Prólogo
Todos los Elegidos cerraron los ojos por el brillo de la luz que emitieron sus Digivices.
Entonces, pudieron sentir sus cuerpo más ligeros, como si estuvieran flotando, pero ese sentimiento se esfumó rápidamente en cuanto volvieron a sentir el suelo debajo de sus pies; todo ocurrió en tan… más o menos un par de segundos.
A todos les entró curiosidad sobre eso: fue como si todos hubieran saltado al mismo tiempo, pero en silencio. Entonces todos abrieron sus ojos para ver en dónde se encontraban, y el hacerlo hizo que se llevarán una gran sorpresa:
Ya no estaban en el parque al lado de la escuela; ahora se hallaban a la mitad de un denso bosque. Pero, no tenía nada que ver con el bosque que estaba al lado del parque donde ellos habían estado; ese nuevo bosque era completamente diferente al otro:
Los árboles eran extremadamente gruesos y altos, sus hojas eran de un color verde demasiado vivo, mientras que en las puntas se podían ver fragmentos de data caer como si fueran gotas de rocío; el cielo estaba totalmente despejado, o eso es lo que podían ver los chicos al voltear a ver hacia arriba. Las plantas que creían eran demasiado parecidas a las que crecían en el Mundo Humano, pero todas esas plantas se les podía notar mil veces mas vivas que las plantas que los chicos veían en sus casas; estaban erguidas, coloridas, y demasiado bonitas.
Algunos aspiraron el aire, y notaron la enorme diferencia: ellos ya estaban acostumbrados al aire denso y sucio del 2018, pero ahora podían aspirar un aire 100% ligero y puro; tan puro que captaron también los olores de todo el bosque: árboles frutales, plantas de olor, la humedad que estaba rociada en las hojas, el olor a madera y tierra mojada. Todos quedaron fascinados.
- ¿En... dónde estamos? - Valeria fue la primera en hablar, ya que todos estaban en shock al ver tanta maravilla allí mismo.
Entonces, Gabumon, junto con todos los Digimons de las 12 estrellas, salieron de sus Digivices. La siguiente en hablar fue Lopmon, quien tenía un tono de emoción y felicidad total.
- ¡Todos! ¡Bienvenidos al Digital World!
- ¡¿En serio?! ¡¿Si estamos aquí?! - los chicos no podían creer lo que estaban escuchando.
- Obviamente...
- ¡Lo logramos! ¡Ya estamos en el Digital World! - todos comenzaron a abrazarse con mucha felicidad.
- ¡Si! ¡Estamos en casa otra vez! - los Digimons también comenzaron a abrazarse los unos a los otros. Todo el ambiente estaba en completa felicidad e irradiaba con los gritos de emoción y alegría que daban los chicos.
- Bien, ya hemos llegado, pero hay que avanzar... - comenzó a hablar Gabumon, y antes de que alguien se quejara contra él, siguió hablando - Después de que fuimos vetados del Cielo, encontré un pequeño pueblo en donde estuve; podríamos hospedarnos ahí por un tiempo, y ahora que veo mejor en donde estamos, creo que el pueblo se encuentra muy cerca de aquí. Si nos apuramos, llegaremos antes de la cena...
- ... Okey... - los chicos, acompañados de sus Digimons, comenzaron a avanzar entre la maleza y los árboles. Pero todos seguían fascinados con el entorno que estaba en su alrededor.
- Wow... Este lugar es impresionante... - comentó Tsuyo, mientras admiraba a su alrededor - ¿No es así? ¡Tan parecido a nuestro mundo, pero... con un toque que le da diferencias notorias!...
- Tienes razón... - comentó Taiki - Este lugar es... Realmente impresionante... - « De verdad que lo es... No creí que fuera así... »
- Ahora... - comentó Tsuyo, mientras se acercaba un poco a Coronamon que estaba a la cabeza del grupo - Tan solo espero que alguien se digne en cooperar...
- ¿? ¿Qué dijiste? - inmediatamente Coronamon se detuvo para voltear a ver a su compañero. Con ello, todos se detuvieron.
- Lo que escuchaste. Espero que, ahora que ya estamos en el Digital World como siempre quisiste, cooperes más a la hora de pelear contra algún enemigo... - Todo esto lo dijo el chico mientras recordaba las reacciones que tuvo Coronamon en todas sus peleas: su arrogancia en no querer ayudar a Valeria la primera vez o a los demás cuando aparecieron los demonios, o su necedad de enfrentar a los 2 Digimons él solo antes de que aparecieran Abigarmon y Bahatminmon.
Ambos se miraron fijamente, y después de algunos segundos, Coronamon estalló de la risa, cosa que molestó mucho a Tsuyo.
- ¿De qué te estás riendo?...
- ¡Jajajajajajajajajaja! ¿En serio... De verdad crees que soy egoísta, arrogante, o alguna de esas cosas... solo por no querer ayudar un par de veces y mostrarme un poco frío?... ¡Jajajajajajajajajaja!
- Si, así lo creo - habló Tsuyo con firmeza - ¿ Y cuál es el problema?...
- ¡Ja! Aún te falta... mucho por aprender, Kasai - y en cuanto dio la vuelta, dijo casi en un susurro - Cuando conozcas a Agumon, si es que llegarás a conocerlo o al menos siguiera vivo... Entonces conocerás lo que es un verdadero ego...
ASFD
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