61. POR FAVOR NUNCA OLVIDES QUE TE AMO
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Cantares 5
6 Abrí yo a mi amado;
Pero mi amado se había ido, había ya pasado;
Y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió.
Unos días después.
Muevo mi mano de un lado a otro despidiéndome de Deimond.
Seguimos juntos a pesar de todas las dificultades que nos han sobrevenido, en especial con los J5.
Que me iba a imaginar yo que los J5 de un momento a otro me iban a estar pretendiendo.
Cabe aclarar que J4 no se mete conmigo para nada, J3 lo hace para fastidiarme y J5 y J1 si me pretenden, hasta tal punto que no sé qué hacer con tantos regalos, es como si de alguna manera yo fuera un trofeo y ellos compitieran por mi.
Sé que es imposible que estén enamorados de mi, no porque sea fea, es solo que ellos no tienen corazón para ello a mi parecer.
Aún así no sé cómo diablos termine siendo cercana a Jason, después de que me enteré de su cruda realidad, no pude seguir viéndolo con los mismos ojos.
Obviamente no me opongo a que seamos amigos, sé que en el fondo, él es una buena persona, lo malo es que siempre se la pasa tirándome alagos y diciendo que si dejo a Deimond, ahí estará él para mi.
Pero obviamente tendrá que quedarse esperando, porque eso nunca va a pasar.
Pero lo que más miedo me da, es que lo que se supone es una recocha de parte de ellos, según yo creo, aún así por veces siento que Jason se está enamorando de verdad y eso realmente me asusta.
Mi teléfono vibra haciendo que salga de mis pensamientos.
Miró y es un mensaje.
Jason: hola 🤗🤗🤗.
No sé cómo le hizo pero igual que Jak, también se consiguió mi número, después de tanto enviar mensajes, decidí guardarlo en contactos.
Me quedo mirando el mensaje, pensando si debería o no contestarle, cuando llega otro mensaje.
Jason: espero que hallas llegado bien a casa.
No sé porque pero terminó sonriendo, pero inmediatamente me pongo seria.
Siento que cuando estos chicos se lo proponen, pueden llegar a ser realmente dulces.
¿Quien imaginaria a Jason con mensajes como estos?, Incluso envía emojis.
Al final decidí dejarlo en vistó, voy a guardar el teléfono, pero llega otro mensaje.
Jason: que bueno que tú si tienes a donde llegar, ojalá yo tuviera una familia así de linda 😔.
Eso me hace recordar su triste realidad y decido responder.
Yo: tal vez algún día la tengas, los milagros existen.
Jason: eso solo pasaría si tú dejarás a Deimond y me dieras una oportunidad.
Frunzo el ceño.
Yo: ¿Que tiene que ver eso conmigo?.
Jason: pués así tú familia sería mi familia 😀.
Yo: idiota.
Jason: gracias 😘😘😘.
Yo: tonto 😡😡😡.
Jason: entre más cosas me digas, significa que estoy llamando tu atención y poco a poco entraré en tu corazón, así que muchas más gracias 😘😍😘.
Decido dejarlo en vistó y entro a mi casa.
Abro mi boca para saludar, pero me abstengo al escuchar unos suspiros agitados que provienen desde la cocina.
Me acerco silenciosamente, entró y es mamá haciendo su sopa y a la vez llorando.
—¿Que pasa mamá? —pregunto preocupada al verla así.
Ella al verme, se seca apresuradamente las lagrimas.
—no es nada cariño —responde —es solo que pique una cebolla y me hizo llorar.
«Esta mintiendo».
—no me mientas —le digo molesta —yo ya no soy una niña para que me digas eso.
—de verdad cariño, no es nada —insiste en mentir —ahora ve a tu cuarto a descansar, cuando esté la sopa te aviso.
No respondí, simplemente me di la vuelta y me fui.
«¿Que será aquello que me está ocultando».
No había llegado a la habitación cuando mi teléfono comenzó a vibrar, lo saco de mi bolsillo y miró la pantalla.
Es un número desconocido, a pesar de no tenerlo registrado, sé perfectamente que es de J1.
Cuelgo la llamada, pero está vuelve a empezar, nuevamente la cuelgo, pero vuelve a seguir timbrando.
Entro a la habitación y arrojo el teléfono a la cama y también me tiró yo.
«Seguramente tuvo una pequeña discusión con mi padre y por eso está así».
Aunque mi mamá es una mujer que no llora por cualquier cosa.
El teléfono sigue timbrando haciendo que me desesperé, finalmente tomo la llamada.
—¡¿Que diablos quieres?! —le pregunto molesta.
Él ríe.
—espero que me hallas extrañado, porque de lo contrario lo comenzarás a hacer y ya no me seguirás tratando con el mismo tono. —dice muy confiado.
—siempre te trataré como se me venga en gana.
—pero que niña tan grosera, ¿Es que acaso en tu casa no te enseñaron modales?. —pregunta.
—eso a ti no te importa —respondo.
Él suspira.
—bueno, en fin, ya arreglaremos eso, ahora hablamos del porque de mi llamada —ruedo los ojos aunque él no me puede ver, me molesta tanto su voz —¿No pensarás que las desgracias que le están sobreviniendo a tu familia es mera casualidad o si?.
Me siento en la cama inmediatamente al escuchar decir ello y recuerdo que mi mamá estaba llorando en la cocina.
—¿A que te refieres? —le pregunto.
Siento como literalmente mi corazón palpita más de lo normal.
Él se comienza a reír gustosamente, como cuando te cuentan un buen chiste.
—¡Respondé! —le exijo empuñando mis manos.
—¿A poco tus padres no te han dicho nada? —pregunta divertido —¡Oh! Que buenos son, le encubren a su hijita todo lo que les está pasando.
—¿Que les haz hecho? —pregunto con rabia.
—en primer lugar, yo no les hice nada —responde serio —tu fuiste la causante de sus desgracias por no atender a mis palabras.
—¿Que les hiciste? —pregunto al borde del llanto.
—¿Por qué no se lo preguntas?.
—eres un... —me quedó callada al ver que me ha colgado.
Me paro de la cama y vuelvo a la cocina donde mi madre está nuevamente llorando.
—madre por favor dime lo que paso —le pido tomándola por los hombros.
—es que...es que...—dice ella, toma aire para respirar —es que tu papá se quedó sin trabajo.
—¡Que! —exclamo con horror.
«Eso es algo muy malo».
—y eso no es lo peor —continua ella sin dejar de llorar —lo peor es que alguien le ha puesto en la lista negra y no permite que nadie le de trabajo.
Quedó sin aliento al escuchar ello.
«¿Como es posible que J1 tenga tanto poder?».
—ya llevamos medio mes en esta situación —se limpia las lagrimas —un mejor amigo de tu padre le contó lo de la lista negra, dice que al parecer tu padre hizo enfadar a algún poderoso, pero tú padre aún no sabe cómo fue y está desesperado, —vuelve a llorar —es que ni siquiera para barrer un restaurante le quieren dar trabajo, debido a ello estamos endeudados y no tenemos ni un solo peso para pagar.
La abrazo sin decir nada.
Me duele tanto ver la angustia de mi madre y pensar que esto es obra de J1, realmente me cuesta creerlo, tan solo tiene mi edad, como se las arregla para hacer tan grandes cosas.
Una cosa es que se meta conmigo, pero otra muy diferente que lo haga con mi familia.
«Nunca se lo voy a perdonar».
Días después.
Me encuentro sin salida, la situación a empeorado y ni siquiera tengo pruebas para acusar a J1, la única opción que me quedo fue negociar con él.
—esta bien —le digo por llamada —si lo que querías era que terminara con Deimond, entonces eso haré, pero por favor deja de molestar a mi familia —le suplico —estamos a punto de quedar en la calle.
La situación en mi casa cada vez va de mal en peor, incluso mi padre ayer estuvo a punto de ahorcarse debido a la gran presión que hay sobre nosotros, de no ser porque mi madre salió a buscarlo, en estos momentos estaríamos en su velorio y todo por mi culpa, por haberle llevado la contraria a Jak.
Me equivoqué al juzgarlo como poca cosa y creer que podía contra él.
Ahora me arrepiento demasiado.
«Si tan solo me hubiera ido cuando él me lo pidió».
Al ver que no dice nada, decido seguir hablando yo.
—si lo que quieres es que me vaya del colegio, también lo haré.
—callate —me dice —estoy pensando en cómo me voy a divertir viéndolos sufrir a ti y a Deimond, creo que lo mejor será hablar en persona, y más te vale que cooperes en todo, de lo contrario haré que tú y tu familia vivan debajo de un puente e incluso puedo arruinar la familia de Deimond también si opones resistencia.
La llamada se corta y yo me dejó caer en la cama, me tapo la boca con la almohada para que no escuchen mi llanto.
Esto ha sido lo peor que me ha podido pasar.
No quiero separarme de Deimond, pero no me queda otra opción, no tengo más salidas.
Y me duele aún más que llame a mi padre biológico a pedirle ayuda y lo único que dijo fue que éstas eran las consecuencias de no haberlo oído a tiempo.
Narra Deimond:
Estoy haciendo los trabajos del colegio mientras miró a cada segundo el teléfono, esperando la respuesta al mensaje que le envié a Linda, pero ni siquiera lo ha visto.
Desde hace unos días Linda ha estado un poco extraña, le he preguntado que pasa, pero no me ha querido responder o simplemente dice que todo está bien, cuando no lo está, siempre la encuentro triste, ya no sonríe como antes y si lo hace, la sonrisa no le llega a los ojos.
Por veces siento que es mi culpa, pero no entiendo que hice mal.
Muchas veces estamos hablando alegremente y cuando me doy cuenta, simplemente estoy hablando yo sólo.
De verdad que no entiendo que es lo que pasa.
Le conté a Erick sobre esto y me dijo que eso siempre pasa cuando a uno le van a terminar, yo no le puse cuidado y decidí ir a buscar en Google el cual me respondió lo mismo, que eso pasaba cuando se acababa el amor.
¡No puedo más!.
Dejó de hacer lo que estoy haciendo y marco el número de Linda.
A la tercera timbrada contesta.
—hola —saluda.
—hola Linda ¿Como estás? —le pregunto.
—bien y ¿Tu? —pregunta —¿Ya hiciste la tarea?.
—la estoy terminando de hacer —digo recostandome en la silla giratoria. —¿Tu ya la hiciste?.
—sip —responde.
Doy un suspiro.
Hacia mucho que no la escuchaba hablar así, de alguna manera la escucho tranquila, como si nada pasará y eso me alegra.
—¿Puedo invitarte a salir? —le pregunto.
—no —responde haciendo que me ponga triste —a mi madre se le ocurrió hacerme su ayudante hoy en la cocina, así que tendrá que ser mañana.
—¿Mañana después que salgamos de estudiar?.
—si, después —dice dando un suspiro.
—esta bien —digo resignado —entonces mañana pasaré por ti a primera hora para ir a estudiar.
—de acuerdo así será —dice ella —por cierto ya tengo que colgar, mi madre me está llamando.
—okey, hasta mañana —me despido.
—hasta mañana —se despide.
Decido colgar la llamada pero ella me detiene.
—¡Deimond! —me llama.
—¿Si?.
—por favor, nunca olvides que te amo. —corto la llamada.
«Por favor nunca olvides que te amo».
Esas palabras estuvieron conmigo durante el resto de tarde y toda la noche hasta que me pude dormir y luego que desperté, en mi mente aún retumbaban esas palabras.
«Jamas olvidaré que la amo».
«Nunca».
Llegó a casa de Linda como de costumbre, ella siempre está esperandome afuera, pero curiosamente hoy no, supongo que está vez se quedó dormida.
Bajo del auto y camino con una gran sonrisa en mis labios hacia la casa de mi pequeña Linda, es como suelo llamarla a veces.
Tocó la puerta una, dos, tres veces, está se abre.
La primera persona que veo es al papá de Linda un hombre bastante maduro, pero bien amable.
—buenos diás señor González —lo saludo.
—buenos días muchacho —dijo palmeteando mi hombro varias veces.
Tenía una amplia sonrisa en sus labios, era como si le hubiera acontecido algo muy bueno.
—¿Está todo bien señor González? —pregunto curioso.
—de maravilla —respondió —¿Por qué?.
—es que siempre que llegó, usted ya no está —le respondo.
—era porque me había quedado sin trabajo —contesta —y estaba buscando uno, pero hoy voy a una entrevista y es a la fija, así que no tendré porque preocuparme.
—uumm ya —digo con una sonrisa.
«Vaya, Linda nunca me dijo que su papá no tenía trabajo, que extraño».
—¿vienes a recoger a Linda? —me pregunto.
Yo asiento.
—Linda hace rato se fue —me respondé —ya la vinieron a recoger.
Lo miro confundido.
—¿Pero quién? —pregunto.
—era un buen amigo suyo y no siendo más me disculpo porque se me va a hacer tarde para el trabajo. —dice pasando por mi lado.
Me quedo unos segundos parado asimilando todo.
«¿Como es eso que se fue sin decirme nada?».
«¿Y quien es ese buen amigo?».
«¿Será que Jason está de gracioso?».
Me doy vuelta y regreso al auto con muchas dudas en la cabeza.
El chófer al verme llegar solo, me mira confundido.
—vamos para el colegio —le digo.
Durante el trayecto, comienzo a marcar el número de Linda, pero este pasa a sistema.
Es entonces cuando la preocupación comienza a aumentar.
Media hora después.
Apenas llegó al colegio lo primero que hago es ir en busca de Linda.
Pero vaya sorpresa la mía al verla descendiendo del auto de Jak, lo más es que este le ofrece la mano y ella se la recibe.
Me quedo viendo atónito la escena, es como si me estuvieran apuñalando.
«Que no sea lo que creo que es, por favor que eso no sea».
No soy el único asombrado, incluso las porristas han dejado de hacer barra al ver a mi Linda con Jak.
Comienzo a acercarme poco a poco, a medida que lo haga, siento que mi corazón se va cayendo en pedazos.
«Tal vez estoy malinterpretando las cosas».
De repente Jak envuelve a Linda es un gran abrazo, y ella se lo corresponde.
Es entonces cuando me doy cuenta de que mis sospechas son ciertas.
Sentía que me iba a desplomar, de verdad que no podía con esto.
«Jamás me espere esto de Linda».
Llegó hasta donde ellos están, Jak me mira con una sonrisa victoriosa, Linda lo hace como si nada, como si no me estuviera rompiendo el corazón en mil pedazos.
—¿Que...que haces con él? —le pregunto torpemente.
—es mi novio —dice con total indiferencia.
Lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin poderlas controlar.
«No entiendo en qué momento paso esto».
«¿Como terminaron juntos sin yo darme cuenta?».
Además que yo recuerde hasta ayer estábamos juntos, incluso dijo que me amaba.
—no puedes hacerme esto Linda —le suplico con lágrimas en los ojos —él es malo, te ha hecho mucho daño.
Linda mira a Jak luego vuelve su mirada a mi.
—y eso que —me dice —él es J1 —lo mira con amor —en cambio tu, —me mira con desdén —tu solo eres el segundo.
Esas palabras calaron hasta lo profundo de mi ser.
Todo mundo miraba impactado la escena, incluso algunos lo hacían con lástima al ver cómo me hería, pero a mí no me importaba eso, lo único que me importaba era que ella me dijera que todo esto era mentira, que era una broma de mal gusto.
Eso era lo único que anhelaba escuchar.
De pronto siento una mano sobre mi hombro.
—Deimond —me habla Erick —vamos, no vale la pena seguir escuchando.
Quito su mano de mi hombro sin dejar de ver a Linda.
—Linda por favor.
—¿Es que acaso no entiendes o quieres que te haga dibujitos? —me dice Linda con impaciencia.
La desconozco por completo.
—lo único que he hecho todo este tiempo es utilizarte, para llamar la atención de Jak y así poder estar con él como lo estoy ahora. —sigue diciendo.
—pero... dijiste que me amabas —digo con la voz quebrada.
Linda ríe.
—Deimond, que tonto eres.
Jamás en mi vida habían pisoteado mi orgullo de hombre.
Jamás en la vida me habían humillado de tal manera.
Tal vez, porque nunca en la vida me había enamorado.
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