Capítulo I
Los Elegidos siguieron caminando en medio de ese bosque. Todos quedaron sorprendidos por las palabras que había usado Tsuyo hacia Coronamon; pero más les había sorprendido la respuesta del Digimon de fuego, que parecía ser una amenaza contra el chico. Desde ese momento, nadie se había atrevido a mencionar una sola palabra.
- Bien... - comentó Gabumon, después de permanecer así un largo rato - ¡Ya casi llegamos! Pero, necesito que se detengan...
Todos se detuvieron, mientras Gabumon caminaba hacia unos arbustos que estaban en frente suyo que cubrían toda la visibilidad de lo que estaba más adelante.
- Esperen aquí un segundo. - les dijo Gabumon, antes de entrar a la maleza y desaparecer ante la vista de todos.
Y ahí quedaron, nuevamente en silencio. Hasta que...
- Oigan... ¿No les parece extraño que nuestro teléfonos aún tengan Internet?...
Todos se sorprendieron por la declaración de Hikari.
- ¿Qué... dijiste?
- Si; miren sus teléfonos... O voy a creer que estoy loca :v - dijo ella mientras a todos les mostraba su celular. Al ver lo que la chica declaraba, todos sacaron sus celulares y verificaron las palabras de Hikari: todos tenían Internet.
- ¡No puede ser!
- ¡Y... también vean eso! ¡La carga está al 100%!
- ¿? ¿Y eso que tiene de novedoso? - todos miraron con duda a Merrick.
- Mi teléfono tenía el 25% cuando vinimos...
- ¡! Es cierto - le siguió Mizuki - Mi teléfono estaba casi muerto, pero ahora tiene batería llena.
- ¡Si!
- ¿Qué rayos? - Kino estaba confundida.
- Internet y batería llena. Esto... ¡Parece ser el cielo! - los ojos de Vale se iluminaron.
- Pero... - Yami fue la primera en notar algo nuevo - ¿Por qué tenemos Internet y la batería llena, pero no aparece la fecha y la hora?...
- ¿? - Hikari nuevamente revisó a su celular, mientras todos hacían los mismo. - ¡! No me había dado cuenta...
- ¿?
- ¿Qué?
- Bien… - Gabumon apareció de repente de entre los arbustos; tal que asustó a casi todos.
- ¡Ahhh! - Pichimon, desde el hombro de Sol, brincó del susto.
- Ya pueden entrar. - fue lo último que dijo, antes de volver a desaparecer dentro de la maleza. Entonces se abrió una pequeña discusión entre los presentes.
- ¿Debemos entrar, o no?
- ¿Y qué si es una trampa?
- ¡Pueden confiar en Gabumon! - dijo Bearmon, a modo de defensa - Él y JunoKazemon nos avisaron sobre la rebelión del Inframundo Digital, y, aunque no fue a tiempo, él nos ayudó a mantenernos vivos hasta ahora...
- Tiene razón Bearmon - le apoyó Lunamon - Gabumon nunca nos traicionaría...
- Nah. Yo digo que es una trampa.
- ¡Lopmon! ¡No digas esas cosas de Gabumon! - le regañaron todos los demás Digimons.
- ... Lo siento; a veces se me sale lo torpe ;p
- ¿Qué esperan? - les preguntó Gabumon desde el otro lado de los árboles - ¡Vengan de una vez! Aquí hay muchos que los quieren conocer...
Eso intrigó mucho a los Elegidos. Entonces Sakeno fue el primero en ir hacia dónde estaba Gabumon. Pero, Misti le detuvo al tomar su mano.
- ¿?
- ¡N-No vayas! - dijo Misti, mientras ponía una cara tierna - ¿Qué tal... si no regresas?... No... quiero perderte... ¡No vayas, por favor! - mientras Misti hablaba con Sakeno, varias cosas rondaban por su cabeza:
« ¡Bien! Ahora que estamos en el Digital World, podré acercarme más a Sakeno-kun. Y… si actúo así, lo conseguiré... Podré separarla de esa rubia que se coló en nuestro viaje; Sakeno-kun se fijara solo en mi... y... ¡Sakeno-kun será mío! >:3… No; eso sonó demasiado materialista.
» Ahora... solo debo esperar a que Sakeno-kun me diga algo como "Debo ir; es mi deber"... Insistiré, al igual que él, y al final, cuando se fije bien en mí, dirá: "Bien, tu ganas. O mejor dicho, tu belleza me ha ganado"... ¡Si! ¡Todo esta|! »
- ¿? ¿De qué hablas? - la respuesta superficial de Sakeno hizo que el brillo y ánimo de Misti se desvanecieran - Solo voy a ver que onda con Gabumon...
Misti puso una cara de molestia y soltó el brazo de Sakeno.
- Bien. - fue su respuesta: cortante y seca. Entonces, Sakeno se adentró en el matorral, y después Izumi se acercó a Misti con una cara pícara.
- Ustedes 2... ¡Se ven demasiado lindos cuando están juntos!
- ¿? ¿Qué dijiste... "rubia"?...
- Bien, esto es seguro... - Sakeno se asomó del mismo modo que Gabumon - Podemos entrar...
- ¡! ¡De acuerdo, Sakeno-kun!
Todos fueron entraron, Elegido con su compañero Digimon, por la maleza; empezando por las mujeres y terminando con los chicos. Cuando Tsuyo estaba por entrar, notó que Taiki estaba a unos metros de la maleza, y traía la cabeza agachada, como si estuviera queriendo evitar que alguien lo viera. Cosa que no parecía resultar.
- Hey, Taiki-san...
- ¡! ¡Si! ¿Qué ocurre, Tsuyo-san? - el chico volteó de repente, y puso sus manos hacia atrás, como si estuviera ocultando algo. Tsuyo solo le miró con duda en su rostro.
- Te... te toca entrar...
- ¡! ¡Oh si! Pero... mejor entra tú primero... Quiero... ver mejor este lugar, ¡Es fascinante!
- Si que lo es… Okey; entraré primero. - Tsuyo entró a la maleza, mientras que Taiki se quedaba atrás.
Y entonces, cuando decidió entrar a la maleza, algunos segundos después de que Tsuyo se fuera, un brazalete extraño se materializó en la muñeca del chico, y Taiki le habló a éste.
- Bien... Les doy mi reporte: ya entré...
...
En cuanto todos cruzaron la maleza, se encontraron con un pequeño muro de madera, que se elevaba hasta tener una altura de 5 o 6 metros. Enfrente de éste, aparte de estar todos los Elegidos unos lado a otros, también estaba Gabumon mirando hacia la puerta.
- ¿? - todos estaban confundidos.
- ¿En... dónde estamos? - preguntó curiosamente Sol.
- Oh; este es un pequeño pueblo, habitado por Babydmons y Cutemons, y custodiado por Lillymon. Ellos estuvieron acogiéndome aquí, después de que fui vetado del Reino Celestial - Entonces, tocó el muro repetidas veces - Oigan; soy yo, Gabumon. Ya regresé, y con los amigos que les había prometido...
Lentamente, el muro se abrió, dejando ver que en medio del enorme muro de madera había un portón. Del hueco que se formó, salió una chica con aspecto infantil, con una flor de color rosa decorando su cabeza, un vestido del mismo color con aspecto de flor, con guantes que llegaban hasta sus codos y botas de lluvia, ambos de color verde y con decoraciones amarillas. Lo más peculiar era que, en la espalda, tenía 2 pares de alas que tenían aspecto de hojas verdes. La chica habló con Gabumon.
- ¿Gabumon? ¿Eres... tú, cierto?
- ¡Absolutamente, Lillymon! Y... también traje los amigos de los que les había hablado...
- Ellos... - Lillymon miró de reojo a los Elegidos - ¿Son tus amigos? ¿No dijiste que... eran los demás Dioses?...
- Si; ahí están los demás Dioses, en sus formas infantiles al igual que yo, y los demás son humanos: ellos nos ayudarán a librarnos del poder del Inframundo...
- ¿? ¿En serio? - la actitud de Lillymon cambió de repente.
- ¡Completamente! Para eso vinieron... Y, necesitamos un refugio; así que les dije que podíamos venir y|
- ¡! ¡Con mucho gusto! - dicho esto, las puertas se abrieron totalmente, mostrando a los Digimons que estaban del otro lado: la mitad parecían ser conejos rosados, con audífonos blancos decorando sus cabezas y una bufanda del mismo color que los conejos, pero más intenso y uniforme, rodaba sus cuellos; el otro grupo eran pequeños dragones verdes, con una cola blanca y un poco larga, un estómago definido y de color amarillo, un pequeño par de alas del mismo color que su cuerpo, y un par de cuernos negros con puntas rojas decorando sus cabezas. Todos se vieron alegres en cuanto vieron a Gabumon.
- ¡Señor JupiterWisemon! - Gritaron todos a coro, mientras corrían, abrazaban y levantaban con gran entusiasmo al Digimon. - ¡Ha regresado! ¡Justo como lo prometió!
- ¿JupiterWisemon? - los Elegidos se miraron confundidos.
- Les explicaré - se ofreció Merrick - Él es JupiterWisemon, pero, si no mal recuerdo, está en su forma evolutiva humana.
- ¿Humana?
- Si... - continuó el chico - Los Dioses tienen 2 formas evolutivas, los cuales mencionó Gabumon en la primer reunión: una línea humana, y la otra bestia.
- ¿Y eso para qué o qué? - preguntó Nikoru.
- Pues... para... - Coronamon se puso a pensar, para responder esa pregunta; pero después de un momento gritó molesto - ¡No me preguntes! ¡Yo no lo sé todo! ¡Pregúntale a Gabumon!
- Entren Elegidos... - les ofreció Lillymon, con una sonrisa - Gabumon nos ha hablado muy bien de ustedes, ¡De los próximos salvadores de todo el Digital World! ¡Por favor, pasen y descansen!
- De... acuerdo... - todos los chicos entraron al muro, y entonces pudieron ver al pequeño pueblo: en su mayoría habían pequeñas casas de bambú; las paredes de café y un techo verde, no más altas de un metro, y estaban acomodadas en líneas; los Elegidos vieron la aldea y les recordó a una pequeña ciudad; tal vez Tokyo, o Hong Kong.
En la esquina más cercana al portón, y pegado al muro, había un pequeño cuarto, del mismo material que el de las pequeñas casitas; se podía ver una pequeña ventana, que tal vez daba facilidad para ver hacia las demás casas. Más lejos, en otros lados del muro, habían unos 4 o 5 cuartos del mismo tamaño al que acababan de ver.
- Este es nuestro pueblo - les introdujo Lillymon, en cuanto todos entraron - No... no esperábamos que fueran... tantos Elegidos... - la Digimon estaba muy sorprendida por la cantidad de humanos que habían ahí - ¡Pero no se preocupen! En un momento les haré espacio para todos...
- Pero, ¿Y esas casas? - preguntó Biyomon con intriga, mientras señalaba las casa del fondo.
- ¡Oh, esas! Son de unos amigos míos... Ellos salieron a hacer patrullaje en el bosque; yo creo que regresaran en un rato…
...
Un grupo de Digimons caminando en conjunto a mitad del bosque, mientras miraban hacia todos lados con precaución y cuidado.
- ¿Seguro que es por aquí, Leomon?... - preguntó uno de ellos, que parecía ser un hombre de fuego.
- Si, Meramon. Lillymon fue muy específica en la localización de| - el grupo se detuvo, al ver a un pequeño Babydmon tirado en el suelo; tenía muchas heridas en su cuerpo, tantas que apenas era reconocible que era un Babydmon. Leomon se agachó y levantó el cuerpo del suelo, y lo miró melancólicamente.
- Con la localización de... dónde se había perdido el Babydmon... - terminó la oración otro Digimon, quien tenía una apariencia de un dragón azul, con pequeñas alas y una gran melena en su cuello.
- Supongo que... está muerto...
- Si... - una lágrima salió de los ojos de Leomon - Y quien haya hecho esto... lo pagará...
- Pues, no creo que podamos hacer mucho... - le respondió un hombre, con armadura color gris bastante voluminosa, mientras miraba a través de las ramas de un árbol.
- ¿Por qué lo dices Ginkakumon? - el demás grupo se estaba acercando, pero en cuanto estaban cerca, el Digimon les indicó que guardaran silencio.
Todos llegaron hasta dónde estaba Ginkakumon, y se asomaron por las ramas, viendo algo que los desagradó y asustó a todos los presentes: había toda una jauría de perros, tal vez un poco más de 100 miembros, todos completamente robóticos, que estaban durmiendo plácidamente en el suelo del bosque. Entonces, el grupo se alejó del árbol y comenzaron a caminar lentamente hacia atrás.
- ¡Mierda! Una jauría de Jawmons...
- Si... nunca había visto a tantos reunidos...
- Por cierto, ayer fui a hacer un patrullaje en la noche, y llegué hasta los valles que conducen al Desierto del Templo del Sol... había miles de Jawmons reunidos, haciendo patrullajes continuos, incluso metiendo sus narices en la arena, como si estuvieran buscando algo...
- Espera... ¿Dijiste que estaban en el valle?
- Si... Y se estaban acercando al límite entre el bosque y el valle...
- Eso... es demasiado cerca de la aldea...
- También esta jauría está muy cerca de la aldea...
- Si ellos deciden movilizarse, llegarán a la aldea tal vez en un par de días...
En cuanto todos se alejaron del árbol, se dieron la media vuelta y continuaron su marcha; pero, ahora habían cambiado su rumbo.
- Debemos llegar y decirle esto a Lillymon... Y, yo creo que también|
- Solo le diremos que un Jawmon devoró al pequeño... - dijo terminantemente Ginkakumon - Pero, le diremos mañana de la posible invasión...
- ¿? ¿Estás loco? ¡Deberíamos empezar a sacar a toda la aldea ahora mismo!
- Lo sé, pero... No quiero alterarla demasiado. Hablaré de ella esta noche, después de que todos se hayan ido a dormir, y mañana planearemos bien las cosas... Porque, también podemos hacer otras cosas en vez de evacuar; tal vez y podamos|
- ¿Enfrentar a los Jawmons? ¿Para que, en cuanto terminemos con los primeros cien que aparezcan, lleguen mil o diez mil a matarnos? ¡No arriesgaré a esos pequeños, por nada del mundo! ¡Ya viste lo que hicieron esos perros con un Babydmon; no dejaré que todos los demás terminen de este modo!
- ...
- Tiene razón Paledramon. No podemos enfrentarlos; es un suicidio siquiera intentarlo...
- ... Si... tienen razón; esta noche hablaré con Lillymon...
- ... Está bien...
...
En la aldea, Lillymon había prendido una fogata en el centro del pequeño poblado; alrededor estaban sentados los Elegidos, del mismo modo que estaban cuando hicieron el transporte al Digital World.
También estaban los Cutemon y Babydmon rodeando a los Elegidos, mientras les hacían preguntas, algunos se acurrucaban en los chicos, y otros saltaban de alegría mientras gritaban "¡Que vivan los salvadores del Digital World!".
Todos se encontraban comiendo unas extrañas frutas que los Digimons habían almacenado en la aldea; alcanzaban los alimentos para todos y sobraron varias canastas, que estaban en los alrededores para que los Elegidos y los habitantes pudieran seguir comiendo hasta satisfacerse.
- Ustedes... - un Cutemon se acercó tímidamente a Coronamon y Lunamon, quienes estaban comiendo juntos. - Son... ¿Son parte de los Dioses?
- Si, así es - respondió de manera cortante Coronamon.
- Y, ustedes... ¿Van a pelear contra el Inframundo?...
- Si.
- ... - Lunamon le mantenía una sonrisa ante el pequeño Digimon.
- Pero, por cierto... ¿Ustedes qué Dioses son?...
- ¡Y|
- Nosotros - antes de que Coronamon estallara y le gritara al pequeño, Lunamon intervino rápidamente. El Digimon de fuego, al ver que Lunamon comenzó a hablar, se quedó en silencio - Bueno; él es ApolloGreymon, mientras que yo soy DianaGarurumon...
- ¡Wow! ¿En serio? - los ojos de Cutemon brillaron.
- Si, así es pequeño.
- ¡S-Señor ApolloGreymon! - Cutemon se dirigió hacia Coronamon con una enorme sonrisa en su rostro - ¡Y-Yo soy una gran admiradora de usted, el Gran Dios del Fuego, el líder de los Dioses! ¡A mi me gustaría ser tan fuerte como usted, para proteger a esta aldea y a Lillymon, quien nos ha cuidado tanto desde que perdimos nuestra aldea!
- ¿? ¿En serio? ¿Perdieron su aldea? - Lunamon se interesó en ello.
- Si... ¡Una mañana, tan común como cualquiera, una enorme bola de fuego cayó sobre nuestra pequeña aldea! La consumió toda en muy poco tiempo; pero, por fortuna, ninguno de nosotros estábamos ahí, ya que fuimos a pescar y a nuestros cultivos, como solíamos hacerlo todos los días...
- ... Una... bola de fuego cayó... sobre tu aldea... - Lunamon, mientras decía esto, estaba clavándoles los ojos a Coronamon, quien no miraba a la Digimon y parecía estar sudando.
- Si; ¡Fue realmente muy horrible!
- Ya me lo imagino...
- ¡Wow! ¿En serio se enfrentaron a los Demonios Mayores, Abigarmon y Bahatminmon... "Hermanos Mayores"?...
- Bueno… no sabía que se les llama así a ambos, ¡Pero si; así fue! - Misti estaba sentada, contándoles a varios Babydmon y Cutemon sobre su pelea de hace unas cuantas horas.
- ¿Y... no salieron heridas?
- ¿Heridas? - Lopmon también se encontraba con ella, mientras tenía un semblante de orgullo - ¡Por supuesto que no! ¡Golpeamos a esos 2 tanto que tuvieron que escapar para que no les hiciéramos más daño! ¡Y todo eso, sin ningún rasguño!
- ¿Estás segura? - le preguntaron, de manera sarcástica, Terriermon y Palmon, con un gesto de molestia en sus rostros.
- ¡Por supuesto que si! ¡No salimos heridas!
- No habrá sido porque... ¿Pelearon hasta el final?
- ¡!
- Bueno - Tsuyo, junto con Hikari, Gabumon y Taiki, estaban hablando con Lillymon - Pues, me gustaría conocer un poco sobre... lo que ha pasado en el Digital World...
- ¿? ¿A qué te refieres?
- O sea... sobre la situación actual del Digital World...
- ¡Oh! Sobre eso... Pues - Lillymon lució pensativa - No puedo decirles mucho. Llevo muchos años cuidando a estos pequeños, que... No he salido mucho al exterior, que digamos...
- Entiendo...
- Sin embargo - continuó ella - Tal vez cuando regrese Ginkakumon y los demás.... tal vez puedan decirles algo: ellos salen...
- .... Entonces, Ginkakumon también está afuera, junto con los demás - comentó Gabumon, con una expresión serena.
- Si... - le respondió Lillymon - Hace algunas horas, cuando salimos para recolectar frutos y agua, uno de los Babydmon se perdió en el bosque; así que salieron todos a buscarlo...
- Creo que me estoy perdiendo… - comentó Tsuyo - ¿Quién es Ginkakumon?
En ese momento, unos leves golpes en el muro de madera hicieron que todos voltearan al mismo. Y Lillymon se levantó con mucho entusiasmo hacia el muro.
- ¡Deben ser ellos! Supongo que ya regresaron...
La chica flor fue hasta el portón de madera y lo abrió, mostrando a los 5 Digimons que estaban detrás de la misma: 2 de ellos tenían apariencia de león, solo que uno de ellos eran completamente blanco; había un hombre de fuego, un pequeño dragón blanco con azul, y un hombre muy alto con una armadura gris en todo su cuerpo, y una especie de cápsula de vidrio en su estómago. Lillymon se emocionó mucho al verlos, en especial al guerrero gris; tanto que saltó sobre él y lo abrazó.
- ¡Ya llegaron! - dijo felizmente, mientras abrazaba al grandote - ¡Los extrañé mucho! ¡En especial a ti, Ginka-kun!
- ¿Ginka-kun? - los Elegidos lo miraron confundido.
- Les explico - se ofreció Gabumon - Ese es Ginkakumon; y ellos, él y Lillymon, son... lo que ustedes conocen como "esposos"...
- ¿Esposos? - Taiki estaba sorprendido por esa declaración « Los Digimons... ¿Son capaces de contraer matrimonio, como nosotros? ¡Esto es nuevo! Pero... ¿Esto puede ser así... o...? »
- Si... Tenemos algunas leyes sobre eso, que escribió VennusPerlamon hace mucho. Gracias a ella se puede contraer matrimonio entre Digimons...
- Ya veo...
- ¡Cariño! - Lillymon habló hacia Ginkakumon con mucha alegría, mientras seguía aferrada a él - ¡Ya regresó Gabumon!
- ¡! ¿En serio? - dicho esto, el Digimon cargó a su amada en sus brazos.
- ¡Si! ¡Y no solo eso: trajo a los Elegidos de JunoKazemon!
- ¿Qué? ¿Hablas en serio? - Ginkakumon, de tener un ánimo decaído por la idea de abandonar la aldea por los Jawmons, pasó a mostrar un brillo en sus ojos.
- ¡Si! ¡Allá están todos! - Lillymon apuntó hacia todos los Elegidos, quienes estaban sentados alrededor de la fogata. Entonces fueron ambos inmediatamente a la fogata.
Rápidamente Ginkakumon reconoció a los Elegidos; no porque lo parecieran, sino porque eran criaturas que él nunca antes había visto en toda su vida. Además, reconoció a Gabumon sentado en el grupo de chicos.
- ¡¿U-Ustedes con los Elegidos de los que Gabumon tanto hablaba!? - en sus palabras se notaban sus emociones.
- ¡Ejem! - Lopmon tomó la palabra, poniéndose de pie y hablando con voz fuerte - ¡Así es, mi estimado Ginka-kun! ¡Nosotros somos los Elegidos de JunoKazemon, y hemos venido a partirles el orto a los demonios, al Inframundo Digital, y a todo lo que tenga que ver con ellos!
- ... - Todos miraron fijamente a Lopmon.
- Oye... - le dijo Elecmon, desde el suelo - Creo que... no debiste decir mucho...
- ¿¡Y por qué no!? ¡Estoy orgullosa de lo que soy!
- No me refiero a eso... hay niños aquí...
- ... ¡Ups!
- Ustedes son aquellos Elegidos de los que tanto hablaba Gabumon - dijo uno de los Digimons que venía con Ginkakumon; el hombre de fuego.
- ¡Ustedes son los salvadores de nuestro Digital World! ¡Y también de nuestra aldea!
- ¿? ¿De qué hablas Leomon? - Lillymon miró al Digimon con duda cuando dijo "Y de una vez, de nuestra aldea". Pero Ginkakumon interrumpió aquella escena.
- ¡Eso no importa ahora! ¡Ahora, debemos celebrar que las promesas de Gabumon de que los Elegidos llegarán se ha cumplido! ¡Es tiempo de celebración!
ASFD
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