Clase privada.

Caminaba a paso lento hacía esa casa, mi mente daba vueltas, mi estómago igual.
Estaba repleta de dudas y arrepentimiento por haber aceptado esto, mis piernas se movían por sí solas.

Quedaban un par de cuadras más para llegar, me detuve un momento para respirar hondo... Cuando estuve completamente en calma, empecé a caminar de nuevo.

Al ya estar enfrente de aquella casa, toqué levemente la puerta, esperando a que viniera a abrir.
Escuché algunos pasos acercarse, después la manilla moverse.
La puerta se abrió, dejando ver su presencia... Me miro, me sonrió y se hizo a un lado para dejarme pasar, a lo cual yo acepté.

—Siéntate, porfavor— me pidió, yo acepté, él se sentó al lado de mi —bien, siéntete cómoda, estas en tu casa— solo asentí.

Su presencia no me hacía sentir cómoda, siempre me dió miedo estar sola con hombres mayores.

Miré como se dirigía a su cocina, en mientras, me puse a observar un poco su casa... Era muy minimalista, me gusta.
Me traía mucha paz los hogares minimalistas, no soportaba tantas cosas en un solo lugar.

Después de un par de minutos, volvió con dos tazas en sus manos, me ofreció una, a lo cual yo la acepté.
Aveces no sé decir no, pero no me molestaba por ahora.
Beber aquel té me ayudó a tranquilizarme, ya no escuchaba aquellos pensamientos malos.

Total, solo estoy aquí para estudiar.

Nada malo podría pasar.

—¿Ya podemos empezar? — pregunté, él aún me miraba con una sonrisa, mientras tanto, yo solo trataba de no tener contacto visual con él... O volverían los nervios.

Y esta vez, no solamente los de miedo...
El profesor es alguien muy atractivo, tan sólo su presencia me pone los pelos en punta.

Pero... Cada que pensaba en él, me hacía sentir parte de la canción "older" de isabel, siento que eso está mal... Pero algo muy dentro de mí grita la palabra "hazlo".

Sebastián pov...

Desde que llegó, la he notado nerviosa... Le preparé un té para calmar los nervios.

Ni había hablado en todo el rato, quizás... Entablar una conversación no era lo suyo.

Y la entendía perfectamente, también me daba algo de pena hablar con gente con la cual no tengo la suficiente confianza como con otras personas.

" —¿Ya podemos empezar? — "
La escuche decir, yo asentí en forma de respuesta.

La vi tomar su mochila y después sacar el libro y cuaderno de la materia, sin olvidar su estuche.
Y sé que no importa, pero por alguna razón me gustaba su estuche, era de la hello kityy.
Era algo que se me hacía muy tierno de su parte.

Después de unos segundos más, por fin empezó a comunicarse.
Valla que era una chica muy interesante... Aparte de hablar sobre los trabajos, me contaba sobre cosas que habían pasado en aquel Instituto y que profesores le caían de la verga.
Si que era graciosa.

Me empezaba a gustar su compañia, aunque solo llevábamos algunos minutos hablando.
Pero... Mi mente aún sigue al rededor de ella.

Esto está mal...
Muy mal.

Pero a la vez...
Se siente tan bien.

Me siento como un pecador al pensar cosas obscenas sobre ella... Pero no puedo evitarlo.

Tengo diarrea

AAsshhhh, siento que me salió cringe 😡😡😡😡😡😡😡