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—Y bueno...— habló Kirishima, viendo divertido como Todoroki miraba al rubio; recargando su rostro en su palma con ojos soñadores, ignorando por completo la comida en su plato.—¿Me explicas?

—¿Explicar qué?

—Bakugo, no te hagas el tonto. — se cruzó de brazos cuando le vió comer para ignorarle. —Ayer Todoroki estuvo evitándote y hoy te ve como si fueras lo más hermoso de la jodida existencia.

—¿Y es mi culpa serlo?

—El humilde. — se atrevió a hablar el bicolor, ganándose una mirada de reproche. Supo que había hablado de más y se sentó correctamente, comenzando a comer también. 

—¿Me explicas?— pidió esta vez a Todoroki.

Lo pensó por un segundo.

"Noté que en realidad mi deseo de ser intimidante era solo una excusa que me creé inconscientemente para llegar a ser un igual para que Bakugo me tomara en serio porque me gusta más de lo que creí, de una forma totalmente diferente a lo que imaginé. Me sentí mal por eso y decidí alejarme porque creí que era incorrecto, pero entonces Bakugo dijo que no me consideraba un extra y eso me creo una ilusión y me creé, de nuevo, esperanzas sin sentido.

Le veo de esa forma porque me parece que es muy bonito, que su sonrisa es divina y que cuando no frunce el ceño sus ojos se afilan y se ven más hermosos de lo que son... pero no puedo decirlo en voz alta porque seria muy poco heterosexual de mi parte... bueno, que me guste Bakugo ya es muy poco heterosexual de mi parte... digamos que no puedo decirlo porque me da un poco de vergüenza como excusa, si; eso. "

—¡Todoroki!— gritó, para devolverle a la realidad.

—¿Quién lo busca?

—Bro, ¿estas bien?— pareció preocupado.

—Ha estado así desde temprano, tal vez se le fundieron las neuronas por juntarse con la rata amarilla.— restó importancia el rubio. —O solo es estúpido, yo personalmente voto por la segunda.

—Solo...— llamó la atención, comenzó a jugar con su soba. —Creo que Bakugo es muy distinto a como todos creen y me parecen interesantes sus reacciones...

—¿Qué carajo?

—¡Oh, entiendo eso!

—¿¡Verdad?!— se mostró más emocionado de lo que le hubiera gustado, provocando en ambos chicos una expresión curiosa. —Es como... bueno, yo me siento... como si fuera especial por poder verlo... ¿entiendes?

—¿Especial?, lo único especial es tu retraso. ¿De que demonios hablas?— Kirishima puso una mano sobre su boca para callarlo.

—¿Y también te gustaría que todos vieran lo amigable que es en realidad?

—No. — frunció el ceño. —Kirishina,  estoy diciendo que es especial porque es algo único, ¿por que demonios querría que alguien mas lo supiera?, yo dejaría de ser especial, todos estarían enamorados de Bakugo y seria jodidamente molesto ¿acaso no me sé explicar o por qué tus suposiciones tontas y sin sentido?, maldición, de solo imaginarlo se me quitó el apetito. — se levantó.  —Iré a presionar a Izuku para que acepte que es el hijo bastardo de All Might, permiso.

El silencio que se formó solo duró lo que Todoroki tardo en salir de la cafetería. El pelirrojo se dejó caer en la silla frente a Bakugo.

—Es divertido jugar con él, pero a veces no lo entiendo.

—¿Eres capaz de hacerlo siquiera?

—Tal vez Izuku...— recalcó,  tratando de no reír ante la mueca de su amigo. —No ayude a entender.

—No me parece gracioso.

—Pero lo es. —aceptó. —¿Me explicas ahora?

—Voy a enseñarle a ser intimidante, esta vez de verdad. — se levantó.  —Después,  que se vaya a la mierda.

—¿Y nuestro felices para siempre?— le siguió, vió que el grupo de Midoriya caminaba hacia ellos.

—Puede ir con Izuku para eso.— elevó la voz, exasperado.

—¿Disculpa?— soltó desentonado el peliverde, sorprendido de lo que sus oídos habían escuchado.

Si es que de verdad lo había hecho, tal vez ya estaba loco.

—Oh, Midoriya,  ¿y Todoroki? Dijo que iría contigo.

—¿Shoto-kun?— preguntó. —Dijo que iría a entrenar con su hielo para calmarse, aunque no entendí a que se refería.

La mirada acusadora que el de los afilados dientes le dedicó a su mejor amigo confundió a todos.

—¿¡A quién carajos le importan los putos nombres?!, ¡iré a resolver esto de una vez!, ¡ya me tiene harto!

Se fue, dando pasos firmes y fuertes.

Kirishima pensó que tal vez Todoroki tenía razón.

Por supuesto que Eijiro sabía muy bien lo que ocurría con Katsuki, pero era tal como Todoroki había dicho... ser el único en saber algo sobre él era algo que le hacía sentir especial.

Él era una buena persona, tenia permitido ser egoísta al menos un poco.

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