Yami POV

¡Ya quiero que se acabe la escuela! Maldición... ¡Cómo les encanta molestar a la gente buena y honesta, cómo nosotros, los alumnos! Pienso que la escuela es una total pérdida de tiempo... ¡Pudiendo hacer más cosas! Bueno, no puedo quejarme. Ya solo faltan 2 horas para que terminen las clases de hoy, y tendré toda la tarde para hacer lo que quiera, aparte de deberes :"v.

...

¡Por fin ha terminado este día de tortura! Ahora, puedo ir tranquilamente a casa para descansar, hacer tarea, descansar, y asi sucesivamente, hasta que me quede dormida en mi cuarto... Pero, cuando iba saliendo, surgió algo raro...

- ¡H-Hola! - repentinamente, un chico se me acercó y me saludó.

- ¿? - Si, era raro. No era muy común que los chicos me hablen.

- ¡Oh sí! Lo siento, puede que te parezca raro: un chico así de la nada te habla...

- Oye, ¿Qué quisiste decirme? - por un momento, quise hacerme la difícil. No sé; el sentimiento me surgió...

- ¿Eh? ¡Oh, no es eso!... Es solo que... Te he visto sola en esta escuela...

- ¿? ¿Me has visto? - eso me sorprendió un poco - Acaso... ¿Vas en esta escuela?

- Emmm... Algo parecido...

- ¿? No te había visto antes... ¿Qué edad tienes?...

- Tengo... - el chico se quedó pensando, seguramente para echarme una mentira - Tengo 18 años.

Bueno, no parecía tan malo este chico, ni mentiroso; 18 años (y con esa apariencia alta, robusta y fornida) es creíble. Además, parece que no suele hablar con chicas. Pude notar su nerviosismo, así que decidí "salvarlo" del momento.

- Bueno, ¿Y cuál es tu nombre?...

...

¡Hemos pasado una tarde increíble!

Este chico pelirrojo que, en un principio parecía ser un chico tímido y nervioso, terminó resultando un chico muy... Interesante y divertido.

Ya después de su "presentación", me invitó a salir después de que terminaran las 2 horas de clase. Al principio dudé: primero, me habla porque si, y luego, me invita a salir sin siquiera conocerme. Pero... Algo dentro de mí me dijo que aceptara la invitación...

Al final, accedí y salimos.

Y fue una tarde maravillosa: me invitó a un restaurante algo elegante; platicamos sobre nosotros: le gusta jugar fútbol, mientras que yo practico artes marciales. Su actitud es muy... Infantil para tener 17 años. Y... Parece que esta enamorado de mi...

¡Pero obviamente no estoy enamorada de él! Si, tiene carisma, encanto, es agradable y muy amigable; sin embargo, no tiene ni cumple con mis expectativas de alguien que quisiera estar conmigo... Dudó mucho que alguien las cumpla...

Al final de la tarde fui a la cafetería de Sofu, para comprar mi cena. Llegamos, él se sentó en una mesa y yo me quedé con Sofu.

- A ver si me acuerdo... - me dijo, con una sonrisa en su cara, después de saludarme - ¿Capuchino? ¿Y pay de manzana? ¿Todo para llevar?

- Así es Sofu.

- Enseguida regreso - dijo alegremente, mientras se daba la vuelta.

En ese momento, volteé hacia la mesa de chico, y ví que estaba observándome. Enseguida, se sonrojó y miró hacia otro lado, mientras yo emití una leve risa. Entonces, llegó Sofu con la bolsa encargada.

- ¡Aquí está!

- Gracias, te pag|

- No te preocupes, yo invito.

Me sorprendió que esa última frase fuera del pelirrojo con quién vine. Le dio a Sofu un billete, y le dejó el cambio. Enseguida, el chico se dió vuelta y regresó a la mesa. Obviamente Sofu me miró con ojos pícaros.

- ¿Y quién es ese muchacho? ¿Tu novio? ¿Por qué no me lo habías presentado?

Emití una pequeña risa y le expliqué.

- No Sofu, es un amigo. Hoy en la escuela me invitó a salir.

- Pues yo cómo lo veo, no se ve mal partido.

- ¡Ay, Sofu!

- Yo solo digo lo que veo, y puedo llegar a notar que ese chico está interesado en tí...

Levemente mis mejillas se ruborizaron, y volteé a mirar al chico, quien nuevamente estaba mirándome fijamente.

- Bueno, chiquita, tú decides. Él puede empezar a lidiar con tu deuda. - dijo con un guiño de su ojo.

Reí de su chiste, mientras el chico me miró entre extrañado y confuso.

- Bueno Sofu, ya me voy. Tengo algunas cositas que hacer, ya sabes...

- Escuela y todo eso. Cómo siempre - me dijo con una sonrisa - Bueno, pues también parece que ya es hora de cerrar, así que te veo mañana.

- Adiós Sofu.

- Hasta luego, Yami...

...

No era su responsabilidad, pero así lo quiso...

El chico se ofreció a acompañarme a mi casa, aunque le dije que estaba un poco lejos de donde estábamos. Ahora puedo ver como le tiemblan un poco las piernas del cansancio; a pesar de que había sido una buena tarde, fue algo pesada, y ambos, tanto él como yo, quedamos cansados.

Lo más extraño fue que, a pesar de todo lo que congeniamos en la tarde, durante el camino no mencionamos ni una sola palabra. Ambos fuimos muy silenciosos en todo el trayecto. Yo me fijaba de en qué calles me adentraba, mientras él se fijaba en que calles estaba.

Parecía que era la primera vez que estaba aquí... ¿Acaso será alguien nuevo en la escuela? Bueno, puede que tenga algo de lógica. Apenas comenzamos el año (y eso que ya me quiero ir :v), y puede que sea haya mudado de casa, y todo le resulte nuevo... Pero, aún así se me hace raro que sea la primera vez que lo veo, y que él me haya dicho que estaba en esta escuela, pero no tanto por las palabras, sino por la seguridad con la que lo dijo no sonaba como alguien nuevo aquí...

Rápidamente me di cuenta de que ya habíamos llegado a mi casa, y el fue el primero en detenerse frente a la puerta de mi casa... ¡Espera! Ahora que lo pienso, yo no...

- Creo que está es tu casa...

Yo lo miré algo desconcertada.

- Emmm... Si. Así es.

- Bueno, espero verte mañana en la escuela.

- Igual yo...

Él, rápidamente me dió un beso en la mejilla, se dió la vuelta, y continuó su camino.

Me sorprendió mucho ese gesto que hizo, pero más me sorprendió el ver que, cuando me di la vuelta para verlo, caminaba con seguridad en las calles...

Era extraño... Primero, andaba detrás de mí cuando llegamos a mi casa, reflejando que no conocía este sitio, y ahora parece que está caminando en la palma de su mano...

« ¡No! No te hagas dudas existenciales. Seguramente se aprendió de memoria el camino de regreso. U otra cosa, menos lo que piensas... »

Una vez que decidí dejar esas dudas, entré a mi casa. Sorpresa, no había nadie, lo que es fantástico: tuve un muy buen día, y no quería oír la voz de mis padres, ya sea regañandome o siendo hipócritas; cualquiera de las 2 me hubiera amargado lo poco que me quedaba de este día.

Bueno, llegué, dejé mis cosas en mi cuarto, y comencé a hacer mi tarea en mi cuarto, con los audífonos puestos. Escuchando una de mis canciones favoritas, Strange Names, el cual es un OST de uno de mis animes favoritos, Tsubasa Chronicles.

Seguí en ese estado, hasta que...

- Oye, eso se ve muy difícil de hacer...

A pesar de traer los audífonos puestos, pude escuchar la voz de alguien más. Pero, no alcancé a reconocerla, y mi cerebro no reaccionó sobre la identidad de aquella voz; así que conteste de inmediato. Y si, era difícil lo que estaba haciendo: tarea de física.

- Si, es un poco difícil, pero no imposible.

- Ya veo... Oye, creo que te faltó un vector ahí...

- ¿? Oh sí, con razón no salía la operación... Gracias...

Y, en ese momento, decidí voltear para ver quién me había hablado; me llevé una gran sorpresa al ver que había sido una especie de oso, de color negro, que tenía un gorro azul oscuro en la cabeza, y una especie de guantes en las manos. Me asusté completamente al verlo.

- ¿¡ Eh !? ¿¡ Qué eres !?

- ¡Oh sí! ¡Déjame presentarme! - me dijo con una sonrisa en su cara - Me llamo Bearmon, ¡Y quiero ser tu amigo! Igual que ese chico...

- ¿? ¿Me viste con él?

- Sip... Así es.

- Espera. En primer lugar... ¿Cómo entraste a mi cuarto?

- Tampoco sé, ahora que lo mencionas. Solo recuerdo que estaba dormido, y en cuanto desperté, ya estaba aquí.

- Em, okey...

- ¡No tengas miedo! Tendré cara de oso, pero no muerdo.

- No me preocupa eso... Me preocupa saber que eres...

- Oh, soy un Digimon: una forma de vida artificial creado por una base de datos.

- Ehhhhhh - su explicación me dejó más confusa, así que dije lo primero que se me vino a la mente cuando me dijo tal cosa - Algo así como... ¿Una computadora con forma de oso?

- Más bien, una computadora me da forma de oso.

- Eh, okey...

- ¡No te asustes! Puede que tenga forma de oso, ¡Pero no soy malo! Solo quiero ser tu amigo... Hace tiempo que perdí a los míos...

Eso llamó completamente mi atención.

- ¿? ¿Perdiste a tus amigos?

- Si... Mis amigos y yo peleamos contra alguien que nos quería hacer daño. Y perdimos. Y creo que fui el único que sobrevivió...

- ¿? ¿Qué pasó?

- Yo, junto con mis amigos, éramos Digimons muy importantes de donde vengo, el Digital World. Pero, un día, un malvado se apoderó de alguien cercano a nosotros; nos atacó y casi nos mató. Pero, creo que después de su ataque, fui el único que sobrevivió. Eso es lo último que recuerdo antes de despertar aquí...

- Bearmon. Lo siento...

- Si... Yo también lo siento...

En ese momento, una luz apareció enmedio de nosotros 2, y de ésta apareció un aparato parecido a un celular, el cual, en cuanto lo tomé para verlo mejor, cambio a color negro. Bearmon se sorprendió, y de inmediato se emocionó.

- ¡Un Digivice AE!

- ¿? ¿AE?

- Por el momento ese término no es tan importante... ¡Pero eres una Elegida!

- ¿Elegida para qué?

Bearmon me miró con ojos dulces.

- Para pelear con ese malvado que se llevó a mis amigos...

ASFD