Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

26. APARTADA DE TODOS

Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 27
5 Mejor es reprensión manifiesta
Que amor oculto.



—no sabía que vinieras aquí —le contesté.

El río bajo.

—hay muchas cosas que no sabes de mi Linda —dijo suspirando —¿Te importaría si me siento aquí? —señalo justo el lugar donde esta Gracia.

Era como si de verdad Gracia no estuviera ahí, por un momento me llene de nervios y pensé que estaba alucinando, pero Gracia hablo.

—lo siento Linda —me dijo cerrando la biblia y poniéndose en pie —tengo que irme.

Pude visualizar un poco de incomodidad en su rostro y nerviosismo, es más, ni siquiera se atrevió a ver a Deimond a los ojos.

—pero...

No me dejó terminar de hablar porque inmediatamente salió del jardín a pasos apresurados.

No me quedo de otra que volver a fijar mi mirada en Deimond, el cual seguía esperando mi respuesta.

—¿Que fue todo eso? —pregunte.

Supongo que él a de saber el porque de la reacción de Gracia.

«A no ser que ella sea producto de mi imaginación».

«Pero algo así no come, ¿O si?».

—no lo sé —respondio poniendo una pose relajada —creo que nunca le he caído bien, siempre me trata como si no existiera, es un trato mutuo.

«Que alivio, no es una alucinación».

—ella es diferente a las demás chicas —comente mirando para otro lado y así evitar caer en sus encantos.

—es porque es evangelica. —respondio tomando el lugar de Gracia.

«¿Evangelica?».

¡Eso!.

Ahora que lo recuerdo, mi familia era evangélica.

Horas después.

Llego a mi casa con una gran sonrisa en los labios, rememorando todo lo que viví durante todo el día, aún en mi cabeza sigue aquella sonrisa única de Deimond, durante toda la jornada estudiantil, siempre estuvo pendiente de mi, fue muy atento y me ayudó en todas la cosas que no entendía, aparte de ser muy guapo, es también ipermega inteligente.

Quedé muy impactada como su intelecto pasaba por encima de las clases.

Recuerdo como se ofreció amablemente a traerme a casa, yo le dije que papá iba a recogerme y él se quedó hasta que papá llego por mi.

Eso fue algo muy único.

Lo primero que hice al llegar a casa fue correr a buscar a mamá la cual estaba en la cocina.

—hola mami —dije abrazándola por la espalda, hundiendo mi rostro en su cabello.

—cariño —dice tomando mis manos —¿Como te fue en tu primer día de estudio?.

—¡Super! —respondí eufórica.

—¿Hiciste artos amigos? —me pregunta.

—sip —respondí —he hecho dos.

—uumm... —se da vuelta y me mira con picardía—y son guapos.

—¡Mamá! —le digo poniéndome roja como un tomate. —¿Que cosas dices?.

—¡Oh por Dios! —exclama —no me digas que encontraste el amor a primera vista.

—¡Nooo! —niego tapándome la cara. —no vez que apenas soy una niña.

—¿Niña?, Eres una joven de 15 años muy hermosa, no sería extraño que cualquier día de estos vinieran a pedir tu mano.

Definitivamente hablar con mi mamá cuando se pone en modo cansón, no tiene caso.

—creo que voy a hacer las tareas. —digo dandome vuelta.

—¿No me vas a decir quién es el chico? —pregunta a mis espaldas, pero yo la ignoro.

«¿Por qué siempre las mamás tienen que enterarse de todo?».

Ojalá papá no diga nada del chico, porque de lo contrario quien se la aguanta.

Entro a mi habitación y cerrada la puerta, me dejó caer en la cama, cerrando los ojos.

Dios mío, me siento súper feliz y emocionada, nunca pensé que mi primer día de estudio fuese a ser tan entretenido.

Día siguiente.

—nos vemos en la tarde. —dice mi padre por la ventana del auto —y ya sabes, somos: ¡Tu y yo contra el mundo ¡Jay!! —formo su mano en un puño.

—¡Jay! —dije haciendo lo mismo.

Generalmente a mi padre le gusta hacer eso para según él, tener una relación más cercana conmigo y ser como los demás jóvenes, lo que él no sabe es que esa frase ya es bastante vieja e infantil.

Da igual, yo le llevo la corriente.

Camino hacia el portón y este se abre, al mismo instante comenzaron a llegar muchos coches, entre ellos una limosina.

Me quedo anonadada viéndola, hacia mucho que no veía una.

De repente la limusina se detiene a mi lado, haciendo que muchos coches que vienen atrás, queden atascados.

Un hombre muy elegante con traje de chófer, se baja del auto y abre la puerta de los segundos puestos.

Es entonces cuando veo el rostro de Deimond.

«Debería ser un delito ser tan guapo».

Baja de la limusina e inmediatamente todas las chicas que habían llegado, se vienen como pirañas a la presa.

—¡Aaaaahhhhhh! —gritan emocionadas.

Dejó de mirar a Deimond y veo a aquellas chicas que están tomándole fotos.

—que bien se ve con el uniforme. —comemta una.

—todo le queda bien —dice otra.

—el es tan guapo.

Volteo a ver a Deimond, hastiada de tantos comentarios, lo tratan como si fuera un dios.

No les voy a negar que es bien guapo, pero esto ya es como idolatrear.

Deimond tiene también una cara de disgusto, mientras baja de la limusina.

—lo siento —dice acercándose a mi —estas chicas no pueden ver una limusina, porque se vuelven locas. —bajo su mirada y se rascó la cabeza.

Luego miró hacia todas ellas y les dedicó una mirada fulminante, bastante parecida a la de los J5.

—¿Hay algún problema con ustedes? —les pregunta disgustado.

Ninguna se atrevió a responder, simplemente se fueron alejando en silencio.

«Su palabra si que tiene peso».

Me quedo totalmente impresionada, ya que esto es bastante.

—¿Eres el popular del colegio? —le preguntó.

El abre sus labios para responder pero entonces sus palabras son silenciadas por los gritos de las chicas.

—¡Llego J3! —gritan.

Deimond niega con la cabeza y ríe irónicamente.

—¡vamos! —me grita por encima de la bulla.

Yo comienzo a caminar a su paso, para evitar quedar sorda por tantos gritos.

Aún así la curiosidad me puede y volteo a ver a J3.

También viene en limosina, el chófer le abre la puerta y este sale eclipsando a esas pobres chicas, que por poco se desmayan al ver cómo les pica el ojo.

Es aquel chico rubio, el cual parece ser menor que todo el resto.

—¡J4! —vuelven a gritar.

Llega otra limusina y se baja aquél chico noble de cabellos negros, el cual simplemente les dedica una sonrisa de boca cerrada.

—¡J5! —otro grito.

Llega otro auto y de este sale el chico moreno, el cual no espera a que le abran la puerta.

Mira a las chicas y les dedica la mirada más aburrida que halla visto en mi vida, es como si estuviera hastiado de estos recibimientos.

Dejó de mirarlos y sigo mi camino.

Deimond está parado unos pasos más adelante esperándome.

Minutos después.

Centro mi mayor atención en lo que dice el profesor, sacando apuntes de todo, aunque cabe decir que por veces me distraigo un poco.

No es fácil concentrarse cuando se tiene un chico guapo al lado, y más si este no te deja de mirar.

Es como si no se saciará de contemplarme.

Lo curioso es que su mirada no es como la de muchos chicos, que es una mirada en muchos casos lasciva.

El me mira de una manera especial, de tal modo que no siento que me esté desvistiendo con ella.

Terminó de sacar una nota de algo que me pareció muy importante que dijo el profesor de química y volteo a ver a Deimond.

No sé cómo le hace para retener todo, si ni siquiera pone cuidado y mucho menos toma nota, pero siempre que le preguntan algo, él tiene la respuesta.

El me sonríe de manera dulce, dejando ver su perfecta dentadura.

Si el quisiera, divinamente pudiera ser modelo o actor.

Con esa sonrisa hace que uno quedé echizado.

Abro mis labios para decir algo, pero no hallo que, con solo verlo mi mente se queda en blanco, así que mejor vuelvo mi mirada hacia el profesor.

Media hora después.

El timbre suena, anunciando nuestro descanso, pero yo aún no termino de hacer el trabajo que el profesor nos puso, así que prefiero quedarme terminándolo.

Veo a mi diestra y Deimond no tiene intención alguna de salir, aunque él sí ya terminó su trabajo.

No entiendo cómo es que terminó tan rápido, si la mayor parte de tiempo, se la paso observandome.

Todos comienzan a salir, una que otra chica, hace el intento por acercarse a Deimond, pero de pronto cambian de parecer y siguen su camino.

—¿No piensas salir? —me pregunta Deimond al ver que somos los únicos que quedamos en el salón.

—creo que primero voy a acabar esto —le respondo.

Su teléfono comienza a vibrar, él lo toma en sus manos y contesta.

—¿Si? —dice sin dejar de verme.

Yo sigo en lo que estaba.

—lo siento, pero tengo cosas más importantes que hacer, será luego—dice Deimond cortando la llamada.

Luego mira lo que estoy haciendo.

—¿Quieres que te ayude con ello? —me pregunta.

De inmediato recuerdo lo que dijo en la llamada.

Lo que menos quiero es quitarle su valioso tiempo.

Es cierto que me ha ofrecido su amistad, pero no puedo abusar.

—creo que tienes cosas importantes que hacer, yo puedo terminarlo sola.

—ayudarte a terminar tu trabajo, para mi es súper importante —contesta.

«¿A esto se refería cuando dijo que tenía cosas importantes que hacer?».

—pero....

—nada de peros —me dice serio —hagamos una cosa, si deseas sal a dar una vuelta por el colegio y regresas, si para entonces aún no he terminado, entonces dejaré que lo termines.

«¿Que tanto puedo tardarme en dar una vuelta?».

«Es imposible que acabe tan rápido».

Me dejó convencer por sus palabras y salgo a dar una mini vuelta.

Por fortuna durante todo mi recorrido, no me topó por ningún lado a los tales J5.

Las demás personas con las que me topó, ni siquiera se atreven a saludarme, se alejan de mi, como si tuviera sida o algo parecido.

Aunque también podría decir que me tienen miedo o respecto.

Aunque no entiendo ¿Por que el miedo y el respeto?.

Voy al jardín en busca de Gracia y efectivamente la encuentro ahí, sentada como ayer, leyendo la Biblia.

Esta chica de alguna manera me llama mucho la atención y deseo entablar amistad con ella, y mucho más ahora que se que es evangélica.

No es que piense volverme evangélica o algo así, es solo que de alguna manera me siento fuertemente atada a ello, siempre he querido visitar una iglesia de esas.

Tal vez es porque mis padres biológicos me llevaron a una de pequeña y se me hacía muy hermoso.

Es como un ambiente distinto, nada que ver con la iglesia a la que yo asisto.

—hola Gracia —le saludo.

—h...hola —saluda un poco incómoda.

—¿Como estás? —le digo sonriendo, tratando de livianar el ambiente —ayer desde que te fuiste del jardín, no volví a verte.

Ella bajo su mirada.

Definitivamente se sentía muy incómoda con mi presencia y no entendía exactamente por qué.

«¿Acaso dije algo que no le gustó?».

«¿O se molestó porque interrumpí su escritura?»

—lo siento —dice cerrando su biblia y poniéndose en pie —me tengo que ir.

La miró confundida.

No entiendo si ayer fue tan amable, porque hoy me quiere tener a metros.

—pero... ¿Por qué? —le pregunto frunciendo el ceño. —¿Acaso te ofendí?, ¿Dije algo que no te agradó?.

Ella me mira a los ojos.

—¿Quieres que sea sincera?.

Yo asiento.

Ver que los demás me traten de lejos, lo entiendo un poco, pero ella que ayer había sido tan buena, que ahora sea así, se me hace muy raro.

—no pienso meterme en problemas con los J5 —me dice —cuando ellos andan con una chica, no quieren que comparta con nadie más aparte de ellos, es como si de alguna manera la marcarán, aún así porque te aprecio y creo que eres diferente a las demás chicas, te aconsejo que te apártes de ellos, porque al final te votarán como hacen con todas las chicas.

«Ahora sí que quede mucho más confundida».

Es como si me hablara en otro idioma.

Ella comienza a alejarse.

«¿En qué momento ande con los J5?».

—espera —la llamó —no sé porque me dices todo esto, si yo no ando con...

Me calle de golpe al ver que no quiso oírme y siguió su camino.

Decido volver al salón a concluir mi trabajo.

«Ojalá Deimond no me vaya a apartar de él».

Me preguntó ¿A quién se le ocurrió inventarse eso de mí y los J5?.

Tal vez fue porque aquel chico se detuvo ayer frente a mi y dijo aquellas cortas palabras, de las cuales no entendí nada y ya los demás lo malinterpretaron.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro