Nikoru POV

¡Por fin! ¡Ya llegó este día tan esperado! ¡Mi cumpleaños, ahora ya tengo 15 hermosos años!

Se lo dije a Teriermon desde una semana antes, que fue casi por donde nos conocimos.

Ahora, me encuentro dormida en mi cama, algo nerviosa y emocionada con respecto a eso, pues siempre lo celebraba sola...

Mis padres siempre me han tratado como una carga, incluso mi hermano que una vez me apoyó ahora me ve como una carga. Después de esto, y de un amor no correspondido que tuve, no creo en el amor ni en la amistad. Mi relación con Terriermon es más compañerismo que nada.

Sigo con los ojos cerrados, durmiendo cálidamente en mi cama. Pero... Una pesadilla comenzó a llegarme...

~♦♦♦~

- ¡No por favor! Esta no es la única manera de cruzar este muro...

- Si, hay más opciones... ¡No deben desperdiciar su vida de esta manera!

- ¿En serio? ¿Creen que nosotros, una bola de traidores, asesinos, mentirosos y usurpadores, estaríamos dispuestos a sacrificar algo como nuestra vida, si esto no fuera importante? Qué idiotas son...

- ¡Entiéndanlo! Solo somos almas en pena, sin posibilidad de perdón. Lo mejor que podemos hacer, en toda nuestra existencia de dolor y miseria, es ser, por una sola vez, fieles a nuestras convicciones...

- Y... Si eso implica dar nuestras vidas para lograr nuestra misión, estamos dispuestos a morir por y para nuestra diosa...

- ¿¡ Pero acaso no lo recuerdan !? ¡Ya no serán capaces de regresar! ¡Por favor no lo hagan!

- ¡Basta de discusiones!... Maldita sea... ¡No saben hacer otra cosa que no sea discutir! ¡Son una bola de inútiles!

- Pero...

- Y ahora... ¡Quiero que salgan de aquí, y cumplan nuestra última voluntad: Proteger a nuestra diosa!

~♦♦♦~

Desperté de una manera tan normal que no logró entender. Tenía la cara llena de lágrimas, y mi cuerpo... Podía sentir los lamentos y gritos que oí...

De repente... Un olor... Un olor muy familiar para mí lleno mi nariz, evitando que siguiera pensando en aquel sueño.

Queso...

Miré hacia donde mi nariz dijo que estaba el olor, y ahí ví a Terriermon, con una enorme rebanada de pizza de queso puesto en un plato.

- ¡Feliz cumpleaños Niko!

Me alegro mucho ese gesto. Tanto, que abracé a Terriermon.

- ¡Gracias!

Tomé el plato y me senté junto a Terriermon, quien me miró largamente. Después, hizo una pregunta que, aunque para mi sonaba extraña, para él seguramente fue muy lógica.

- ¿Y, que suelen hacer los humanos en sus "cumpleaños"? - Aún así, lo volteé a ver.

- Acaso... ¿No celebran los cumpleaños en... de dónde vienen...?

- ¿En el Digital World? No; nosotros no tenemos un sistema de fechas como lo tienen ustedes... Tal vez, en un futuro, pondremos un calendario. Pero, nosotros, al no tener fechas, no sabemos cuando cumplimos años, ni con exactitud nuestra edad...

- ¿En serio? Y... más o menos, ¿Cuántos años te calculas?

- Siendo honesto, no lo sé... pero, tal vez tengo unos... ¿300?

- ¿¡!? ¿¡300 años!?

- Bueno, eso es muy poco en el Digital World. Nuestro ex-emperador nos contó que debía tener, tal vez, medio millón de años; sino es que más...

- ¿¡Qué!? ¿¡Tantos años!?

- Si... pero, respóndeme: ¿Qué hacen en sus cumpleaños?

- ¡Oh si! Pues, normalmente, quien cumple años hace lo que más le gusta hacer el día de hoy... - comencé a explicarle - Por ejemplo: comer en un lugar especial, salir de compras a algún centro comercial, o, simplemente, estar en casa sin hacer nada...

- ¿Y, tu que harás Niko? - esa era una muy buena pregunta. Y, no sabía que responder.

En mis cumpleaños pasados no hacía mucho; solo hacia mi rutina de todos los días, ya sea ir a la escuela o quedarme en casa haciendo quehacer, y me compraba un gansito para celebrar mi cumpleaños, como si fuera un pastelito. Y, por ello, no tenía nada planeado para hoy; solo seguir mi rutina diaria.

- Pues, iré a la escuela... Si, eso haré...

- ¿Y no tienes ganas de hacer otra cosa?

- En realidad, no...

- ¿Y, no te gustaría ir a algún otro lugar después? - Terriermon comenzó algún cuestionarme cosas que nunca me había preguntado, siendo honesta.

- Pues... - Pero, realmente no tenía ni idea de que tanto podía o quería hacer - Mis padres estarán fuera hoy, junto con mi hermano. Así que después de la escuela estaré sola en casa, todo el día...

- ¡Ni tan sola! ¡Recuerda que me tienes a mi!

- Cierto... - entonces volví volvía pensar en un lugar al que me gustaría ir, pero, simplemente - No... no tengo un lugar en especial al que quisiera ir...

- Mmmmm... ¡Tengo una idea! - me dijo Terriermon, con entusiasmo en su sonrisa - Soy nuevo en este mundo, ¿Entonces, que tal si me enseñaste tu ciudad? O aquí, en los alrededores...

- ¿Bueno, y por que tantas ganas de hacer algo?

- Pues... - comenzó Terriermon - desde que me contaste sobre tu familia... que te consideran un estorbo... y desde que me contaste sobre tu desilusión... ¡No quiero que estés triste ni sola! ¡Quiero protegerte!

Me sorprendió mucho su comentario. Si; desde que toda mi familia me considera un estorbo, y desde que tuve aquella desilusión amorosa con ese chico... Me he sentido algo sola, estando yo contra todo el mundo que tengo adelante... Pero, me hacía feliz la idea de que Terriermon está aquí. Me hace sentir feliz y segura. Entonces, para romper el ambiente mustio le solté una broma:

- ¿? ¿Protegerme? ¡Pero si estás muy pequeño!

- ¿Eh? ¡Ya lo verás! - Terriermon pareció entender bien la broma, y saltó sobre mi, para darme un abrazo.

- Okey... me como tu regalo de cumpleaños, y me alisto para ir a la escuela...

- ¿Regalo de cumpleaños? - Terriermon me miró confundido.

- Si; todavía falta que te diga muchas cosas que hacemos...

...

- ¡Por fin! Se terminó este largo día de clases...

- ¡Y yo qué creí que nunca terminaría! - me comentó Terriermon, desde el Digivice AE que traía colgado en mi cintura. Por cierto, me extraña que nadie me haya preguntado sobre éste.

- Entonces, ¿A dónde vamos primero?...

- ¡Primero a tu casa! ¿O quieres cargar con tu mochila pesada todo el tiempo que estemos afuera?

- ... Tienes razón; si llegamos a comprar algo, la mochila no será de mucha utilidad, por todos los útiles. De acuerdo, dejaré esto en casa, recogeré algo de dinero y saldremos.

- ¡Pues vamos!

Salimos tranquilamente de la escuela y comenzamos a caminar hacia mi casa. En el trayecto, pude notar que una chica nos estaba siguiendo de manera muy discreta; en un inicio me sentí un poco asustada, así que, con rápido movimiento volteé atrás de mi.

- ¡Eva's quien seas, sal de ahí!

Pero, no había nadie. Y si lo había, estaba muy bien oculta que no podía hallarla en ningún lado al que volteara.

- ¿? ¿Qué ocurre Niko? - Terriermon pareció no haber notado que alguien nos seguía.

- N-nada... solo mi imaginación...

Y, rápidamente me di cuanta que ya estábamos frente a nuestra casa.

- ¡Wow! Ya llegamos; creí que estábamos más lejos...

- ¡Okey! - y, sin que le dijera ni nada, Terriermon salió del Digivice.

- ¡! ¡Oye, te pueden ver!

- Pero ya estamos en casa... ¡Solo salí para que me des tu mochila y yo la meto!

- No te preocupes; mejor vamos los 2...

Ambos entramos, y dejé mi mochila en el sofá que estaba junto a la puerta y fui ahora mi habitación para recoger de mi dinero guardado, mientras vi que Terriermon daba un pequeña vuelta a la casa. En cuanto regresó, cerré la puerta.

- Okey, ahora le pongo llave a la puerta...

- ¡Espera! ¿Y si mejor dejas las luces prendidas, sin seguro en la puerta?

- ¿Qué? ¿Para qué?

- ¿Qué tal si llegas a perder tus llaves? Ya no podrías entrar... Además, si alguien ve las luces prendidas, creerá que hay alguien más cuidando la casa.

- ¿? Nunca pierdo mis cosas, así que no hay problema. Además, ¿Quién te dijo eso? La mayor parte de los robos a casas ha sido por eso, y no quiero arriesgarme.

- Emmm... está bien... - él simplemente aceptó mientras cerraba la puerta; Terriermon ha estado actuando de una manera completamente extraña.

- ¿? ¿Estás bien? ¿Por qué has actuado... así?

- ¿Eh? ¡No, por nada! Es solo que... nunca había estado en un cumpleaños, como te había dicho...

- ¿Y por eso pareces actuar muy nervioso?

- Si... algo así...

- ... De acuerdo... ¡Cierto!

- ¿? ¿Que ocurre Niko?

- Hay un lugar que me gustaría visitar. Hace poco vi en la TV que iban a abrirlo por estos días, así que vamos a ver si ya esta abierto...

- ¿Y dónde es eso?

- Ya lo verás... Recarga binaria: Tierra Humano - y una vez que recargué a Terriermon en el Digivice AE, continuamos la marcha.

~♢♢♢~

<¿Cómo va tu reporte?>

- Voy bien. Me he acercado a la chica en total unas 3 o 4 veces... Sin embargo, sus sentidos están muy bien afinados: ha logrado evitar que llegue hasta ella...

<Eso es malo; debes conseguir ese Digivice lo más rápido que puedas... Además, pude notar que tus baterías cuánticas están casi agotadas. Debes apresurarte, sino no tendrás otra oportunidad como esta...>

- ¡Ya lo sé! Déjame ver si puedo hacer alguna distracción. Al parecer va a salir con su compañero a algún lado. Veré si puedo actuar en ese momento...

<De acuerdo, pero recuerda: ¡hazlo rápido! >

~♢♢♢~

Después de estar caminando un largo rato, llegamos a una tienda que se llama "Cacao's Island".

- ¿? ¿Qué es este lugar? - preguntó Terriermon de manera curiosa.

- ¡Este es el paraíso! ¡Es una tienda solamente de chocolate!

- ¿Chocolate? ¿Qué es eso? - hasta cierto punto, me estaba emocionando el hecho de que Terriermon no supiera que es esta delicia.

- Pronto lo descubrirás Terriermon...

Entramos a la tienda, y tan solo el simple olor de chocolate agitó por completo mis tripas: chocolate de leche, negro y blanco, amargo, envinado, acaramelado; con frutos, con cereal, de cobertura... ¡Está tienda es tal cual como lo decían en la tele: tiene todos los tipo de chocolates!

- Ojalá vieras esto conmigo, Terriermon... ¡Estamos en el paraíso!

- ¿Paraíso? ¿Acaso... hablas del Reino Celestial de los Dioses?

- ¿? ¡No! Habló de todos estos chocolates que están aquí! ¡Todos son una delicia!

- ¿En serio?

- ¡Si! ¡Compraré de todos los chocolates que haya en esta tienda y te daré a probar afuera!

- ¡Entendido!

Así nos la pasamos durante bastantes horas. O, mejor dicho, así me la pasé: estaba viendo todos los chocolates, comiendo de las muestras que ofrecían algunos meseros, escuchando todas las historias que contaban los que atendían en la tienda.

Además, cada que compraba un bulto de chocolates pesados, salía de la tienda, recargaba a Terriermon y le compartía algunas muestras, pero nunca los que tenía en la mano: el chocolate es mi dulce favorito en el mundo, ¡Nadie, absolutamente nadie puede tocar un chocolate que yo tenga en la mano, o le irá muy mal!

Así estuvimos haciendo durante unas 4 o 5 veces. Hasta que me di cuenta que ya casi era de noche, y decidí regresar a la casa. Diablos, gasté todos mis ahorros en comprar de ese delicioso chocolate, además que está totalmente pesado. Debí haberme traído mi mochila; así, al menos no estaría cargando tanto.

- ¿Te divertiste? - me pregunto Terriermon, a quien lo había recargado para que me ayudara a cargar con un par de bolsas de chocolate.

- ¿? ¿En serio acabas de preguntarme eso? - le pregunte en un tono sarcástico, mientras que Terriermon me veía de manera inocente.

- ¿Mmmm, si?

- ¡Obviamente me divertí! ¡Fue muy genial visitar esa tienda! - realmente me sentía feliz por haber ido; además, haber estado con Terriermon, quien estuvo conmigo todo el tiempo (claro, como si tuviera otra opción) y aparte ahora también es un amantes de los chocolates; tanto como yo).

- ¡Me hace feliz saber que te gustó mucho venir a esta tienda!

- ¡Si! ¡Gracias por estar conmigo Terriermon!

- No tienes que agradecerme Niko, ¡Después de todo, es tu cumpleaños!

L

os 2 seguíamos hablando felizmente, que no nos dimos cuenta en qué momento ya habíamos llegado a mi casa. Entramos pero, en cuanto iba a dejar las cosas, me percaté de algo: las luces estaban apagadas, y, antes de que saliéramos, recuerdo haberlas dejado prendidas.

- ¿Eh?

Me dirigí hacia el interruptor y las encendí, y en ese momento, muchas personas saltaron de varios escondites de mi casa, con carteles, globos y confetti.

- ¡¡SORPRESA!!

- ¡¡Ahhhhhh!! - Yo simplemente me asusté mucho; tanto que solté un brinco.

- ¡Ah! ¡La asustamos! - Escuché que dijo Valeria, mientras trataba de contener una risa.

- ¡Les dije! Sorprenderla así de repente era mala idea... - le comentó... ¿Esa era Misti?

- Entonces, ¿Que otra cosa haríamos? - le interrogó Valeria, con un tono defensivo.

- ¡Esperen! - No estaba asimilando todo correctamente - ¿Qué está pasando?

- ¿Qué no es obvio? - me preguntó Tsuyo, mientras sostenía una cartel como unas palabras que repitió Hikari.

- ¡Feliz cumpleaños Niko! - la chica peliazul corrió hacia mi y me abrazó fuertemente.

- ... Gracias... Pero... - solo había un pensamiento en mi cabeza, en medio de todo esto - ¿Cómo lograron entrar a mi casa?

- Bueno, eso fue gracias a mi... - dijo Terriermon de manera inocente.

- ¿? ¿Pero cómo? Cerré la puerta con llave...

- Si, pero dejé una ventana entreabierta...

- ¡! Así que por eso querías dejar la puerta sin llave...

- ¡Jeje! - rió Terriermon.

- Okey, y tengo otra pregunta... ¿Quién es él? - Dije mientras señale a un chico que parecía de muestra edad, y que estaba usando un sombrero con unos adornos navideños, al parecer. Se veía muy raro.

- Oh, él se llama Heishi Nodenki - comentó Akira, mientras lo acercaba hacia mi - Cuando nos vio adornando todo, quiso ayudarnos, con tal de que lo dejáramos estar aquí...

- O sea, un colado...

- ¡Mucho gusto! Como te dijeron, me llamo Heishi Nodenki...- me dijo mientras me estiraba la mano. Y, por cortesía, le contesté mientras le daba la mano.

- Mucho gusto. Nikoru Bourbaki...

- Okey, ¡Menos plática y más fiesta! - y así dio comienzo a esta fiesta de cumpleaños...

~♢♢♢~

<

¿? ¿Qué pasa? ¿Cuál es tu reporte? >

- Pues, como se imaginarán, fracasé...

< ¿¡!? ¿¡Qué ocurrió!? >

- Un Socij Templarii... comandado por, ya saben quién... Al parecer, ya me estaba esperando...

< ¿¡Pero estás bien!? ¿¡Ustedes se encuentran bien!? >

- Si... lograremos crear una distracción que nos dió suficiente tiempo para escapar... y, apenas y logramos salir de la situación...

< ¿Y dónde se encuentran? >

- Llegamos como en un par de minutos... No te preocupes, estaremos ahí para la cena...

~♢♢♢~

La fiesta ya termino hace un par de horas, más o menos. Aún así, todos son una bola de cínicos: nos dejaron a Terriermon y a mí solos para recoger todo el desastre que hicieron en mi casa. Bueno, ni tan solos que digamos: aún estaba Heishi, quien, en este momento, esta ayudándome a recoger algunos confettis que sacaron a mitad de la fiesta y que se regaron por toda la sala.

- Este trabajo es muy difícil... ojalá ellos no se hubieran ido... - le comenté, mientras seguía recogiendo la basura del suelo.

- Tienes razón. Ojala hubieran más manos... - me respondió: mientras el seguía aquí, decidí no revelarle a Terriermon. O, las cosas podrían ponerse un poco feas.

- ¡Cómo se atreven a hacer una fiesta en mi casa e irse sin recoger nada de nada! La próxima vez no harán una fiesta en mi casa...

- Yo creo que es, hasta cierto punto, divertido quedarse hasta el final... - me comentó. Y, en cuanto lo miré con cara de confusión (o sea, ¿A quién le gusta quedarse hasta el final para recoger la basura?), rápidamente corrigió su argumento - Osea, me refiero, ahora puedes escuchar toda la música que quieres mientras limpias. Del mismo modo que yo podría hacerlo; si estuviera en mi casa...

- ... Si, creo que tienes razón... - Eso si: ahora que estábamos solos, podríamos hacer aún más escándalo del que se hizo en la fiesta.

- Oye, no puedo evitar preguntarlo, pero... ¿De dónde salió esa marca extraña que tienes en tu brazo derecho?...

- ¿? ¿Esto?... Si te soy sincera, no lo recuerdo... - Y así era: he tenido esta marca como por 9 o 10 años, y no recuerdo de dónde salió. Tanto mis padres como mi hermano me lo han ocultado, así que no sé cuál es su verdadera procedencia.

- Ya veo, hermosa pechugona...

- ¿? ¿Qué dijiste? - realmente me sacó de onda ese comentario que acaba de hacer.

- ¿? No dije nada... - el chico me miró con un rostro de inocencia creíble. Pero no para mi.

- ¿¡Crees que no te oí!? ¡Claramente escuché cuando dijiste "hermosa pechugona"!

- ¡! ¿De qué hablas? ¡Yo nunca dije nada!

- ¡No te hagas el| - estando de pie frente a él, y casi con mi puño en su cara, me percaté de algo: había una especie de mosca gigante de color rojo con ojos verdes sobrevolando enfrente de mí,  y mirando hacia el escote que tenía mi playera.

- Si, así es: tu par de pechos son redondos, blancos con un toque de brillo y de un tamaño promedio, en mi opinión técnica, ¿O, usted que opina, sr. Aburrido?

- ¡Ah! ¡Qué es esto!

- ¡! ¡Sr. Pervertido, te volviste a escapar!

- ¿? ¿Sr. Aburrido? ¿Sr. Pervertido?

- ¡! ¡N-No! ¡Esto es parte de tu imaginación, y en realidad nada de esto está sucediendo ahora mismo!

- Espera... esa voz... - comentó Terriermon desde el Digivice AE que traía colgado en mi cintura.

- ¡! ¡Terriermon!

- ¡Tentomon! - sin previo aviso, Terriermon salió de su Digivice AE y fue a reunirse con Tentomon.

- ¿? ¡Oh! ¿Tu también tienes un... lo que sean estas cosas...? - me preguntó Heishi con una sonrisa en su rostro. Al parecer, no se veía tan emocionado por ello.

- Emmm si...

- ¡Y no somos "lo que sean estas cosas"! ¡Somos Digimons! - se quejó Terriermon, mientras saludaba a aquella mosca extraña.

- Bueno, al menos la carga de quehacer ya no será tan alta - fue todo lo que dijo Heishi en el momento. Me alegro mucho pensar que a él no parecía afectarle el hecho de tener un Digimon y un Digivice AE en sus manos, así que solo le sonreí.

- Tienes razón... ¡Ahora, a trabajar!

ASFD