos a los 2 se sorprendieron.

- ¡S-Señora Sistermon Blanc!

- ¿Hay alguna situación?

- Si la hay, si me permite hablar - habló Angewomon - Dudamos mucho de la forma en que Lúmina ha estado dirigiendo a nuestro grupo desde que salimos del Castillo suyo, y dudamos también en que ella sea realmente sea una Elegida suya|

- No les puedo decir nada sobre la decisión de que fue Elegida. Yo no tengo esos recuerdos, pero si los tiene mi hermana - declaró Blanc con sinceridad - Pero si tengo presente algo más que eso. Yo confío plenamente en ella, en sus decisiones, y en todo lo que ha hecho.

- Pero, señora, nosotros no|

- ¿No confían en ella de todos modos? ¿No confían en mi decisión de confiar en ella?

- No, señora, no es eso. Pero|

- Entonces, creo que ya no debería haber problemas...

Los Digimons se quedaron en silencio, y terminaron asintiendo.

- De acuerdo, señora...

El grupo se alejo, y las 3 se fueron al sitio donde iban a dormir.

- Gracias Blanc. Me salvaste de que me despellejaran.

- Eh, si... De nada... - Lu alcanzó a captar el sentimiento de pena y miedo en Blanc.

- ¿? ¿No se suponía que... después de Daemon ya eras más valiente?

- Digamos que a veces me dan "ataques de valentía" y a veces no...

- Ok...

Las 3 llegaron a su sitio, y de inmediato se acostaron en el suelo con mucha pesadez.

- ¡Que día tan pesado! - dijeron Blanc y Lúmina al mismo tiempo.

- Noche, querrán decir - les corrigió Luminamon.

- Noche... ¡Tan cansadas estamos que ya ni identificamos cuando es día y cuando noche! - exclamó Lúmina.

- Me gustaría dormir 2 días... - le comentó su compañera - Estoy realmente cansada. Ya me empezó a caer el peso de nuestro recorrido desde el bosque.

- Ni que lo digas. Yo estoy cansada desde que salimos del Castillo...

- Por cierto... - se dirigió Blanc a Lúmina - Recuerdo que me estuviste comentando que tu cuerpo estuvo adolorido desde que despertaste... ¿Sigues con ese dolor?

- Si, un poco. Pero... creo que tenerlo durante todo este tiempo ha hecho que me acostumbre al mismo...

- No creo que sea muy bueno que estés así por tanto tiempo... tal vez deberías hacerte un estudio con tu Digivice AE...

- ¿? ¿Puedo hacer eso?

- Si no mal recuerdo, el Digivice tiene una función para eso... - comentó la Digimon - Déjame verlo.

- De acuerdo.

En cuanto Lúmina le extendió su Digivice a Blanc, ella comenzó a apretar las teclas del aparato buscando alguna función en específico. Después de unos cuantos minutos, encontró un escáner parecido al que había usado para los Digimons, pero la pantalla era de color azul.

- Aquí está. - le regresó el Digivice - Es un escáner muy parecido para tener un chequeo médico completo. Pero, bueno...

- ¿Si?

- El chequeo va a ser muy distinto a los que hay en tu mundo... Bueno, ni mi hermana ni yo hemos estado ahí, así que no tengo idea de que tipos de datos del chequeo médico vengan en sus registros. Mi hermana y yo le pusimos datos generales que consideramos importantes.

- Ok... - tomó el Digivice Lúmina, y de inmediato apareció un texto en la pantalla, el cual dijo de manera firme - Recarga Binaria: Estado humano.

Una luz azul leve recorrió todo su cuerpo un par de veces, y entonces soltó una pequeña tabla de datos en la pantalla.

Nombre: Lúmina Haato
Edad: 16 años aproximadamente.
Salud: Estado promedio
Digitize: 87.68%
Poder: Sin definir
Defensa: Sin definir
Estancia: 147N

- ¿Eh? ¿16 años? - Lúmina se sorprendió mucho por ese dato - No puede ser. Tengo 15 años... O bueno, al menos llegué al Digital World con 15 años...

- ¿Será que... ya habrá pasado eso que llamas cumpleaños? - preguntó curiosamente Blanc.

- Es muy probable que sea eso... - comentó pesadamente Lúmina - Pero, hay algo que no entiendo para nada... ¿Sabes que es eso de "estancia"?

- ... - Blanc revisó el dato, pero se cruzó de brazos - Ni la menor idea... Nunca había visto ese dato...

- ¿? ¿Crearon tu y Noir el Digivice que tengo en mis manos y no tienes idea de lo que dice este dato?

- Bueno... ¿Recuerdas que te habíamos dicho que nosotras los hicimos? O sea, los Digivices.

- Si. Te lo acabo de decir.

- Pues... no es del todo correcto ese dato. JupiterWisemon nos ayudo en gran parte a ponerle determinadas funciones, y una de ellas es esa de "Estado humano". Y fue él quien puso ese dato en el escaneo, así que no tengo ni la menor idea de que se refiere ese dato.

- De acuerdo... - bostezó Lúmina - Luego veremos eso. Ahora... es momento de dormir...

- Tienes razón - le respondió su compañera, al momento que se acomodaba en su sitio - Mañana también hay que hacer inventario de nuestros víveres.

- Cierto, cierto... - Lúmina rápidamente cerro los ojos, y se quedó dormida.

Pero, su mente aun estaba activa por un simple motivo: aquel tintineo que había comenzado en su cabeza días atrás aun permanecía en sus oídos. No la aturdían, y mucho menos la llegaban a molestar por algún motivo, pero era permanente y constante. Seguía y seguía sonando aquel leve sonido en su cabeza, de modo que no parecía haber forma en que se detuviera.

Pero, Lúmina decidió vivir con aquel sonido, aun sin saber de donde era su procedencia, o por qué... por qué había comenzado a sonar desde que tuvo aquellos recuerdos en su cabeza.

Una lágrima salió de manera inconsciente por su mejilla, pero como ya estaban todos dormidos en sus sitios nadie la notó. Ni tampoco notaron como la piel en la mano y brazo de Lúmina se volvía un poco más oscuro y como su extremidad se levantaba para limpiar la lágrima y finalmente reposaba a un lado de la chica y recuperaba su color y estado anterior.

...

Luminamon se despertó rápidamente, lo cual la sorprendió y molestó un tanto, porque aún se sentía muy cansada tras haber estado toda la noche anterior moviéndose por el bosque frío.

- Me desperté muy temprano... - volteó a ver a todos lados, y se sorprendió mucho al ver que... aun era de noche - ¿Aún es de noche?

Se separó del brazo de Lúmina, el cual estuvo abrazando durante toda la noche, y comenzó a volar por todo el lugar, encontrándose con aquella misma sombra que indicaba de era de noche.

- ¿Qué? Imposible... No puede ser de noche aún; Yuine-san nos dijo que faltaba poco para que amaneciera, entonces... ¿Será que habremos dormido mucho tiempo; tal vez todo el día, y ya es de noche de nuevo?

Voló hacia afuera de las formaciones rocosas, donde se hallaban dormidos los del grupo BAN-TYO, pero vio que el desierto estaba iluminado por la luz solar, mientras que el cielo estaba despejado.

- ¿Qué? ¿Afuera esta soleado, pero adentro es de noche?

Miro hacia un costado del refugio, y entonces se encontró con la razón por la que el refugio estaba cubierto de sombras pero afuera era de día.

Regresó rápidamente hacia el interior del refugio, y rápidamente despertó a Lúmina y a Sistermon Blanc, quienes despertaron con mucha pesadez y cierto sentimiento de molestia.

- ¿? ¿Que ocurre Luminamon?

- ¡H-Hay algo afuera del refugio!

- ¿Y? Los BAN-TYO se encargarán de ello...

- ¡Ellos están dormidos!

- Pues... despiértalos... - ambas cerraron los ojos de nuevo, pero Luminamon no lo permitió.

- ¡H-Hay un enorme muro de piedra a un lado del refugio!

- ¿? - se levantó Lúmina para hablar con Luminamon, con sueño visible en sus ojos y palabras - ¿De qué hablas?

- Hay un enorme muro de piedra que esta cubriendo el sol en este lugar. Creo que... se trata de un castillo o algo así...

- ¿De qué hablas? - bostezó la chica - Sigue siendo de noche, creo que... que estás viendo cosas... Además, si hubiera un... un castillo, lo habríamos visto... ayer en la noche...

- ¡No! ¡En serio! ¡Apareció un castillo de la nada! ¡Y ya no es de noche: es de día!

- No sé de qué hablas... Hablamos cuando sea de día... - Lúmina volvió a recostarse - Estoy muy cansada... - rápidamente se quedo dormida.

Luminamon se quedó mirando a las chicas, y un deseo de gritarles para que se despertarán de inmediato la invadió, pero antes de hacerlo suspiró pesadamente.

- No podría gritarle a la señorita Lúmina... ¡No debo de hacerlo! - se mejillas se sonrojaron, y entonces salió del refugio - Hablando de la señorita Lúmina... Seguramente si voy a investigar sobre este muro de piedra, puede que a ella le guste lo que investigue... - sus ojos brillaron con emoción y sonrió ampliamente - ¡Eso haré!

Se levantó de su sitio, y rápidamente voló hacia el exterior del refugio, saliendo por el desierto y rodeando las piedras de aquellas formaciones donde estaban, para entonces llegar al inmenso muro de piedra

Pudo ver que era una construcción de piedra bastante alta, de tal vez unos 30 o 35 metros de altura, además de que, a juzgar por el tamaño de los ladrillos que construían el inmenso muro, bien ese muro podría tener un mínimo de grosor de 4 o 5 metros. Otra cosa que le sorprendió es que, mirando a la derecha o a la izquierda, podía ver que el muro se extendía bastante distancia (muchísima más que la altura; bien podrían tratarse de cientos de metros).

- Una construcción tan grande... ¿Cómo es posible que de repente apareciera aquí? - comenzó a sobrevolar rodeando el muro - Si esto es una ciudad o algo así, entonces debería haber una puerta de entrada o algo así...

Siguió volando, y tras unos largos minutos, llegó a una esquina de aquella construcción. Se asomó, y vio lo mismo: aquel muro gris oscuro, hecho con esos inmensos bloques de piedra, pero a lo lejos (tal vez a unos 100 o 150 metros) alcanzó a ver un arco de piedra, de unos 10 metros de alto por la lejanía de su posición.

- ¡Eso! ¡Seguramente se trata de la puerta de entrada!

A toda velocidad, la pequeña Digimon voló hasta la entrada. Al llegar, comenzó a respirar con mucha dificultad, debido al gran esfuerzo que hizo para llegar hasta ahí.

- Esta construcción... ¡Fácilmente tiene 200 metros de longitud! - llegó hasta la puerta, que era un enorme portón de metal oscuro, con marcas de arena rodeándole por todos lados.

Con sus pequeñas manos toco el metal, pero a pesar de lo que aparentaba, el metal estaba caliente. Tanto, que chilló de dolor y se alejó de éste.

- ¡Ahhh! ¡Está caliente!

De inmediato el metal se abrió, dejando ver a un grupo de unos 5 Digimons reptiles, con armaduras militares en su cuerpo. En cuanto distinguieron a Luminamon, de inmediato tomaron armas de sus costados y le apuntaron.

- ¡Tú! ¡Identifícate!

- ¡Ahhh! - se asustó tanto Luminamon que dejó de hablar.

- ¡Identifícate o deberemos disparar!

- ¡A-A-A-Ah! - estaba tan paralizada que dejó de volar y cayó al suelo.

- No parece ser una amenaza, Sealsdramons - les dijo uno de ellos, acercándose al cuerpo tirado de Luminamon. - Podemos retirarnos...

« Entonces ellos ya se van de aquí… » pensó Luminamon, mientras estaba tiesa en el suelo « Eso significa que no sabré de dónde salió este muro gigante, ni quienes son estos tipos… ¡Y eso significaría defraudar a la Señorita Lúmina! ¡No! »

- ¡N-No! - de inmediato se levantó la pequeña Digimon.

- ¿¡Pero qué!? - Los Sealsdramon se asustaron tanto que nuevamente apuntaron sus armas a la pequeña.

- ¡T-Tampoco eso! - Luminamon se asustó y cubrió su cara con sus manos, para entonces comenzará a explicar - S-Soy una Digimon que está... investigando... ¿Por qué de la noche a la mañana apareció esto aquí?

- Oh, solo es eso - comentó uno de ellos - Eso es porque|

- ¡Hey! ¡No puedes decir eso frente a un extranjero! - todos los Sealsdramon le regañaron al primero.

- Una disculpa...

Pero, al momento en que ellos discutieron, Luminamon pensó en varias cosas más.

« Ahora que lo pienso mejor... ¿De qué me sirve saber cómo llegó esta enorme construcción aquí? Tal vez no sea de mucha importancia saberlo, y tal vez a la señorita Lúmina no le interese mucho saberlo... Pero entonces, ¿Qué si le podría interesar a la señorita Lúmina? No quiero regresar al refugio con las manos vacías... ¡Quiero sorprenderla! ¡La señorita Lúmina es una chica bastante genial! ¡Derrotó a Murmukusmon, ha guiado a la caravana de siervos del castillo de la Señora JunoKazemon, peleó contra demonios, y nos está llevando más y más a la Ciudad Sagrada! ¡Es tan increíble la señorita Lúmina! ¡Me gustaría ser igual que ella! Pero... ¿Cómo podría impresionar la entonces, para que me enseñe a ser como ella? En estos momentos esta muy cansada la señorita Lúmina, o al menos eso me dijo cuando fui a despertarla... ¿Entonces, debería dejar que durmiera lo suficiente y entonces contarle sobre esta construcción gigante? Tal vez sería lo mejor... ¡Un momento! »

- Este... - habló Luminamon - Ustedes son... Este...

- ¿? ¿Somos?

- Está es... ustedes son de... - señaló al inmenso muro detrás de los Digimons - ¿Ese es uno de los 7 Reinos?

- ¡Claro que si! - explicó uno de ellos - Esta es la Ciudad Desértica. Aunque, bueno, por deducción debería ser obvio que si...

- Tienes razón, jeje... - comentó la Digimon - ¿Y acaso... tienen lugar para hospedar a una comunidad de muchos Digimons?

- ¿? ¿Eh?

- Este... - la Digimon estaba un tanto nerviosa - ¿Puedo... entrar a la Ciudad?

ASFD

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro