Tsuyo POV

Llegué a la escuela con mucha tranquilidad. A pesar de que en el camino me encontré a una chica, por cierto muy linda, que estaba diciendo cosas raras sobre "el fin del mundo" o algo así; esto hizo que casi llegara tarde a la escuela.

La primera clase que me toca es Historia, una de mis favoritas. Entré al salón y tomé asiento junto a una chica muy linda y tierna, que es una amiga cercana: Mitsuki Satsujin.

Es una chica de mi edad, con cabello negro y largo, ojos brillantes y grises oscuro, y con una piel, a mí parecer, excesivamente blanca. Es amable, alegre, inocente hasta cierto punto. Le gusta ayudar a la gente en todo momento, es muy empática, solidaria, y cooperativa. También está al tanto de la gente que le importa, porque le gusta que los demás sean felices.

Le gusta la guitarra: en sus tiempos libres, a veces, me invita a su casa y toca un poco de música; y por ello ya conozco y me llevo muy bien con sus padres.

Además, últimamente he notado cómo que tiene cierto interés a mí: se junta mucho conmigo, me manda notitas, y quiere estar siempre a mi lado. Aunque, podría ser un mal entendido.

Pero, si me pidiera algo así como ser novios, yo la rechazaría; ¿Y por qué rechazar a alguien que tiene tantas cualidades y que, al parecer, me quiere?

Bueno... Desde hace mucho tiempo he estado dolido de mi corazón. Pasé por algo terrible: cuando tenía 5 años, mis padres y mi hermana fallecieron. Enfrente de mis ojos. Y yo no hice nada. Por eso no puedo aceptar a alguien en mi corazón: cargo con la culpa de sus muertes. Y también desde entonces ayudo a toda la gente sin pensarlo, antepongo mi salud, integridad, e incluso mi vida por la de otros, aunque me dañen...

La clase de Historia continuó, mientras Mitsuki me hablaba de cosas que no preste nada de atención. Y, en medio de mi melancolía, una cosa llamó mi atención: una melodía. Levanté mi cabeza y miré a todos lados, buscando de donde había salido aquella melodía. Mitsuki se extrañó un poco de mi reacción.

- ¿Tsuyo?...

Ella también me hizo reaccionar un poco.

- ¿Si Mitsuki?...

- Estás actuando muy extraño... ¿Te encuentras bien?...

- No... Creo que empecé el día con el pie izquierdo - me froté el rostro, fingiendo sueño - Solo necesito ir al baño... - y dicho esto, me levanté de mi lugar, y fui directo a ese lugar.

Ingresé al baño y me enjuague la cara con el agua que salía de las llaves. Me miré un momento en el espejo.

« Mitsuki... Ella es inocente y es muy buena persona conmigo... No sé que tengo que hacer... Si mis dudas son ciertas, y ella se me declara, no quiero rechazarla porque la conozco desde hace tiempo, pero... el dolor de mi alma tampoco permitiría aceptarla... ¿Qué hago con la culpa de mi corazón?... Creo que ya es hora de pasar de página... Pero no sé cómo hacerlo... Hikari... »

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un fuerte sonido, igual a la melodía de hace rato, pero más fuerte. Me llevé las manos a los oídos para evitar escuchando aquello.

- ¿¡Qué rayos es eso?!

- ¡Mierda! Estoy muy débil!

- ¿?

Entonces, me dí cuenta que se formó una pequeña luz roja hasta el fondo del baño. Un poco asustado pero más guiado por la curiosidad, caminé lentamente hacia ella.

- ¡Eh! ¿Estás bien? - me sentí un poco idiota al hablarle a una luz, sin embargo, después se me quitó ese sentimiento al ver que no había nadie más en el baño.

- ¿Quién eres?...

Por un momento pensé que aquella luz a refería a algún contacto extraterrestre con la tierra, o algo así. No me culpen, en ese momento la idea vino a mi mente y lo considere lógico. Así que mi respuesta tuvo mucha lógica en ese contexto:

- Soy un humano, ¡Tsuyo Kasai!

- Tsuyo... Un humano... ¿Acaso... fuiste llamado por JunoKazemon?...

- No se quien sea. Pero, dime, ¿Tú quién eres?

- Coronamon... Bueno... Era Coronamon... Ahora, por culpa de Galvatronmon, soy Sunmon...

- ¿Galvatronmon?

- Un Royal Lord... del Inframundo Digital... ¿Acaso... no has escuchado hablar de él?

- Seguramente en tu mundo es lo más común que existe. Pero acá no existe... Sea lo que sea...

- Jeje... Hablar con un Mortal... Si estuviera en mi forma de dios... sería una vergüenza... ¡Au!

- ¿? ¿Estás bien?

- Honestamente, no... No creo poder pasar de este día...

Con un poco de dudas, pusé mis deseos sobre la mesa:

- ¡Q-Quiero ayudarte! ¡Dime cómo puedo hacerlo!

Y, sin que lo viera venir, una luz blanca aparece en frente de mí, junto con la luz roja que ya estaba. Casi me caigo del susto que me provocó.

‹ ¿Quieres realmente ayudar a mi compañero?... ›

- JunoKazemon... Tardaste demasiado...

‹ Jeje, algo: estuve un poco ocupada con Lopmon... ›

- Jeje...

La plática se me hizo un poco incómoda: no entendía muy bien las referencias. Así que decidí interrumpir.

- ¿J-JunoKazemon, cierto?

‹ Sip. Ese es mi nombre.›

- ¿Cómo puedo salvar a Sunmon?

Sin que tuviera que esperar, un aparato extraño apareció frente a mí: parecía un teléfono, solo que la pantalla era más chica.

‹ Tómalo. Sunmon será recargado dentro de él, y cuando lo necesites, se descargará su programa ›

Solo asentí y tomé el aparato, el cual tomó un color dorado en la pantalla principal; lo demás se hizo negro.

‹ Eso que tienes es un Digivice AE ›

- ¿AE?

‹ Más adelante descubrirás su significado... Ahora di "Recarga binaria: Fuego humano" ›

Asentí y proseguí a hacer aquella orden para salvar a Sunmon...

- ¡Recarga binaria: Fuego humano!

Aquella luz roja rápidamente entró en el Digivice AE, y la luz blanca comenzó a apagarse.

‹ ¡Aprendes rápido Tsuyo!... Espero volvernos a encontrar pronto... ›

Y la luz blanca desapareció.

- Okey... ¿Y eso es todo?

Pero nadie me respondió. Ahí me quedé solo :"v

ASFD