Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

30. LA CARTA

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Cantares 1
15 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía;
He aquí eres bella; tus ojos son como palomas.


Llegó a casa super cansada y agotada, aunque no corporalmente, si no mentalmente.

Después de que Deimond revelará que es J2, no lo volví a ver en todo el día, tampoco a los J5, era como si se los hubiera tragado la tierra.

Aunque pensar eso no se me hace gracia, si algo así le pasará a ese J5, supongo que no sería tan malo después de todo.

Miro las escaleras con la intención de subir a mi habitación y así evitar el cuestionamiento de mamá, pero tengo tantas cosas en la mente que hasta la cabeza me pesa.

«Creo que es mejor descansar aquí».

Suelto el bolso en el suelo y me dejó caer en el mueble.

Es una pena que ya los muebles no sean tan costosos y finos, como los que teníamos en París, desde que viajamos a los Angeles California, nuestra economía a menguado mucho y no sé exactamente porque, ya ni siquiera tenemos una casa grande, ni siquiera tiene un portón, tampoco tenemos gente a nuestra disposición que nos sirva, ahora mi madre se encarga de la cocina y eso es algo bastante curioso.

Mamá era una de las personas que no se atrevía a poner un solo pie en la cocina para cocinar.

Cierro los ojos y me dejó llevar por el sueño que comienza a llegar lentamente, también es culpa de la ópera que escucha mi madre a todo volumen, con esa música es imposible no dormirse.

Media hora después.

Siento que me mueven, pero me niego a despertar.

—¿Desde cuándo la sala se convirtió en alcoba? —escucho la voz de mi madre a la lejanía, aunque a decir verdad es la que me está moviendo.

—uumm —me remuevo sin abrir los ojos.

—si vas a dormir tanto, debería de ser en tu habitación, estás arruinando los muebles —se queja mamá.

«¿Desde cuándo le preocupa los muebles?».

Cierto, desde que nos instalamos aquí, no hemos vuelto a hacer renovaciones.

Ni siquiera e cambiado de closet.

Definitivamente estamos quedando en la ruina silenciosamente.

Las cosas se están yendo, pero no volviendo.

Así como el costoso auto de mamá.

Dijo que lo vendería para supuestamente comprarse otro, pero ese otro se quedó en veremos y ya va para un año.

Es más, ni siquiera se habla de ese tema.

«¿Acaso fue un error renunciar al modelaje?».

Por un momento me vislumbre en la inmunda, rogándole clemencia a Tirsa, pero inmediatamente disipe esos pensamientos.

Trate de seguir durmiendo, pero me era imposible, considerando que mamá estaba quejándose y hablaba mas que la mamá de mister trans.

—de acuerdo —sigue hablando mamá —entonces votaré la carta si no te importa.

Abro los ojos de inmediato, el sueño se disipa.

—¿De que carta hablas? —me había perdido en su cantaleta.

—de está —responde mamá entregándome un sobre.

Me quedo mirando el sobre, pero este no tiene el remitente por ningún lado, miro a mamá confundida.

—supongo que ha de ser de alguno de tus fans que se niega a olvidarte —responde encogiendese de hombros —aunque debe de ser muy anticuado para comunicarse con cartas, pero también es algo romántico —suelta un suspiro.

Yo ruedo los ojos al ver su reacción, se supone que las mamás deberían de ser protectoras, pera la mía es muy liberal.

Me levanto del mueble y me dirijo a mi habitación para leer la carta.

Luego de estar cómoda, abro el sobre, sacando la hoja que tiene adentro y comienzo a leer mentalmente.

La carta decía:

"Hola, no tengo mucho tiempo, así que no me voy a tomar la molestia de preguntar cómo estás, ya que posiblemente seas la más beneficiada de los cuatro, pero quiero decirte que no será por mucho.

Ya me enteré de que lo recuerdas todo, así que perdono tu reacción hace dos años atrás.

Quiero decirte que aquel cretino que se dice ser nuestro padre y que lamentablemente lo es, se ha atrevido a mucho contra mi.

Me tomo ventaja debido a una enfermedad que se me desarrollo en el cuerpo por todos los maltratos y mala vida que he llevado todo esté tiempo.

Fares me sometió a la fuerza, quiere que me sujete a sus órdenes si o si, aún recuerdo cuando me puso el pie en la garganta ahogándome.

Pero en fin, no te escribo para hablarte de ello, te escribo para decirte que aunque el trata de controlar todos mis movimientos y de mantenerme lejos de ti y de mis demás hermanos, los cuales están a su entera disposición, aunque Zuar trata de luchar por si mismo, me temo que no será por mucho ya que Fares lo tiene muy bien vigilado.

Pero a pesar de todo, he logrado un poco de libertad y pienso escapar de sus garras, pero no lo pienso hacer solo, tu también irás.

Eres mi hermana melliza  y aunque no lo creas, él te mantiene totalmente vigilada y tarde que temprano querrá ir por ti, y creeme que el no es un padre de ensueño.

Te pido que si estás de acuerdo, cosa que no dudó, ve a la parada de trenes, allí te estaré esperando, no puedo ir por tí, porque inmediatamente me descubrirán.

Quema la carta cuando termines de leerla".

No era necesario preguntarme quien era, porque sabía perfectamente.

Mis ojos se cristalizaron al leer la carta y un dolor se instalo en mi pecho.

«Tal parece que al pobre no le ha ido tan bien».

A mí mente vienen muchos recuerdos de todas las cosas que tuvimos que pasar juntos.

El siempre estaba ahí para mi, cuando más lo necesitaba, era como mi ángel de la guarda.

Recuerdo aquella última mirada que me dedico en el orfanato aquel día, rogándome que no me fuera, que no lo dejara solo, pero tristemente no le oí.

Luego volví a verlo ya casi convertido en un hombre, pero tristemente lo desconocí.

Después con la cruel verdad que dijo acerca de York, no supe cómo tratarlo, simplemente huí, y ahora tampoco se que hacer.

Se que es mi hermano mellizo y que a pesar de la distancia, nunca lo voy a olvidar, pero los años han pasado y yo corrí con diferente suerte que la de él, no puedo simplemente dejarlo todo tirado para irme con él a quien sabe dónde.

Quizás estás personas no sean mi verdadera familia, pero los amo como si realmente lo fuesen.

No puedo simplemente desaparecer, además estoy muy chica.

Aparte de ello, no creo que nuestro padre halla sido cruel con él, un padre jamás haría eso.

Aunque desde hace años no me ha vuelto a buscar, y se ha desentendido totalmente, ni siquiera me confesó que era mi padre..

Tal vez lo ha hecho porque ya tengo otra familia y si en verdad el me tuviera vigilada, ya me hubiera dado cuenta.

Luego de arrugar la carta, hago lo que ahí decía, la quemó.

Un nudo se forma en mi garganta y las lágrimas ruedan por mis mejillas.

«¿Mi hermano mellizo me ha estado buscando?».

El solo pensarlo, hace que mi corazón se apriete, pero nadie me asegura que de verdad sea él.

«Pero... ¿Quién más me escribiría algo así?».

Definitivamente es él.

El único de mi familia que se ha preocupado y a querido estar cerca de mi.

Está es la hora que no tengo ni la más mínima idea de dónde puedan estar el resto de mis hermanos.

Pero aún así, a pesar de que seamos tan unidos, tengo que olvidarme de él, ya tengo mi propia vida.

Horas después.

Estaba profundamente dormida pero me he despertado debido al terrible frío que estoy sintiendo.

Me destapó un poco la cabeza para ver qué ha pasado con la calefacción y es entonces cuando veo la ventana abierta.

Un escalofrío recorre mi columna vertebral.

Estoy más que segura de que esa ventana estaba cerrada, es más, lo último que hice antes de acostarme fue cerrarla.

«¿O no?».

«Seguramente no».

Dudo de mi misma.

Prefiero pensar que fui yo la que creí hacer algo y no lo hice.

Porque si lo hice significa que...

Me ahorro pensar tonterías y me siento en la cama con la intención de ir a cerrar la ventana, pero al mirar al frente quedó totalmente petrificada.

Ni siquiera soy capaz de gritar.

Al frente mío está parado nada más y nada menos que el mismísimo Mibsan.

Todo mi cuerpo está temblando, hasta mis dientes tiritean.

Es tanto que ni siquiera parpadeo del miedo tan terrible que siento.

Lo más aterrorizante que tiene es su mirada siniestra.

Me mira fijamente con ira y la vez con decepción.

Comienza a caminar a pasos lentos hacia mi.

Yo niego con la cabeza y le doy una mirada suplicante para que no lo haga, ya que soy incapaz de hablar.

Pero él se niega a hacerlo.

«¡No!, ¡Por favor no!»

Le suplico mentalmente con la esperanza de que oiga mis pensamientos.

Pero en vez de detenerse, avanza mucho más rápido.

Cuando ya está lo suficientemente cerca de mi, tan cerca que me es imposible respirar, comienza a inclinarse.

Yo comienzo a retroceder hasta tal punto de quedar acostada frente a él, mientras trago grueso y mis dedos se aferran con fuerza a la cobija.

—eres...—me susurró, su aliento a menta chocó contra mi rostro —¡Una traidora!.

Me gritó con tanto dolor, era como si lo dijera desde lo más profundo de su alma y corazón.

Me siento en la cama de golpe llorando, miró hacia la ventana y esta perfectamente cerrada.

Hacia mucho que no tenía pesadillas así.

Día cuarto de estudio.

Me bajo del auto de papá como lo he hecho todas estas veces y me quedo mirando la enorme contrucción, como si se tratara de mi primera vez.

Aún no me acostumbro a tanto lujo en un solo lugar.

A mis padres les ha de estar valiendo un ojo de la cara, el que yo estudié aquí, porque a diferencia de Yandi yo si no soy becada jajaja.

—ya sabes hija —dice mi padre captando mi atención —solo somos tu y yo contra el mundo.

Sonrió ante su típica frase y hago el puñito con la mano.

—¡Jay! —decimos los dos a la misma vez.

El me guiña el ojo y se va, yo por mi parte entro al colegio ante la atenta mirada de muchos.

Está vez no entro con una gran sonrisa como las otras veces pasadas, porque de alguna manera me siento engañada.

Siento que todos me vieron la cara de tonta.

Si Deimond no escribe en esa pintura que él es J2, no me habría dado cuenta.

Pero ahora hay una gran incógnita, si él es J2, ¿Quien es J1?.

Camino hacia las escaleras y evito mirar todas aquellas miradas raras que me dedican.

Se que de algún modo me odian y por la sencilla razón de haber andado con J2.

Pero ahora que lo sé, no pienso volver a tratarle, aunque será difícil si se vuelve a sentar a mi lado en el salón.

«Tendré que hacer todo lo posible para evitarlo».

Pero al pensar en sus palabras.

"No juzgues al libro por su portada".

Hace que de algún modo me sienta culpable, siento que el no es así como ellos.

El es diferente.

La forma en que me trató todos estos días lo confirma, a no ser que halla estado fingiendo.

Ya voy a entrar a mi salón cuando se oyen los mismos gritos de todos los días.

—¡¡Aaaaahhhhhh!! ¡¡Los J5!!.

Ruedo los ojos ante la bobada tan grande que se gastan estás chicas.

Sigo sin entender porque le hacen barra a unos chicos que ni siquiera las notan.

Tuve que hacerme a un lado porque por poco y me arrollan al salir del salón corriendo hacia abajo.

Es muy chistoso verlas corriendo, algunas parecen enanitas escabullendose en medio de toda la multitud.

Otras empujan a todo mundo con tal de llegar primero.

Tuve que hacer mi mejor cara de seria para no soltar la carcajada.

Entro al salón y lo único que hay son hombres, los cuales me dedican miradas aburridas, otros ni siquiera se molestan en hacerlo.

Tomo mi lugar y espero a que el profesor llegue, mientras que clamo mentalmente para que Deimond no se vaya a sentar a mi lado.

Poco a poco los gritos vuelven a oírse cerca, una clara señal de que ya vienen.

No puedo aguantar la curiosidad y giro mi rostro hacia la entrada, es entonces cuando nuestras miradas se conectan.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro