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V E I N T I U N O

[...]

Esta en su asiento, nervioso como jamás estuvo en su vida.

Juguetea con su lápiz, dirigiendo su mirada una y otra vez a la puerta discretamente. Esperando que el chico del que aparentemente estaba enamorado apareciera.

Joder, que bizarro se escuchaba eso. No lo diría jamás.

Divaga profundamente en cómo actuar a partir de ahora, ¿se llamarían por sus nombres frente a todos?, ¿se tomarían de las manos y todas esas cosas?, ¿Shoto sería capaz de decir frente a sus compañeros que le quería como había amenazado?

—¡Buen día, Todoroki!— escucha la chillona voz de Kaminari.

Dirige su vista a la puerta, encontrándose al mitad albino devolviendo saludos con pequeñas reverencias.

Cruzan miradas, y el rubio es capaz de notar la pequeña curvatura en los labios ajenos.

Le estaba sonriendo invisible como siempre hacia. Katsuki se pregunta si alguien además de él es capaz de notarla y desea, secretamente, que eso también le perteneciera solo a él.

Lo ve caminar hacia él, y se maldice por sentir su pulso acelerarse ante aquello.

—Buen día, Bakugo.

Trata de disimular la sorpresa. Rápidamente pone su típica cara de desinterés y chista la lengua en respuesta

—¿Qué tiene de bueno?

—¿Estas molesto por algo?

—Para nada. — responde cortante. —La vida es hermosa, maravillosa y perfecta.

Todoroki ha a prendido; es un ser más evolucionado y consciente, por eso mismo, nota al instante que Bakugo está hecho una furia.

¿Cuándo en su vida palabras como esas saldrían de sus labios?, nunca.

Todoroki piensa que tal vez ya hizo algo mal y no se ha dado cuenta pero no puede preguntar al respecto porque Aizawa ha entrado al salón.

Las clases empiezan, y Shoto no es el único en notar lo raro que está Bakugo el día de hoy.  Durante el almuerzo no dice nada y de camino al dormitorio tampoco, ni siquiera se queja o reta a Todoroki porque le está siguiendo sin vergüenza alguna a su cuarto.

Deja su mochila en el escritorio y se acuesta en su cama, ignorando que Shoto le imita y se sienta en el borde frente a él.

—¿Estas molesto por algo?

—No.

—Estas molesto, ¿por qué?

—Ya te dije que no es nada.

—Bakugo, soy un poco lento para entender las palabras de otros. — explica, con vergüenza. —Por favor, háblame directamente sino no voy a entenderte.

Bakugo se maldice internamente, ¿cómo puede explicar que le ha molestado que no le llamara por su nombre sin sonar como un jodido intenso?

¡Él mismo lo habia dicho!, Shoto había presumido que profesaria su amor frente a otros, ¿por qué no había cumplido?, ¿por qué el haber imaginado la noche anterior que lo hacía le había emocionado  más de lo que le había molestado?, para empezar , ¿el quería que lo hiciera?, ¿no había sido lo mejor en todo caso?

―Me llamaste Bakugo... ― balbucea, sintiendose la persona mas tonta del universo.

―Oh... Eso...― suspira, comenzando a rascar nervioso su nuca. ―Yo... Iba a hacerlo pero me puse muy nervioso y no pude...

―En el desayuno no me hablaste. ― el rubio de pronto parece más tranquilo.

―Te veias molesto, no quise incomodarte...

―No me... ―duda un poco de sus palabras― No me has tocado en todo el dia.

Eso definitivamente le sorprende. Una sonrisa se le escapa.

—Puedo hacerlo ahora, si quieres. — propone.

Ve las mejillas del más bajo enrojecer un poco. Se siente indigno de la imagen, y aún así, trata de disfrutarla lo más que puede.

—¿Y si no quiero?

—No lo haré.

—¿Aunque tu quieras hacerlo?

—No voy a obligarte a nada, Katsuki, nunca. — se acerca a él, toma su mano y la entrelaza con la suya. —Ten por seguro que yo siempre voy a querer tenerte, y viviré esperando a que tu quieras lo mismo.

—¿Y si yo también quiero?

—¿Qué quieres?

—Intentarlo.

—¿Intentar qué?, se más claro para mi, por favor.

—No estoy seguro de quererte. — suelta.

Shoto asiente lentamente, analizando cada palabra de la manera las literal; como siempre hace.

—Pero... — habla para motivar al rubio; al chico que de pronto le tiemblan las manos levemente.

—Pero no me desagrada nada de esto.— dice. — Tu mano sobre la mía, tus ojos observándome, tu aliento en mi cuello o tu persona invadiendo mi espacio. Me gusta que me beses, y aunque odio que me traten de débil cuando me acaricias; como si fuera a romperme, me hace sentir tan nervioso y siento ganas de vomitar de lo rápido que mi corazón late...

Shoto suelta unas risas pequeñas porque el ceño de Katsuki se frunce con cada palabra, tal vez molesto consigo mismo por todo lo que sus labios  hablan.

—¿Y quieres intentar quererme?, no te estoy entendiendo.

—Eijiro me aconsejo que te hablara con la verdad si quería que esto funcionara, y es lo que hago aunque ahora crea que es estúpido.

—No es estúpido, gracias por hacerlo. La gente suele decir que soy lento y me tratan de tonto la mayor parte del tiempo, y puede que lo sea. Quiero que funcionemos,  Kats. — se atreve a besar el dorso de las manos que sostiene. —Eres malo demostrando tus emociones, y yo lo soy para expresarlas.

—Será un desastre entonces. — ríe.

—Lo será,  y tal vez lo más prudente sería dejar las cosas así para no arruinar nada.

—Lo sería.

—Pero no somos conocidos por ser prudentes, ¿verdad?

—En ningun universo.

—También quiero intentarlo, entonces. — acepta.

Es Bakugo quien se atreve esta vez a besarlo. Se siente como si fuera la primera vez que lo hacen, porque se sienten temblorosos y nerviosos como nunca. Tímidos y entregados como la primera vez.

—Katuski, enséñame.— pide.

—¿A qué?

—A amarte como quieres que te amen.

Su típica sonrisa arrogante le invade después de mucho.

—¿Me viste cara de que sé enseñar?, tarado.

Shoto quiere replicar a su insulto pero el sonido de notificaciones del celular ajeno comienza a sonar.

—¿Qué quieres Kirishima?— pregunta a la nada, sin siquiera haber visto el móvil.

—¿Cómo sabes que es él?

—¿Quién más sería?, ¿Uraraka?

Shoto rueda los ojos. Vamos, que el sarcasmo estaba de más.

Los ojos del rubio, en cambio, se abren grandes en sorpresa.

—Besé a Kaminari.— lee en voz alta, sin evitar que la sonrisa le invada. — Ese bastardo lo logró.

—¿En serio?— se mete entre los brazos del otro sin permiso, para poder ver la pantalla y poder leer el chisme completo.

Se extraña cuando Katsuki selecciona la pequeña cámara que está en el teclado y toma una foto rápida e improvisada de ellos dos; juntos y abrazados.

Shoto lee el texto que ha escrito y mandado y solo puede reaccionar de una manera. Se gira y lo aprisiona en un abrazo que no quiere romper, lo besa en labios, mejillas, frente y en cada parte de su rostro que se cruza en su camino.

Katsuki ríe, no sabe si es porque le hace cosquillas o si es porque está nervioso de la tontería que ha hecho. En ambos casos, Shoto piensa que su sonrisa y risa sigue siendo lo más preciso del mundo.

"Mi novio y yo estamos felices de que lo hayas logrado, baboso. "


Si, Shoto Todoroki esta a dispuesto a aprender todo lo que Bakugo Katsuki quisiera enseñarle.

[...]

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