Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XI

Lúmina POV

¿Qué me está pasando? ¿Qué me ocurre?

Suelo ser alegre todos los días, pero he estado de un humor que nadie me aguanta. Suelo ser divertida, pero me he vuelto pesimista. Suelo ser amable, pero ya incluso ofendo a otros. Suelo ser solidaria, pero me comienzo a burlar de otros.

¿¡Qué rayos me está ocurriendo?!

He decidido alejarme por un largo tiempo de mis "amigos" y mis amigos; la diferencia es que unos pretenden y otros si son. Caminé sin cesar por toda la escuela, mientras el receso va alargándose. Mientras el receso va terminándose.

El tiempo lentamente se va comiendo a sí misma, sin que le importe salir dañada por el hecho de que nunca saldrá dañada.

Caminé hacia ningún lado, algo tampoco normal en mi. Y, en ese tiempo, comencé a pensar en porque mi cambio repentino de actitud. Comencé a buscar opciones. Comencé a buscar culpables.

Pero lo mismo de siempre: nada. Solo seguí caminando, ignorando a todo el mundo, ignorando a lo que existe y lo que no existe.

Entré en un largo pasillo oscuro en el que nadie estaba. Se notaba: en ese pasillo hacia un frío que ni el polo norte lo supera. Por momento, al sentir el frío, tirité por ese sentimiento, un escalofrío que recorrió mi cuerpo y terminé abrazándome a mí misma.

Solo me quedé mirando a la oscuridad de aquel lugar.

- Que tontería... ¿Para que estar aquí si te quedas igual?...- estaba dispuesta a dar la vuelta y regresar, pero...

‹ Lumina Haato... ›

Volteé sorprendida.

- ¿Ehh? ¿Cómo sabes mi nombre?...

Al fondo del pasillo se formó una luz plateada, que me incitaba a ir hacia ella. Comencé lentamente a caminar hacia ella.

‹ Yo sé muchas cosas, Lumina... ›

- Pero... ¿Cómo me conoces?... Yo soy invisible para todos...

‹ No para mí Lumi... ›

- ¿? ¿Quién eres?...

Estaba esa luz plateada al fondo del pasillo sin fin.

‹ Me llamo JunoKazemon. La diosa del Viento. Señora de los 4 Vientos. ›

- ¿Diosa del Viento?...

‹ Así es... ›

- Y... ¿Por qué me has llamado?...

‹ Quiero pedirte un favor... ›

- Te oigo.

‹ Quiero que... que seas mi compañera... ›

~♢♢♢~

- ¡No puede ser! ¡Lo volví a sentir!

- ¿? ¿Estás seguro?

- Nunca podría mentir... ¡Y menos con esta energía!

- ¡Rápido, registra las coordenadas cuánticas! ¡Debemos llegar allá antes que ella!

- ¡Rápido! ¡Rápido!

~♢♢♢~

Un portal se abrió frente mío, y sin poder evitarlo caí en él, al igual que la luz plateada. Por lo que pude ver, el portal se cerró, y desaparecí de aquel lugar totalmente. Y así caí en un largo túnel sin fondo como por 10 minutos. Estaba aterrada de aquello. No sabía a dónde me llevaría ese portal, ese túnel, ese lugar. No sabía nada de eso, ni por qué esa tal JunoKazemon me acaba de llevar a quien sabe dónde.

Después de mucha caída libre, mi trasero golpeó fuertemente sobre suelo. Me quejé por el golpe, pues había sido muy fuerte.

- ¡Au! - con algo de dificultad me levanté y vi que estaba en un cuarto oscuro.- ¿Dónde estoy?

Caminé un poco por aquel lugar, hasta que mi mano sintió algo parecido a una perilla.

- Debe ser una puerta...

Con cuidado, abrí la puerta, y pude ver el lugar: un inmenso castillo de mármol, perlas y piedras preciosas. Varias columnas sostenían el inmenso techo de metal sobre mi cabeza. Todo estaba lleno de dibujos, unos más difíciles de entender y otros más coloridas que otros, como si fuera la Capilla Sixtina. Tanto en las columnas como en el lugar se encontraban adornos de oro. Todo el lugar estaba totalmente hermoso. Estaba conmovida de tanta belleza

- Hermoso...

- Gracias. Tardé mucho para terminarla...- una voz femenina me sacó de mis pensamientos e hizo que volteará hacia ella.
Una guerrera de ropa y armadura grisácea, con armadura amarilla y con tonalidades de verde, y se notaba un tanto su sexo femenino, capa azul y 2 "brazos" extra con armadura dorada estaba frente a mí. En su cara había una máscara de color gris, con una especie de Corona muy puntiaguda, cabello multicolor y unos ojos de azul turquesa... Unos ojos muy bonitos.

- Tu... - me quede mirándola detalladamente - ¿Eres JunoKazemon?...

Ella asintió con la cabeza.

- Así es.

- Y tú... ¿Me llamaste?...

- Exacto.

- Pero... ¿Por qué...? Digo, más bien... - la miré de pies de cabeza varías veces - Debería empezar por... ¿qué eres?

- Déjame explicarte: soy un Digimon, o un "Digital Monster", como deberían ser conocidos en tu mundo. Te he llamado por algo importante: hace años, el Inframundo Digital, lo que sería el infierno de tu mundo pero expresado aquí en forma de datos oscuros, realizó una rebelión con tal de apoderarse del Reino Celestial y conquistar el Digital World para su propio beneficio.

- Mmm... Okey...

- Y necesito de tu ayuda para librar a mi mundo de las tinieblas...

- Okey pero... ¿Por qué quieres que te ayude?... Digo, pueden haber otros humanos...

Entonces negó con la cabeza.

- Realicé una búsqueda desesperada, y nadie sería capaz de soportar este inmenso poder... Solo tú, Lumi...

- ¿Eh? ¿De los más de 7 mil millones de habitantes en la Tierra, yo soy la única compatible con... esta tarea?

- Así es.

- Wow... Soy especial, pero... ¿Por qué tenemos que ayudarte a ti y a los Dioses a salvar tu mundo?... - Hasta cierto punto, era una duda lógica, ¿Por qué debíamos ayudar los humanos también?

- Hace poco, los demonios descubrieron la existencia del Mundo Humano... Y es muy probable que también quieran tu mundo.

- ¿¡EHHHHHH?! ¿¡Pero cómo...?!

- No sabemos cómo... Pero, pensé que unir fuerzas con los Mortales no sería tan mala idea: ambos tenemos las mismas necesidades y los mismos deseos.

- De acuerdo... Si mi mundo también está en peligro quiero ayudarte a salvarlo...

En ese momento, se escucha una gran explosión, que irrumpió con la tranquilidad del lugar. Por una gran puerta entraron alteradas varias Digimons femeninas que parecían mariposas, y todas llegaron con JunoKazemon.

- ¿¡Qué pasa, Kazemon?!

- ¡Señora JunoKazemon! ¡Nos atacaron!

- ¡Son las tropas de Murmukusmon!

La Diosa gruñó al escuchar el nombre. Me preocupé algo.

- ¿J-JunoKazemon?

- Lumi, quédate con ellas: te cuidarán con sus vidas - entonces, se volteó hacia la puerta y desenvainó la espada que tenía- Voy a darle modales a Murmukusmon...- levantó vuelo y se fue.

- Acompáñanos Lumi.

Una de las Kazemon me tomó de la mano y empezó a correr hacia otra puerta.

- ¡Oye! ¡Espérame!- con dificultad le igualé el paso.

Las 2 Kazemons y yo continuamos corriendo por un buen tiempo por los pasillos del palacio. Por lo que vi, parecía que estábamos descendiendo.

- ¡Kazemon! ¿A dónde vamos?

- ¡A un refugio subterráneo que hizo nuestra señora JunoKazemon! ¡Ahí estaremos a salvo!

Yo me solté del agarre de las Digimons.

- ¿¡Qué?! Me están diciendo que... ¿¡Están abandonando a su señora?!

- No la abandonamos, son ordenes directas que nos dio nuestra señora JunoKazemon - dijo una de las Kazemon.

- A ella nunca le ha gustado que los que están a su alrededor salgan heridos...

Estaba a punto de responderle, pero... esa Diosa es parecida a mi. Además, si es verdad que no quiere ver caer a su mundo ni al mío, y que para cumplir eso me llamó, entonces es obvio que no quiera perderme. El sonido de otra explosión, un sonido más cercano, rompió el silencio formado. Y tomé valor.

- Lo siento Kazemons... Iré a ayudarla. No sé cómo, pero iré a ayudarla.- decidida, me di la media vuelta y salí corriendo para salir de aquel lugar.

- ¡Lumina!

Ya no supe si me siguieron o no. Solo seguí corriendo. Después de un largo tiempo llegué al cuarto gigante en donde estábamos hablando JunoKazemon y yo cuando llegué. Pero... No había nada. Estaba exactamente igual a cuando llegué, solo que estaba muy silencioso el lugar.

- ¿Pero qué...?- no terminé la frase, pues hubo una explosión sobre mi, tirando todo el techo, y parte del muro. Apenas me dió tiempo de retrocedecer para evitar que los escombros cayeran sobre mi.

Una vez que los escombros dejaron de caer, me asomé sobre éstos para ver qué pasaba: estaba todo destruido. De entre los pedazos de fierro y concreto, salió lenta, difícil y, por lo que vi, dolorosamente JunoKazemon, cubierta de pies a cabeza con heridas, varios hilos de sangre en su cuerpo, y la armadura quebrada, rasgada, cortada y fracturada. Del cielo salió algo que parecía ser un demonio con alas, que se le veía feliz.

- Maldito Murmukusmon...

- ¡Jajajajajaja! ¿Te gustó eso, "Diosa" del Viento?

Aquel ser demonio, con mucha tranquilidad, descendió hasta el suelo, y se posó sobre la Diosa.

- Qué lastima que tengas que morir...- el demonio le tomó del rostro - Tan bella que eras, ahora solo eres mierda...- rió.

JunoKazemon se enojó y con sus últimas fuerzas le soltó un golpe fuerte al demonio.

- ¡Ay! Malditos Dioses... Tuvieron que nacer...- en su mano derecha aparecieron unas garras oscuras. Inconscientemente, salí de mi escondite y le plante cara al ser.

- ¡Eh tú! ¡Deja a JunoKazemon!

El demonio y la Diosa me miraron.

- ¡Lumina! ¡Te dije que estuvieras con Kazemons!

- ¿Qué? ¿¡Qué es eso?!- el demonio sorprendido miró a JunoKazemon - Maldita Diosa... - la tomó del cuello, la alzó, y con su otra mano le atravesó el abdomen.

- ¡JunoKazemon!

La Diosa cayó de rodillas, mientras se agarraba el abdomen, visiblemente adolorida. Luego de unos minutos, ella seguía tomándose el abdomen, y el demonio en vez de mirarla con gusto comenzó a mirarla con enojo.

- ¿Qué? ¿¡Por qué no te vuelves datos?!

La Diosa le miró con una sonrisa en su cara.

- Soy una Diosa... Y aunque no me regenere tan rápido, al menos soy Inmortal...- luego se dirigió hacia mi - Toma Lúmina - extendió su mano y una luz apareció frente a mí.

Esa luz se materializó en un aparato parecido a un celular, pero con un círculo-holograma con una orilla de metal sobresaliendo de éste. Era de color plateado todo el aparato.

- Pero... ¿Qué es esto?...

Entonces, JunoKazemon comenzó a desintegrarse.

- Es un Digivice AE...- me miró con alegría- No te preocupes, no moriré... Estaré contigo en lo que necesites, Lumi...- se desintegró totalmente en mucha data, la cual entró en mi Digivice AE. Y, las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro: alguien a quien no conocía en lo absoluto acababa de dar su vida por mi...

- Maldita JunoKazemon... - aquel ser me miró con mucha rabia - ¡No dejaré que la mantengas viva!

El demonio salió volando hacia mi, pero unos tornados rosados le detuvieron.

- ¿? - volteé a mi espalda y... - ¡Kazemons!

- ¡No dejaremos que dañes a Lúmina!

- ¡Cumpliremos la orden que nos dió nuestra señora, aún cuando haya muerto!

El demonio se recuperó del golpe de las mariposas y nos mira con mucha furia.

- ¡No molesten si quieren seguir viviendo!- y juntó ambas manos- ¡Gehena Flame! - De sus manos salió una enorme bola de fuego que se dirigió hacia nosotras.

Ambas Digimons se pusieron enfrente de mí y recibieron el golpe, siendo automáticamente desintegradas por esa flama. Yo... quedé impactada.

- JunoKazemon... Kazemons... Murieron por mi... Sin siquiera conocerme...- las lágrimas siguieron saliendo de mi rostro.

- ¡Ja! ¡Inútiles! ¿En serio creyeron que  podían detenerme dando sus vidas? - el demonio me miró y emitió una sonrisa - ¡Ahora es tu turno! ¡Muere!

- No...- apreté el Digivice AE con fuerza - Me salvaron porque me necesitan... No dejaré que sus sacrificios sean en vano...- el aparato comienza a emitir una gran luz plateada.

- ¡Gehena Flame! - la llamarada se dirige hacia mí.

- ¡No me dejaré morir!- el aparato brilló con tanta intensidad que destruyó incluso el ataque del demonio, causando una explosión.

- ¿Qué?

Tanta fue la luz que me cubriéndome los ojos, y para cuando me los descubrí, había 2 figuras femeninas frente a mí.

- ¿? ¿Quiénes son?

Una chica como de mi edad con un traje de conejo rosado, se acercó a mí algo tímida, pero se veía alegre.

- Soy Sistermon Blanc. Tu compañera de tipo humano.

Una chica más grande de edad que yo pero con un traje de gato de color negro y con 2 dientes en su sonrisa se acercó a mí, más segura que Sistermon Blanc.

- Soy Sistermon Noir. Tu compañera de tipo bestia.

- ¿Tipo humana? ¿Tipo bestia?- les miré confundidas.

- Eso no importa- contestó algo seria. Luego, se dirigió a Murmukusmon- ¡No te perdonaremos el que nos hayas hecho mucho daño!

El demonio al inicio mostró confusión, pero después sonrió.

- Así que ustedes son JunoKazemon, dividida en sus 2 líneas evolutivas: el tipo humano y el tipo bestia...- sacó sus garras- ¡Da igual quienes sean, las destruiré!

Sistermon Blanc se ocultó detrás de mí.

- ¡Hermana! ¡Necesito de tu ayuda!

- T-Tengo miedo...

Yo me volteé, y aprovechando que era más baja de estatura que yo, comencé a acariciarle la cabeza maternalmente.

- ¡Sé que podrás Sistermon! ¡Ten confianza en ti misma!

La Digimon me miró y mostró una sonrisa en su cara.

- ¡O-Okey!

Dando unos brinquitos, se posicionó al lado de su hermana. En su mano apareció un tridente dorado, y en la mano de Sistermon Noir apareció una pistola grisácea. Ambas apuntaron sus armas hacia Murmukusmon.

- ¡Jajajajajajajajajajajajaja! ¡No podrán hacerle daño unas simple Infante a un Demonio Mayor! - el demonio junto sus manos para preparar su ataque.

- ¡Eso lo veremos!- se llena con un Aura de color negro.

- ¡E-Eso mismo!- se llena con un Aura de color blanco.

- ¡Mueran! ¡Gehena Flame!

- ¡Grand Cross Sister! - sus armas dispararon un inmenso rayo bicolor que destruyó la flama de Murmukusmon y le impactó de lleno, causando una explosión. Después de que el humo se dispersara, se hallaba el demonio muy malherido.

-Esto no ha terminado...- y de un momento a otro se teletransportó.

Una vez que se fue, yo caí al suelo, muy cansada. Las Digimons hermanas me auxiliaron.

- ¡Lumi!- la hermana coneja me tomó antes de caer al suelo. Yo estaba comenzando a perder el conocimiento.

- ¡No puede ser! ¡Su brazo...!

Traté de ver mi brazo derecho, que apenas alcance a ver qué era eso...

- ¡G-Goddamned Tsūru!

- Pero no es cualquier Goddamned Tsūru...- apenas alcancé a escuchar lo último - Es Tai...

ASFD

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro