07
—Quisiera hablar contigo cuando termine la clase —susurró Jisoo asegurándose de que solamente Jeonghan lo escuchara. La clase de inglés llevaba poco más de quince minutos desde que había comenzado y Yoon no podía esperar para salir de ahí lo antes posible.
El chico rubio no pudo contener su mueca de disgusto. Realmente no tenía ganas de quedarse hasta tarde en la escuela aquel día. Contrario a sus pensamientos, simplemente asintió con desgano ganándose una sonrisa de satisfacción por parte del profesor.
Cuando el adulto se alejó de su asiento escribió una nota rápida para Seungkwan; "te quedarás al coro hoy?", era lo que decía. Se aseguró de apuntar bien y la lanzó directo a la mesa del castaño.
Seungkwan recibió el papel sin impedimentos, contestándole poco después a su amigo, "nop".
Jeonghan puchereó al leer aquello, no quería quedarse tarde y mucho menos regresar solo nuevamente. Tenía el presentimiento de que se llevaría un regaño patrocinado por el prefecto Seokmin y por Joshua.
Cuando estaba a punto de cuestionarle el por qué a Seungkwan, el profesor Hong lo atrapó con la mirada y el chico simplemente escondió su brazo tras su espalda ocultando la evidencia de su distracción.
Los minutos se desvanecieron tan rápido como un helado se derretía en el caluroso día de verano. Cuando menos lo notó todos menos él habían desaparecido del salón, incluso Wonwoo y Seungkwan, esos traidores lo habían abandonado.
Jeonghan se acercó con miramiento hasta el escritorio del profesor, llevaba su mochila aferrada a su espalda por si tenía que huir en algún momento. Se quedó callado esperando a que el mayor hablara. Joshua sonrió una vez más y Jeonghan se preguntó si no le sería cansado mantener aquella expresión.
—Sígueme —atinó a decir levantándose de su asiento. El chico hizo lo ordenado sin cuestionarlo y lo siguió llegando a la oficina del prefecto —. Espérame ahí dentro, no tardaré mucho en regresar.
Lo que menos quería Jeonghan era encontrarse de nuevo al prefecto Lee, aquel hombre no había apartado su atención de él últimamente; aún así entró a la oficina sin tocar esperando no interrumpir nada.
Lo único que Jeonghan interrumpió fue la selfie que se tomaba Minghao cómodamente en la silla del prefecto.
—¿Qué haces aquí? —cuestionó el chino.
—¿Tú qué haces aquí?
Minghao mostró su celular agitándolo frente a su amigo. —Actualizo Instagram. Te toca.
—Joshua me pidió aguardar aquí.
—¿Quién es Joshua?
El chico rubio pareció desentender la pregunta. —Creo que me darán un castigo —dijo en su lugar —. Seguramente el cizañero de Wonwoo te contó lo que pasó ayer.
Minghao echó una carcajada estridente. Pocas veces se reía con tantas ganas.
—Si se entera que le has dicho así dejará de hablarte por dos semanas. —Se acercó a su amigo y tomó el pomo de la puerta entre su mano libre. —Sé lo que pasó, me alegra que estés bien. —Antes de salir no pudo evitar aclarar: —Y estoy aquí tratando de validarme como tutor ante el prefecto.
¿Tutor?, Jeonghan no sabía que el menor estuviera interesado en las tutorías, sin embargo simplemente dejó pasar el dato y se despidió.
Jisoo regresó al cabo de unos minutos más. Llevaba consigo su imperdible maletín y unas gafas muy ligeras que parecían resguardar sus obscuros ojos.
—Lamento la demora. El prefecto me prestó su oficina para hablar contigo —aseguró —. Entonces, ¿sabes por qué estás aquí?
Jeonghan alzó ambos hombros sin darle importancia. El escritorio del prefecto estaba lleno de figurillas de acción y objetos con formas interesantes, el chico no pudo evitar examinarlas con curiosidad.
—Porque le rompí la nariz a alguien —dijo, pero aquello había salido de entre sus labios más como una duda que como una afirmación —. Nunca me han dado detención.
Era raro, el chico le había roto más de un hueso a una persona y aún así admitía abiertamente que nunca habían tomado represalias en su contra. Joshua retiró el sacapuntas con forma de osito de las manos de su alumno y así se adueñó de su atención nuevamente.
—Bueno, no lo tomaremos exactamente como detención. Llamémoslas actividades recreativas y extracurriculares. —Joshua sintió la mirada inquisidora sobre él. De pronto aquello de ganarse su confianza parecía completamente lejano y un dislate por parte de Seokmin. El mayor sacó una hoja de su maletín y se la tendió a su alumno.
—¿Qué? —Jeonghan examinó a detalle la circular, sintiéndose perdido. —¿Un permiso?
—¡Prefecto! —Minghao corrió más de la mitad del pasillo en cuanto divisó al hombre, quien al verlo escondió tras su espalda un brillante paquete de galletas. Las migajas en las comisuras de sus labios no permitían que el chino lo viera como una verdadera figura de autoridad.
—Hola, Minghao —contestó el hombre asegurándose de que no hubiera más personas cerca —, ¿quieres una galleta? —preguntó entonces, ofreciéndole el paquete al menor.
Minghao negó suavemente.
—Quería hablar de algo con usted. Lo busqué en su oficina pero no encontré nada —admitió —. ¿Aún existe cupo para ser tutor?
Seokmin lo encaró levantando una de sus cejas, consideraba que lo hacía verse más apegado a la juventud.
—¿Tutorías de inglés? —indagó.
El chico negó. —No, quiero decir, encontré un chico de intercambio. No parecía llevar tutorías y me pregunté si necesitaba ayuda con el idioma.
—¡Ah! Sé de qué hablas, es un chico chino, ¡como tú! Wen Junhui. Fue admitido hace poco —El joven prefecto comenzó a caminar en línea recta y el alumno lo comenzó a seguir de manera inconsciente. —En realidad ya lleva tutorías.
Minghao dejó de caminar entonces, no sabía que alguien más dominara el idioma chino como para poder dar tutorías de coreano con completa libertad.
—¿De verdad?
—Sí, se las da un chico de tu grado, me parece que se llama Soonyoung —cuando una de las galletas cayó al piso Seokmin no pudo evitar hacer una mueca de disgusto.
—¿Entonces no puedo darle tutorías? —cuestionó.
Seokmin rió suavemente ante el puchero que estaba haciendo su alumno. —Supongo que puedes preguntarle, ¿no?
Sí, Minghao también suponía que podía hacerlo, aunque tuviera que verse envuelto también con el chico de ojos pequeños y rasgados también.
¿Qué tal su semana? Ojalá haya estado todo bien ♡
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