4. PAGANDO EL PRECIO DEL SILENCIO
Nota: hola a todos mis lectores, a los nuevos y a los antiguos, quiero decirles que estoy muy feliz de tenerlos aquí conmigo nuevamente y quiero darle las gracias a Yoyi, por la oportunidad que le ha dado a mi historia y... ¿Que más decir?.
Eeemmm...
BIENVENIDA A " TE VOY A ENCONTRAR"🥳🥳🥳🥳.
Espero que la disfrutes así como yo disfruto mucho tu historia.
A mis otras lectoras, quiero recomendarles la historia de Yoyi, es muy buena.
Se llama:
¿Y SI TE QUEDARAS?
La estoy leyendo y si que me ha enganchado, y no lo digo porque Yoyi sea la escritora, es porque es verdad, lo hace poner a pensar a uno.
También quiero agradecer de una manera especial a mi Tati, por ayudarme con la portada, Dios te bendiga mucho y te he extrañado un resto.
Bueno no siendo más ahí les dejo otro capítulo para que lo disfruten, así como yo disfruto escribirlo, aunque no les voy a negar que hay partes de la historia que me hacen dar un poquito de tristeza, pero todo es con un propósito de enseñanza.
Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 11
13 El que anda en chismes descubre el secreto;
Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
Horas después.
Un baldado de agua congelada, hace que despierte con un dolor tan fuerte en la cabeza que me tiene totalmente aturdido, pero eso es lo de menos, comparado con lo que hay a mi alrededor.
Abro y cierro los ojos, para aclarar la visión y para convencerme de que esto es cierto, y no que este siendo víctima de una broma de muy mal gusto o de una pesadilla que se ve muy real.
Estoy en un lugar lleno de suciedad, amarrado a una silla, como si fuese un animal, aparte de ello estoy rodeado de hombres que tienen cara de matones.
Los veo sin entender nada, ellos me miran sin expresión alguna, más de la de estar esperando la orden para usar sus armas, que por cierto tienen en la mano y las tienen sin seguro.
—¿Qué es todo esto? —les pregunto —¿Que he hecho para estar aquí?
Ninguno se toma la molestia de contestar, solo me miran, como si de algún modo me pudiera escapar.
La desesperación que siento es mucha y el dolor de cabeza que tengo, tampoco me deja pensar con claridad.
Solo sé que estos hombres, por su forma de comportarse, simplemente se limitan a cumplir órdenes y no les importa que la víctima tenga a alguien que lo espera en casa.
Cierro los ojos y trato de elevar una oración a Dios en medio de este dolor insoportable que tengo.
Algo me dice que esto solo es el comienzo.
Lo que más me angustia, no es morir, es mi familia.
«¿Que será de ellos cuando yo no esté?».
«¿Acaso otra persona los cuidara mejor que yo?».
Si esto me hubiera acontecido antes de casarme, no estaría tan preocupado, ya que no tenía a nadie aparte de Dios, pero ahora se que mi esposa eh hijos, están esperando por mi en casa.
Justo cuando ya voy a hablar con Dios, un sonido de tacones, hace que abra los ojos y me fijé en la persona que viene hacia mi
Nada más y nada menos que la señora Úrsula Xian.
Viene caminando hacia mi con todo su esplendor y elegancia y con esa altivez y arrogancia que tanto la caracteriza.
—Fares, Fares —canturrea, con ese tono que tanta molestia me causa —hacía tanto tiempo que no nos veíamos, pero el destino a vuelto a cruzar nuestros caminos.
Cada día está mujer está peor, creo que está perdiendo la cordura, como se le ocurre mandarme a secuestrar.
Jum-Jak Xian si me había dicho de que ella era capaz de muchas cosas, ¿Pero de esto?, Me parece increíble, si otra persona lo estuviera viviendo y luego me lo contará a mi, lo tomaría por mentiroso.
Ella siempre me ha tenido odio, por la sencilla razón de que yo ayude a Jum-Jak Xian a casarse con Veranice, según ella, yo arruine el futuro de su hijo, cosa que no es cierta porque el lleva una vida exitosa y gracias a Veranice, el se la pasa sonriendo y ha dejado la cara de amargado que antes se cargaba.
La señora Úrsula se acerca a mi y con sus dedos comienza a acariciar mi mejilla, pero al final termina clavando sus garras.
Alejo mi rostro instintivamente de ella.
—¿Sabe usted que esto es un delito, llamado secuestro? —le pregunto tratando de hacerla entrar en razón.
Ella sonríe complacida.
Para ser la madre del señor Jum, se ve bastante joven y para nadie es un secreto que es hermosa y tiene una figura única, como si nunca hubiera tenido hijos.
Es una pena que sea tan mala, incluso se hubiera podido volver a casar, después de la trágica muerte de su esposo.
Según los resultados forenses el murió envenenado.
—lo sé —responde inclinándose hacia mi, de tal modo que su aliento se mezcla con el mío —pero como soy la señora Xian, puedo hacer lo que quiera, con quién quiera y nadie ni nada, me puede decir algo.
Lamentablemente cuando alguien está en la cima, piensa de esa manera, pero yo sé que alguien más está sobre ella.
—¿Que es lo que quiere? —pregunto tratando de alejarme de ella.
—quiero que me des las claves bancarias de las cuentas de los Xian. —responde borrando la sonrisa de sus labios.
¡Oh no!.
«Debí de haberlo imaginado».
«Pero....».
«¿Cómo se enteró tan rápido?».
Alguien debió contarle y ahora me encuentro en una gran encrucijada.
Eso quiere decir que hay traidores alrededor del jefe.
Pero si ella cree que le voy a dar las claves, está muy equivocada.
—eso jamás —respondo muy seguro de mi mismo.
Uno de sus hombres se acerca y me da tremendo puñetazo haciendo que mi nariz y boca comiencen a sangrar.
El dolor es insoportable y el sabor metálico de la sangre, se mezcla con mi saliva.
Escupo, pero aún así, mi camisa blanca ya está empapada de sangre.
—¿Cómo dijiste? —pregunta ella—no te escuché.
A pesar de lo mal que estoy, vuelvo a levantar mi cabeza y la miro a los ojos sin temor alguno.
La biblia es muy clara cuando dice:
Lucas 12.4
Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.
—dije que eso jamás —vuelvo a repetir sin titubear.
Nuevamente me gano otro puñetazo por parte de sus matones.
Pero no me importa, me puede matar si eso es lo que quiere, pero jamás va a lograr que yo traicione a su hijo.
Porque yo no sé que es ser desleal.
—¿Es que acaso no te das cuenta que tu familia va a quedar desamparada? —me pregunta con rabia —¿Ni siquiera te has puesto a pensar que te están esperando en casa?.
Claro que lo he pensado, y me duele en el alma, pero que más puedo hacer.
El solo hecho de imaginarlos mirando hacia la puerta a la espera de mi llegada, hace que mi corazón duela más que los golpes que me están dando, pero no puedo traicionar la confianza que Jum-Jak Xian me ha brindado.
—no le pienso decir nada —digo escupiendo una bocaranada de sangre.
Ella se enderezó y se alejó de mí con indignación.
—como quieras, —dice marchandose —entonces se hará por la malas.
Uno de sus hombres le dió un golpe a la silla, haciendo que callera al suelo y entre todos comenzaron a golpearme.
Fin de la narración.
Me despierto a media noche, al escuchar pasos y susurros en mi habitación.
Estoy a punto de gritar, pero cuando veo que es mi madre me tranquilizo.
Ella se pasea alrededor de mi cama, mientras eleva una oración a Dios.
—Dios mio, —dice sin dejar de caminar —guarda Señor la vida de mi hija, párate frente a ella, no permitas que nada ni nadie le haga daño...
A pesar de que habla muy despacio, aún así puedo oír lo que dice.
Ella siempre con papá, tienen la costumbre de venir a mi habitación y orar por mi, no solamente es a mi, le he preguntado a mi hermano y me ha dicho que a él también.
Se arrodilla al lado de mi cama y pone su delicada mano sobre mi frente y sigue orando a Dios.
Yo mantengo los ojos cerrados, haciéndole creer que estoy dormida.
De pronto se oye un estruendo en el primer piso, haciendo que yo y mamá, nos asustemos.
Yo me aferró a las cobijas con miedo, mamá deja de orar y sale de la habitación apresurada.
Se supone que en situaciones así, uno debe de esconderse, o al menos eso es lo que a mí me han enseñado, porque posiblemente puede ser un hombre malo, pero mamá a corrido a ver.
Mi cuerpo comienza a temblar, pero entonces comienzo a recitar el versículo que papá me enseñó.
—2 Timoteo 1.7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Lo repito una y otra vez, pero entonces escuchó los gritos de mamá, haciendo que me detenga.
Lo más terrible es que fueron acallados y ya todo volvió a estar en silencio, pero yo sé perfectamente lo que oí.
En mi mente comienzo a imaginar cosas muy malas, cosas que jamás se me habían pasado por la cabeza.
Quizás ese hombre malo, le este haciendo algo muy malo a mamá y yo la oí y no soy capaz de ir a ayudarla.
Pero...
¿Cómo lo haría?.
Si tan solo soy una niña indefensa de cinco años, que ni siquiera puede valerse por si sola.
Viene a mi mente el versículo que mamá me enseñó.
« Filipenses 4.13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece».
Comienzo a repetirlo y temblando de miedo, me despojo de la cobija y pongo mis pies en el frío suelo.
Lentamente camino hacia la salida, sintiendo que el corazón se me va a salir.
Abro la puerta con dedos temblorosos, sin saber que me puedo encontrar afuera.
«Dios mío, guárdame por favor, te lo ruego».
Salgo de la habitación y con pies descalzos, trato de hacer el menor ruido posible, me aproximó a las escaleras y desde ahí puedo ver perfectamente hacia abajo.
Lágrimas salen de mis ojos al ver lo que está pasando.
Jamás había visto algo semejante, en todos los años de mi existencia, quise correr a ayudar, pero alguien llegó por mi espalda y me tapo la boca.
Me removí, tratando de soltarme, pero al escuchar su voz, me tranquilice.
—shshiiiissssss —dijo Mibsan en un susurro —esperemos a saber que es lo que pasa.
Juntos nos quedamos observando desde arriba, escondidos para que no nos vieran.
Mamá a duras penas ayudó a papá a acostarse en el sofá.
Papá esta todo golpeado, tiene la ropa raida y llena de sangre, su rostro está lleno de ematomas.
Quisiera saber¿Que fue lo que paso? o ¿Qué fue lo que hizo? para que le hicieran algo tan horrible.
Mi madre corre al baño.
A los pocos minutos regresa con un botiquín de primeros auxilios y trata de curar a papá en medio del lloro.
—¿Quien te hizo esto? —le pregunta.
—fue...fue...la señora Xian —responde papá entre quejidos.
—pero... ¿Por qué? —vuelve a preguntar mamá.
—porque yo no le quise dar las claves de la empresa —responde papá.
Mamá sigue llorando, mientras lava el pañuelo con el que está limpiando las heridas en un recipiente, este queda totalmente rojo de sangre.
—tienes que renunciar —le pide a papá —primero te amenazaba, pero ahora te está agrediendo físicamente, por poco y te mata. —dice indignada —tenemos que llevarte al hospital, debemos de avisarle al señor Xian.
Mi padre cierra los ojos, tratando de soportar el dolor.
—no es para tanto mujer, no es necesario ir al hospital, tampoco decirle al jefe. —contesta.
—pero no podemos seguir callando esto, ya que va de mal en peor. —mamá insiste.
No sé quién sea esa señora Xian, pero ya siento que me cae mal, ¿Cómo se atreve a hacerle esto a papá que es tan bueno?.
—si le digo al jefe, esto hará que la relación con su madre empeore más —explica papá. —mejor ayúdame a llegar a la habitación, no quiero que los niños me vean así.
Tiempo después.
Finalmente papá se recuperó de sus heridas y todo sigue como si nada hubiera pasado, pero yo no logro olvidar ese suceso y se que mi hermano tampoco, lo único que nos dijo mamá esa vez, fue que papá estaba enfermo y no dejo que lo miramos, hasta que estuvo totalmente recuperado.
Estamos en el culto, en medio de la adoración a Dios, todos tienen cerrados sus ojos y con palabras muy hermosas, le expresan a Dios lo que sienten por él.
Yo cierro los ojos y los abro por raticos, mi mayor anhelo y deseo es poder llegar a ser de la alabanza y cantar como la hermana Florinda, que canta como los angeles.
En eso llega un ujier y se acerca a papá, le dice algo al oído y este sale del culto y yo que no soy curiosa, salgo detrás de él.
Al llegar afuera, nos encontramos con un lujoso coche rodeado de hombres con trajes negros y gafas oscuras.
Uno de ellos abre la puerta y de ella sale un caballero muy pero muy elegante.
«Cuando yo sea grande, me casare con un hombre así».
—hola Fares —saluda sin notar mi existencia.
—señor Xian —dice mi padre con mucho respeto —¿Que lo trae por aquí?.
«No sé de dónde me trae recuerdos ese apellido».
—pués he decidido aceptar tu invitación de venir a culto —responde el caballero.
Una sonrisa genuina aparece en los labios de papá.
—no sabe lo mucho que me alegra —contesta papá —a tomado la mejor decisión de su vida.
El caballero ríe irónicamente.
—no seas convencido Fares —le regaña —yo no tengo tiempo como para malgastarlo en cosas sin sentido como estás.
Lo dice con tanto desprecio que hasta a mí me indigna.
«¿Es que acaso se cree mejor que Dios para pordebajear estás cosas tan valiosas como lo es el culto a Dios?».
—he venido porque necesito que me acompañes ahora a hacer un negocio muy importante —sigue hablando el señor Xian.
—pero... —habla mi padre —estoy en plena dominical.
Miro a papá y veo la preocupación reflejada en su semblante.
Imposible que se vaya con ese caballero elegante, que por cierto ya no es tan elegante y ya no quiero casarme cuando sea grande con alguien así.
«No creo que papá sea capaz de cambiar a Dios por el».
—y eso que —le resta importancia ese señor al culto —no creo que tú Dios te mandé al infierno por una vez que faltes a culto.
Mi padre se rasca la cabeza dudoso.
Lo miro incrédula.
«¿Acaso piensa cambiar a Dios por aquel hombre?»
—pero...
—oh vamos Fares —insiste el hombre al ver mi padre dudar —solo será un momento, incluso ni el pastor se dará cuenta de que te fuiste, además esto no es de todos los domingos, es solo una excepción, incluso si vas, hay posibilidad de que venga con Veranice a culto un día de estos.
Esas últimas palabras, hicieron que papá flaqueara totalmente.
—iré a despedirme de Alice y los niños —dice papá caminando hacia el templo —Linda ven conmigo —ordena.
A pesar de la orden de mi padre, me quedo en mi lugar y carraspeó para que él caballero se de cuenta de mi existencia.
El me mira y hace de cuenta que yo no existo, es súper experto en ignorar a las personas y hacerlas sentir inferiores.
Es entonces cuando me olvidó de la educación que me enseñaron mis papás y le hablo como si fuera alguien cualquiera.
—disculpe señor —le digo alzando la voz.
El no me mira, pero se que me escuchó, aún así él prefiere seguirme ignorando, mientras mira hacia la entrada del templo, a la espera del regreso de mi padre.
«¿Cómo es que mi padre puede aguantar a alguien así?».
—no está bien que se lleve a papá hoy en su día libre —vuelvo a hablarle.
Pero él sigue ignorandome.
Cree que porque soy pequeña, no logro entender nada, cree que soy tonta y no es así.
—usted es un abusivo y explotador —le digo sorprendida de mis propias palabras.
Trate de ser amable, pero el me ignoro, así que fui más clara.
El apreta sus labios y frunce su entrecejo y me voltea a mirar.
Para ser un hombre guapo, mira bastante feo de tal manera que da miedo.
Aún así no me acobarde.
—repite lo que acabas de decir —dijo con un tono despreciable.
Mis piernas comenzaron a temblar, de tal modo que una rodilla daba con la otra, me sentí súper agradecida de llevar un vestido largo, que no dejaba ver mi temblor.
—dije que es un abusivo y explotador —hable sin titubear, aunque por dentro estaba muriendo de miedo.
Me dió una sonrisa fingida.
—¿Cómo te llamas? —pregunta.
—me llamo Linda —respondo orgullosa de mi nombre.
El suspira profundo.
—Linda —repite para si mismo —es una pena que la persona en si no lo sea.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro