Espero que les guste~

Nota: Para calmar preocupaciones, Floyd estuvo dos meses secuestrado, no años, así que en este momento está libre y fuera de peligro :3

Nota-2: No recuerdo si dicen en donde estuvo Floyd o no pero me lo invente en el camino xD

John Dory tenía un pizarrón colgado en la pared, en donde ponía fotos que le gustaban y anotaba nombre de lugares que quería conocer, aunque ahora también tenía fotos de sus hermanos. Bruce lo acuso de estar un poco obsesionado con sacar fotos pero al mayor realmente no le molesta, le gusta tener cada pequeño momento allí, disponible para verlo cada vez que quisiera.

Eso le da la oportunidad de Clay para verlas. Hay bonitos lugares que le gustaría poder ver en persona, quizás más adelante en el futuro, y puede ver a sus hermanos, sonriendo al ver la alegría notable en el rostro de Bruce al lado de su esposa y decidido a ignorar lo alta que parece ser, aunque hay una en especial que llama su atención y estruja su corazón. Ahí esta Branch, sentado en el suelo, abrazando un frasco a medio comer de mermelada y con una de sus manos enterradas en una clara intención de tener más, el rostro manchado en evidencia de que lleva un tiempo comiendo. No es una foto particularmente feliz, es notable que esta bajo de peso y que la ropa que tiene le queda muy grande debido a eso, pero hay algo adorable en los ojos opacos bien abiertos que parecen ver directo a la cama, tomado por sorpresa.

-Es tan...pequeño...- roza con sus dedos la imagen, sintiendo un nudo en su garganta. Su hermanito era pequeño, se recuerda que había sido un bebé la última vez que lo vio, pero allí parece mucho más pequeño, débil y vulnerable.

-Si...- JD entiende el sentimiento ajeno. Él lo había tenido entre sus brazos, tembloroso y flaco, enfermo y desesperado, sensaciones que no creía que pudiera olvidar alguna vez. -...pero se ve mucho mejor ahora- señaló otra foto más actual. Lleva solo pantalones, mojado de pies a cabeza y con el cabello caído pero a pesar de eso, tiene una pequeña sonrisa en su rostro. Es notable los tonos cían en su cuerpo y las raíces coloridas, hasta pueden jurar que hay un tono más azul en sus ojos.

-...eso es bueno...- sonrió, apenas y con tristeza. Es notable que se está ahogando en culpa y el mayor no sabe que decirle para ayudar, porque incluso él aún siente culpa por momentos, en especial cuando Branch hace comentarios inocentes sobre su tiempo solo. -¿Crees que debería...conseguirle un regalo?- John no puede evitar sonreír ante la pregunta, pudiendo notar que su hermano en serio estaba perdido sobre lo que debería hacer. - Quiero decir, se siente mal volver y decir "Perdón por abandonarte" con las manos vacías, ¿sabes?- hizo una mueca ante sus propias palabras.

-¡Eso es una gran idea, hermano!- no duda en decir, empujando su hombro contra el ajeno antes de rodearlo con un brazo. -Podemos encontrar algo en el camino, estoy seguro de ello...- golpea su barbilla con uno de sus dedos con expresión pensativa. -...y quizás debamos conseguirle algo a Bruce también, para que no nos acuse de favoritismo- agregó y el de cabello verde no pudo contener su bufido lleno de diversión, tomado por sorpresa.

Su búsqueda los termina llevando a una pequeña ciudad de aspecto turístico, con múltiples tiendas abiertas y muchos trolls de diferentes estilos musicales caminando en esos momentos.

No tienen muy en claro por donde empezar, así que solo se permiten explorar y preguntar, aunque se desviaron rápidamente cuando ven un lugar que parece vender juguetes y juegos.

-¿Estas seguro de que esto le gustara?- Clay hizo un gesto hacia el rompecabezas que el otro empujó entre sus manos. Dice que es una sorpresa, así que la tapa no tiene la imagen a armar, y tiene muchísimas piezas en su opinión.

-Branch es un amantes de los rompecabezas, los ama- John sonrió con emoción. -Creeme, lo amara- el menor tararea, pensativo, mirando la caja que tiene y las otras, como si estuviera meditando si llevarse uno o más. El mayor sonrió ante el entusiasmo ajeno, notando de reojo que quien estaba tras el mostrador sonreía con diversión, y decidió intentarlo. Tocó el hombro de su hermano, haciendo una seña, y alejándose apenas él asintió. -Oye, disculpa...- se acerca a la troll detrás del mostrador, quien lo mira con atención y curiosidad. Él se asegura de sonreír, manteniéndose tan tranquilo como puede pero esta algo ansioso se estas alturas. Esta tan cerca de terminar y podrá activar el turno de Rhonda para volver con su familia lo más rápido posible. -...sonara raro pero estoy buscando a alguien- rebusca entre su cabello y saca un viejo volante que alguna vez encontró, anunciando un pequeño concierto de su hermano. -Bajito, de cabello rosa o quizás negro...- se inclina. -...tiene aura de emo- agrega en un susurro dramático y entonces, puede escucharla bufar.

-Oh, cielos, gran descripción...- rio ella, luciendo divertida pero de una buena manera, calmándose lentamente mientras rebusca entre sus cosas. -¿Es él?- desliza un volante y él se anima al instante. Floyd no se ve tan diferente a su propaganda vieja, aunque su cabello luce más largo y con un mechón que amenaza con cubrir uno de sus ojos en cualquier momento pero sabe que es su hermano.

-¡Es Floyd!- Clay se acerca en ese momento, abrazando el rompecabezas contra su pecho y asintiendo ante la imagen. -¿A donde tenemos que ir?- murmura más para si mismo, pensativo, y JD le dirige una mirada suplicante a la troll.

-Tienen suerte, actúa hoy en la tarde en un lugar no muy lejos de aquí- ella sonrió, divertido pero amable, haciendo un gesto con la mano. -Solo tienen que seguir caminando y buscar un cartel que dice "Café y arcoíris"- ellos sonrieron, aliviado de obtener respuestas después de haberle pregunta a unos cuantos y salieron apenas pudieron pagar el rompecabezas, salieron con pasos rápidos.

Encontraron el lugar y solo les quedo esperar, un poco difícil para ambos para ya se sentían alto impaciente y emocionados, pero volvieron más tarde, sentándose, con el mayor saboreando la cafeína fin azúcar al fin y el menor comiendo algunas galletas.

Lo ven de reojo entrar después de poco tiempo, con estuche de guitarra colgando en su espalda y una sonrisa amable, hablando con el dueño antes de ser guiado hacia el pequeño escenario que hay allí, acomodándose con movimientos lentos y tranquilos, tarareando para si mismo.

Ninguno de los dos hace amague de moverse por el momento y simplemente se acomodan para disfrutar. Escucharlo cantar es nuevo y a la vez, familiar. Su voz sola, acompañada por la guitarra que toca, con un tono suave y ligero, con letras dulces y sentimentales, algo digno de alguien sensible como Floyd, quien parece expresar todo lo que puede sin necesidad de esforzarse.

Ambos lo disfrutan, en especial porque pueden ver que él lo hace con todo su corazón.

Sus corazones se aceleran cuando lo ven caminar, levantándose, sintiendo que la emoción los invade y no pueden luchar contra la gran sonrisa que se dibuja en sus rostros.

-¡Hey, Floyd!- llama, sintiéndose emocionado sonriendo cuando los confundidos ojos se voltean a verlos.

-¿Eh?- Floyd los mira por unos segundos, entrecerrando los ojos, analizándolos como si se estuviera asegurando de que fueran realmente ellos y no los estuviera confundiendo. -¡John Dory! ¡Clay!- hay una gran sonrisa en su rostro cuando cae en cuenta, acercándose con pasos rápidos y emoción notable, muy feliz de verlos a pesar de como habían terminado las cosas entre ellos pero sabían que su hermano menor no era alguien resentido. Abre sus brazos con una clara intención y John es el primero en adelantarse para abrazarlo, llegando a alzarlo, sonriendo ante la risa sorprendida pero encantada que se ganó.

-¡Floyd!- Clay es el siguiente en abrazarlo apenas el mayor retrocede, apretando hasta que lo escucha quejarse.

-Demasiado amor- dice en tono de broma en cuanto esta libre, tropezando apenas. Esta algo adolorido por el brusco cariño pero esta encantado, así que no le importaba.

-¡Nunca hay demasiado amor!- declaran ambos para su sorpresa. Para Floyd, es sorpresivo verlos juntos y llevarse bien, apenas y puede detectar una ligera tensión entre ambos.

-¿Qué hacen aquí?- ladeo la cabeza, curioso, no los había visto en años y no se habían comunicado siquiera, así que no entiende su repentina presencia.

-Te estábamos buscando, en realidad- Clay se rasca la nuca con cierto nerviosismo. Aun se siente un poco fuera de lugar, sin poder creerlo por completo todo lo que a estado sucediendo. -John Dory tiene algo super importante que decirte- señaló al mencionado, quien se tenso, al mismo tiempo que el menor parpadea con confusión.

-¿Me acabas de mandar al frente?- lo miro con el ceño fruncido, aunque sin real enojo tras sus palabras. -Y yo que te quería, hermano- bufo con decepción fingida, negando lentamente.

-Soy malo para las charlas sentimentales, ¿si?- se cruzó de brazos con un puchero ligero.

-Vas a tener mucha práctica, lo presiento- la sonrisa del mayor es malévola y burlona, con el menor gruñendo entre dientes, sabiendo que eso podía ser verdad.

-¿Paso algo?- el de cabello rosa los mira y tiene la sensación de que lo que sea que sucedió, debe ser serio e importante como para que esos dos estuvieran juntos. -¿Saben que? No importa- acomoda el estuche en su espalda y les hace un gesto. -Tengo tiempo, podemos hablar- esta dispuesto a escuchar, sin importar nada más.

-Genial, vámonos de aquí, demasiada gente- el de cabello verde se estremece, poco acostumbrado a estar rodeado de tantos trolls diferentes.

-¡A Rhonda!- JD levanta apunta como si estuviera en una misión, dándose media vuelta para marchar. Clay bufa, divertido, siguiéndolo con un paso más normal.

-¿Rhonda?- y a pesar de su confusión, Floyd los sigue.