Capitulo 5: ¿Que ésta pasando?
El silencio que se había plantado en el aula era absoluto, incluso podían hacerse pasar por maniquíes, pues nadie movía un músculo.
— Usted, señor bromista, quedese después de terminar la clase —Soltó desinteresado—. Bueno, después de esa molesta interrupción, vamos a empezar la clase.
Naruto se sorprendió de que eso fuera lo único que le dijera el hombre durante las siguientes dos horas, hasta parecía que se olvidó de su existencia, pues no lo miro ni una sola vez.
El rubio pensó Uchiha Itachi y el gran parecido que compartía con su nuevo maestro, era más que obvio que eran familia, solo tenía que pensar un poco para saberlo.
Hasta ahora comprendió lo que le dijo el Uchiha mayor ayer, a esto se refería con "hermano" y "frío", si, todo encaja.
Además, ¿Que tipo de genes tienen en esa familia? Los dos tipos parecían en sus veintes, quiere tener esa suerte en unos años.
Todo el tiempo se la paso en la luna, y curioso de saber que le diría el amargado al acabar la clase.
Cuando estaba por averiguarlo el miedo le llego como notificación de que su acción podría tener una gran consecuencia. No podía permitirse llamados de atención siendo un becado, y como dijo el profesor; él ya es un adulto y debe comportarse como tal.
Cuando llego la hora, todos los estudiantes habian abandonado el aula más rápido de lo que hubiera querido, tomó aire y camino hacia el escritorio del Uchiha. Se paró frente a él y hizo un reverencia.
— Lamento lo ocurrido en clase, soy consciente de que debo comportarme mejor y no dirigirme a usted de esa manera —Respetuso y arrepentido, Naruto sabía que era eso lo que debía demostrar en esta situación.
Hubo un corto silencio antes de escuchar la voz del azabache.
— Vaya... Debo ser sincero, no me esperaba esas palabras de su parte, casi parece una persona diferente a la de ayer —Su voz fue algo burlona, causando disgusto en el rubio.
— Sé cuando cometo un error, y entiendo que disculparme es lo correcto. Y si yo le soy sincero, pensé que usted no querría hablar de lo de ayer —Evitó soltar algo indebido y se metió en el personaje de arrepentido.
— ¿Por qué no querría hablar de lo de ayer? Fue una experiencia interesante en mi opinión, aunque cargar contigo fue algo tedioso, Naruto —La forma en la que dijo su nombre fue casi como si hubiera estado impaciente de hacerlo.
Naruto por su parte fruncio el ceño y lo miró confundido.
— Tu también pareces diferente a ayer, éstas muy hablador hoy, ¿No lo crees, Sasuke? —Sin formalidades de por medio, intentó continuar con esa conversación tan rara— Además, ¿Como sabes mi nombre? No te lo dije, estoy seguro.
El mayor enmarcó en sus labios una sonrisa zorruna y apoyó su cabeza sobre sus manos, luciendo más parecido a su hermano.
Solo que daba un aura totalmente diferente al Uchiha mayor, Naruto no lo quería decir, ni siquiera pensar pero... Sasuke de alguna forma lo intimidaba.
— Yo tampoco lo sé, simplemente tengo éste extraño impulso, como si quisiera hablar contigo genuinamente —La expresión del Uchiha se contorsiono en una de confusión, luciendo verdaderamente confundido pero la cambió enseguida por una de superioridad, cosa que estaba enfadando al más joven—. En cuanto a tu nombre, solo quería saber con que clase de persona estaría lidiando, por lo que investigué un poco sobre ti. Aunque encontré algo muy raro, en tu formulario decía que eres un doncel, pero no te comportas nada parecido a uno.
Naruto abrió los ojos sorprendido, pero dejó salir un gruñido de sus labios— No te importa... Yo cumplí con disculparme, adiós.
Comenzó su camino hacia la puerta, pero un movimiento rápido lo tomo con la guardia baja. Soltó un gritito de sorpresa y cerro los ojos con fuerza.
Sintió aire caliente pegar contra su rostro, abrió un ojo sintiendo miedo de lo que podría encontrarse.
Se sobresalto al ver la cara de su profesor a centímetros de la suya, intentó alejarse pero chocó con algo tras de él, era el escritorio del azabache. Estaba atrapado entre eso y el Uchiha.
— ¿¡Que caraj-
— Silencio, deja de hablarme así, solo lo empeoras... Ni yo sé que me sucede —La voz de Sasuke era baja, pero logro callarlo enseguida—. Tu estúpida cara, y esa forma de hablarme... Me están volviendo loco.
Naruto permaneció en silencio, intentando descifrar las palabras de más alto. Él no había hecho nada, de hecho, sería más normal que Sasuke lo estuviera odiando y no haciendo... Lo que sea que estuviera haciendo.
El acercamiento del azabache lo sacó de sus pensamiento, no pudo evitar que su corazón empezara a latir descontrolado, cerro los ojos con fuerza y aguanto la respiración.
Fue corto, pero logro sentir un pequeño rocé entre sus labios, eran suaves y después... Nada.
Abrió los ojos dudoso, dio de golpe con los ojos oscuros de Sasuke, estos no demostraban nada más que abatimiento. El mayor se alejó rápidamente, tomo el maletín en el escritorio y salió del aula dando grandes zancadas.
Naruto no se movió ni un poco, todo había pasado tan rápido que ni siquiera sabía como reaccionar. Miró a los lados y se encontró a sí mismo bastante conmocionado, le tomó bastante tiempo salir de su estado de petrificación y sorpresa.
— ¿Que mierda acaba de pasar? —Preguntó al aire, aún sintiendo su corazón latir fuerte contra su pecho.
Apoyó sus manos sobre el lavabo sintiendo las gotas escurrir de su rostro, su respiración era acelerada gracias a haber corrido hasta el baño desde el aula sin parar ni una vez en el camino.
Su cabeza era un completo desastre, imágenes de lo que acababa de pasar se proyectaban una y otra vez como un disco rayado.
¿Que le estaba pasando?
Desde el día anterior en el que conoció a aquel doncel rubio de ojos cielo, no paraba de sentir ese estupido impulso, era como si no pudiera mirarlo sin querer tocarlo al menos una vez. Como si no pudiera pasar un metro lejos de él.
Las yemas de sus dedos picaban por pasearse sobre la piel bronceada del doncel, sus oídos pedían por escucharlo y sus labios rogaban por besarlo.
Estaba como un jodido desquiciado por un poco de contacto físico.
No sabía como, ni porque pero la existencia de ese mocoso le estaba afectado más de lo que debería.
Si, le pareció un tonto, despistado con comportamiento poco normal para ser un... Cometió un error al leer el formulario de este, se descubrió viendo su fotografía más de lo que le gustaría admitir, además de la emoción sin sentido al saber que era un joven doncel.
Esto era un desastre, no entendía nada de lo que le estaba ocurriendo, se sentía una persona completamente diferente a la de hace dos días.
Ya lo pensaría solo en casa, ahora tenía que dar una clase.
Se le olvidó por completo que él, no vive solo.
— ¡Papiiiiiiii! —La voz chillona de una pequeña niña rompió el silencio de su llegada.
La pequeña Uchiha Sarada corría emocionada por la llegada de su padre, al verlo, tomó un impulso y salto sabiendo que el mayor la atraparía, y así fue.
— Hey pequeña, ¿Como éstas? —Saludó abrazando el cuerpecito de su hija, con una pequeña sonrisa en su rostro.
Porque si, Uchiha Sasuke era un hombre frío y algo amargado con todos, excepto con su bebé.
— ¡Bien, mami me llevo con Chouchou hoy y hice un dibujo! ¡Fue divertido! —Explicó entusiasmada la menor, moviendo sus bracitos de la emoción.
— Debió ser muy divertido, traele el dibujo a papá, quiero verlo —Bajo a la niña con cuidado y camino al salón.
Sarada corrió a su habitación por su dibujo.
El Uchiha se sentó en el sofá y cerro los ojos antes de recostarse sobre el respaldar del mueble. Podría haberse dormido, pero unos brazos rodeando su cuello y un peso sobre su regazo le informaron de la llegada de esa persona.
— ¿Qué tal tu primer día, cariño?
— Sakura...
Su esposa, Haruno Sakura.
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