5:00
Y contando

—Mierda...— renegó Bruce al ver que solo tenía cinco minutos para ingeniar un plan.

Pero se acordó de los rehenes, no podía dejarlos ahí, debía sacarlos a ellos primero. Al encontrarlos, se apresuró a soltarlos, eran muchos, así que para su desgracia tardó un minuto, un preciado minuto.

—¡Gracias! ¡Gracias!— agradecía cada persona cuando era liberada.

—¡Corran!— ordenaba —¡Aléjense de aquí lo más que puedan!

Batman ayudaba a mujeres y niños a correr, pues este estaba solo. Al asegurarse de que todos los civiles estaban fuera y tal vez a salvo, se dispuso a comenzar su plan. Ya que si no lo lograba y esa cosa no era desactivada, todos moririan.

4:oo

—¡Bruce!— lo llamó Hal. Batman al escucharlo se apresuró hasta llegar a el —¡¿Que pasa?! ¡¿Por qué esa cosa está sonando?!

—El maldito de Luthor la activó.

—¡¿Que?!— preguntaron todos —¡Sácanos de aquí para ayudarte!— pidió la amazona.

—Lo siento. No hay tiempo— se alejo para continuar con su plan.

—Cuiden de Clark, por favor— y se fue.

——-

—Está es la lectura del testamento...— hablo el abogado a los presentes —Yo, Bruce Wayne, dejo todos mis bienes a mi esposo; Clark Kent de Wayne. A mi mayordomo y a mi esposo a cargo de las empresas, pero el día de su retiro o fallecimiento la dejará en total manos del señor Wayne, y este se la entregará a el único heredero de la familia en su retiro y cuando el mismo tenga suficiente experiencia de los servicios.
A mis compañeros y amigos; les dejo una suma de dinero a cada uno.
Respecto a los gastos de la inversión extra en nuestra "compañía aparte"; será igual. Una responsable pensión irá directo a ella, mi esposo y mayordomo están al tanto de los gastos y se harán cargo.

—<<Mi amor...>>— pensaba tristemente el kriptoniano.

—Prosigo...— siguió el abogado —Respecto a las donaciones de la empresa Wayne, Clark Kent de Wayne, será el nuevo rostro de esta. Él estará presente y decidirá donde irá cada donación, donde se invertira sin fines de lucro y tendrá completo derecho de manejar la empresa y tomar decisiones, como si fuera el propio Bruce Wayne, estas mismas condiciones son válidas para Alfred Pennyworth.

"Espero les sirva lo que les he dejado, y espero que mi ausencia no perjudique su vida. Sigan adelante, superen y prosigan. Si están leyendo o escuchando esto, probablemente haya fallecido, ya que este es mi testamento"

"Gracias a mis amigos"

"Te adoro, mi segundo padre; Alfred"

"Te amo, mi adorado hijo"

"Te amo, mi amor, mi cielo...Clark"

Fueron las letras de la carta que proseguia luego del testamento. En esos momentos, Clark cayo de rodillas al suelo, rebosando de lágrimas. Sus amigos trataron de consolarlo, fallando en el intento. No podía, había tratado de retenerse en toda la lectura del testamento, pero con las palabras de su difunto esposo lo habían destrozado, de nuevo.

—Respira, Clark— decía con semblante de preocupación Diana.

—Mi querido Bruce, tan... tan hermoso...— sollozaba.

Entre tres llevaron al superhombre a cuestas, pues este no estaba de ánimos ni para caminar. Así lo llevaron a su auto y lo ayudaron a sentarse. Alfred iba al frente, conduciendo, como costumbre. El pequeño estaba a cuidados de su abuela Martha, pues esta era quien se encargaba de el en estos días, los cuales era un caos en las empresas y cuidad.

3:oo

Busco en todos lados con la mirada, quería encontrar algo que le pudiera servir de algo. Hasta que lo vio, su nave. Después vio un hangar junto a él. Se apresuró a llegar hasta su nave y la encendió. Tomó el mando y con cuidado la posicionó sobre la enorme bomba.

Descendió poco a poco hasta que estuvo lo suficientemente cerca, puso el auto piloto y bajo de el. Con cuidado enganchó la bomba. Asegurándola bien, porque si no y se soltaba.... no quería pensar en eso.

Al tenerla lista respiro ondo, verifico si no había había algún otro civil. Estaba por subir a la nave y ejecutar su plan, pero un quejido de dolor lo detuvo. Al voltear, vio a su esposo, su expresión solo indicaba que estaba sufriendo y que al menos estaba consciente.

—...Bruce...— lo llamaba.

El se resignó, le dolía hasta el alma verlo así, bufo con poco. Miro el reloj. Aún había tiempo.

Pero no mucho...

2:oo

—¡Mi amor!— exclamó, corriendo hacia donde estaba tumbado —Estas consciente, que alivió— decía, mientras tocaba el rostro de su esposo.

—¿Q-Que haces?— preguntó con dolor el kriptoniano, ya que la bala al no ser removida, le dolía como el infierno.

—Yo...— lo miro con tristeza —Te amo. Te amo tanto....

—...¿Bruce?— preguntó ronco, ya que no entendía nada —¿Que está pasando?

Suspiro —Lex activo la bomba, no hay tiempo— explicó rápidamente.

—¿Q-Que haremos?

Bruce lo miro con ternura —Que haremos no..— lo contradijo —Que haré.

—¿QUE?— exclamó. Queriéndose levantar al entender lo que quería hacer su esposo —¡Agh!— se quejó del dolor.

—No te levantes— lo detuvo. Miro hacia el reloj y se apresuró a hablar —No hay tiempo...— acaricio su rostro y le regalo una última sonrisa —Te amo.— le dio un beso en la boca y arribó a la nave.

—¡¡BRUCE!!— quiso detenerlo, pero cayó en el intento —¡AMOR! ¡NOOO!

1:00

Bruce podía escuchar los dolorosos llamados de su esposo, pero no miro atrás. Ya estaba decidido, llevaría esa bomba al espacio o al menos eso intentaría. Habían altas posibilidades de que el no sobreviviera esta vez, pero preferiría eso a que muchas personas murieran.

Iba a mitad del camino, a toda velocidad, cuando el tintineo de la nave llamó su atención,  y decidió contestar.

—¡BRUCE! ¡BRUCE! ¡NO LO HAGAS!— ese era Hal, quien logró salir de su prision y ahora mismo estaba ayudando a sus compañeros.

—¡SAL DE AHÍ! ¡AHORA!— rogaba Diana, mientras trataba de ayudar al kriptoniano.

—¡No hay tiempo!— les gritaba, mientras ponía mas impulso a su nave y miraba el reloj. Solo quedaban segundos.

—¡¡BRUCE!! ¡Mi amor!— reconoció de inmediato esa voz. Su amado.—¡SAL DE AHÍ! ¡BAJAAA! ¡BAJAAA!— le gritaba, a punto de caer en llanto.

Ya estaba entrando en la atmósfera, modificó su traje y siguió subiendo. Algunas lágrimas comenzaban a caer, al recordar a su esposo e hijo, amigos y mayordomo. Le dolía el corazón a saber que los iba a dejar, pero si no lo hacía, ellos saldrían heridos.

—¡AMOR! ¡AMOR!— lo llamaba con desesperación —¡Déjenme ir!— forsajeaba con desesperación el agarre de sus compañeros, pero estaba muy débil para liberarse —¡MI AMOR!— trataba de llamarlo por el comunicador.

0:03

—¡No lo hagas!

0:02

—¡Espera!

0:01

—Cuida de nuestro principe, cielo— dijo tranquilo el multimillonario —Te amo.

0:00

"La vida es bella, vívela tu, mi amor"

Esas fueron las últimas palabras del billonario y, casi de inmediato, la bomba explotó .

—¡¡NOOOOO!!— el gritó desgarrador de Superman asusto a todos, pero no más al escuchar la explosión. Miraron al cielo, y estaba pintado de amarillo y anaranjado, como era de noche, alumbró el cielo por completo, como si fuese de día otra vez.

—¡¡BRUCE!! ¡¡BRUCE!!— llamaba desesperado —¡RESPONDE!

No hubo respuesta. Solo podía escuchar la radiación a lo lejos. Ya no había nadie.

—No... no...— temblaba de miedo.

—B-Bruce...— decía atónita la mujer maravilla, viendo el cielo, donde su amigo dio su vida.

—¡NOOOOOO!— cayó, golpeando el suelo con su puño, haciéndole grietas. Gritaba de dolor, pero ya no era por la bala, sino, por su amante. Negaba la tragedia entre desgarradores gritos, no lo aceptaba, no podía aceptarlo. —¡NO ME DEJES! ¡BRUCE! ¡MI TESORO!

—No puede ser...— murmuraba Arthur, pues no podía creer lo que acababa de pasar.

Batman había muerto.

Continuará...

________________________________________________________

Espero les haya gustado este pedacito de historia, esperen a la próxima actualización.

Voten y comenten, si quieren.

¡Lo apreciaría mucho!

¡Gracias por seguir leyendo!

Bye~