Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

47. ¿QUIERES SER MI NOVIA?

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 10
17 Camino a la vida es guardar la instrucción;
Pero quien desecha la reprensión, yerra.


Narra Zuar:

Días después.

Mi estómago ruge del hambre tan horrible que tengo, el terrible de Garra no me ha querido pagar el reloj que le vendí y ahora quiere que vaya a hacer el trabajo del pobre Gato al cual decapitaron.

Quiere que vaya a sabotear la mercancía de ese monstruo que se hace llamar Bestia.

Si. Es un monstruo.

«¿Que le costaba haberle dado un tiro a Gato en la cabeza y no más, pero justo tenía que cortarsela?».

«¿Acaso eso no es ser cruel?».

Está es la hora que ni siquiera puedo dormir en paz, cada vez que cierro los ojos, veo a Gato andar sin cabeza.

Han sido noches de tormento en las que he estado a punto de drogarme para dormir en paz.

«Me arrepiento tanto de haber sido yo el que abriera esa caja».

Ahora tengo un severo trauma.

En estos momentos me encuentro en el lugar donde la banda se reúne, aquel almacén en ruinas que está a punto de caerse.

Estoy sentado alrededor de una pequeña mesa sucia y al frente está Garra.

—¡Oh vamos! —me insiste —si consigues un poco de esa mercancía, te daré lo que quieras, además para nadie en un secreto que eres muy ágil robando.

—¡No! —le respondo.

Es cierto que algún día voy a morir, pero no quiero que sea decapitado.

—solo será una vez —sigue insistiendo.

—¡Eh dicho que no! —le respondo muy seguro —solo vine aquí por mi pago, no quiero que me pase lo de Gato.

Garra ríe al ver mi terror.

«Claro, como el nunca va a hacer nada, siempre nos manda a nosotros».

—a Gato le pasó eso por tonto —contesta —pero tu eres diferente y no vas a dejar que te descubran, además tengo otro plan ideado y estoy seguro de que esté no va a fallar.

—¡No! —esta vez alzo más la voz y me pongo de pie —pagame que ya me voy.

Si no fuera por el hambre que tengo, ni siquiera le estuviera cobrando.

—pues si no vas, olvídate de tu paga. —sentencia.

Empuñó mis manos con rabia y salgo de ese lugar como alma que lleva el diablo.

Por lo visto Garra está aburrido conmigo y quiero hacerme matar de ese tal Bestia, pero no le pienso dar ese gusto.

Ahora la pregunta del año es: ¿Que voy a hacer para vivir si ya no trabajo más para Garra?.

«¿A quien le vendere mi mercancía robada?».

Fin de la narración.

—si sumamos estos dos números, —dice la profesora de matemáticas —y los dividimos por tres, luego los multiplicamos por siete, nos daría...

La miro con aburrimiento mientras está se esmera por explicarnos de la mejor manera, pero en estos momentos no quiero saber nada de estudio, solo quiero volver a ver a Deimond, ya ha pasado una semana sin saber nada de él.

A los únicos que miro es a los J5, pero estos no me han querido decir nada, ni siquiera J1 al cual encare en el comedor frente a todos, pensé que se enfrentaría a mi, pero para mí sorpresa, simplemente dejo de comer, se puso de pie y se fue de ahí acompañado de su grupo, los cuales tampoco me dijeron una sola palabra.

Durante todos estos días, nadie se ha metido conmigo, yo pienso que J1 ya se dió por vencido, pero Gracia dice que el nunca se rinde, que lo que está haciendo es estudiarme para saber darme un golpe en dónde más me duela, de tal manera que yo misma salga corriendo de este colegio voluntariamente.

Claro está que eso jamás va a pasar.

«De aquí no me saca nadie».

El timbre suena haciendo que todos comencemos a salir y dejemos a la pobre profesora hablando sola.

Tomo mi merienda y voy hacia el jardín en busca de Gracia que como es rutina suya a de estar leyendo la Biblia, ya la termino de leer la semana pasada, ahora volvió a comenzar y está leyendo en Génesis 30.

Mientras bajo las escaleras trato de hacerme un moño alto en el cabello con mi lapicero porque no traje moña.

—¡Llegó J2! —gritan unas chicas emocionadas afuera.

Dejó de recoger mi cabello y este cae como cascada por mi espalda mientras corro hacia la entrada para ver a Deimond.

Mi corazón salta de la felicidad al saber que ya está aquí, había intentado comunicarme con el de todas las maneras, pero no me fue posible hablar con él.

Llegó afuera y lo veo.

Está más guapo que nunca, como si la semana pasada no le hubieran dado una paliza, su rostro luce intacto y único como solo el sabe lucir.

Quiero llegar a él y abrazarlo, pero me es imposible debido a todas las chicas que lo tienen rodeado y no cesan de preguntarle ¿Cómo está?.

El sonríe tiernamente y les dice que esta bien.

Escucho pasos tras mi y volteo a ver.

Son los J5.

La incomodidad que siento al verlos es palpable.

No entiendo cómo J1 tiene la cara de salir a recibir a Deimond después de lo que le hizo.

Apenas llegan, las chicas les abren paso para que saluden a Deimond.

Me quedo mirando como va a reaccionar Deimond, todas quedamos en suspenso atentas a lo que pueda pasar.

Lo que menos quiero es que se vaya a formar otra pelea.

J1 que encabeza el grupo, llega frente a él y simplemente lo mira con una mirada sin expresión alguna.

Deimond hace lo mismo.

Es entonces cuando los demás chicos se acercan.

—que bueno tenerte de vuelta en el colegio brother —le dice J4 dándole un abrazo.

—pense que ya no volverías —le dice J5 chocando su puño con el de él.

—bienvenido de nuevo al grupo —le dice J3 dándo un aplauso.

Deimond le dedica una sonrisa de boca cerrada.

—me temo que eso no se va a poder —le contesta a J3 —yo ya estoy fuera del grupo, ahora seré un estudiante más, común y corriente.

—te equivocas —habla J1 —ahora estás más que nunca adentro, reconozco que me equivoqué contigo, no pude hacerte cambiar de parecer, así que acepto mi derrota, de ahora en adelante no volveré a meterme en la vida tuya ni en tus decisiones.

No podía creer lo que estaba escuchando, por poco salto de la emoción.

¡J1 acaba de decir que acepta su derrota!, finalmente se ha rendido.

«Ya no tendré que preocuparme por nada».

Alguien me agarra del brazo haciendo que salte del susto.

Volteo a ver y es Gracia.

—no vuelvas hacer eso, —le digo —casi me matas del susto.

—vamonos —me dice seria ignorando mis palabras —no sigas escuchando más mentiras.

—no son mentiras —le digo resistiéndome a irme —J1 acaba de rendirse —le informó.

Ella ríe sin ganas.

—ja, ja, ja —dice —¿Como si eso fuera posible?, Solo los está haciendo bajar la guardia, ven conmigo y mantente lo más alejada posible.

—pero... —digo al ver cómo me comienza a llevar jalada.

—pero nada —dice ella.

—yo quiero saludarlo —protesto mientras me voy con ella.

—pues el ni siquiera te ha notado —me dice ella.

Siempre es tan apática cuando a sentimientos se refiere, es como si no supiera que es querer a alguien.

Camino de mala gana a su lado con el corazón triste.

—¡Linda! —me llama una voz muy, pero muy familiar.

Me suelto del agarre de Gracia y me doy vuelta.

Deimond me mira con una gran sonrisa en sus labios, yo también le sonrió mientras mi corazón salta de felicidad.

—¡Linda! —vuelve a pronunciar mi nombre abriendo sus brazos de par en par.

No lo dudo ni un segundo, corro hacia él y le doy un gran abrazo.

El enrolla sus brazos alrededor de mi cintura y me levanta del suelo mientras da vueltas conmigo.

Yo hundo mi rostro en su cuello mientras me deleito en su agradable fragancia.

Por ahora lo único que quiero es estar así con el por siempre.

Días después.


Me siento la mujer más feliz del mundo.

J1 cumplió su palabra, no se volvió a meter con nosotros y ahora yo y Deimond somos los mejores amigos, no nos separamos ni un momento, escasamente para ir al baño.

En este momento estoy sentada en un columpio, mientras el me empuja con fuerza hasta elevarme alto.

—¡Nooooo! —grito —¡No más, me mareo!.

Deimond se hace al frente y detiene el columpio.

—ya está —me dice —ven te ayudo a bajar.

Se acerca a cargarme, pero del bolsillo de su chaqueta se cae una pequeña cajita de terciopelo.

Apenas me baja del columpio me agachó y la recojo.

—¿Y esto? —pregunto.

—es mío —dice Deimond nervioso rascándose la cabeza.

La abro curiosa sin su permiso, para saber que es y me encuentro con unas letras de oro las cuales dicen:

¿QUIERES SER MI NOVIA?.

Lo miro y sonrió aunque por dentro el corazón llora al ver que piensa declararsele a alguien, por un momento pensé que era yo la que le gustaba.

—¿Que piensas? —me dice al ver que me he quedado callada.

—pienso que la chica a la que le vas a dar esto es muy afortunada —digo guardando las letras en la cajita y poniéndola en sus manos.

Las lágrimas me ganan y tratan de salirseme de los ojos así que lo único que hago es salir corriendo.

—¡Espera! —me grita Deimond corriendo tras mi.

—¡Déjame! —le digo al ver que está a punto de alcanzarme, lo que menos quiero es que me vea llorar —necesito estar sola.

El se detiene y yo sigo corriendo por el pasillo que lleva a los baños sin importarme lo que los demás piensen al verme así.

Justo en ese momento tenía que venir J1 y justo no lo veo a tiempo y termino chocando con él.

—¡Oye! —me dice apartandose y sacudiéndose la camisa como si lo hubiera ensuciado.

Luego me mira y nota las lágrimas rodar por mis mejillas y frunce su ceño.

—¿Que te paso? —pregunta aparentemente preocupado, porque no creo que el conozca la preocupación.

—¡Quítate! —le digo con rabia al recordar que el fue el causante de muchas de mis desgracias.

Que me halla dejado de molestar no significa que lo haya perdonado.

El se aparta de mi camino ante el asombro de todos que no pueden creer que yo lo haya gritado y que el no se halla defendido.

«Ya deberían de estar acostumbrados».

Yo sigo mi camino hacia los baños.

—¡¿Sabes?! —me grita.

Me detengo a pesar de que ya no aguanto y quiero llorar a llanto.

Volteo a verlo para saber que es lo que quiere decirme.

—te recomiendo que en el futuro no compres auto. —me dice.

Frunzo el ceño sin entender porque me dice eso, el nota mi confusión.

—porque te llevarías la gente por delante —me explica riendo.

Le doy una mirada fulminante y sigo mi camino.

Entro a los baños y me encierro en el primero que veo abierto.

Bajo la tapa del baño y me siento es entonces cuando dejó salir todo el llanto que ya se me estaba escapando.

Un dolor agudo siento en mi corazón.

Me siento decepcionada, traicionada, tonta.

«¿Cómo fue que no considere que algún día Deimond iría a conseguir novia y yo como su amiga pasaría a segundo plano?».

El solo hecho de ver las cosas así, hace que llore con más fuerza.

Tapo mi boca con mis manos para que no se oiga afuera, sin embargo uno que otro sollozo se me sale.

«¿En qué momento vine a terminar tan enamorada de Deimond?».

Debí de haber escuchado a Gracia y haber guardado distancia con el, ahora estoy perdidamente enamorada de Deimond y no sé que hacer.

«¿Que haré cuando lo miro paseando de la mano con su novia?».

«¿Que haré?».

«¿Acaso no se me romperá el corazón en mil pedazos?».

Sigo llorando sin parar hasta que comienzan a tocar la puerta.

«Tantos baños desocupados y justo tienen que venir al que yo estoy ocupando».

Me quedo en silencio esperando a que se vayan.

«Ni siquiera se puede llorar en paz».

—¡Linda! —escucho la voz de Gracia que me llama.

Me quedo callada.

—¡Linda! —vuelve a llamar —sé que estás ahí llorando como una loca, abre la puerta ahora mismo —me ordena —no te preocupes que no hay nadie más aquí.

Abro la puerta y Gracia se me queda mirando.

—¿Acaso no te lo advertí? —dice como si ya se hubiera enterado de todo —ese chico te va a costar muchas lágrimas, mejor te hubiera sido no haberlo distinguido.

Yo asiento con la cabeza y continuo llorando, Gracia me atrae a ella y me abraza dandome palmaditas en la espalda.

—ya, ya, ya —trata de consolarme —no entiendo porque siempre te gusta meterte en problemas, pero aún estás a tiempo de no meterte más a fondo, por favor oye mi voz, ¡Olvídate de ese chico!.

—¡Linda! —escucho la voz de Deimond que me llama desde afuera.

Dejó de abrazar a Gracia y la miro sin saber que hacer.

—¡Linda! —vuelve a llamar Deimond —si no me respondes voy a entrar.

Los nervios se me ponen de punta, no quiero que Deimond me vea así.

—dile que ya vas —me susurra Gracia.

—¡Voy! —le grito de vuelta.

Miro a Gracia con angustia.

—¿Que hago Gracia, que hago? —le preguntó desesperada.

En estos momentos no me siento capaz de encarar a Deimond.

«¿Cómo le voy a explicar mi reacción de hace unos minutos?».

Pensará que he hecho un show de celos sin sentido alguno.

—lo primero es lavarte el rostro —responde Gracia con serenidad —lo segundo es ir afuera y cortar con todo lazo de amistad con Deimond para siempre.

Yo asiento no muy convencida, ya que no me veo con el valor suficiente de hacerlo.

Abro el grifo y comienzo a echarme abundante agua en el rostro, aún así mis ojos siguen hinchados y enrojecidos de tanto llorar.

—¡Estoy esperando Linda! —habla Deimond desde afuera.

Seco mi rostro y salgo de los baños seguida de Gracia.

Deimond apenas me ve se acerca a mi y pone sus manos sobre mis hombros.

—¿Que fue lo que pasó Linda? —me pregunta preocupado —¿Por qué te pusiste así?, Jak me dijo que...

—terminemos —le digo interrumpiendo.

«Si no lo digo ahora, no lo haré nunca».

Deimond frunce el entrecejo y trata de reírse pero se queda serio.

—¿Pero por qué? —pregunta confundido —si ni siquiera somos novios.

Mis mejillas se ponen rojas al darme cuenta de lo que he dicho, creo que debí haberme explicado mejor.

—me refiero a que terminemos nuestra amistad —digo esquivando su mirada.

—si vas a terminar con nuestra amistad, —me dice sin quitar sus manos de mis hombros —por lo menos ten el coraje de mirarme a los ojos.

Gracia suspira con impaciencia detrás de mi.

Para ella ha de ser muy incómodo presenciar esta clase de escenas.

Quito las manos de Deimond de mis hombres y me comienzo a ir rápidamente.

El me persigue.

—ya te lo dije una vez —le digo sin dejar de caminar —no lo pienso decir dos veces.

Gracia va caminando a mi lado.

—pero yo aún no he aceptado el final de nuestra amistad —dice el sin dejar de seguirme.

Un nudo se forma en mi garganta y quiero volver a llorar.

—pero yo ya decidí ponerle final —digo parpadeando varias veces para no llorar —además tu ya vas a conseguir novia —la voz se me quiebra al final.

El se detiene en seco al escuchar mis palabras.

Yo sigo mi camino llorando, Gracia me abraza.

—¡Está bien! —me grita Deimond antes de que cruce al otro pasillo —¡Estoy de acuerdo contigo, es necesario terminar nuestra amistad si quiero tener una relación!.

Dejó de caminar para escuchar todo lo que tiene que decirme aunque eso vuelva mi corazón añicos.

—¡¿Y sabes por qué?! —me pregunta.

Yo no digo nada.

El camina hacia mi y se para al frente mío.

Es entonces cuando me doy cuenta de que muchos están presenciando nuestra conversación.

Mis mejillas se ponen rojas y trato de no llorar más.

Deimond se acerca más a mi y toma mi rostro entre sus manos.

—porque ya no quiero que seas más mi amiga —me dice —ahora quiero que seas mi novia.

Se aleja un poco, luego inca su rodilla en el suelo, saca de su bolsillo la cajita mientras que yo estoy a punto de desmayarme por la sorpresa.

«Jamás pensé que esa caja fuera para mí».

—Linda —dice abriendo la caja frente a mis ojos —¿Quieres ser mi novia?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro