02
— Bien Midoriya... Cómo saben mañana es fin de semana, así que te quiero en mi departamento a las tres de la tarde ¿Entendido? — el pecoso estaba en el suelo, su cuerpo lleno de semen del mayor, su mirada baja y lágrimas en sus ojos su cuerpo se devoraba de mordidas y moretones, además de temblar y tener miedo de la simple voz del bicolor — ¿Entendido Midoriya? — volvió a preguntar el mayor, Izuku temeroso asintió una vez más de forma frenética, el mayor sonrió satisfecho por la obediencia de su pequeño, así que se acercó para darle un ligero beso — entonces ahora vístete que te llevaré a casa...— el mayor le aventó su ropa, Izuku la tomo de inmediato para comenzar a vestirse lo más rápido posible, no quería estar más tiempo expuesto frente al mayor.
Al poco rato el pecoso ya se encontraba en el auto del mayor, Izuku seguía temblando por miedo, se abrazaba a sí mismo mientras veía el camino sin emoción en su rostro.
— Nos vemos mañana Midoriya, espero no llegues tarde — el pecoso escuchó como el auto arrancaba, Izuku comenzó a llorar apenas el mayor se fue, no quería, ya no, Dios si existía porfavor déjalo, él solo es un pequeño de preparatoria que es abusado por alguien con mayor autoridad, quería morirse en ese momento, pero, todo lo hacía por su madre, aquella dulce y simpática mujer no merecía tal decepción de su único hijo, no, no podía decepcionarla así se limpio las lágrimas y como si nada hubiera pasado entro a su casa saludando a su madre con total normalidad, la mujer peliverde le saludo de igual forma, ambos se sentaron a comer tranquilos, mientras Izuku seguía rompiéndose poco a poco.
— No te creo Bro... Vamos ¿Todoroki? Ese hombre podrá querer de todo menos sexo — el pelirrojo tomaba un buen trago después del trabajo, ambos maestros salían así ocasionalmente, eran muy buenos amigos a fin de cuentas.
— Te lo digo en serio idiota, los escuché, escuché como ese maldito le hacía cosas horribles a Deku — Bakugo seguía sin creer lo que había escuchado esa tarde desde la oficina de Todoroki, mierda, le hubiera gustado no escuchar los gritos de dolor del pecoso.
— No te creo, digamos que Midoriya es...
— No me vayas a salir con la mierda de aquel estúpido problema del que sus compañeros lo inculparon, Deku no estuvo involucrado en ese puto problema, él no hizo nada, pero sus malditos hijos se puta de "amigos" vieron conveniente culparlo a él — Bakugo tomo con enojo su bebida, mierda estaba harto de que todos los malditos maestros lo tacharan por algo que él no hizo, era un alumno perfecto, sus notas y disciplina siempre han estado por los cielos, para que una simple mierda que, ni siquiera estuvo involucrado, le echara todo su esfuerzo a la basura, se le hacía completamente idiota e hipócrita.
— Oye Bro tranquilo, eres el único que siempre lo defiende, todos en la sala de maestros sabemos lo que Midoriya hizo, realmente fue una sorpresa y un golpe fuerte a todos nosotros — aseguro el pelirrojo, a él tampoco le hubiera gustado creer ese problema, pero se mostraron las pruebas suficientes para inculpar al pecoso de todo.
— Vete a la mierda... Sé que nadie le creerá, porque todos son un grupo de idiotas cegados — el cenizo dejo su parte del dinero en la barra y se fue del lugar.
— ¡Espera Bakugo! — el pelirrojo miro al cenizo irse, mierda, sabía lo mucho que podía afectar el saber lo de Izuku, pero mierda, no podía creer en alguien así.
Sábado por la mañana, Izuku no había dormido nada en absoluto, su cabeza no se lo había permitido, cerraba los ojos y veía a Todoroki sobre él, aquello le dolía y lo hacia llorar a mares de un momento a otro.
Se levantó como pudo, Shoto le había dado un horario y debía cumplirlo, su madre no estaba, seguro había ido a trabajar, si, un sábado por la mañana, el pecoso se preparaba un desayuno normal y tranquilo, cuando su puerta fue tocada, temeroso fue a abrir pensando que sería Shoto, pero no espero a la persona frente suyo y mucho menos su estado.
— Deku ~
— Ba-baku-go-sensei... — Izuku miraba confundido al gran cenizo que estaba frente suyo, su rostro con un leve sonrojo mientras se apoyaba en el marco de la puerta, un fuerte aroma a alcohol llegó a Izuku, el mayor estaba borracho a las nueve de la mañana y en su puerta, eso no era del todo bueno.
— Deku~ ¿P-puedo... Pasar? — Izuku nervioso y tímido le dio el paso al mayor, Bakugo con trabajo paso al lugar mirando al lindo pecoso darle el paso, Katzuki paso entre balanceos hasta sentarse en uno de los sillones de la bonita casa de Izuku.
— Bakugo-S-sensei ¿Esta usted borracho? — pregunto Izuku mirando al mayor, este mismo le hizo una señal de que se acercara, Izuku por mera costumbre acato la orden y se acercó al cenizo, este mismo lo miraba, tan obediente, Bakugo estaba seguro que esa mierda la había aprendido por Todoroki.
— Deku... — susurro ya teniendo al menor cerca — ¿Qué te hace el idiota de Todoroki? — el menor se estremeció, no es como si pudiera dar aquella información, ahora mismo realmente lo que más le interesaba ahora mismo, era saber cómo es que Bakugo se había enterado, si el cenizo lo había hecho, eso significaba que algunos más podrían haberlo hecho.
— N-n-no sé... D-de que habla Bakugo-S-sensei — Izuku trataba de excusarse, negando lo que ya era obvio para el cenizo.
— No me mientas Deku — Katzuki apesar de estar borracho era muy consciente de lo que estaba diciendo, mas no lo que hacía, tomo por la cintura al pecoso atrayendolo aún más a él, Izuku se tenso claramente por esa acción, comenzó a temblar ante el tacto del cenizo — dime ¿Dónde te toca? ¿Eh?... ¿Aquí? — el mayor paso su gran mano por el cuello del pecoso — ¿O aquí? — el mayor bajo su mano a sus hombros — acaso ¿Aquí? — bajo por toda su cintura hasta llegar a su cadera — o acaso sea Deku... ¿Qué aquí? — bajando su mano por el trasero del pecoso.
— ¡¡Ba-baku-go-sensei!! — el mayor levantó la mirada viendo los ojos llorosos del menor, Izuku se veía asustado y él lo sabía.
— Deku...
— P-porfavor... Re-tirese Bakugo-S-sensei... V-voy a salir más tarde... — el menor temeroso se acercó a la puerta de su casa, la abril dejando espacio suficiente para que el cenizo pasará, el cenizo sabía que la había regado en ese momento, así que simplemente se levantó y se acercó a la puerta, miro al pecoso, apoyo su mano en su cabeza y hablo.
— Deku... Te juro que voy a hacer que ese imbecil pague por todo ¿Sí? Te voy a salvar así me cueste la puta vida — sin más se fue, Izuku cerró la puerta y se arrastró por está hasta el suelo, de sus hermosos ojos verdes salían lágrimas, abrazaba con fuerza sus piernas dejando ir sollozos que se escuchaban por toda la casa, no quería ir con Todoroki ese día, pero debía ir, no tenía opción a fin de cuentas.
Se levantó del suelo y limpio sus lágrimas, para irse a comer algo, ya eran las once de la mañana, quería distraerse antes de irse.
Ya eran las dos y media, Izuku iba saliendo de su casa, su mirada baja, el suelo era lo más interesante para él en ese momento, caminando solitario realmente estaba haciendo todo el tiempo necesario, si por él fuera, no iría a la casa de Shoto, pero no quería decepcionar a su madre, todo eso era por ella, no quería verla decepcionada por su estúpida idea de buscar una solución más fácil a un problema menor, hubiera preferido que ese detalle se lo contarán a ella, al menos ese si podía desmentirlo, ya que era una vil mentira, pero, este no, este era más que la verdad.
Miro un estanque lleno de bonitos peces en el camino, le gustaría ser un pez, tan tranquilos solo nadando en círculos.
— Son unos suertudos — dijo sin gracia, siguió caminando un ooco más, ya estaba relativamente cerca.
Bakugo iba colérico en su auto, ya estaba sobrio, así que podía manejar como siempre, miraba el camino con molestia, mierda, en serio quería ir y llevarse al pequeño Izuku para que no tuviera que ir con el idiota de Todoroki, sabía bien a qué se refería el pecoso con "salir" en la tarde, eso le dio una idea, así que cambio su rumbo de golpe.
Shoto estaba en su casa acomodando unas cosas para cuando su pequeño llegara, estaba tan emocionado, sería la primera vez que se ven en su departamento, normalmente iban a un motel y ya, se tiró en la cama visualizando el rostro del menor, era tan lindo, de solo recordar esa mirada perdida en el placer hacia a su cuerpo estremecer, suspirando escuchó a puerta ser tocada, seguro era su amorcito, se levantó feliz a abrir la puerta completamente emocionado.
— Mido... ¿Bakugo? — su alegría se fue al carajo cuando vio al cenizo frente suyo, este mismo tenía una enorme cara de molestia.
— Hola mitad y mitad ¿Qué? ¿Esperabas a alguien más eh? — hablo con burla y molestia en su voz.
— No, solo que no esperaba una presencia tan molesta — aseguro el bicolor, Katzuki con molestia miro al bicolor, ambos estaban en una pelea de miradas en ese momento.
— Sé lo que haces maldito imbécil — soltó la sopa el cenizo, el contrario pareció asustarse por un momento, pero se calmo al instante.
— ¿Hacer qué Bakugo? Yo no hago nada más que trabajar y ver qué tu maldito salario este bien — el cenizo rápidamente lo tomo del cuello de su camisa, estaba colérico, quería matar a ese imbecil ahí mismo de ser posible.
— Sé muy bien lo que haces maldito de mierda, pero créeme cuando te digo esto, yo seré quien te ponga un alto, no dejaré que sigas tocando a Deku sin su consentimiento — el bicolor le vio con una sonrisa que el cenizo solo pudo describir como un desquiciado, el bicolor tomo su muñeca con fuerza para quitársela de encima.
— Si eso te preocupa, tranquilo, tengo todo su consentimiento, él acepto hacer esto, así que no hay nada de malo ¿O así Bakugo? — Katzuki le miro con molestia.
— Como mierda te atreves a decir que es con el consentimiento de Deku, el otro día escuché claramente como es que Deku pedía que te calmaras y jamás lo hiciste... — el bicolor le miro fríamente.
— Claro, si no lo hace... Él tendrá la peor vida, tengo muchas fotos Bakugo ¿No gustas verlas? Sé muy bien que al igual que yo deseas a ese pequeño — el cenizo le miro con asco, con molestia estaba a nada de golpear al bicolor, cuando una ligera vocecita sorprendió a ambos.
— ¿Ba-baku-go-sensei? — ambos voltearon viendo al pecoso, este se veía nervioso y con la mirada baja, Shoto sonrió al verle, pero luego recordó que Bakugo estaba ahí igual presente.
— Hola Midoriya... Al fin llegas, ahora Bakugo, con tu permiso... — Izuku miro al cenizo de reojo, con cierto miedo paso a la casa.
— No, Deku... Ven conmigo, sé que no quieres esto — el cenizo tomo de la muñeca al pecoso, Izuku estaba tentado a irse, pero, miro al mayor, este le decía con la mirada una simple frase "si te vas, sabes las consecuencias", así que el menor solo se soltó del cenizo y negó.
— N-no... Esta bien, tranquilo Bakugo-S-sensei... Estaré bien — el menor dijo con una triste sonrisa, para después cerrar la puerta, viendo solo la triste mirada del menor que pedía a gritos ayuda.
El mayor sabía que Izuku no quería, estaba tan molesto que incluso pensó en llamar la policía, pero, las palabras del bicolor hicieron eco en su cabeza.
"Tengo muchas fotos, Bakugo" "Él tendrá la peor vida"
No, no podía dejar que Izuku viviera una vida más mierda de la que ya tenía, simplemente salió del lugar, no quería escuchar lo que pasaría ahí, pero, buscaría una buena forma de limpiar el nombre de Izuku y poder salvarlo del hijo de puta de Todoroki.
Mientras tanto, en el departamento, Izuku fue empujado fuertemente a la pared, para después ser atrapado por los ansiosos y lujuriosos labios del bicolor, jadeando por lo bajo, el mayor comenzó a meter sus manos entre los pantalones del pecoso.
— Midoriya... A partir de ahora, no quiero que si quiera le hables a Bakugo ¿Oíste? Igual si te pregunta algo, todo esto es por elección propia ¿Entendido? — el menor asintió, dejándose toquetear por el mayor — perfecto mi pequeño, ahora ¿Qué te parece si vamos a la cama? Tengo cosas para ti — el menor tímido asintió de nuevo, el mayor comenzó a quitarle su ropa en la entrada, llevándolo desnudo a la habitación, lo aventó a la cama para empezar a tocar su hermoso cuerpo.
Lamiendo donde le placiera, mordiendo donde quisiera, ese pequeño era suyo y nadie s ski negaría jamás, mordiendo esos lindos pezones rosaditos que se ponían duros ante sus toques, sus hermosos labios melocotón que besaba con fuerza al punto de dejarlo sin aire.
Era su delicia, bajando hasta su pelvis escuchando los jadeos que el menor inútilmente trataba de callar, llegando a su pequeña polla, la metió de lleno en su boca, aquella cosa era tan pequeña, no la sentía en lo absoluto en su boca, pero, Izuku ante la estimulación arqueo la espalda y dejo ir un lascivo gemido, acompañado de agarrar fuertemente del cabello al mayor, Shoto burlón apretujo sus nalgas hasta encontrar su entrada, comenzó a abrir esos hermosos montículos de carne para meter dos dedos de golpe, sin dejar la polla de Izuku, en menos trataba de callar sus gemidos no quería gritar ante ese hombre, jamás, ya se había humillado demasiado.
Claro Todoroki no pensaba así, él quería que Izuku gritara del placer que le provocaba en ese instante, asi que tomando con más fuerza su linda y pequeña polla comenzó a succionar para meter aún más profundo sus dedos hasta tocar ese lugar que hacía a Izuku sentir tanto placer que se sentía miserable.
— ¡¡Ah-ah!!~ ¡N-n-no, no ahí... Ngh!~ — el menor trataba de apartar al mayor, pero Shoto era mucho más fuerte, así que sin importar los empujes que hacía el pecoso, él continuaba saboreando, siguió metiendo y sacando hasta que Izuku termino por correrse en su boca, tragando esa dulce esencia dejo en paz la polla del menor.
Izuku sufría de espasmos ante el placer y se odiaba por ello, llorando y evitando la mirada bicolor que lo observaba con lujuria.
Izuku negaba con la cabeza, esperanzado de que por fin lo dejarán en paz, pero, Shoto no haría eso, no, así que simplemente tomo con firmeza una de las piernas de Izuku, la subió a su hombro y vio esa linda entrada rosada que tanto adoraba, el menor solo miraba a otra parte de la habitación mientras lloraba, pero, cuando sintió que el mayor tomaba su polla de nuevo, se alteró, le miro fijamente notando algo como un brazalete, no era eso, era muy pequeño para serlo, pero también muy grande para ser otra cosa como un anillo, aquello lo alteró, más cuando el bicolor tomando firme su polla comenzó a colocarlo con cuidado hasta dejarlo en su base, Izuku se alteró por eso, era un maldito anillo para el pene y eso no le gustaba en lo absoluto.
— Yo controlare incluso esto Izuku — hablo con burla, Izuku comenzó a lloriquear por el miedo, Shoto metió de nuevo dos dedos de golpe en su interior, haciendo al menor gemir, Shoto mordía su pierna cuál juguete masticable, era delicioso el simple hecho de morder esa fina piel y dejar sus marcas en aquello que le pertenecía en su totalidad.
Sacando sus dedos ya viscoso miro a Izuku, el menor era un desastre, trataba de callar sus gemidos con sus manos y las lágrimas bajaban por sus mejillas, sin mencionar el sonrojo que cubría estás.
El mayor vio eso con burla, así que soltó la pierna dejándola caer a la cama, Izuku le vio confundido, Shoto rebuscaba algunas cosas en la cómoda junto a la cama y Izuku pudo reconocer varias cosas.
— ¿Recuerdas que dije que tenía cosas preparadas Midoriya? — el menor confundido vio como el mayor sostenía un vibrador y otras cosas que desconocía sus nombres — bueno, vamos a divertirnos mucho hoy.
Tenía miedo.
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